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Miércoles, 17 de Agosto de 1921 OIARIO DEL COMERCIO PAGINA Sobre la muerte de Chocano mos: Mi novia tísica diez y En la más importante revista Cesáreamente bello, aun en sus de la forma únicamente es una de arte y letras que se publica en los símiles y tropos sorprenden dosos, cubiertos de maleza, pelites. El estruendo del TequendaBogotá, no en vano reconocida (vicios. poesía plástica y suntuosa que grosos al cazador que pasa cerca ma al precipitarse en el abismo, recuerda la de los parnasianos de ellos, antójansele una asechanDe resto, el poeta mismo lo dila Atenas sudamericana, como za oculta bajo un disfraz. Pocas encontramos el vibrante y brice en alguna de sus composicio franceses. En ella vive y alienta le hace pensar en el brindis de un veces el sentido de las analogías llante artículo necrológico que reapareció tan vivaz como en este producimos enseguida, en honor poeta exuberante y magnífico.
del Poeta y amigo huésped hoy Pero no sólo en la naturaleza de Costa Rica, cuyo clima, dichode América ha buscado Chocasamente, parece resultarle propino asuntos para sus cantos. Tamcio. He aquí el artículo de Crobién halos buscado en su historia y sus tradiciones legendarias. La La existencia de Chocano ya época de la conquista y la época se dijo en una suscinta nota escricolonial cautivan singularmente ta días ha fué una novela apasu alma de artista por el halo rosionada y romántica. Pertenecía mancesco que las envuelve.
al número de los que viven los Ningún musegeta de nuestra poemas antes de escribirlos. La ¡Pobrecita mi Amada, hoy la vi silenciosa, raza ha cantado con tanto brío vida regular y tediosa del escricon tristeza infinita, recorrer el jardín; como él la epopeya de los contor burgués que trabaja en el sedeshojaban sus manos una pálida rosa, quistadores del oro. Todo lo que guro doméstico con gorro y pancon el dejo doliente que produce el esplín en aquellos aventureros hazañotuflas, repugnaba a su temperaCaminaba despacio, melancólica y grave, zos y brutales hay de osadía y mento, todo exuberancia y fogo.
sidad natural. Era un adolesceny el lumínico encanto de su rostro de Isis arrojo, subyuga la imaginación heroica del poeta, quien se comemprendía su vuelo. para dónde? quién sabe!
te apenas tenía ocho place en evocar sus gestas en soaños cuando ansioso de morder Ya en su pecho arcangélico hizo nido la tisis.
noros epinicios.
en todos los frutos con saldi e Con volcánico fuego la besé con locura Asimismo, ha evocado en bianchi denti voraci, lanzóse en el en la boca, en los ojos, con ingénua terneza; versos nostálgicos los esplendotorbellino de una vida tempesy su cuerpo abrasado por la cruel calentura, res y pompas de la Colonia. Las tuosa. Sus modelos en la vida y me quemó dulcemente cual un sol de tristeza.
tradiciones limeñas de aquella o en el arte eran aquellas orfebres Proseguimos la marcha de las manos asidos.
dad han sido para él, sobre todo, del Renacimiento que, como el ricos veneros de inspiración con y un silencio de tumba levantóse en los dos; divino Benvenuto, alternaban la sus consejas de virreyes galantes mas, de pronto sus labios dos jacintos albidos creación de obras de belleza con entreabrieron sus pétalos y escapose la tos.
y tapadas misteriosas. Escuchad: las posas de galanía y las aventuras en que triunfan el arrojo y la Un hilito de sangre desprendiose temblando Mi patria no es la tierra que yo audacia. De entonces acá su nomde su boca antes roja bella boca sensual. soñase mía: bre ha figurado en más de un y en mi blanco pañuelo recogilo llorando, le amo no como ahora sino como affaire ruidoso Por último, en pues noté los efectos horrorosos del mal. fue un dia, Guatemala, logró hacerse el amiElla presa de angustia me miró con tristeza, o bajo del Imperio del Sol, con el go intimo, el consejero áulico del y me dijo: jay Amado, pronto voy a expirar. tesoro Presidente Estrada Cabrera. Sede los Incas. joh, tiempos y poniendo en mis hombros su dorada cabeza, mejante privanza granjeóle odios me abrazó débilmente. y se puso a llorar. brillantes como el orolirreconciliables en aquel país; de o bajo la insignia de los virreyes, suerte que, no bien hubo caído el Al mirarla tan tísica, tan gentil, tan bonita. cuando dictador, fué reducido a prisión bajo el ala sombría de su intenso dolor; se vivía riendo, se moría matany condenado a muerte, de la cual recordó a Margarita, cuando grave en la cita (do.
se salvó gracias a las gestiones dique le diera su Armando, deshojaba una flor!
Los Incas, los Virreyes, plomáticas hechas por los gobierEn erótico arranque la besé tiernamente las pretéritas leyes, mos de algunos países hispanoy tras largo suspiro sollozando me habló: las pompas extinguidas, americanos, entre ellos Colombia.
las fabulosas vidas Oye, dijome ténue, no me beses, detente!
Todo esto puede ser vituperable ya el doctor mi contacto por higiene prohibiól me imprimen su prestigio dentro desde el punto de vista de la mo(del corazón: ral corriente. Pero el poeta pensó ¡Cómo, quieres acaso que yo muera de tedio, y me siento hoy tan fuera siempre, como Zaratustra, respondila agobiado por mi vasto sufrir; que de lugar en mi patria como homexisten dos morales en el mundo: si tu mal tan horrible ya no tiene remedio. bre de otra Era una de pasividad y sumisión huyo deseo con tigo juntamente morir!
que contemplar pudiera milde para los esclavos, y otra de esas cosas que fueron y estas coT. SANTOS DUENAS dominación y libertad ilimitada (sas que son.
para los amos. él creía perteneNadie, nadie conoce cer a los últimos. Acaso a los todo el intimo goce grandes hombres, a los sumos con que repaso a veces las creadores de belleza se les puede (morias de ayer.
aplicar el rasero con el cual se Con mis nerviosas manos abro el mide a las muchedumbres grega(infolio y leo rias? Chocano alardeaba de una como un enamorado las cartas elegante non curanza del sentido (que el deseo moral. Los prejuicios sociales jadictase a una mujer.
más inhibieron en él lo que nes: Las montañas están encogila naturaleza americana, pero no millón de copas de cristal; un Historia, eres mi amante. Yo viNiesztche llamaba la voluntad de das de hombros ante el que dirán abstracta y fríamente como en la tren que atraviesa túneles, le su(yo enamorado poder. Lo único que lo preocupa de los truenos.
Oda a la Zona Tórrida, de don. giere la idea de una aguja que ba era ser siempre La poesía de Chocano hablo Andrés Bello sino pletórica de cosiera montes; los pantanos ver(Pasa a la Página)
color, de sonido, de vida. ProdúOX Coro cese en el poeta peruano, como en Hugo y en Zolá, ese fenómeno de megalopsia a que están sujetas las personas intoxicadas por la belladona: todo lo ve inmenso, Entre el Arte y la Vida repartí mis vigores; Sentí su beso que llegó, callado, desmesurado. Las visiones que y Arte y Vida me dieron su blasón más preciado; posarse en mi frente, tal, sabiendo otras vidas, Arte hallé en lo pasado; evocan sus versos tienen una exComo un pájaro berido y fatigado traordinaria grandiosidad: ya son y por obra del Arte, gocé vidas mejores.
Que retorna a su nido abandonado las cordilleras empinadas que claPara morir en él, tranquilamente.
Puse un sello de audacias en mis odios y amores, van sus agujas de basalto en el azul del cielo y en cuya cima tiecomo artista novísimo o como héroe anticuado: Al despertar noté sobre mi almohada siendo, así, un poco monje y otro poco soldado, nen su nido los cóndores engolaDe su perfil la huella: de una vida de abrojos hice un arte de flores.
dos; ya las vastas selvas llenas al tenue resplandor de la alborada, de pánico horror donde habitan Los ojos de la muerta idolatrada, Es el Arte en mi vida lo que más la engalana; deidades temibles y desconociMe bañaron en luz, como una estrella.
y esta vida errabunnda de una Edad ya lejana, das; ora el soberbio frenesí de las es en mi Arte dilecto la más lírica parte.
cataratas que se desploman entre Me sonrieron sus labios con tristeza: albeantes temblores de espuma; Su frente se inclinó: través de mi historia resonante y florida, ya el ímpetu salvaje de los ríos pude entonces ver que en su cabeza he de hacer yo del Arte mi mejor fe de vida que atraviesan llanuras ilímites.
Lucía una rosa su gentil belleza, y he de hacer de la Vida mi mejor obra de Arte. todo aquello vive con una vida ¡La que yo puse allí, cuando murió!
formidable y como sobrenatural Si ser poeta es pensar en imáge.
JOSE SANTOS CHOCANO LUIS HINE nes, como aseguraba Goethe, Chocano lo es en altísimo grado.
En casi todos sus cantos abundan Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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