Editorial Lic Tor to, Or 471 1e La autoridad y el diálogo 101 lai tec La democracia depende de la capacidad negociadora y del diálogo con las justas luchas de los trabajadoo tel 19 Fu 1 tiempo que el costo de la vida se ha elevado consides por una tendencia centralizadora, basada en un refer ar ol OS 10 rai nc as básicos, los distintos gremios de trabajadores se adelantan, miento de la autoridad. En la pasada administración de como es natural, a preparar sus demandas salariales.
centralización se marcó notablemente, siendo apendas debio tada por las denuncias de la corrupción gubernamental. Elle Sabido es que la espiral inflacionaria, en la que parece que fasis moralizante, en la retórica del Presidente Carazo, no entramos con más fuerza, constituye una temible e inconte la finalidad de sustentar el reforzamiento de la autoridadió nible carrera entre los precios y los salarios. Los precios suben cutiva, 94 persistentemente, mientras los salarios tratan, siempre inútilia, mente.
No discutimos la autoridad que el gobierno debe tener que debe discutir la opinión pública es a expensas de quién En una economía anormal y desequilibrada, como la para qué es que se refuerza la autoridad. Si es para reso nuestra, esto conduce al desquiciamiento, agravando las con justamente los problemas del país, o para resguardar los is OP secuencias negativas, sobre todo para los sectores trabajado reses económicos y políticos de grupos sociales particular res y de menores recursos. Los sultados son, indudablemente, una moneda inestable que rde constantemente su poder Al igual que en el pasado, el fortalecimiento de la autori de compra; hambre y mayores ecesidades para los más débi esta preñado por la imposición, la intransigencia, la intet les, amén de un incrementale las tensiones sociales y rancia y hasta de la burla. En los previsibles conflictos labo políticas.
les que se vienen, sería gravísimo que el gobierno repitier Cualquiera entiende, sin en rgo, que mientras no haya expediente utilizado contra las trabajadoras de comedores ist colares.
una política efectiva de estabili ión de precios y para impulsar un vigoroso desarrollo pri ictivo, sería más que injusto pretender que los trabajadore: conformen sin aumentos saupuestamente amparados en el principio de la autte lariales, en tanto los precios os alimentos, vivienda, vestido y servicios no dejan de su tán agotando la capacidad negociadora que los debe carar!
rizar. Capacidad ésta que se agota sobre todo cuando se to de luchas sociales y laborales. esto es así, porque los goboj Linesos trabajadores están esados, por eso, en decisiounes de esa naturaleza, que nos todavía no representan realmente a todo el pueblo, na ieen la economía, y no solo do surjan de la voluntad popular. Las cámaras patronalesje en pedir aumentos salariales, 10 algunos grupos empresariales creen tán primero.
Pero esas decisiones no se manifiestan todavía, aunque asi Los antecedentes son más que evidentes y reveladores.
la huelga de los trabajadores del Ice el gobierno se mant sean las intenciones confesada por los gobernantes. Entre en su trono de autoridad, sin prever la negociación; recie ni tanto, los sectores popularest nen que sufrir el encarecimente los trajabadores de la Caja tuvieron que sufrir la miento y hasta una mayor pobreza, a la vez que las capas aco ma intransigencia. Los gobernantes y los grupos de poder modadas aumentan sus privilegios. Los nuevos costos de proles dan que la autoridad sólo puede existir con la justicia, ún ducción los recargan desproporcionadamente al consumidor; forma de que sea legítima plenamente y que el pueblo la acic explotan más a los trabajadores y niegan la justicia salarial. voluntariamente.
Los trabajadores están en su pleno derecho de defender sus Si el gobierno agota la capacidad negociadora y el diála salarios y de exigir mejores condiciones de vida. Por lo pron para los trabajadores, la pretendida centralización nos est: to, no tienen más remedio que pedir aumentos, aunque esa no arrastrando al autoritarismo. Los problemas económicos sea una solución eficaz. De lo contrario afrontarían más fuer ahora tenemos podrían ser aún mayores, de producirse la tes restricciones en su consumo vitai.
cesión que los economistas pronostican en los Estados La lucha sindical que se anuncia, como consecuencia de todos. La vigencia de los derechos democráticos depende aeg do eso, es oportuna para que se replantee el roblema de la ra, más que nada, de la capacidad de negociación y de diál?
autoridad y del diálogo.
con las justas luchas de los trabajadores.
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