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Ciencia a Los discutibles derechos de los animales cas, científicas, éticas y estéticas. podrán agregarse otras.
No puede tomarse solamente la mitad del mensaje, que es lo que ha ocurrido con la declaración de los derechos de los animales. El buen propósito ha naufragado porque la emoción desalojó a la razón.
Una confusión extendida odos los animales han nacido con iguales opciones a la vida y los mismos derechos a la existencia. Este texto encabeza la declaración de 14 puntos adoptada por la Unesco el 16 de octubre de 1978. Los comentaristas y humoristas convirtieron esa proclamación en un rico filón de irónicas conclusiones. Un periodista inglés aseguró que va a ser difícil convencer al tigre que el cervatillo tiene »iguales opciones de vida. y otro preguntó si se habrá No es fácil convencer al leenterado el lobo que la oveja tiene los ón del derecho del ratón mismos derechos a la existencia que él.
Evidentemente ninguna declaración o proclamación de derechos de los animales podrá concluir en una enmienda a las leyes de la naturaleza. El hecho de matar al mosquito que zumba en torno de una de nuestras orejas, es difícil que sea aceptado como delito o falta.
Por otra parte. el hombre, despojado de su inteligencia y su vanidad, es también un animal. Si lo tomamos como referencia, podríamos señalar que el hombre tiene derechos consagrados, y que los animales, sus parientes, por extensión disfrutan de esos mismos derechos, adaptados a su condición.
Comentando este problema, Patrick Allen destacado conservacionista británico, dice que les probable que la diferencia sea ostegsible. Hay una confusión que se ha extendido mucho, y en parte son responsables de ella los medios de comunicación: El conservacionismo, a juzgar por los casos que preocupan a la televisión y a las revistas, es una especie de quehacer filantrópico, cuyos actores son gente idealista y bondadosa que se interesa más por los animales que por sus semejantes.
Pero eso no es así, agrega Allen. El conservacionismo se define como una preocupación sistematizada por el uso sostenido y defendible de los recursos vivos de la naturaleza, fauna y flora, más el agua y el ambiente. Cuando se habla de beneficio se sobreentiende un complejo juego de interacciones, a veces no mensurable, pero indispensable para la vida del hombre en este planeta y su racional enfrentamiento con la naturaleza.
La mitad del mensaje La Carta de la Naturaleza La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (Uicn. ha resuelto participar en este tema, que oscila entre lo metafísico y lo ridículo.
El hombre y el animal son componentes de la naturaleza, dice la Uicn.
Luego, un mensaje de defensa de la naturaleza tiene que ser más amplio y sobre todo completo. Para cierta gente la idea de conservacionismo se refiere a protección del futuro hombre, y para otra es protección para el presente y futuro de los animales. La opinión más sensata es la que une estos dos propósitos tras una norma social que no puede ser definida como un derecho, en el sentido tradicional de la disposición jurídica.
Aclarando más el concepto, la Uicn señala que hay dos opiniones sobre defensa de la naturaleza y la vida silvestre. La primera justifica esa defensa por razones económicas y científicas, y la segunda por razones éticas y estéticas. La verdad es que las políticas y estrategias en defensa de la naturaleza obedecen a todas esas razones: ecnómiLa Vicn editó hace algunos años la llamada Carta de la Naturaleza, cuya claridad conceptual convierte en innecesarios los esfuerzos unifocales destinados a poner el acento en la protección poco menos que individual de los animales y las plantas. En su preámbulo, ese documento expresa. La naturaleza transfiere valores espirituales y materiales, inspirando reverencia y respeto por la vida. Toda forma de vida es única, y debe respetarse y protegerse, atendiendo al valor que representa para la comunidad humana, al acordar ese reconocimiento a todas las criaturas, la condición humana demuestra que se respeta a sí misma y es fiel al dictado de la moral. Todas las criaturas deben vivir libres de sufrimientos innecesarios o cruel confinamiento. Servicio Cimpec. Abril 23, 1979 35

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