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OBLEAS CEFALICAS Cura instantánea del dolor de cabeza BOTICA FRANCESA LA INFORMACION Especialidad en cantina. Buen trato Baratura. Pulpería del Carmen DIARIO DE LA MAÑANA Año III San José de Costa Rica, jueves de mayo de 1911 Número 1033 Librería Española de MARIA de LINES riedad entender complete ser tone.
Surtido completo en utiles de ensed auza, obras de texto y consulta. Gran va Librería Española de MARIA de LINES Colecciones de las obras literarias y poéticas de los mejores escritores espatio199 SAN JOSE LIMON FEEEEEEEEEE les y franceses. Pidanse catálogos y listas de las altimas publicaciones. SAN JOSE LJMON EEEEEEEEEEE PRIMER ANIVERSARIO DE LA DESTRUCCION DE CARTAGO Salve Cartago!
CADA RECUERDO DEL DOLOR PASADO ES UN PUSAL EN LA MEMORIA HUNDIDO Hace un año no más! En tus montallas el arrebol de luz hizo su alarde, el ángelus llegó hasta las sabanas y abrieron las estrellas sus pestañas para mirar la muerte de la tarde.
Aromas de membrillos y de rosas conducían los ceiros sutiles; un misterio profundo hubo en las cosas en tanto que parásitas frondosas exhalaban aroma en los pretiles.
Sirlo brillo como luciente broche, entre la sombra de eternal mutismo luego mil estrellas, en derroche, áta viaron la veste de la noche como arañas de luz entre un abismo.
Erguido el Trazo, desde la altura, su fuerza hizo vibrar como cadenas; impetus ciegos incubó en la hondura cual Júpiter Tonante, y, con bravura, cólera hirviente retorció en sus venas.
Amenaza fugaz cruzó el espacio como una flama de color fulgente; se vio en la cumbre del volcán rehacio subito nim bo de imperial topacio que la sombra abatió sobre su frente.
Como una espada que en destruir se aferra pasa el instante largo como un siglo! vértigo iracundo de la tierra todo a su paso entre la ruina aterra con salia inexorable de vestiglo.
Un tay! por donde quiera se levanta, y la muerte destruye sin conciencia ancianos y niñez bajo su planta.
Ahog se el dolor en la garganta, el silencio también tiene elocuencia!
Cartago mártir! Nunca en los desiertos, donde el beduino su existencia deja con el rumbo a los ámbitos inciertos, mirose un gesto igual al de tus muertos en los cualas fué heroica hasta la queja.
Los esfuerzos alli fueron prolijos y todos abrazáronse, y entonces millares de astros se quedaron fijos contemplando a los padres con sus hijos, y dieron un clamor hasta los bronces.
La fresca joven se abrazo al anciano et el momento de suprema augusti alla Caridad tendió su mano, y el egoismo, destructor gusano, tornose aroma en la existencia muswa.
En uno se enlazaron los dolores que purifican, basta el bien, el alma, y fueron al instante, los clamores como dolientes y fragantes dores bajo el empíreo de inima calma Luego alero. del espacio vidio (tal vez la estrella que oriento a los Magos)
y pudo contemplar, en su camino, quel trande fatal de tu destino, el trágico montón de tus estragos.
El Cometa falley Alll las dallas y los castos lirios ya no aromaban el dosel del cielo, alll la madre dulce, en sus delirios, toda el alma entregaba a los martirlos al ver su nit a empurpurar el suelo.
Allá la crispatura de unas manos, gesto angustioso de dolor profundo; aquí el hermano en pos de sus hermanos, la temblorosa voz de los ancianos y el reclamo del pino moribundo.
Allá la Iglesia, rota en mil pedazos, aquí las tumbas sacras en fragmentos, y más allá un cadáver con los brazos deshechos y tendido en los regards de la esposa marchita de lamentos. Oh noche de dolor. Cuantas congojas!
Cuantas penas terribles y amargoras!
Doliente lira. en lágrimas ta mojas, cuando la rima del dolor deshojas sobre el polvo de tantas sepulturas!
Mas, para qué llorar? Fué ley cumplid!
Es ley inexorable de las cosas nacer y luego suspender la vida, y renovar la forma envejeclla: el espíritu en luz, la carne en rosas.
Por ello, en la hecatombe de esa noche, quiso el destino continuar su norma; donde la sangre se regó en derroche hoy abre el lirio su nevado briche y en violetas el llanto se trasforma.
Guardemos el recuerdo, ya los muertos pasaron en su barcu al otro mundo no van buscando Lópicos Insiertos, cual nosotros por asperos desertos en donde es un dolor cada segundo.
Alll, sobre el essombro del pasado se yergue nueva vida; en los pratiles ofrece aromas el Jazoin nevado y en las dores rosadas del granado se perfoman los cétiros sutiles.
Allá, sobre el volcán, pasa una nuba y va al coloso como un rey Inerne, lo roza con sus alas de querabe y en la cuadriga de los aires sube donde la estrella de jacinto duerme Abajo, en la ciudad, la vida canta nuevos himnos nuevas energias: donde surgió un dolor. crece una planta, cuyo cáliz a modo de garganta, le cuenta al nuevo sol sus alegrías.
Resurrección cantemos, no el estrago; en el viejo jardín hay bueyas flores cual nueva espuma en el dormido lago; no ha perecido, Yenació Cartago tal como un alba que estalló en colores.
Sobre el montón de las revueltas ruinas revientan, hechas flor, las esperanzıs; despliegan sus cendales las neblinas.
construyen nuevo hogar las golondrinas y el labrego retorna sus labranzas.
o brave me LOS SUPERVIVIENTES DE CARTAGO Boceto escultórico del artista cartaginés don Juan Ramón Bonilla LISIMACO CHAVARRIA huesa coman vuelven a herenela im Primer aniversario del terremoto de Cartago casi adustas: desprovistas de lujos y ele calles, tan anchas y espaciosas, quedaron Justo es recordar en estas líneas la Los padres echarán de menos allo Rancias no adulaban los sentidos pero si borrarlas por una capa de deshechos. En afectuosa solicitud con que los pueblos ofrecian el deseable confort y coudiciones que cifraba el orgullo de sus En mitad de un valle, cuyos naturales tradiciones patrias y vela en sus archivos cierlos sitios se divisaban moles enormes la unánimes de la Repablica acudieron a de higiene que constituían prenda de sael relleario de los entusiasmos y cariños cual si fueran proyectiles lanzados en una Interesarse por la desventurada suerte de razón de su existir: las sludas doadas encantos suscitan recerdos de la antilubridad absoluta.
refriega de gigantes. Los pocos muros que sus hermanos de Cartago. No hubo casa por la pena volverán escuchar el acento gus Arcadia cercada de campos que pa Dacionales. Sus hijos se distinguen gene De su pueblo juicioso y diligente pueda subsistieron en ple la sacudida parecian en el país, cuyas puertas no se abrieran recen el marco dlásico de las égloglas de ralmente por cierta discreta reserva sin de las awadas voces extinguidas y casi decirse que tiene el culto de la tierra. tambalearse aún y tingian a los ojos ho espontáneas al compatriota alijido por aquel todos tendrán una tumba quizá aquella armonioso los furores de la naturaleza ni corazón riorizados gestos dementes y bocas ham.
Virgilio que glorifico que por ello pueda considerárseles rela Siempre le ha dado los buenos días la aurora en la campinia, cuyos surcos son brientas.
que permaneclese cerrado a las corrientes que trago Jas senollas tantos cadáveres, supresas agricolas dijo clos y hurafios. Cierto que no conocen la rien a la intima cartela del arado o al El chalet, graciosa realización de un de piedad y blantropía. Puede decirse donde deshojar las flores del afecto y en esos claros como fuentes y rume zalamería puesta en moda por exóticos brote de la prolluca simlente. Casi no cuento de hadas. la Basílica de delicado sin teroor equivocarse que ning on carter las fuentes del llanto.
TONOS. corno bojues, los secretos del retipamientos de costumbres mas com existe cultivo que no solleite su esfuerzo estilo gótico, el Hosplclo erigido por los taginés dejó de sentir sobre sus hombros caramillo, las inquietudes del cabrero, prenden blen sus deberes sociales y alteren la feraz comarca. Tranquilo y feliz sentimientos piadosos de una dama nobl la presión de una mano amiga y que no Estén seguros los que en estos Instanel cuidado de las industriosas abejas y nan en las relaciones de esta indole povive entregado a la virtud agraria en el lisima y de un sacerdote virtuoso, el Hos. pasó desgracia alguna en la terrible he tes lloran la memoria de los deudos dos arrobamentos de los pastores ena valle, cruzado de ríos y ceñido de poéti pital fundado también con los frecuentes catombe sin conmover profundamente el niendo en todos sus actos un sello de muertos bajo los escombros de la ciudad lid donativos de honorables matronas y ex morados: favorecida por un clima suacas serranías que sedujo desde un princlalma de la familla costarricense. Los do sinceridad que muchas veces no tienen plo a los bra vos caballeros de España, celsos varones, las Escuelas de Ninos, lorosos episodios del cuatro de mayo no nativa, que la nación entera toma parte ve, sin los rigores del Norte ni las los más extremados cumplimientos. Po quienes olvidaban en aquel encantador pocas horas antes colmenas jubilosas de se han apartado todavía ni se apartarán en su duelo y que las lágrimas que hoy enervantes influencias de los soles fapanorama el hechizo de las vegas del Guacos son entre ellos los indignos de ostenparvulitos, el Colegio de San Luis Gonza jamás de la imaginación de las gentes.
a humedecer los bokmes destep tigosos y con dalete y en los aires viviticadores del Irazú ga, célebre Instituto donde han iniciado tantos estímulos para el En aquel entonces constituyeron el initar en su pecho el blasón que el Rey Fertos encuentran sincera correspondencia las auras embalsamadas de la Bética. sus intimidades con ciencia y el arte со pensamiento general y los trabajo como para el ocioso deleite, se nando concedlo cla noble y leal cibdade Creyérase esa porción de tierra destinada los talentos del país, el Palacio de la Cor dias no han logrado aún borrar esa imen el espíritu del primero abatimo cos erguia hace hoy un alto la cludad de de sus Cual para hnir al roldo del mundo. Sus hall te Centro Americana, construido gracias presión sus gobernadores tarricense.
tos frescos son un balsamo para los espi la donación del insigne paeilisia Mr. Asimismo debemos repetir nuestras de Cas Hace en esta fecha un año que fuimos ritus hastiados de actividad y placer y el Carnegie, todo, desde las fábricas más protestas de gratitud los gobiernos y y tres por uno de los primeros todos Cartago a llevar un pan a los que tilla que dejaron el solar hispano por los curazón dollente puede encontrar expan solidas, hasta los modestos hogares de pueblos extranjeros (en particular los de heridos de dolor, hambres y fatigas, bus.
conquiladores de noble por su ani riesgos de un continente desconocido, su sión en sus parajes en el más bello olvido bahareqne, se confundió en un hacina Centro América) que enviaron con el oro mo emprendedor, decidido que por los carácter se encuentra señalado por un de sí mismo.
miento de escombros, bajo el cual ge de su amable ayuda sus sentimientos de caban al ser amado, tristes y llorosos, encuarteles de su escudo. asiento del matiz de austeridad. Amigos de la Inde go Así dormida cual contiada Desdemona mian los moribundos y solicitaban auxitre las ruinas de su casas.
simpatia al pueblo en desgracia.
blerno llo los heridos un vecindario loco de essobre el cojin de verdura que le ofrece la espafol en tiempo de la colonia, pendencia y del decoro pretieren una montaña, causa de su ruina, la sorpren panto y ciego por el polvo y las sombras ¡Cuántas madres tejeran hoy con sus Figurásenos que hoy volvemos a emcuna de los viejos prestigiosos que fun vida de ostentaciones, brillos y enganos dió el terremoto del cuatro de mayo. Un de la noche.
sollozos una corona de recuerdo para el prender el mismo viaje y llegamos a Car daron la República, su historia es la de una existencia modesta de domésticos estertor volcánico, espasmo del enorme impetu asolador no conoclo limi hijo desaparecido: tago ofrecer a los que sufren algo más Costa Rica entera que encontraba en su te. Penetró hasta en la casa de los mueresparcimientos. Conforme con esta fisonoIrazo, cuyo casco de acero empavanado ¡Cuántos niñitos sentirán ahora en lo precioso: el corazón.
sen augusto de matrona la venta de las tos. el asilo sagrado del silencio y la mia moral sus moradas eran senelllas y recogia esa tarde los oros del ponente, sacudióla con tremendo impulso y la cit quietud, donde los ecos de la existencia intimo del pecho, más glacial que nunca dad se vino abajo, sepultando entre sus Mario Sancho se extinguen cual sl quisieran contar al el frío de la horfandad!
escombros un gran número de vidas preespíritu los secretos del misterio, y que ciosas: niños, mujeres, ancianos, los de puesto al término de las inquietudes, dos de los cuales no se cansarán nunca de batallas y fatigas de los hombres, pareci llorar. Todas e estremece de emoción defendido por promesas de segura paz y nuestra pluma qando recordamos el allí abatió desde los alados genios que abandono del hué tano, las lágrimas de rematan el monumento de mármol hasta la viuda, los ayes de los moribnidos Sin las sencillas cruces y los humides nichos necesidad de precisar la imaginación conque velan el sueño de los pobres. Fue tal templamos de nuevo los pos lamentael ánimo desvastador de este enemigo, bles de los heridos asilados en el Parque. extrao Tennyson, el tierno, y descoel sepello de los cadáveres, muchos de cido a Job, el leproso que la misma los cuales eran conducidos al Cementerio Muerte, sorprendida de inusitado panico, sobre tablas hojas de cine porque las olvido por un momento la guarda de sus carretas y carruajes no bastauan alco. huéspedes, y los sepuleros, como si obe pioso acarreo, el aspecto desesperado de declesen al clarin apocalíptico en el del algunos y lo atonia de otros, las mil esce nitivo juicio, se abrieron para expulsar nas de terror y de angustia que se suhuesos y car Nas.
dieron en aquella noche fatidica y en Pero cubramos con un velo de silencio aquel luctuoso amanecer. pesar del estas desgracias y hagamos constar con tiempo, las sensaciones de espanto sub orgullo que ellas no han sido bastantes sisten adny a veces nos sorprende lo mis abatir el temple del cartaginés. En una mo que una pesadilla, la visión de los catastrofe que no ofrecia sino sugestiones rostros amoratados donde las asuxia ha de horror y desesperanza, cuando el mie bía impreso su estigma, de las sienes ino do y las estrecheces consiguientes al centes del niño rotas por el golpe de una desastre Insinuaban la deserción y de pledra, de los miembros fracturados del muchas partes se levantaban voces aconadulto comprimido por las vigas que sossejándola, en momentos en que los árboteman su estancia les (de las cosas los ánicos llesos) elevaban Cataclismo terrible: su empuje los sus ramades sombrios modo de laudes templos rindieron sus torres, sólidas to para llorar con acentos de tristeza y dejos mo atalayas medioevales Unas, sutiles y de amargura la destruida ciudad, el car ligeras como flechas otras; las casas ce taginés ha encontrado intacta la devoción dieron quebrantadas en su base y laita cariosa su terruilo inalterable la fé los más restentes editicios sintieron liar que heredo de sus mayores. El no quiso didos sus sillares y rotos sus sostenes. Al resiguarse a abonar a la grams y al Igual que en la profesia de Jesús no que olvido el suelo conde duermen sus abue.
do piedra sobre piedra. En up minuto el los ni pensó tampoco Volver la espalda trabajo de varias generaciones, el cuida los tonos azules de las montadas que doso empedo de los administradores púlimitan el horizonte en que se dilato blicos encaminado coronar los privilegozosa su pupila al primer beso de la luz glos del clima y la pureza del ambienCon constancia y tesón muy superiores te con la provisión de agua potable, al estrago de que faé víctima, ha dedi el establecimiento de un servicio de cloa cado todos sus esfuerzos y energías LISIMACO CHAVARRIA cas, la macidamización de las calles prin reconstruir la urbe de su carino, el arca MARIO SANCHO cipales, las recientes obras de ornato, las santa de su historia, y hoy las flores de Vencedor en el concurso poético abierto por la Información mejoras de las empresas privadas, todo Mayo ponen allt junto con los cantos del Vencedor en el concurso de prosistas abierto por La Información para conmemorar el primer aniversario de la desapareció Impulsos de las clegas Irri. trabajo y las sonrisas del cielo promesas para conmemorar el primer aniversario de la destrucción de Cartago talones del malso asolador. Las almas Quesoladoras de enacimiento.
destrucción de Cartago Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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