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Jueves, Diciembre 25 de 1913.
LA INFORMACION agita LA LEYENDA DE LA ROSA DE NOEL Traducido del frcé.
Mari a. egin la caverna hecha a ca. del en Pero el abate les reprocho el ha vento una noche. Mientras elatusgos y en una de ellas dormía mano picles que mano, cataratas unos tua w las muchachos eran más bar ar con ellos, nadie atrevia de la pesar con las bre Mas en que permaneciese dondos, uno cia. No puede recoprecubierto: ella siguió. El conhabía existe.
llegó y tantas ha rico La mujer del bandido, que ha para arañarlos y morderlos mien das, porque creo que eres un san roca y en ella advirtieron una enrollados como báculos de obis temente su desco de coger la que sobre el manto de nieve que sus bitaba una caverna en lo más alto tras sus hijos hacían otro tanto. to hombre.
puerta hecha de planchas gruesas. po. Los brezos de la colina y los más lo fuera.
manos extendieran.
de la selva de Goinge, se encami Los tres hombres no tardaron en El abate Hans lo prometió y la El abate comprendió que habían mirtos silvestres del pantano se Sobrevenian ola sobre ola y el Al entrar a la caverna cruzando nó un hermoso día hacia la lla comprender que era más fuerte mujer se fue. Luego pidió al her llegado al fin y bajó de su caba revestían de verdor. Las masas de aire estaba ya tan impregnado de atientas la profunda oscuridad la nura, a mendigar. El bandido no que ellos y que debian volver al mano lego no revelar a nadie lo llo. Habiendo abierto el nino al crecian yanyi alegría, todo el esplendor y toda lego se dieron cuenta de que ci ase levantaban y luz que era centellante. Toda la familia del bandido y el hermano podía hacerlo, porque, estándole convento a solicitar ayuda.
que se había convenido.
Al dirigirse por la avenida que que sus monjes, puestos vedado, no se atrevia a salir de Temia pesada puerta, apareció el inte las flores primaverales nacian Co rior de una pobre cha gorosas y estriadas de colores. la dicha del verano sonreían al re bate habia som desaparecido la selva, y se contentaba con ace conducía al interior de aquel, en rriente de su proyecto, no le per en la roca, cuyos fancos aun eran El corazón del abate latió con dedor del abate Hans. Le a llorar y chara los viajeros que se aventu contraron al abate Hans, quien a mitieran a un hombre de su edad visibles. La mujer del bandido cs violencia al percibir los primeros imposible que la tierra pudicae a gemir. Comprendio que habia taban en la zona montañosa de cudía a saber la causa del alboro de ir a la caverna de los bandidos. taba sentado al lado de un gran signos del despertar de la selva. Ofrecerle bellezas mayores que las sido a quien al arrebatarle la a que era el. a. Me será dado, a mí, un hom que se esparcian en torno suyo y legría que tanto había amado le Pero en esta época no abunda y se vieron obligados a confesarle vulgar su plan. Por entonces lle tad de la cueva. lo largo de las bre ya viejo pensaba ver tal se dijo: la vida.
bin viajeros era con ortandolaSea like this para reforma e mbaroideae iu o ved de marzobispo Absalon. paredes habia ucamas de sararmi milans. No se que pueda traer la pró En Oved, adonde había sido.
jardin la. Lund. quien las lágrimas corrían de sus o xima onda de más maravilloso.
trasportado el cuerpo del abad, ai za del hombre en infructuosa, a el bandido.
JOS Pero la luz continuaba fluyendo colocarlo en el ataud, los monjes la mujer le tocaba su turno. Lle ber recurrido a la violencia y les te le mostraba su jardin recordo Entrad, gritó sin levantarse, Por momentos la oscuridad era y parecía traer alguna cosa de un descubrieron que tenia la llos bien vesti monges ba cercael.
waba consigo a sus cinco chiqui prohibió pedir socorro. Envió a a la mujer, y el lego que trabaja la mujer, y traed los caballos con tan densa que se temía que la no infinito lejano. Se sentia rodeado derecha fuertemente cerrada y que tomado dos de y provistos de zue y aunque era un vieja debil, sólo al arzobispo el caso del bandido che no les haga daño.
Pero de nuevo una ola de luz a pesar de que había gustado toda en el cos de corteza de abedul. la es lievó consigo al jardin al hermano vivia el bosque desde ha 51 abate entró resucitamente se hacía irrupción, acompañada de la felicidad terrestre, esperaba tom his momento de su muerte. Halogrado abrirle la cía muchos años, sin series plecha: palda cada uno llevaba unas al lego.
encontraron forjas casi tan grandes como lo que tan fuer él un aspecto de pobreza y desnu de ratas desencadenadas. Las revelada Cuando llegaron, la mujer se tido bajar de él. además pedir buido por el logo. La casa tenía rumores de arroyo y de estrucndo bloroso, que la del cielo le fucse encor temente oprimía eran mismo. Cuando ella entraba a una paseaba como anteriormente en le una carta de absolución para a dez nada indicaba que fuera hojas nacían tan tan rápidamente que Al pronto notó que todo queda bérculos blancos seguramente a granja, se le daba cuanto pedía, tre las plantabandas. El viejo a quel hombre a fin de que pudiera festejarse en ella la Navidad. La se las hubiera crcído un cnjambre ba en calma. Los pájaros hicieron rrancados del suelo cubierto de porque si no era bien recibido no bate no volvía de su admiración comenzar una vida de honradez mujer no había preparado cerveza de mariposas verdes llegadas a silencio, los zorritos dejaron de musgo y de hojas. Viendo estas vacilaba en regresar a la noche al verla. Estaba convencido de que entre las demás gentes. ni pan, ni hecho la limpieza. Sus batir sus alas sobre las ramas. juga y que habia siguiente para darle fuego a la ca era la primera vez y sus contemplaba un jardin. sin em rán a ser grandes criminalcs, peo una gran marmita, pero la comida despertaban; los pájaros comenza día al corazón deseo de detenerse. Las cuido durante todo el año con de su vida quc Si eso continúa, sus hijos llega chiquillos se movían alrededor de no no solo los árboles las a hierbas delicidad que se acercaba le infun acompañado al abate Hans laste mujer del bandido plantó en el jardin.
temidos que bargo, al encontrarse con cada res acaso que su padre y pronto que contenia no eran gran cosa: ron a saltar entre los árboles; los llenaba los ojos de lágrimas y pouna banda de lobos y aunque más nuevo grupo de flores las mira tendreis una banda completa allá una sopa de agua.
picos (aves zancudas) se pusieron nía en el alma la aspiración de vo la de una persona habia deseado aca ba como si fuesen viejas amigas en lo alto de la selva.
mujer la autoa suyas. Parecía conocer la biedra, Absalón de Lund respondió que, ridad de la esposa de un rico gran el verano y van martillar sobre los troncos ha lar hacia la eternidad. De lejos flors peranza de verlas brotar en otoño.
hacerles daño aiguno, porque bien el romero, los lirios. Delante de de esas razones, no podía jero.
tillas. Un sabían los habitantes de la llanura unas sonr permitirle al bandido mezclarse Siéntate aquí, al lado del fue marchia naerupo de estorninos en arpas y un canto sobrehumano se cuando llego invierno que tenie hacia el ayó en el oyó semejante a un dulce murmu la muerte de las fores y las hoque allá en lo alto estaba el hom la cabeza cia, ante otras, movia las gentes honradas de la lla go, abate Hans, y come si has follaje de un árbol para reposar llo.
jas cesó su vigilancia presto a la venganza en caso El abate Hans amaba su jardin nura. Era mejor pas donde había que los alimentos que preparamos extremo de cada pluma flameaba arrodilló. Su rostro estaba trasfi habiendo sentido de Navidad, todo el mun traido que comer, porque pienso Eran estorninos maravillosos, a El abate juntó las manos y se de que a su familia le ocurriera al tanto como le era posible amar coda muy vivo el rego grave.
sa terrestre, perecedera. Por mu vivido hasta entonces.
En uno de sus viajes de men cho que la mujer le pareciera salen estas alturas no son para tu pa con un rojo escarlata y al mover gurado de beatitud. Nunca se ha cuerdo del abate Hans, salió al El abate, exaltándose, le contó ladar. Si el viaje te ha fatigado, a se los pájaros, centelleaban como bía atrevido a esperar que le fuera jardin para pensar en él. he adiga a través de las granjas, la vaje y temible no pudo sino ad al arzobispo la historia del encan cuéstate en uno de esos lechos; piedras preciosas.
dado en esta vida gozar de las de quí, que al pasar por el rincón en mujer llegó un día a Oved, que en mirar que ella hubiera luchado tamiento de la selva en Navidad. no debes tener temor de dormir Otra vez caían las sombras pa licias celestes ni oír a los ángeles que había enterrado los tubérculos Si esos bandidos no son tan largo rato. Yo velo y te desperta, ra desaparecer enseguida. Un cé cantando himnos de Navidad. desnudos vio brotar talios verdes Llamó a la puerta y pidió de co templar el jardín a su gusto. De miserables para que el esplendor ré a fin de que puedas mirar el firo tibio soplaba, sembrando al Al lado del abad estaba el her y vigorosos con bellas flores de mer. El conserje abrió la ventani ahí que, acercándosele. le pregun de Dios se muestre a sus ojos, a milagro que te ha hecho venir. pasar semillas de los países de mano lego que lo había acompaña pétalos lla colocada en el centro de la tara con dulzura si le gustaba el gregó, no serán por lo mismo tan blancos.
El abate obedeciendo a puerta y le tendió seis panes re jardín.
estas Mediodía, traídas por los pájaros, do. Turbulentos pensamientos a Llamó a todos los monjes de malos que no merezcan la clemen órdenes sacó sus provisiones; pe los navios y los vientos, y que a gitaban su cabeza.
Oved y viendo que esta planta fioElla se volvió bruscamente haes uno para cada uno.
de los hombres.
ro el viaje lo había fatigado de causa de los rigores del invierno Mientras los recibía, los mucha cia el abate porque no esperaba ser un verdadero recía la víspera de Navidad, mienchos exploraban los alrededores, más que ataques, pero al ver sus Pero el arzobispo sabía como tal modo que apenas si pudo co no habían podido germinar antes. milagro, se dijo, este que se muestras que todas las otras estaban De pronto uno de ellos llegó a ti cabellos blancos y su espalda enmer, y no bien se hubo acostado Al caer, no más, echaban raíces y tra hasta a miserables criminales como muertas, comprendieron que responderle al abate.
Puedo prometerte una cosa, el cuando se durmió.
se cubrían de brotes.
Esta no puede ser obra de Dios, realmente el abate las habia Tarla de la falda para hacerla corvada, le respondio apacible envies una flor del jardín de Nocl do a acostarse pero no se atrevió nosa los jacintos y los arándanos te milagro nos lo ha ofrecido el ar va de la dijo sonriendo: el el día en que me El hermano fue también invitaprestar atención a algo que había mente: la aparición de cada ola lumi debe tener su origen en el mal. Es gido en el jardín de Noel de la selGoinge.
EI hermano soli. lo Ai vento estaba completamente ro to jamás un jardin más bello, pe ra cuantos tú quieras. principio creí no haber viste daré la carta de absolución pa a dormir, creyendose obligado a abrían sus fores. Los patos sil tificio malhechor del diablo. Es citó de sus compañeros el permino vigilar para impedirle vestres y las grullas gritaban en el poder del enemigo lo que nos de llevar algunas al deado por un muro alto y solido, ro ahora veo que no vale lo quebispo no creía en el relato de la te. Sin embargo, el sucño lo rin construir sus nidos y los hijitos de no lejos se oía resonar las ar a He aqui lo que te envía el ΕΙ lego comprendió que el arzo que se levantase a matar al aba el aire, los pinzones se ponían a hechiza y nos fuerza a ver lo que salón. al presentarse ante éste, pero el picaruelo logrado otro que yo conozco.
el lego le tendió las flores dicién encontrar una pequeña puerta diA lo dole: El abate no esperaba esta res mujer del bandido, pero que el a dió. Habiéndose despertado poco las ardillas comenzaban sus jue simulada que estaba entreabierta.
En puesta y cuando oyó hablar de un bate sin advertirlo le agradecía su después vió que el abate sentado gos en las ramas.
pas de los ángeles y su canto arcuanto la alli, se apresuró a abrirla del todo bil rubor cubrió sus arrugadas mela mujer hubo llegado paraíso mejor que el suyo, un de promesa y pensaba recompensar al lado del fuego conversaba con Tales acontecimientos se suce monioso, pero el lego estaba per bate Hans. Son las flores que a la para entrar y lo hizo según su jillas.
la mujer. El bandido también es dían ahora con tanta rapidez que suadido de que eran los espíritus te había prometido recoger en el taba ahí. Era un hombre alto y el abate Hans no tenía tiempo de del infierno que se acercaban.
jardín de Noel costumbre sin pedir permiso. El El lego, que abate Hans ejecutó su del mila Quicren tentarnos y seducir Viendo estas flores recogidas por venta estaba regido entonces los, deseaba todavía que saliera yecto. El dia de Navidad, en vez co que volvía la espalda al abate goo que se desarrollaba. Era rodo nos, suspiró, jamás saldremos sa de la tierra, y al oír esas palabras, el Hansla caba cultivo de las plantas. Tras de estar en su silla de Oved iba afectando no oír lo que conversa ojos y todo oídos. La onda si nos y salvos de aquí, seremos en el arzobispo palideció tanto como El abate Hans, que es con en marcha hacia la Coinge. Uno ba.
si hubiera encontrado un muerto.
el muro había un jardincito al cual quien hablas, con una gran perse de los muchachos salvajes iba deguiente trajo el olor de las tierras cantados y vendidos al infierno.
abiertas. los Estaban ya tan cercanos los co Por un momento permaneció siquedó de tal modo estupefacta plantas de todas partes. Nosotros hermano lego. Había deseado tan para Navidad, acababa de ver, y campanillas de los carneritas tin pudo ver apariciones radiosas en detajes nodeverdstue más verancia ha reunido en su jardín lante de él y como compañero, el recaía sobre los preparativos que, tores llamaban sus vacas y las ros angélicos, que el abate Hans lencioso, después dijo: El abate ha cumplido su palaguen de jardin de abade a message sabemos que no hay un jardín más 19 este viaje, que se sentia com. hacía recuerdo de todas las fiestas tineaban. Los pinos y los abetos tre los árboles de la selva y red bra, yo cumpliré la mía. hizo el Hans, haque bia to fores, que los ojos so y no eres tú, que habitas todo el No le pasaba otro tanto al lego, cuando aun vivía entre las gentes les tenía la apariencia de estar en mar contra esos artificios diabóli para el bandido que había vivido suyo en toda la Scania pletamente dichoso de realizarlo y baiies a que la mujer debió de se cubrieron de manzanas rojas hermano, que las veía también, no redactar una carta de absolución ti haber asistido en encantadora año su juventud, en tal abundancia, que los árbo se preocupaba más que de en una selva, quien puede me quería mucho su viejo abate en la per de azul, rojo y ama nospreciar su obra.
rillo. Súbitamente una risa de ano habria Yo no pretendo erigirme en le acompañase ni velara por él, nadie que pacíficas. Vuestros hijos me dan lásti Las bayas de los enebros cambia nacimiento del Salvador. El mo hombres.
vueltos en mantos de púrpura. cos cumplidos la noche misma del serle prohibido habitar entre Dos deemia se extendió por el rostro juez, ni ante él ni ante nadie, so pero no creía nada acerca del jar ma; ellos no podrán nunca correr ban de color momento a momen mento había sido seguramente es Dió la carta al lego, el cual se a mujer y ésta se internó por lamente digo que si os fuera per: din de la selva y sospechaba que por las calles del pueblo ni jugar to. Las flores recubrían al suelo cogido para poder hechizar con puso en camino hacia la selva un sendero que separaba numero mitido ver iban a caer en un lazo tendido con paraíso del cual hasas platabandas.
La mujer se contentaba al prin de un tapiz blanco, azul y amari más facilidad a los pobres morta donde encontró la caverna de los En el jardin un joven lego a que aquí crecen blo, arrancaríais todas las flores mucha astucia por la mujer del cipio con dar respuestas cortas y llo.
bandidos. su llegada, el día de malas hierbas. Era como si fueran carrojarlas bandido para que el abate Hans secas Pero poco a poco se hizo El abate se inclinó para recoDurante todo ese tiempo los pá. Navidad, el bandido avanzó hacia ich había dejado medio abier con fiercza cizaña, contesto cayera entre las manos de su hom más confidencial y escuchó con ger una flor de fresa y mientras jaros volaban sobre la cabeza del él con una hacha en bre.
mayor atención ta la puertecilla, él había podido cogerlos Os exterminaré a tí y a para poder botar Pero el se enderezaba, la baya se puso ma entre sus manos. Por el contrario, los otros monjes por numerosos Caminando hacia el norte, en De hacia afuera los montones de hier taba tan orgulloso del jardín co dirección a la selva, el abate ad hacia el abate con los puños ce con todos sus pequeñuelos de pa bían tenido miedo: ningún pája por culpa vuestra la selva de Goin pronto el bandido se volvió dura. La zorra salió de su cueva al hermano, los animales le ha que seais, porque ciertamente, bas y basura que recogía. Al ver mo el mismo abate, al oír esas pa vertía cómo por todas partes se rrados: entrar a la esposa del bandido y labras se rió burlonamente.
tas negras. acercó a la mujer ro a sus hijos, les ordenó que saliepreparaban para festejar la Noche Malvado monge, has venido del bandido y le tiró el borde de Tan. Pero la mendiga continuó su de ese modo solo por molestar día fuegos en los lavaderos para jos con tus palabras. No sabes zo caricias a los zorritos. Comprendo, dijo, que charlas Buena. En cada granja se encen a arrebatarme mi mujer y mis hi la falda. ella, inclinándose, le hi Sus hombros, a posarse sobre ge no se ha revestido de sus cscandiese Mireballen torno suyo, f, nos. Querría ver el lindo jardín calentar el agua para el baño del que me está prohibido bajar de jugar a sus pies. Pero, he aqui, plendores de Noel, este ano.
es culpa mia, dijo el herjándose ya en los lirios rígidos y que has podido plantar entre los medio día. Se llevaba grandes can las alturas de la selva?
que una palomita torcaz, al ver a mano, y en verdad quiero morir blancos que en uno de los cuadros enebros y los pinos del bosque. tidades de pan y de carne, de las El mochuelo que había comen cercarse los ángeles cobró ánimos para expiarla; pero antes, es prese abrían, ya en la hiedra que tre Me atrevería a jurar por la salva despensas a las casas y hermosos los ojos.
El anciano lo miró fijamente en zado eu cacería nocturna entró en y saltó al hombro del rmano pa ciso que te entregue la misiva del paba hasta lo más alto del muro ción de mi alma que nunca has eny parecía no advertir la presencia trado en un jardín.
su nido deslumbrado por la clari ra acariciarle la mejilla con la ca abate Hans.
haces de paja las granjas para Mi propósito es Sacó la adornar los pisos.
procurarte dad y se dispuso a dormir. El cu beza. este le pareció que el pércarta del arzobispo y del hermano. Pensó éste una carta de absolución del arzo clillo cantaba y la hembra se des fido enemigo lo tocaba para sedu hombre cómo había obtecomprendido y quiso toLa mujer del bandido enrojeció Al. Ezaba cerca de de. a nido nido el perdón.
mnaría por urn mbideo para hacerla de cólera al vertser tan humilan de los pueblos veían al cura y a bre y la mujer se pusieron a reir pājares con un huevo en el pico. palomita y grito con voz que re. En adelante tú y tus hijos devolverse, pero en cuanto la mu temente acusadora de mentira. No Los muchachos del bandido da sono en toda la selva: en la paja de Noel y ceen Es posible que antes de ahora colgaduras, y cuando llegaron al cia podía esperar un bandido de ban gritos de alegria. Comian con jer se dio cuenta de la intención Retorna al infierno del cual lebrareis el nacimiento de Jesus del lego, le dirigió una mirada que yo no haya entrado a un jardín, camino que conducía al convento la selva, de Absalón de Lund. avidez las bayas de los arbustos, vienes. entre los hombres, como lo desealo hizo retroceder.
de Bosjo, vieron a los pobres de pero no que vosotros, monges, la cercanía venir cargados con pa gracia del arzobispo, dijo el banilos jugaba con una manada de le Bien, si recibo una carta de grandes como bellotas. Uno de eJustamente en ese instante, por el abate Hans. sepais El bandido permaneció pálido y cstar los ángeles muy cercanos, el Soy la mujer del bandido de que cada noche de Navidadala nes y grandes bujías que les ha dido, no volveré a robar jamás ni bratilios. Otro corría acompaña abate Hans percibía el ruido de mudo, pero su mujer dijo: la Goinge. Tócame si te atreves.
bían. un Cuando el abate vió todos estos do de cornejas El ha palaY habiendo dicho esto se sintió gran selva de la Goinge, se conEi hermano lego hallaba mal habían abandonado el nido antes sus grandes alas y se inclinaba bra, el bandido cumplirá la suya más segura de no ser hasta inquietada reina de Di Para festejar la hora del necimien Preparativos su prisa aumento, que los bandidos se rieran del abade que sus alas estuvieran bien al sonido de la voz del lego, el can en la cual se instaló el hermano, que si hubiera sido Pronto abandonaron la caverna namarca en persona.
to de Nuestro Señor. Los lo pero El lego al saber con quien tra da año eso y contemplando en e fo mbijet que la que pudiera tener alguno.
se volvieron para huir. lo mistaba le habló con dulzura. La mujer del bandido debe se jardin plantas de tal modo es ba al ver que hasta en la más pe mente, para decir: Pero el lego gemía y se lamentado tan dulce como en la caverna. a su cuello y a sus brazos. El ban me la luz y el dulce calor huyeron na vida de sacrificios y de oración La mujer se levantó brusca dido se había aventurado hasta el mo centro del pantano para recoger de la cer ante el indecible horror del frio a fin de que le fuese perdonada la dureza de su alma saber le dijo que este es un bido a levantar la mano para co Cada vez estaba más inquieto y damos olvidar la selva; sin embar za vió un gran animal negro que tierra como un velo espeso, el frio del Mesías hemos atre queña. Nos hablas de modo que po alguna levantar la ger y de la oscuridad de un corazón cabe human La selva de la Goinge no ha convento de monjes, y que a ninhumano. La noche cayó sobre la vuelto a celebrar el guna mujer del país le está pergerlas.
rogaba al abate se devolvieran pa go, ya se puede oír desde aquí el se paseaba mitido entrar él. Si tú no te El hermano quiso responderle di due caer en manos de los ban sonido de las campanillas de Na rama de sauce con lo cual le gol Halveron Ios Phantasies, escreie Tot esplendor no queda más que la vas, los monjes sabrán que he pero el abate le ordenó callar.
didos.
vidad.
peó el hocico: era un oso.
huyeron. cesaron los planta dejado abierta la puerta y me e Pues que desde infanc El viejo continuaba su camiApenas hubo hablado, todo el Quédate en tu rincón, le gri mugidos de las cascadas y como la ha llamado la Rosa de Noel una lluvia cayeron las hojas de charán del convento y del jardín. bia oído decir que en la Noche no sin inquietarse de tales lamen mundo se puso en pie y salió, pe tó, esta espesura es mía.
los árboles y cada año, hacia la Navidad broPero tales ruegos eran inútiles Buena la selva se engalanaba con tos. Dejando tras sí la llanura, se ro en la celva no se veía más que El oso esquivó el golpe y se fue tan de la tierra sus tallos verdes ante aquella mujer, que continuó sus más preciosos adornos, tanto acercaban ya a los salvajes confi la negra noche y el brumoso in dócilmente hacia otro lado El abate Hans sintió su cora y sus flores de nieve, como si no vierno y sólo se escuchaba el tinsu camino hacia el rincón donde que siempre había deseado wernes de la selva. El camino se ha tineo de las campanas que el vien sucedían sin descanso y se oía el beatitud, encerrarse dentro de un lla florecio en el magnifico jardin florecían las rosas, mirando al pa milagro, sin haberlo logrado nuncía menos transitable a medida to del sur traía desde lejos.
Las ondas de calor y de luz se zón, abierto en ese instante a la olvidara que en otros tiempos esar los ramos azules de las flores ca: por eso suplicó a la mujer de la selva.
de dino y las madreselvas cubier servicio de admitirlo como hues que lo recorrían. Era ahora un. Cómo el sonido de las cam amarillo del centeno flotaba en el chapuceo de los patos. El polen dolor insoportable. Jamás, pensó, podré sobrevitas de corimbos anaranjados.
SELMA LAGERLOF ped en su caverna la próxima Na endero cubierto de piedras y cri panas podrá despertar la selva?
vidad. Con sólo zado de espinas de pino, en el preguntó Entonces el hermano lego no uno de sus hijos para mosyrarle ayudaran al viajero a atravesar invierno le parecia imposible que instalada en el hueco de una encantarme los himnos de Navidad que ella le enviara no habia ni puentes ni vigas que que lo rodeaban las sombras del cran tan grandes como lirios vo lo venidos cerca de mí hayan sido (Notable escritora sueca que obel abad. Porque ahora aire: las mariposas que llegaban vir a esto: que los angeles del cieladores. La colmena de las abejas puestos en fuga; que utvo el año pasado el premio al convento en busca de auxilio. denunciaria nunca y, al contrario, avanzaban, más frio Nobel. Volvió con dos monjes robussentían y din. rechaza.
tos y la mujer comprendió ense mejor pudiese.
procuraria recompensarlos como Mas cuando las campanas rría a pronto encontraron el suelo cu hubieron sonado unos instantes, res que provenian de las simienIntes, rría a lo largo del tronco. Las flo dos.
guida que ci asunto se hacía sebierto de nicve.
En ese mismo momento recordo un resplandor súbito la iluminó, tes rio. Se detuvo, con los pies sepates llegadas de lejanos paises, se sc la La mujer rehusó al principio Fue un viaje difícil y largo. Se Después la oscuridad se acentuó abrían. Maravillosas rosas y es salón. se inclinó hacia la tierra y rados en el medio del sendero, y porque pensaba en su hombre, el internaban en senderos laterales más que antes, pero pronto apa caramujos escalaban las rocas. Las púsose a tantear entre los musgos flor prometida al arzobispo Abcon una voz aguda se puso a gri bandido, y en el daño que podria pendientes y resbaladizos; reco recio de nuevo la luz.
como flores que se abrían en el prado y las hojas para tratar, a the toolare las companies terribles ocasionarle la visita del abate. Per rian landas y pantanos atravesa. Huona nagbebenta resplandeciente entre eran grandes como rostros huma todo, de recoger una en el altimo convento caerían, de y árbole negros árboles que trasformapermitía permanecer nos.
en el jardín que ella conocía les abatidos por el viento. Jueta la noche en ba. la tierra el jardín tanto tiempo como qui era mejor que el suyo, la hizo mente al caer el día, el pequeño Entonces el abate advirtió que se enfriaba al contacto de sus desiera. Pero los monjes, sin temer olvidar todo temor y consentir.
El abate recordó la flor prome dos y que ellos al rozarla la bandido los llevaba por un prado la nieve desaparecia del suelo, co tida al arzobispo Absalón pero va brían de un manto de nieve. Enla, se propusieron expulsarla. En Pero no has de llevar más bordeado de altos árboles desnu mo si se levantara una alfombra, y cilaba en cogerla, porque unas su tonces su corazón fue deshecho tonces ella lanzó gritos forinida que un compañero. no nos ten dos y de pinos llenos de espinas. la tierra comenzaba a reverdecer, cedían a las otras y eran cada vez por el golpe de un agudo dolor bles y se tiró sobre los monges derás ni acechanzas miste deosumed Beqiropiedad de leditsiotbedecinaliligull Obrbgótészaho Idel Sierca Nacional de Bibliotbear del Ministeri da qultura deluventusopati Bicenderezarse más y cayó 10 Cowan una permitido la les.
ha las. rrancaba él la mujer.
abate y la mano.
todos éste que no le contó al jugareis en ba ien pensaba que la cere vimos que vita fruta; al nacimiento haΓΟ el cual al querer Era pesar de To se se que una aurora.
cu
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