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LA INFORMACION San José de Costa Rica Reumáticos Deben evitar las impresiones frias, abstenerse de los licores y del vino, y tomar la Emulsión de Scott Con ella se han curado miles de casos de Reumatismo Crónico despues que todos los demás remedios habian fallado.
LA TERRIBLE CATÁSTROFE ENCARTAGO Pídase siempre Emulsión de Scott Legitima, y no dejarse engañar con las imitaciones que llevan nombres parecidos, las cuales no tienen ninguna semejanza con la Emulsión de Scott Legítima.
Exijase Esta Marca Cuartos amueblados Con todas las comodidades y el confort apetecibles, situado en una de las mejores a higiénicas casas de San José (antiguo local de la Delegados a la Conferencla Sanitaria. Se alquilan precios reducidos. Infórmese: Mata Bazar de San José La ciudad reducida escombros LOS MUERTOS LOS HERIDOS se hizo absolutamente imposible conse guir medicinas, hilas nl vendajes, pero como se llevaron de esta capital, pudo auxiliarse a los heridos.
Las pérdidas materiales son incalculables, repetimos que la propiedad urbana no existe en Cartago, pues la ciudad des.
apareció completamente, y claro está que las industrias y el comercio, desaparecleron también Otro tren de auxilio Otro tren de auxilio sale para la que fué Cartago, en el van dispuestos a ayudar a la obra de salvamento y de escombros, más soldados abnegados y muchos caballeros y jóvenes de esta capital San José se apresta ante la inmensa desgracia de sus hermanos de Cartago a acudir con sus esfuerzos y con sus Obolos (aunque también están sufriendo. all.
vlar en lo posible la desgraciada situaelón de esa ciudad. Terribles escenas de tristeza y desolación Mis impresiones El primer momento Marcha pie tre.
an los para arte egalari quen adarboties aasta que se llegó a la destrutda du. El Presidente en Cartago eru noko for mabore et de ses anos de La llegada dad.
La estación intermedia Por todas partes Aumenta la expectación Pide socorros Llegada a Cartago Al fin Cómo fue?
Peligro de epidemia mente atendidos por los doctores Soto, Llegué a Cartago, es decir, a la poblaA eso de la una de la madrugada lle en la demacración del semblante, en la Barrionuevo, Hernández, Quirós, Jimé ción que fué Cartayo, a las 10 de la ma.
gué al alto do Ochomogo y comencé respiración anhelosa y en la venda que nana nez, Arrea, y algunos más que no sabe.
En la travesía encontré multitud de senur gue temblaba con asombrosa per cobria la terrible herida que recibió en pie se hizo la marcha de más de mos quienes fueron, porque no los vimos familias damnificadas que se dirigían Al sentirse el gran temblor de la 50 Sisteners Aratos el caballo se resistía la cabeza al desplomarse la torre del HosJeguas, sintiendo continuamente los tempero cuyos nombres daremos maliana la capital en busca de asilo y abrigo en esta capital, anteayer, quedó a continuar avanzando y daba muestras picio de Iluérfanos se conocía que aqueblores que se sucedían unos a otros con pues debe el público saber quiénes fueinmediatamente rota toda comunicación la lozana juventud estaba en abierta lu.
Estas gentes venían ple; cansadas, de espanto y agitación. No se oian regran rapidex: los retumbos del Trazi se ron los que realizaron la obra filantrópicon Cartago: las lineas telefónicas y las hambrientas, muertas por el agotamientumbos ni en el picaclo del Irazú se cha con 15 muerte. Ya tenía el aspecto olan pavorosamente y fugaces llamara ca de acudir presurosos done los llamatekréficas del Ferrocarrils del Gobierreia signo alguno de actividad de un vendido de la inflexible parca.
ba el deber y la desgracia de sus herma to, aterradas por la magnitud del desasy tal fue el primer tudi En el Alo se sent la frio como siempre, Pintar la consternacion de sa familia das podran observarse en la cima del nos.
smo rasta Rapismo volcán DEL ALLAH ancontré uno de estos ocupo de 165 01 babu Us Ganeado el terremo cada cual En faras José que practiquen una tro ninos, el mayorcito do pensaba en los cartagineses.
ración. Pero on vano he ofrecido cuanto edad.
De esta vez, desgraciadamente, el fallo Al señor Presidente y al Licenciado Cuando llegtré Taras tuve la primera poseo por una camilla y cuatro hombres.
Uno de los chiqulllos, que venía en brapopular no se equivoco: Cartago ha sido No hay hombres en Cartago, afiadio, to Jiménes los acompañaban, entre otros, el Intuielón do in magnitad del desastre.
destruída zos de su padre, trata la cabeza envuelta; En aquel pueblo la Iglesia estaba calda dos somos una manada de seres enloglie. Desde antes de llegar pudo verse la InInspector senior Lara, los Edecanes sello.
estaba herido.
las casas y la escuela lo mismo. Beinabecidos.
res Mora y Esquivel, el señor Rodo. el mensidad del desastre.
Me aproximé al grupo.
un silenclo sepulcral. Como sombras va Pobre familia atligida sobre a quel mon Las casas de campo estaban por comdiputado Licenciado Pinto, el seflor conSeora pregunta a la madre, para sul de México, el señor Laporace, el sewaban algunos hombres que se me acertón de escombros, sin una medicina, sin pleto caidas, y en los alrededores de la eso de las once de la noche el telecó des dirigen ustedes?
un sedante siquiera que proporcionar al caron maravillados de que alguien tranfior Roberto Brenes Mesén, el Director ciudad se veía claramente que el terroBratista de Tres Rios avisó que se había No lo sé; vamos en busca de tranqul.
poeta moribundo.
Sitara a aquellas horas y entre aquellos moto había hecho Inmensos daños.
de La Republicu, dos redactores de LA derrumbado su oficina, pero que había Hidad y abrigo INFORMACIÓN, uno de El Noticiero y vaGrandes grietas, tenia el terreno por peligros.
ogrado salvar el aparato el cual en ese el niño está muy grave. dónde va. ne preguntaron donde quiera rias otras personas, asi como varios sarSi, bastante: según me dijo un médimomento conectaba con la linea, desde gentos inspectores de policía. Cartago les contesté.
La Impresión que recibimos al entrar Ja cile. Abadía que había hecho varias co que lo vio en Cartago.
El señor Presidente, acompaliado de Cartago debe estar destruído, dije en Cartago fué terrible.
Podría verle la carita al pequeño?
tentativas de comunicarse con Cartago, Ton. Lo mismo ha sucedido aul; en Tau Pero era Inátil querer apartarse de su comitiva y del Gobernador de CartaCuanto digamos aquí resulta pálido an Có 10 nọ.
que in linea estaba tota; que dada la aquellas escenas conmovedoras; donde ras no lry una casa buena. No siga ade.
te la tremenda realidad.
go, así como del ingeniero senior don Luis magnitud del terremoto en Tres Rios, la desyenturada mujer corrió a mos.
qofera sucedía lo mismo; era un dolor lante porque se han abierto grietas en el De la llermosa ciudad no quedaba más Lauch, recorr16 al amanecer la cludad suponta que en Cartago debia ser tretrarme al niño; pero al descubrirle la destruida, dictando varias disposiciones camino general. Una ninita como de tres años que ruina y desolacion Montones de es.
cars, dio un grito y cayó de espaldas.
mendo.
Continuamos, sinembargo, avanzando llamaba gritos a su mamá y sus her. combros, edificios hundidos completaurgentes.
Su hijo había muerto y notábamos ratos que lo de las grietas manitos. Pero nadie la ofa, ni la veia ni mente, en algunos sitios, ni rastro de lo era cierto. Las habia aquí y allá en los tomaba en cuenta aquella pena infantil.
que fueron calles Ruina y desolación Es absolutamente innecesario decir que lugares donde la tierra no habia resistido Una mujer escarbaba entre los escombros furiosamente hasta hacerse sangre las conmociones seismicas.
El terror Ordenó regresar a Tres Rios, donde se con estos tristes presagios la dolorosa exen las manos tratando de desenterrar el podía comunicar telegraficamente por meLa población de Taras quedó con vertipectacón aumentaba; además del senti cadáver de un hiljo suyo alll sepultado y na en un campo de ruína y desolación, dio de la empresa del Ferrocarril al Atlánmiento fraternal, Tas familias Josetinas y Alarldos, ayes gritos de dolor, quejidos que en las ansias de la agonía clamaba Tristeza y miseria por todas partes.
tico, y dl6 órdenes para que se enviaran cartaginesas estar tan unidas que forlastimeros que salían de debajo de los Las gentes permaneclan en la carreteSOCOTTO.
de esta capital viveres, zina y madera man una sola En la más triste condición de ánimo escombros, seres que locos por el terror Otro mujer andaba en unas ruinas y Varias visitas hicimos al señor Presi. llegué la entrada de la ciudad de CarOrdenó también que fueran por lo me ra frente a sus derra mbadas casas.
corrian desatentados sin rumbo, madres Saludábamos a todas ellas, aunque muy ascguraba que allí estaba enterrado sú nos 30 carpinteros y 200 hombres de tropa dente quien con Igual ansia que todos tago la oscuridad no me prmitía ver naangustiadas que buscaban inauimente a marido pocas correspondían a nuestra cortesia.
de línea con palas, azadones, haclias, ete, esperaba notilas: estaba nervioso, proda: de cerca distinguialas casas reduci.
sus hijos, huérfanos que clamaban Tomó las disposiciones necesarias para Por un lado, un enfermo que agoniza.
fundamente afectado y con movido, tanto das escombros; un silencio Sepulcral; Todos pedían fósforos, lux. una vela, sus padres muertos poco antes entre las ba, descuidado por sus familiares: por por 13 (sita de noticias como porque él, que de Tres Ríos se mandara pan y más cualquier cosa con que alumbrarse para ni una persona se vefa. Avanzaba con ruinas: tal era el cuadro de desolación buscar a sus hijos, sus madres, a sus viveres, así como los carpinteros que alli otro, un cadáver tendido en mitad del como todos, estaba lleno do dolorosos gran dibeultad a causa de las casas deque contemplamos transidos de pena anparientes, sus amigos extraviados, per camino con la cabeza destrozada; aqui hubiera, pidio medicinas, vendajes, hilas te tan inmensa desgracia.
presarios rrumbadas sobre la vía.
una partida de chiquillos hambrientos Una mujer estaba tendida en la calle: didos, talvez sepultados entre las casas y demás artículos indispensables.
La cludad sumida en la más completa que tiritaban de frio, mis allá un anciacaldas.
la llamé y me dijo que estaba enferma, oscuridad, pues hasta la luna se oculto no Inválido que no podía valerse y que que todos los suyos la habian abandona.
entre negros nubarrones y no alumbraba Por último, a eso de las 11. 15 se enterrado hasta el pecho pot dos gruesas do y que Cartago estaba destruída. La muel lugar de horrible infortunio.
et un despacho de Tres Rios, Ormamoles de adobes, pedia socorro.
pobre hiritaba de frio, de tiebre de esComo los nichos del oementerio fueron En fin, en este lugar presenclé estas y do por el Licenciado don Luis Anderson, panto. Es castigo de Dios, castigo de Cómo fue les preguntaba yo a todos; destruidos y los cadáveres en descompo otras terribles y tristes escenas, que im.
quien en laconicos térioinos, daba cuen Dios, gritaba con Voz Tonca cuando me nadie me sabía contestar.
sición estan al descubierto con peligro presionaron mi alma muy lo hondo.
ta de que la ciudad de Cartago habia sl aleja Fué a las 30, me decian; un temblor Los jose tinos emprendieron la noble ta. inminente de una epidemia, se tomagan do destruida por el terremoto de la tarde un solo golpe, de un golpe seco que lo rea de ayudar a remover los escombros, urgentes medidas para evitar el mal.
de: pedia, ademas, el inmediato envio de derribó todo instantáneamente, pero faltaban Instrumentos propósito Urge también resolver el problema del Bocorros, especialmente de médicos mer La huida? Fué casi imposible; el terre y se bacia la obra lenta y dificil enterramiento de tanta muerto que irá Por fin penetre al interior de la ciudad: dicina, zapadores y cuerpos de salvamoto fué instantáneo, no dio tiempo de Pasé por el Cementerio de Cartago y apareciendo entre los escombros.
Sin embargo, algo se lograba, y entre mento, los alambres de la luz eléctrica, los del nada. Los que nos salvamos fué de not Las escenas de dolor que se presenciaentré él.
teléfono y el telégrafo caídos en el suelo las víctimas salvadas se cuenta un niño lagro Todas las tumbas y mausoleos estaban Ton son indescriptibles, así como el esta y los escombros, bacian suramente difi.
de 17 meses hijo de don Rafael Araya, Quien presenció aquellas escenas, no do de los enfermos que hubo que sacar destrozadas cil el paso.
empleado del Palacio Presidencial y cuya podrá olvidarlas Jamás.
las calles en medio de una ITovizna perti Hubo estatua que de su pedestal fué a Temblaba a cada momento y los restos familia sivía en Cartago.
Es innecesario pintar la dolorosa im de las paredes se desplomaban con sordo Yo regresé a San José para pedir que dar con impulso del terremoto, quinEl pequeñuelo estuvo 13 horas y media nay y fría, que agravaba la situación.
presión que la noticia de la catástrofe ruido.
ce varas de distancia.
se enviaran ausilios a los cartagineses, bajo los escombros y fus extraído sin Hacia apenas 15 minutos que una se produalo en esta capital.
para pintar toda aquella desolnelon y exhora había dado Estaba allí cuando llegó de la ciudad grandes heridas. Una hermanita suya se un robusto nito Casi no se veía gente; se oian las claInmediatamente se dieron las órdenes citar la caridad nunca desmentida de los un carretón cargado de cadáveres.
encontró muerta por el derrumbe. cuando sobrevino el terremoto, y fué nepara disponer un tren de socorro, el cual mores, los sollozos, las plegarias: habla Josetios.
Eran siete: dos de ancianos; el resto cesario sacaria de entre los escombros, El poeta don Rafael Angel Troyo agode ninos.
sallo a las doce con el sellor Presidente corrillos que permacian en extraria munizaba en brazos de su esposa loca de dolesionads, aunque no gravemente, con el tismo; alla se ois llorar unas mujeres de la República, algunos diputados, el que rodeaban a un cadáver; aquí, un anFueron enterrados en el mismo hoyo.
lor en el kiosko del Parque Central. All recién nacido, y Iné colocada al aire llLicenciado don Ricardo Jiménez, varios bre en una plazoleta. Cómo ultrajaban los sepultureros los expiró las y 10 minutos de la mañana, clano enfermo pedía confesión: mujeres médicos y muchos particulares.
cuerpos de las victimas!
En la cárcel y en el hospital ba ſabido atacadas daban gritos a cada nuevo temsin haber vuelto en si de la agonía en que algunas víctimas.
Los tomaban de cualquier manera, los estuvo desde las y 60 de la tarde, en blor y cada nuovo llesplome de paredes.
halaban sin cuidado, y cast arrastrando, que fue terriblemente lesionado por el alla te vá: al hoyo!
derrumbe de una torre del Hospicio de Esto me indigno, impulsado por la En el tren de SOCORROS salieron para Huérfanos.
Cartago dos de nuestros redactores: anElliermoso editicio en construcción de ira ante aquel innoble proceder, tomé a tes acaballo había salido otro de nuesPor fin llegué al Parque: alli el especuno de los sepultureros por un brazo y le táculo trágico sobrepasata a todo lo imala Corte de Cartago quedó convertido en tros redactores guien debemos las pripregunté: ginable. Tabia hacinada una inmensa un montón de ruinas.
meras noticias dadas al público en alcan Por que proceden ustedes así con los multitud, todas las clases, todas las faEs imposible detallar toda via los nom. El magnítico templo de la Parroqnia, ce a este periódico lanzado a las nueve cadáveres?
milias revueltas: era una confusión terri.
bres de las víctimas pues era inmensa la en construcción, ha sufrido mucho, y de la mañana. Señor, porque son muchos. y no ble en medio de la oscuridad. En toda el confusión que reinala, y de momento se puede decirse que los lienzos de pared tendríamos tiempo para enterrarlos a toárea del parque no había más que cuatro decia de tal cual persona muerta y poque de él han quedado en ple son los úni. dos con el cuidado que usted desea me linternas que daban luz incierta cerca de co después aparecia viva, sana lierida cos que se ven en Cartago, pues los de. contestó.
En el punto llamado cha Yerbabue ellas grupos arahosos daban vela a los caen un potrero cercano.
más editicios son ruinas y escombros. Nada respondi aquel hombre; pueda, mas, adelante de Tres Rios fue detenido diyeres y trataban de consolar y reani Por eso, para no dar lugar lamenta.
me dije que tenga razón; y abandoné el tren por los desperfectas ocasionados mar a los heridos. No habían medicinas: bles equivocaciones diremos que los aquel funebre lugar haciéndome esta rea la via por el terremoto; había allinn los médicos no pensaban en curar: había muertos pasan do doscientos y los heriflexión.
hundimiento y estaba, según informes, dos son más de mil, algunos de gravedad, Hay lugares donde no se sabe que exis Son tantos. Dios mío. Cuantos sedesquiciado el puente de la quebrada El de los momentos supremos que los nombres de personas muertas que tió calle, ni puede sacarse, en consecuenFlerro. Una señora se abalanzó a mi y me predimos en nuestro primer alcance resulcla, dónde estaban las casas. Todo está Sin embargo is comisión sigalo plé gunto: tan ciertos; pero que si bien es verdad parejo, por igual.
por un trayecto de más de diez kilome. Usted viene de San José que la señora esposa del Magistrado don Barrios enteros como el de los Angeles, tros hasta llegar a la ciudad destrulda. S1 le contesté sorprendido ante su Angel Bocanegra y el último vástago de no conservan rasgos de casas ni de via Serían vanos todos los esfuerzos para aspecto de loca Grandes dificultades hubo que vencer ese matrimonio murieron sus otras dos pablica; sólo se ven los escombros en el describir lo que signes llegar al lugar Pues vuélvase allá y les dice cómo es para llegar Cartago anoche.
donde estuvo la ciudad de Cartago; para ninas, aunque gravemente heridas se inmenso torbellino, revueltos, gonfundiLas primeras personas que llegaron a tamos y que nos vengan a ayudar. Nece. El puente de la quebrada de Fierro es salvaron de la muerte.
dos, y el ánimo queda en suspenso ante darse cuenta de aquello hay que experlCartago fueron un Redactor de este Diasitamos ulen nos auxilie, quien nos dé taba muy resentido, y además, antes de tanta desolación y ruina.
mentar la dolorosa sensación de verlo.
rlo y los señores don Jorge González y valor. Ya Cartago se acabó!
llegar a él, la linea había sufrido grandes Como no quedaron establecimientos en Parece que Cartago hubiera sido una don Jorge Aragón. Tlicieron la jornada a desperfectos, por lo que se hizo necesarlo plé no había modo de conseguir alimen.
ciudad de cartón y que un soplo devascaballo, en dos horas.
segir pie.
tador la hubiera destruido, Los padres salesianos muertos que se tos para los desvalidos, ni siquiera una Muchos retrocedieron, pero los médl. supiera las siete de la mañana eran taza de café conque engailar el hambre Nos acercamos, llenos de doloroso reco cos, los periodistas y otras personas, en.
Aquello es hoy una inmensa planiele: y lo niños, aunque se cree que algún nide tamto niño y de los enfermos.
do ella no sobresalen sino monticulos de gimiento al lugar donde Rafael Angel Tro. tre los que se contaban los edecanes del escombros y por entre esos escombros no más haya perecido.
Lo una estaba setor Presidente, acompañaron a éste y Murió también don Ignacio Figuls.
que han borrado los lineamientos de las don Ricardo Jiménez, quienes estaban El señor Pacheco fué enterrado en la manzanas y de las calles, deambulancoHe aquí como describe uno de nuestros perblado, sin color, con los ojos hundi resueltos a llegar Cartago luchando con manana.
Al quedar completamente destruidos mo fantasmas desencajados de terror, redactores su llegada a Cartago: dos y entornados. Parecla dormir; sólo mudos, trémulos, trasnochados, medio locos, los habitantes de la que ayer fué Un niño salvado La ciudad En el Cementerio Dolorosa impresión Impresiones Nuestra información El Parque Los grandes edificios del redactor Difícil tarea El tren detenido que fué en el primer tren de socorros con el Sr.
La destrucción Presidente y su comitiva Grandes dificultades Los primeros Sacerdotes muertos Dolorosas escenas Impresiones de un redactor to batallaba entre la vida y la muerte Ni medicinas ni alimentos Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lisano Madera de Biblioteens sal Gikieterlo las edildi siga XVA193 Maharidas farmacias rány Ante las ruinas

    Roberto Brenes Mesén
    Notas

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