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ANA ROJAS: Oscar Waiss Correspondencia desde Alemanla Federal Urge debate nacional sobre cultura Dictadura y no alineación No se ven proyectos en marcha Las dictaduras militares, reportes del imperialismo, son antagónicas al movimiento no alineado En Costa Rica desde hace varios hos, se siente la ausencia de un proyecto político para superar la crisis de la seudo cultura dominante en el país.
El nombramiento de la doctora Marina Volio como Ministra de Cultura Juventud y Deporte, no correspondió a compromisos electorales importantes, aunque si trató el gobierno caracista de aprovechar la imagen política de su padre, el reformista Jorge Volio.
El Ministerio, herencia y creación del Partido Liberación, no contaba entonces con una definición clara de las tareas pendientes en el campo de la cultura. un año de gobierno, pese a la agresividad y entusiasmo en el trabajo de la doctora Volio, sigue ese vacío en planes globales de participación amplia y masiva en la cultura nacional que no es otra que la que forjan los hombres en su lucha diaria por subsistir.
al publicar la creación de una reducida élite de intelectuales, que aunque muy valiosos no son representativos de la vida del costarricense.
Se nota muy a las claras un leve impulso a actividades artísticas, como el teatro, de manera timida. La situación de las presentaciones artísticas en este país es alarmante.
Prácticamente sólo existen focales para presentaciones teatrales en el área urbana y para ciertos sectores y en muchas de las obras que se presentan aún cuando se trate de caracterizar a los costarricenses, la música de fondo que se usa es tlpicamente suramericana.
Conozco algunos proyectos del Ministerio en algunos cantones de área rural, que aunque contribuyen minimamente a organizar a los pobladores, están divorciados de las necesidadades reales de la gente, no poseen una base científica porque no se hacen investigaciones históricas de las particularidades del lugar y mucho menos corresponden a planes coherentes y de desarrollo humano.
Ya es hora de que se abra un debate nacional soore la cultura que nece sita nuestro pueblo. Que se refle xione sobre nuestro pasado autóctono digno de rescatarse, que se res ponda a una pregunta válida: tenemos o no cultura propia? Responde la cultura actual a las necesidades de todos los sectores de costarricenses?
Qué es lo que necesita el pueblo costarricense en el campo cultural?
Es hora también de generar la participación de las grandes masas populares en la creación de un frente cultural que eche a andar la búsqueda de la identidad nacional y la creación de una nueva cultura, que es la cultura de la mayoría hoy ausente del ambiente nacional, Para todo esto es necesario un cambio en la mentalidad del artista, que ve en el pueblo a un simple es pectador y consumidor de valores ideológicos y no el cordón umbilical por donde unido puede alimentarse de la creación que surge en el trabajo y en la producción manual, verdadera base cultural.
Esta es una tarea pendiente del pueblo costarricense, en la que dona, Marina puede aportar mucho como intelectual y mujer preocupada de los problemas nacionales, aunque al.
gobierno no le interese desarrollar la: participación popular en la creación artística y cultural.
No es conveniente ignorar los obstáculos que la dictaduras militares de América Latina colocan en el camino de los países no alineados en función de su reconocida de pendencia respecto a uno de los bloques político militares que se disputar el dominio del mundo.
Edvard Kardelj, el gran teórico yugoslavo recientemente fallecido, ha definido exactamente el origen del movimiento de los países no alineados al decir que la no alineación, es decir la independencia frente a los bloques y las grandes potencias habla surgido de este modo y casi por automatismo, de la lucha que sosteníamos por edificer la nueva Yugoslavia, la libertad y la igualdad de sus pueblos y nacionalidades y la autogestión de los trabajadores. de ahí que no nos fisé difícil encontrar un lenguaje común con los pueblos y palses del mundo que se encontraban en similares situaciones de peligro, a despecho de las diferencias de los sistemas sociales o políticosx.
Pero las dictaduras de América Latina, en especial las del cono sur y la de Nicaragua, no hablan el lenguaje común a los pueblos y países que tratan de conquistar la libertad, sino el de la sumisión absoluta al imperialismo y a los intereses de los consorcios monopólicos fransnacionales, integrándose a un sistema global no sólo económico, como suele pensarse, sino que tambiént a una concepción social, ideológica y filosófica correspondiente cuya finalidad es abarcar el mayor territorio posible tanto desde un punto de vista meramente mer cantil como desde un punto de vista geo político.
La doctrina de la seguridad nacionale, a la que se agrega ahora el principio de la seguridad ampliada. convierte a los goblernos latinoamericanos más dociles en simples piezas del mecanismo defensivo de la gran potencia de la zona; la aplicación de la llamada beconomia social de mercados agrava la dependencia crónica de estos países y los hace retroceder a relaciones típicamente coloniales o neocoloniales. En esta forma, el surgimiento y evolución de tales dictaduras militares es absolutamente antagonico con la orientación liberadora del movimiento de los no allneados. sea que, siguiendo el pensamiento de Kardell, no estamos ante dictaduras y gobiernos que puedan escoger los caminos formas del desarrollo socialista, sino ante equipos gobernantes que tienen como misión evitar las inclinaciones a los cambios en la estructuras sociales que los pueblos expresan en función de un desenvolvimiento histórico inevitable.
De ahí las precauciones que deben adoptarse en la relación con los gabiernos militares señalados, ya que si bien ellos existen en paſses de escaso desarrollo cuya realidad es semejante a la de muchos países no alineados, no tratan ni pueden fratar de encontrar un camino de modernización y de progreso ya que su dependencia es cada vez mayor ante los requerimientos y exigericias de los gigantescos capitales acumulados por las empresas transnacionales.
Los pueblos se resienten en su confianza y pierden la fé en la solidaridad Internacional cuando ven alternar a los crueles tiranos militares que los oprimen con estadisticas que defienden los principios de justicia, de la democratización y de la libertad. Las grandes tribunas de la democracia mundial no deben estar abiertas a la intromisión de dictadores que solo persiguen me.
jorar su imagen ante la opinión pública mundial, para obtener asf ayudas a préstamos de instituciones internacionales que defienden o simulan preocuparse por la falta de libertades o la violación de los llamados derechos humanose.
El rol de los países no alineados, ante esta realidad imposible de soslayar, consiste en estimular a los pueblos dominados en su lucha por reconquistar las libertades esenciales. No puede haber ningún »lenguaje comun« con los gobiernos tiránicos de la América Latina; en cambio existe afinidad y coincidencia entre los movimientos partidos liberadores de la zona con los objetivos de los no alineados. es que la promoción humana en este país no viene por decreto, ni por leyes, ni por buenas intenciones y mucho menos porque los venezolanos tengan experiencias en este campo.
Lo que en un affo de nueva administración se ha hecho en el campo de la cultura está muy lejos de sentar las bases de la promoción del costarricense, actualmente definido en abstracto, estereotipado en el lenguaje de los que se vanaglorian de nuestra identidad de costarricenser que la gran mayoría no comprende.
Hace falta un proyecto en el que sea una pieza fundamental la investigación de nuestro pasado histórico y cultural. Se ha hecho una labor buena en una pequefta parte del res cate de este pasado, restaurando casas de personalidades importantes, pero que no mueven ni organizan en forno a él a amplios sectores populares. En la edición de libros no ha trascendido el Ministerio de Cultura Mayo 28, 1979 19

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