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DIARIO DEL COMERCIO Domingo, de Julio de 1921 Página 1 Página del domingo ekce Viejo Estribillo Muchachas de provincia ¿Quién es esa sirena de la voz tan doliente, de las carnes tan blancas, de la trenza tan bruna. Es un rayo de luna que se baſa en la fuente, es un soplo de viento. Quién gritando mi nombre la morada recorre. Quién me llama en las noches con tan trémulo acento. Es un soplo de viento que solloza en la torre, es un soplo de viento Di, quien eres, arcángel cuyas alas se abrasan en el fuego divino de la tarde y que subes por la gloria del éter? Son las nubes que pasan, mira bien, son las nubes.
Claveles de Sevilla Este clavel, esta fuente de grana de esencia, colma de su viva frescura sensual todo el color azul de la tarde que, siendo azul y oro, es roja por dentro, como si tuviera alma de sangre y la transparentara el sol poniente.
Es cual si lo tuviera en mi mano, dentro del cuerpo de Sevilla, cogido su corazón. Es como si todos los corazones de sus mujeres se hubieran hecho un solo clavel este clavel que yo tengo en mi mano, del puesto verde de la calle de las Sierpes.
Este clavel es el mundo, que se ha hecho del tamaño de un clavel. digo. de Sevilla, que está prendida. clavel único, madre de los claveles sobre el pecho izquierdo de la naturaleza,. La tarde va cayendo, y como una mantilla negra, el anochecer viene sobre Sevilla, y la luna, roja igual a un clavel, azoma entre su nuca, fresca como el río, y el cielo y hondo de su pelo.
JUAN JIMENEZ Susana ven, tu amor quiero gozar Muchachas solterosas de provincia que los años hilvanan leyendo folletines y atisbando en balcones y ventanas.
Muchachas de provincia las de aguja y dedal que no hacen nada, sino tomar de noche café con leche y dulce de papaya.
Muchachas de provincia que salen si es que salen de la casa muy temprano a la iglesia con un andar doméstico de ganzas.
Muchachas de provincia papandujas, etcétera, que cantan melancólicamente de sol a sol: Susana ven. Susana.
Pobres muchachas, pobres muchachas tan inútiles y castas que hacen decir al Diablo, con los brazos en cruz: Pobres muchachas. Luis López ¿Quién regó sus collares en el agua, Dios mío?
Lluvia son de diamantes en azul tercipiopelo. Es la imagen del cielo que palpita en el río, es la imagen del cielo. Oh, Señor! La Belleza sólo es, pues, espejismo!
Nada más. Tú eres cierto, sé Tú mi último Dueño. Dónde hallarte, en el éter, en la tierra, en mí mismo. Un poquito de ensueño te guiará en cada abismo, un poquito de ensueño Amado Nervo Album del Diario del Comercio Romancillo Son las mujeres como las perlas, grandes o chicas todas son buenas.
cuando las sacan del mar afuera.
Más blancas unas, otras morenas, y son más lindas cuanto más prietas (para servicio de las princesas. Luego se enturbian, las manosean, y al basurero no pocas ruedan, sin llegar limpias hasta ser viejas.
Si me dejaran a mí escogerlas, haría grupitos con todas ellas, por sus tamaños y su belleza Todos los negros tendrían las blancas y los sajones tendrían las negras.
Yo me quedaba con las morenas.
Que son graciosas hasta las feas, sin confundirse, en apariencia, con el asfalto ni con la cera Tengo en mi casa una morena que vale un mundo por lo que es buena, como su madre, como su abuela la segunda sin ser coqueta, es muy bonita, linda trigueña que lora y rie como las perlas.
La más sencilla es la tercera, tan dulce y suave como jalea, de negros bucles, pestañas negras.
Las tres chiquillas también trigueñas, con sus hermanas corren parejas y cuando grandes han de ser buenas.
En sus ojitos, que son estrellas, contemplo el cielo, la vida eterna, que el alma pura siempre refleja.
Así decía Julio Arboleda hablando a solas con una mesa, y si no es cierto, que no se ofenda.
Que esto escribieron es tan de veras que lo he copiado con tinta negra en las hojitas de mi cartera No ha de faltar quienes lo lean, tal vez amigas, quizá morenas, que ratifiquen ser cosa cierta.
Por la copia Alfaro SENORITA HILDA ULLOA Horas de Soledad unas Violetas una Muñeca de negros ojos soñadores; fragil muñequilla soñadora que te envuelves, como diosa de ilusorio rito, en la media noche de tu cabellera. Cuando salgas a tu balcón de Verona, las estrellas han de palidecer, como ante la luna, porque eres blanca como la melancólica errante de los cielos.
Dulces violetas, como el cielo azules, que cultiva la mano delicada de aquella por quien lloro, más desdeñosa cuanto más la adoro!
Amo los porches, las desiertas lonjas.
los umbrosos retiros monacales, los claustros de las viejas catedrales ornados de cipreses y toronjas.
Desdeño de mi siglo las lisonjas porque son nuestros siglos desiguales: Jyo prefiero a sus cánticos triunfales los pobres villancicos de unas monjas!
Busco el silencio, la oración, la calma.
la sencillez, la soledad, que el alma tiene en sí misma su mejor amigo.
Lleno ya de experiencia y desengaños, huyo de los estúpidos rebaños.
1quiero estar solo para estar conmigo!
Ricardo León Pensamiento Lo inesperado debe ser siempre esperado por la ciencia. n sabio que se ríe de lo posible está en camino de ser un idiota.
Si, por ventura, unidas tiernamente ornáis de laura el seno o la alba frente, decidle mis dolores y aplicaréis, roh flores!
de mi cruel adorada los enojos.
pues ella debe amaros cuando os diaron su alma el aroma y el color sus ojos. Victor Hugo Enrique Fernández Granados Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica

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