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DIARIO DEL COMERCIO PAGINA LITERARIA iAdiós!
Beso eterno Más si tus ledos y dorados besos, no llegan a mis salobres y claras linfas a calmar, verás como altivas y rugientes, bregan, erguirse airosas, y los Cielos salpicar!
Al desepedir a Pablo Zelaya Ya sobre el mar Alante la noche hosca y hurafia dilata su dominio insondable, y un faro a lo lejos, parece que es la rubia pestaña de un ojo que nos mira con amoroso amparo!
La sirena del barco, aulla la partida; igritos de marineros, crujen cables y amarras. Adiós! Dan los pañuelos su blanca despedida!
La sombra nos oprime el alma con sus garras!
Como un fantasma blanco entre los dos abismos del mar y de la noche, el barco ya se aleja; se aleja hasta perderse! a Dios, desde el abismo de tristeza en que estamos, pedimos que proteja Con su mano, la nave sobre el oscuro mar!
Qedamos en silencio; las almas están solas!
Por el hermano ausente empezamos a orar, escuchando el eterno rumor que dan las olas!
CARLOS LUIS SÁENZ Limón, setiembre 11 de 1920.
Por eso cuando la noche, extiende su negro velo, y no se ve en el Cielo ni una estrella brillar, escúchase al ancho mar agitarse con recelo, mugir de rabia y celo y en su lecho rebramar.
Si de nubes con exceso no brillare, del sol la faz, álzase altivo y audaz en pos del «Eterno beso!
MARÍA DE SILVA Octubre de 1920 Wltimo anbelo Del ancho mar, las turgentes y revueltas olas se agitan rudas, en la penumbra suelta, se encrespan y rugen murmurando a solas bajo el manto estelar, de luz incierta. como argentada sierpe embravecida, miles de anillos, que la sombra esfuma, se arrolla y estremece, enfurecida, en su gris lecho, de perlas y de espuma.
Surge el sol del abismo. en el espacio truécanse en aureos los nocturnos velos, tiñendo de turquí, de grana y de topacio, el mar, el valle y el palio de los cielos. Calma tu rabia loca, depón tu aphelo, al mar dijo: acalla tu ronco murmurar, escucha, mira y contempla el alto cielo; el quiere, tus rugidos y tus ansias aplacar. Quiero luz! gritó el mar, tus rayos luminosos viertan en mis ondas la luz apetecida!
dame tus caricias y tus besos armoniosos!
o saltaré mi valla embravecida!
Dijo la mar, majestuosa, altiva y fiera, desatando sus ondas claras, espumosas.
y esparciendo sobre su faz, su cabellera; de blancas nubes, cendales y albas rosas: Oh mar! depón tu enojo, tu coraje duro, reposa en paz, en la tumba de granito que es de perlas y corales féretro obscuro, y por losa, el dombo azul del infinito.
Reposa pues tranquilo: borda la arena con el tul de tus aguas espumosas, bellas, bajo la noche augusta, plácida y serena, a la suave y lánguida luz de las estrellas.
Cada mañana, oh mar! al despuntar el día, tus mansas ondas beberán de mi fulgor, daré a tus aguas profundas, alegría, besando tu rugosa faz, un dulce amor.
Oye: cuando la tarde suspire silenciosa etre las nubes y los celajes de oro, besaré tu faz azul, mansa y undosa y vertiré sobre tí, raudo tesoro.
Temo la sombra ioh Sol! oh Sol bendito!
si tus ósculos brillantes calmaren mis ardores verás mi inquieto seno, manso y contrito y oirás mi voz queda, murmurando amores.
Al leerte «Para mi amigo el Poeta Raúl Villalon Como es tu alma de artista por tí siento inspiración. Hoy te he leído: y al conocer tus versos he sabido que cantas con amor y sentimiento.
Cristalino arroyuelo de aguas frescas y buenas: eso quiero que seas; que a tu glu glu sonoro haya un temblor de arenas, y reverberes en los crepúsculos de oro.
Nada más que arroyuelo, nada más que arroyuelo.
así, cuando en las noches haya un fulgor de fragua, verás que van saliendo las estrellas del cielo a hacerse guiños con las estrellas de tu agua.
Que sobre ti florezcan los lirios blancos, para que oculten en tus aguas sus corolas de armiño; tal una señorita que escondiese la cara porque el novio le ha visto los lazos del corpiño.
Sé buena con la hierba que alfombre tu camino; ahoga la asfixiante fatiga de los pechos; sé buena como un vaso de generoso vino y no te enojes porque te besen los helechos. vé así por la vida. al viento y a las rosas ofréceles tu canto; al musgo y a las piedras que callan tantas cosas, no quiero que les digas que te he querido tanto.
Eres un bardo lleno de ilusiones que vives en la luz de una armonía. Por qué pulso hoy por tí la lira mía al calor de las tiernas emociones?
Soy la ingenua poetisa que suspira con las notas del alma que la inspira, porque yo sé sentir como ninguna.
Quisiera ser un pájaro nocturno, y volar con el vuelo taciturno para cantarle al mundo ante la luna.
Después. no te preocupes acerca de tu fin: son tus aguas muy frescas, y yo tengo un jardín!
ROSARIO LUNA San José, 1920 ASDRÚBAL VILLALOBOS SECCION LITERARIA Te quedaste sola Tus ojos CARGO DEL CENTRO INTELECTUAL EDITOR fuente milagrosa Aguardando al novio; iQué tonta que eres!
Como eres tan buena no te has figurado, que en otros países, con otras mujeres, estará a estas horas aquel desalmado. que lo que menos le importa al malvado, es que haga ya tiempo que escondida estás; sufriendo con pena la flor del pecado, y huyendo de todos como una torcaz.
No llores, no llores, iPobre novia triste!
Olvida al ingrato que así te dejó; y si las sonrisas en los labios viste de aquellas amigas que tanto quisiste, no les hagas caso que aún te quiero yo.
Tus ojos de japonesa poseen la dulzura rara, de ser como el agua clara que deja ver su pureza.
Fuentes de pura terneza que ansiosa los envidiara, la musmee del Yoshivara más llena de gentileza Al verlos siempre he creído, que esos ojos han venido desde regiones extrañas.
Que fueron dos lucerillos que cayeron pobrecillos!
en la red de tus pestañas.
con dulces quimeras que se van borrando llenas de tristeza.
Soy el novio vuestro; dejad que yo vea el negro azulado de vuestras ojeras.
que si nadie os mira, muchachitas feas, yo de veros tristes me muero de pena. Margarita Pensar en la belleza de las cosas: que hasta en la humilde piedra del camino, hay un resumen místico y divino del ritmo universal: que son hermosas!
Mirar un más allá; ver en el lodo nacer al lirio blanco y no despojos; y pensar que en la Grecia alguien sin ojos, mirando con el alma lo vió todo, y siendo, amable niña, dulce y buena, huyendo de tu amor se irá la pena.
Riega, pues, con tu amor todas las cosas y verás que a la par de tu dulzura, se tornará este valle de amargura en un valle blanquísimo de rosas.
Tus manos Paisaje Flores del camino Tengo el ideal de una novia que tenga las manos blancas manos abiertas que solo se cierren a la plegaria.
Para que cuando la pena clave en mi pecho la garra, volar como una ave enferina buscando asilo en sus palmas. allí sintiendo dichoso rozar sus dedos mis alas tener valor para oír que ya mi Señor me llama.
Flores del camino que estáis en la senda, bebiendo el acíbar de la indiferencia. Novias del ensueño!
Muchachillas feas que vivís soñando la luz del vesper El viento que viene desde los boscajes amorosamente sopla en el jardío; y entre la fontana juegan los celajes que han bajado hasta ella por verla reir.
Un grillo que sabe galantes pasajes de muchas historias de edad medioeval, le cuenta a una rosa con mil homenajes amores tan tristes que la hacer llorar. en tanto dichosa debajo el ramaje poniendo alegrías de amor al paisaje riente pareja se siente feliz; Mientras que curiosa la mitad de la luna que ha visto mil cosas, se borra como una sonrisa burlezca de una nube gris.
Víctor Manuel Elizondo La tarde melancólica como una novia tísica que triste reclinara su frente en la montaña, alumbra con plomiza serenidad los montes que va adormeciéndose con lentitud nostálgica.
Siento que la amargura que la vida me brinda se va neutralizando con dulces remembranzas, Elevada la frente contemplo el infinito, y cual paloma tímida tiembla en mi ser el alma.
Oh sueños. On recuerdos que tan pronto pasastes dejando un profundo dolor entre mi alma.
Oh tardes de otros tiempos que yo miro con éxtasis apagarse en las negras pupilas de mi amada.
La casita futura II Beatus Ille. HORACIO Construiré mi casita junto al bosque sombrío donde el glauco bostezo de la paz montañal, con esencias de selvas perfumise el bohio y me traiga el encanto de las flantas de pan.
Yo seré ya dichoso; ya tu amor será mío y podrá mi cabeza sobre to hombro escuchar como canta en el bosque tiritando de frío el arroyo que corre sin saber donde va.
Sólo el débil tafido de una esquila lejana romperá ese silencio de la paz aldeana, y pondrá sobre tu alma su litúrgica unción. al ver la plegaria que se mueve en tu boca, en una ansia suprema del amor que provoca, robaré de tus labios la naciente oración.
Si la vida puso sombra de dolor en su prisma de ensueño, la luz de su espiritu ha logrado, a través de esa sombra, buscar en el mundo la flor, la estrella, la mujer amada; los polos de la Belleza y del Amor.
loven y estudioso a conciencia; por convicción de que lo más grande es su propio espíritu en perfeccionamiento. Dócil a sus deseos la lira que canta, en fáciles versos, sus intimas emociones, lo estimamos porque la poesía le brota de su corazón pura y sencilla, como la flor de la rama y así sabemos que su alma es generosa y noble, pues segin dice Emerson. El verdadero poema es el alma del poeta. Es tan dificil hablar de los que han de ser nuestros compañeros!
Todos aquellos que tienen a su servicio la convicción linica de su personalidad, no están sometidos nunca al juicio ajeno, se buscan y van en pos de su propia lumbre; corren y marchan hacia ellos mismos, siendo cada vez más amplia la claridad de su espíritu. Patria! Buscad el ritmo universal en vuestra propia juventud pura y sencilla. Centro Intelectual Editor Es el mismo sendero por donde fuimos juntos entretegiendo ensueños que nunca conseguimos.
Rosado como entonces por la luz del crepúsculo; con flores campesinas a la orilla: ilo mismo!
Solamente que entonces besaba mi mejilla su aliento perfumado que siento en mi delirio.
Su aliento que llenaba de esencias el sendero, en tanto que sus ojos incendiaba el cariño. sigo paso a paso entretejiendo ensueños, mientras en la maleza lloriquean los grillos.
y los pacientes bueyes que van para el potrero me miran mansamente. siguen el camino.
Víctor Manuel Elizondo Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Carlos Luis SáenzMilitantes del PCCR
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