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6 PÁGINAS ILUSTRADAS riesgo de llegar a la emancipación persuadiendo a los bárbaros desintelectual. Sus enemigos mismos se nudos del Hemisferio Sur, que no devieron obligados confesar que no bían comerse los unos los otros.
tenían iguales en el arte de dirigir Si era necesaria su presencia en Liy formar los juveniles espíritus. ma, se embarcaban inmediatamente Al mismo tiempo cultivaban con en el primer buque que surcase el ardor y éxito la elocuencia del púl Atlántico; si en Bagdad, atravesaban pito y se aplicaban con una asidui el desierto con la primera caravana.
dad y un éxito aun mayores al mi Si su ministerio era necesario en un nisterio de la confesión, por medio país en donde su vida corriera más de la cual en toda la Europa Cató peligros que la de un lobo perseguilica eran poseedores de los secretos do por los cazadores, en un país en de los Gobiernos y de los de casi donde fuera un crimen darles asilo, todas las grandes familias. Se des en donde las cabezas y los miemlizaban de uno otro país protes bros de sus hermanos, expuestos en tante bajo innumerables disfraces, las plazas públicas, les mostrasen la bajo el disfraz del alegre caballero, suerte que les esperaba, marchaban del sencillo campesino, del predica resueltos su destino, sin observador puritano; y recorrían lugares re ciones ni vacilaciones.
motos los cuales jamás ni la avi Este espíritu heroico aun no se ha dez mercantil, ni la curiosidad libe extinguido. Cuando en nuestros días ral habían llevado extranjero al una peste terrible y hasta entonces guno visitar. Se les encontraba desconocida dió la vuelta al mundo, bajo el traje de los mandarines chi cuando en muchas y grandes ciudanos, dirigiendo el observatorio de des el temor había disuelto todos Pekin, y con la azada en la mano, los vínculos que unen las sociedaenseñando los elementos de la agri des, cuando el clero secular había cultura los salvajes del Paraguay. abandonado su rebaño, cuando no Cualquiera que fuese el lugar de era posible procurarse, aun precio su residencia, cualesquiera que fue de oro, los socorros del arte de la sen las funciones de que estuviesen Medicina, cuando el amor la vida encargados, su espíritu era doquiera había triunfado de los afectos natuy siempre el mismo: renuncia com rales más fuertes, se encontraba al pleta de sí mismos en aras de la jesuita cerca del pobre lecho, que causa común y obediencia absoluta los obispos y los curas, el médico al gobierno central. Ninguno de ellos y el enfermero y hasta el padre y podía escoger su ocupación el lu la madre habían abandonado, encorgar de su residencia. El jesuita aban vado sobre los labios infectos del donaba a sus jefes, con profunda su moribundo para sorprender los démisión, el cuidado de decidir si de biles acentos de una última confebía vivir bajo el Polo Ártico bajo sión, teniendo hasta el fin, bajo los el Ecuador; si debía pasar su vida ojos del penitente, presto exhalar clasificando piedras preciosas, colec el último aliento, la imagen expirancionando manuscritos en el Vaticano te del Redentor.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica

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