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Libros POR ALFONSO CHASE Las otras personas.
y algunas más Por Myriam Bustos Arratia Aunque los protagonistas de estos cuentos son el hombre y la mujer, como papreja, complementaria o divergente, la inteligencia de la autora nos presenta las narraciones desde un punto de vista femenino, es decir, la mujer es la que habla y al través de la cual el hombre puede expresarse, supuestamente deformado por la propia mirada femenina. La mayoría de las protagonistas no son sólo mujeres insatisfechas sexualmente, sino que no han logrado madurar como seres humanos, dado que la trivialidad del medio, la falta de una vocación espiritual las empuja hacia la aventura, que conlleva muy pocas veces una auténtica aventura del espíritu y más que todo un escape, una huida, una desesperada manera de plantearse un sentido nuevo de llenar sus vidas, no hasta los bordes, sino más bien hasta donde los convencionalismos se lo permitan. Desde esta persmas que bien pueden parecer triviales pero que esconden en el fondo la singularidad, una serie de relaciones humanas por su propia mediocridad son objeto de análisis. Nunca es la autora la que recorre a la trivialidad como recurso específico, sino que es la propia identidad de los protagonistas lo que nos hace pensar que por sus orígenes, por su comportamiento y por la irreversible condición humana, quedan condicionados a una mediocridad, que si bien es alarmante, refleja las condiciones más propias de un determinado sector de la clase pequeña burguesa.
Los cuentos no nos presentan el lado analítico de la vida, la forma intelectual del acto, sino que este está expresado desde el corazón mismo de los personajes. De allí que luzcan insensatos, banales, pero siempre profundamente humanos. El adulterio, que se repite al través de casi todos los cuenPremio Gabriela Mistral, Santiago de Chile, 1971 Con un prólogo de Raúl Torres Martínez.
176 páginas, 12 17 cm. cubierta en color de cartulina barnizada, 22, 00 Editorial Costa Rica, 1978 (Narraciones)
veces vo Myriam Bustos, ese espíritu inquieto: estudiosa, profesora, animadora, defensora del idioma, es ahora, para lectores costarricenses, una cuentista que trae hasta nuestros ojos un mundo que pocas estamos dispuestos a enfrentar: 15 cuentos en donde los protagonistas son las relaciones humanas entre el hombre y la mujer, la rutina, la cotideanidad, la mentira como ingrediente, las bastardía, pequeña tal vez, pero feroz corruptora de todo sentimiento, allí donde la nobleza radica en la verdad intima, el sentido de la autenticidad vivido hasta en las últimas consecuencias.
hu 90 LAS OTRAS PERSONAS.
YALGUNAS MAS primero que llama la atención de la estructura de los diferentes cuentos es el lenguaje. Es rico y es hermoso y es trivial el tono de las interrogaciones de las mujeres. En ellas encontramos retratadas los aspectos sociales que las conforman por medio de la introspección, y por medio de este miso lenguaje la autora nos presenta los tropismos internos, los tics del espíìitu y esa verdad, condicionada por su existencia, que a veces aflora, pero que la mayoría de las veces apenas entrevemos. Los cuentos de Myriam Bustos están hechos sobre la propia sustancia del lenguaje. Sus protagonistas no piensan sino que desbordan lenguaje. El lenguaje se convierte, entonces, en la pababra río: los más íntimos sentimientos son la base y condición de la personaliy dad, pero cada personaje recurre a la introspección, al perderse en los recovecos de su conciencia, no para encontrarse, sino más bien para justificar (se. algunos aspectos de su personalidad.
pectiva Myriam Bustos no pretende decirnos que todas las mujeres sean iguales a sus protagonistas, sino que el escogimiento de varios casos, al azar, plantea una serie de inquietudes sintomáticas dentro de una órbita social determinada, en donde el valor de la mujer no se da en lo intrínsecamente humano, sino más bien como objeto complementario de la naturaleza masculina.
No escapa a nuestra autora el analisis de la sociedad en que presenta a los personajes, sino que éstos son producto de ella, en la medida en que son el espejo de los vicios, debilidades y grandezas de las contradicciones más profundas de un determinado sector. La enajenación, la mentira, la maldad, la angustia, son los ingredientes de tratos, es sólo el motivo para romper un mandamiento, para analizar la tradición, la lucha de la mujer por ser libre, para encontrar una verdad que muchas veces sólo aparente ser vulgaridad, cuando el nivel de las relaciones, que bien pueden ser sublimes pero que por el tipo de personajes escogidos, acabar siendo intrascendentes. La brusquedad de la indagación, la inteligencia de la autora, la pasión de su lenguaje, hacen de este libro una verdad importante, en el contexto literario de América Latina, y ponen la pluma sobre la llaga de la inautenticidad humana, con valentía, sinceridad. y a veces con la trivialidad maravillosa de una escritora que conoce su oficio, su mundo, sus personajes, su clase social hasta en los detalles más insípidos. 28 NUEVO PUEBLO

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