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Comentarios POR JUAN ABURTO Oscar Waiss Hay que frenar el consumo desenfrenado Correspondencia desde Alemania Federal Salute Cuantos hay que desearían un pedacito de esta tierra para sacarle sus frutos?
La soledad del canciller Simbolo de la conciencia del hombre moderno ante las atrocidades de los dictadores Es un secreto a voces que en los medios sindicales se preparan una serie de actos públicos destinados a exigir y conseguir un aumento de sueldos que sirva de contrapeso al aumento de carestia de la vida.
Www SA was.
Sexsgow we Una vez más se dirán millones de palabras en pro y en contra, se enardecerán y exaltarán los ánimos, se gastarán kilómetros de papel, rlos de tinta, miles de kilowatts en los medios de comunicación lo de incomunicación. para que todo quede como el año pasado: todo más caro, el colón más devaluado y todos más descontentos que antes.
No creen que ya es hora de revisar esta gastadísima estrategia? Es cierto que muchas veces se ha conseguido lo que se buscaba pero. a qué precio. Los sueldos aumentan, sí, y en este aumento los patrones se apoyan para aumentar los precios de sus productos porque, claro está, no son ningunos magos para sacarlo de la manga de la camisa. llevando más arriba y más adelante la espiral inflaccionaria que nos ahoga a todos. Es posible seguir la pista de los qumentos del costo de la vida?
Muchos alegan que son debidos a causas extranjeras: el combustible, por ejemplo. Si el costo de la energia empleada aumenta, aumentará el precio de todo lo demás.
Otros arguyen el bajonazo de precios de nuestro producto: el café. Sin el café no hay dinero, aunque si quedan las deudas. cuentas hasta con el limosnero de la esquina, que hay que pagarle a como de lugar.
También los hay fatalistas: estan lan acostumbrados a ver, a vivir el aumento de los precios, que ya lo consideran algo natural. el signo de los tiempos. De donde concluyen que la lucha y obtención de y por el aumento de sueldos es algo »naturak.
La cuestión es que a alguien hay que echarle la culpa. si la tuviéramos nosotros mismos?
Es cierto que la política estatal es un factor decisive en esta crisis. La disminución del costo de los insumos, a través de la disminución de sus impuestos, definitivamente frenard la tendencia alcista. El estimulo a la producción diversificada crearla fuentes adicionales de riqueza; ya no dependeriamos de un solo producto, en vulnerable. Costa Rica es uberri24. Habemos suficientes hombres dispuestos a hacerla producir con nuestro trabajo, lo que sea necesario para elevar el nivel de vida. Cuántos no andarán deambulando por ahl, que desearlan tener un pedacito de esta tierra a la cual sacarle sus frutos?
La política de disminución de costos de los insumos podría ampliar su efectividad si se aunara a otra de distribución racional de tierras: tierras cultivables para el que quiera y pueda trabajarla, producir más y mejor.
Asl, la estrategia no seria orientada a la obtención de aumentos de sueldo, que sólo sirve para atizar el fuego, sino a la disminución de precios a través de una polltica racional.
Muy difícil?
Pongámonos la mano sobre el corazón, meditemos muy bien, para responder con franqueza a la sin guiente pregunta. Puedo yo hacer algo por remediar este caos?
Existe una respuesta adicional: si todos lo hiciéramos, sí. bien. qué esperamos. Cuándo comenzaremos a cambiar nuestros malos hábitos para hacer de éste un país mejor, un país modelo?
Ese bombillo encendido sin molivo obliga a la empresa eléctrica a aumentar la tarifa. El viaje de placer de la semana pasada obliga a la refinadora a aumentar el precio de la gasolina. La olla de frijoles descompuesta, la leche en mal estado desperdiciados, nos obliga a exigir un aumento de sueldo. El trabajo mal hecho obliga a la empresa a uumentar los precios de los productos para recuperarse de las pérdidas incurridas por nuestra causa.
No, costarricenses. Estos no son tiempos de lujo, derroche y desperdicio. Son tiempos de austeridad, de amarrarnos todos los pantalones.
Son tiempos muy duros, de los que saldremos sólo si todos ayudamos a controlar los gastos de todos. II El jueves 29 de martacristianos. Pero zo la sesión del también debe espeParlamento Federal rarse que la ley sea lialemán, ofreció un mitada a los grandes aspecto insólito: en genocidas y a los inla tribuna reservada dividuos a los que para los ministros de hasta hoy no se les estado sólo aparecía ha imputado tales ocupado el sillón del crímenes, aceptáncanciller, Helmut dose la prescripción Schmidt no habló sipara los delincuentes quiera en su carácter secundarios.
de jefe del gobierno sino en el de Duele, sí, comprobar que se consimple diputado.
sidera delincuentes »secundarios«
Lo que Schmidt trataba de proa los que sólo se han »cargado« a bar es que ante el tema debatido los diputados sólo debían respon ciudadano de ideas izquierdistas, y unos pocos judíos o a uno que otro der a sus propias conciencias y que no a decenas o cientos de miles.
por encima del hecho circunstan Pero, en todo caso, consuela darse cial de que unos eran partidarios de la coalición socialdemócratacuenta que son una mayoria los liberal y otros pertenectan a las fi san cuidadosamente los efectos de parlamentarios alemanes que pelas de la oposición demócrata crisuna prescripción general.
tiana, subsistia un pasado común, La soledad del canciller Schmidt una historia común, una responsaen la tribuna de los ministros es un bilidad común.
simbolo de la conciencia del Le discusión giraba en torno a la hombre moderno ante las atrocidaprescripción de los crímenes y ge des de los dictadores. No era una nocidios coinetidos por el nazismo soledad propiamente tal sino una hitleriano cuya fecha está actual reafirmación de los derechos humente fijada para el de enero de manos. No era un aislamiento 1980 lo que para muchos significa amargo sino una demostración de una aberración ya que permitiría independencia. Signo, tal vez, de regresar a su patria a numerosos nuevos tiempos, de nuevas concepasesinos fascistas que viven bajo ciones, de nuevos sentimientos.
distintos nombres en diversos Tal vez.
países, especialmente de América Latina.
Los diputados, tanto del gobier.
no como de la oposición, compren.
dieron la sang intención del canciller y el debate se desarrolló con serenidad y con respeto. Schmidt comenzó por expresar que, después de consultar a numerosas personalidades y organizaciones de la República Federal y del extranjero, él se sumaba a la inmensa mayoría que consideraba inconventente dejar impunes a criminales cuyos actos horrorizaron a la humanidad civilizada.
Desde el principio se vio claramente que la totalidad de los socialdemócratas y de los liberales esaba por aprobar dicha tesis y que a ella se sumaban no menos de treinta parlamentarios democraMayo 7, 1979 19

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