La respuesta del CELAM Profesamos, pues, que todo hombre y toda mujer, por y más insignificantes que aparezcan, tienen en sí una nobleza inviolable, que ellos mismos y los demás deben y respetar y hacer respetar sin condiciones; que toda vida humana merece por sí misma, cualquier circunstancia, su dignificación. 214). La imagen de Dios se verifica de modo especial en el hombre y la mujer juntos. Encontramos también que la tarea de dominar al mundo, de continuar con la obra de la creación, de ser con Dios co creadores, le corresponde a la mujer tanto como al hombre (Gen. 1, 27. 660)
Concluyó el trabajo en Puebla.
Le doy una hojeada al documento provisional, y encuentro, sin sorpresa alguna, que la problemática particular de la mujer apenas si se menciono. Cómo podemos pedirle a una reunión casi exclusiva de varones que piense por la mujer? Es cierto que hay obispos como Proaño, preocupados por el asunto, pero eso no basta, y son la minoría.
Algo muy positivo del documento es que abordó continuamente el problema del contexto de opresión latinoamericano y la necesidad del compromiso con las mayorías pobres. Esto es y debiera ser el marco categorial de toda lucha reivindicativa, ya sea de movimientos femeninos, sindicales, raciales, etc. No obstante, la mujer no se conforma con eso, la batalla es más profunda porque el problema es de fondo (en donde tienen que ver la tradición eclesial y cultural, y el sistema capitalista)
Escarbando por encima el documento (240 páginas. se encuentra, sin embargo, alguno que otro párrafo que refuerza la búsqueda de la mujer para su realización.
El tema La Mujer, directamente tratado, solo aparece bajo el estudio de los laicos (con dos páginas y media. Las demás son citas esporádicas.
Como síntesis de todo lo referente a la mujer en el documento se puede decir que: Se reconoce la situación de marginación en la sociedad, el sector laboral, el hogar y la iglesia. En algunos grupos culturales la mujer se encuentra en inferioridad de condiciones. 29). Las aspiraciones de liberación en nuestro pueblos incorporan la promoción humana de la mujer como auténtico signo de los tiempos que se fortalece en la concepción bíblica del señorío del hombre creado varón y mujer. 662) Se le reconoce su dedicación y eficacia en la lucha por la construcción de la nueva sociedad.
En las Comunidades Eclesiales de Base, ante el clamor de los oprimidos:. hombres y mujeres que se dedican a reflexionar a la luz de la fe sobre la realidad que les rodea y a buscar formas originales de expresar su fe en la Palabra de Dios y de ponerla en práctica. 59)
Hay una lenta pero creciente irrupción de la mujer en tareas de la construcción de la sociedad, el resurgimiento de organizaciones femeninas que trabajan por lograr la promoción e incorporación de la mujer en todos los ámbitos. 659. la conocida marginación de la mujer como consecuencia de atavismos culturales (Prepotencia del varón, salarios desiguales, educación deficiente, etc. que se manifiesta en su casi ausencia de la vida política, económica y cultural, se agregan nuevas formas de marginación en una sociedad consumista. Así se llega al extremo de transformarla en un objeto de consumo por una sociedad hedonista, la que disfraza la explotación de la mujer bajo el manto del progreso humano. 657. En el sector laboral se constata el incumplimiento o evasión de las leyes que protegen a la mujer. En las familias la mujer se ve recargada por las tareas domésticas además de su trabajo profesional y en no pocos casos debe asumir todas las responsabilidades familiares por abandono del marido o compañero. 658. La mujer merece una mención especial: tanto la religiosa como la de institutos seculares, y otras laicas están teniendo hoy una participación cada vez mayor en las reponsablidades pastorales, aunque en muchas partes aún se ve con recelo esta participación (72) Se insta a que se le escuche y se le atienda. La iglesia está llamada a contribuir en la promoción humana y cristiana de la mujer, ayudándole así a salir de la situación en que se encuentra y capacitándola para su misión en la Iglesia y en el mundo. 663. También vale la pena considerar la situación lamentable de las empleadas domésticas por el maltrato y explotación que sufren de parte de sus patronos. 659. En la iglesia a veces se constata una insuficiente valorización de la mujer y su escaza participación a nivel de las decisiones pastorales. 659) Teológicamente y sociológicamente se plantea su igualdad y dignidad. La ley del amor conyugal es comunión y participación, no dominación.(113) Se le conceden nuevas perspectivas de trabajo. aunque todavía muy lejos de las que merecen. La mujer en sus aptitudes propias debe contribuir eficazmente a la misión de la Iglesia, participando en organismos de planificación y coordinación pastoral, catequesis, etc. La posibilidad de otorgar a las mujeres nuevos ministerios no ordenados le abrirá nuevos caminos de participación en la vida y misión de la Iglesia. 661. María es mujer. Es La bendita entre todas las mujeres.
En ella Dios dignificó a la mujer en dimensiones insospechadas, En María el evangelio penetró la femeneidad, la redimió y exaltó. Esto es de capital importancia para nuestro horizonte cultural, en el que la mujer debe ser valorada en mucho más y donde sus desempeños sociales están redefiniéndose. María es garantía de la grandeza femenina, muestra la forma específica del ser mujer, con esa vocación de animación, de ser alma, entrega que espiritualice la carne y encarne el espíritu.(197. La mujer debe hacerse presente en todas las realidades temporales, aportando allí su ser propio de mujer para participar con el hombre en la transformación de la sociedad; el valor del trabajo de la mujer no debe ser solamente como satisfacción de necesidad económica, sino como instrumento de personalización y construcción de la nueva sociedad. 262)
Es Reponsabilidad insustituible de la mujer cuya colaboración es indispensable para la humanización de los procesos transformadores, como garantía de que el amor es una dimensión de la vida y el cambio, y porque su pers23