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8 ACTUALIDADES y ver con espanto la posibilidad de la completa paralización del comercio, fenómeno que privaria al gobierno del goce de aquellas rentas. no contento con las sombras amontonadas en este cuadro, las realza con tristes y fatidicos augurios para el negocio del café.
Como estos pronósticos de desventuras pueden ser muy peligrosos para los cosecheros de ese grano, aunque no para los exportadores, que saben más del asunto que el señor Encargado del Poder Ejecutivo, insertamos a continuación lo que dice la Revista Continental de New York, del porvenir del café. Pero antes de hacer esta inserción, diremos que nos parece un poco teatral y fingido el espanto del autor del Mensaje, porque al acabar de oscurecer aquellas sombras dice. Esta situación del mercado cafetalero influye desfavorablemente sobre las importaciones, y es de temer, por lo tanto, que la paulatina mejora notada últimamente en la renta de aduanas, no podrd continuar. Lo que en buen romance y sin aspavientos quiere decir que la renta de aduanas ha mejorado, a pesar de la guerra, del bloqueo, del alza de los fletes y de los pronóticos desconsoladores del Poder Ejecutivo.
Veamos ahora lo que dice la Revista Continental de New York. La guerra y el consumo de café El hecho de que los paises americanos hayan perdido a Alemania y Austria entre sus consumidores de café, no causará ni ahora ni en el futuro un efecto notable en los precios a que se cotiza ese producto, ni producirá dificultades econômicas a los cosecheros de la América del Sur.
Esta es la opinión expuesta por los miembros más prominentes del New York Coffe Exchange, quienes han estudiado con sobra de datos las condiciones de aquel producto en los mercados mundiales. Los especuladores de café en New York no dan crédito a la versión de que el Brasil trataria de vender en los Estados Unidos el sobrante por falta de consumo en Alemania y Austria, y ocasionaria de este modo un excedente y por consecuencia una declinación en el precio del artículo. La elevación en el valor de los fletes maritimos y la escasez de barcos disponibles para el objeto, forman un argumento en contra de aquella aserción.
No obstante el hecho de que Alemania ha es.
tado aislada del resto del mundo en sus operaciones comerciales, parece que ha importado indirectamente por Escandinavia suficientes cantidades de café brasileño, y por otra parte el consumo del mundo ha superado en mucho a las cifras normales, con lo cual las cantidades de café de que se dispone en los mercados, son mucho menores que las del año pasado, y menores aún que las de hace dos años.
Según estadísticas fidedignas, la cantidad que se tenia en Europa para el abastecimiento del mercado, el dia 1º. de marzo del presente año, era de 241. 000 sacos, comparado con 628. 000 sacos en la misma fecha del año anterior, y. 547. 000 en 1914. El stock que se tenía en Rio de Janeiro era de 298. 000 sacos, comparado con 424. 000 en igual fecha de 1915, y con 252. 000 en 1914. El stock en Santos, en igual fecha, era de 170. 000 sacos, en tanto que en 1915 se tenian 039. 000 sacos y 285. 000 en 1914.
En los otros puertos brasileños se tiene actualmente como 400. 000 sacos de café, que fueron comprados por firmas alemanas, no con la intención de exportarlos inmediatamente, sino para remitirlos a Alemania tan luego como cese la guerra. En opinión general de los grandes negociantes de café, este artículo, al igual que el algodón, subirá de precio cuando se firme la paz en Europa.
El consumo de café en Francia ha sido mucho mayor que años anteriores. Las estadísticas oficiales correspondientes al año 1915 muestran que las importaciones de café fueron de 305. 000 sacos, comparadas con 940. 000 en 1914, y. 920. 000 en 1913.
Alemania y Austria representaban antes de la guerra una importación aproximada de 000. 000 de sacos de café anuales, pero ya se ha visto que su eliminación del comercio mundial no ha afectado visiblemente a los productores suramericanos.
Empeñado luego en llevar los últimos refuerzos, queremos decir los últimos poderosos motivos que militan en favor de los nuevos tributos, a la discusión del Congreso, el Mensaje nos cuenta que «la estación lluviosa más rigurosa que se recuerda en el país» ha puesto intransitables los «caminos públicos en los campos. noticia que ignorábamos todos y muy particularmente los carreteros y campesinos; y como un buen maestro de escuela, hace las cuentas del mayor gasto que soporta el consumidor por lo alto de los ffe tes, para sacar la consecuencia de que si puede pagar viveres caros, también puede pagar fuertes impuestos. El argumento es concluyente. Pero ¿será lo malo de los caminos la causa única del alza extraordinaria del precio de los viveres? Sospechamos nosotros que alguna perto de esa alza debe corresponder a la baja de la moneda nacional y a la alarma producida por ciertos proyectos y mensajes, muy propios para producirla.
Como sospechamos también que los consumidores pobres, es decir, la inmensa mayoría de los habitantes del pais, no comen lo mismo ni en cantidad ni en calidad cuando los víveres están caros que cuando están baratos; pero que si gastan lo mismo, porque de otro modo habria que suponer que el precio excesivo de los viveres hace crecer los recursos de los pobres, lo que es absurdo manifiesto. El mismo Mensaje reconoce esta verdad cuando dice. Para poder comer siquiera no esta pagando hoy mucho más, a causa de los malos caminos, que lo que el poder Ejecutivo solicita para mejorarlos? No; el consumidor está gastando hoy lo mismo que antes gastaba para comer bien y suficientemente, y apenas come; y es posible que no consienta en dejarse arrebatar esta ración de hambre por contentar los sueños de reforma que intentan llevar a práctica, a paso de carga y sin preparación adecuada.
El pueblo es, sin duda, muy sufrido: pero no es imbécil y comprende muy bien que hasta la mejor y más anhelada reforma fracasa si no tiene base, ni recurso ni hombres competentes para llevarla a cabo.
Arremete en seguida el Mensaje contra el café y afirma que éste «no es más que una parte de la riqueza del país, y no la principal. y lo demuestra de manera irrefutable. Según el Mensaje, la propiedad raiz, a ojo de buen cubero, porque no hay datos estadisticos suficientes, puede, tal vez, acaso, valer unos 300. 000. 000, y una buena cosecha de café. no pasa de unos 000. 000, como renta líquida de las plantaciones. Ignoramos si es permitido en un Mensaje presidencial comparar el valor total supuesto de la propiedad raiz con la renta liquida de una parte de ella, para deducir del razonamiento lo insignificante del valor de esta parte; pero nosotros hubiéramos comparado la renta liquida producida por la totalidad de la propiedad raiz, con la renta líquida producida por la propiedad raiz sembrada de café, para averiguar la verdad.
Es cierto que ésta se venga a renglón seguido de la injuria que le hizo semejante modo de razonar, obligando al Mensaje a reconocer terminantemente que, aunque el café «afecta bien poco la prosperidad general, si (afecta) muchisimo el comercio exterior, base indirecta de nuestras rentas públicas. De donde rectamente se deduce que si afecta muchisimo la prosperidad general, a menos que el comercio exterior importación exportación no sea arte ni parte en la dicha prosperidad.
No comprendemos por qué llama el Mensaje al comercio exterior base indirecta de nuestras rentas públicas. Hasta ahora lo habíamos tenido como fuente directa de la más cuantiosa de las rentas Continúa discurriendo el Mensaje sobre el mismo tema. El principal elemento de la vida es la producción en el país mismo de viveres de toda clase, de materiales, etc. de los gastos públicos. su mayor parte queda en el pais también, para la compra de viveres y materiales.
Si no entendemos mal, lo último quiere decir que los impuestos pagados por el contribuyente, al contribuyente vuelven, en forma de sueldos, salarios, etc. De donde deduce el mensaje que cel gasto público no es pues un gasto a cargo de la riqueza nacional y de su producción, con excepción de los articulos importados y de los intereses debidos en el exterior.
Siguiendo el razonamiento del Monsaje, tam poco éstos son gastos a cargo de la riquesa pin blica y de su producción. Por qué? Porque si el Gobierno importa esos articulos para el servicio público, con el devuelve al contribuyente el valor de ellos, y si paga los intereses debidos es porque ya ha recibido un capital para servir al país y por ende a los contribuyentes. La excepción no está, pues, bien justificada.
Lo que nos tiene perplejos y como abobados es la afirmación de que el gasto público no es gasto, porque aunque los impuestos se paguen en dinero, constituyen una parte de los productos de toda la nación, que se cede al Gobierno para los gastos correspondientes a la administración del Estado! acaba el logogrifo anterior con esta despampanante confesión. CON LOS GASTOS HASTA AHORA ACOSTUMBRADOS EL PAIS HA PROSPERADO: NO SOLAMENTE HA VIVIDO, SINO QUE HA ACURIQUEZA!
Pues si el país ha prosperado, si no solamente ha vivido, sino que ha acumulado riqueza, con los gastos acostumbrados, lo que el pais necesita no es que lo opriman con nuevas y más onerosas contribuciones, sino que vengan a gobernarlo hombres probos y sabios administradores, y no enamorados de sistemas tributarios de poderosas naciones, planteados, desarrollados y perfeccionados en más de cien años, empleando para ello mundos de sabiduria y experiencia y montañas de oro, usados paulatina, progresiva y prudentemente, con tanto mayor razón cuanto que gozamos de crédito en el exterior y en el interior, donde siempre ha encontrado recursos el Go.
bierno para sus necesidades, al decir del Mensaje, aplazando todo proyecto de reforma hasta que el mundo perturbado por la guerra, vuelva a la normalidad y nosotros a la nuestra, con la restauración de la moneda nacional de oro.
Concluye el Mensaje señalando al Congreso el peligro de la intervención extranjera, si no pasan los proyectos del Poder Ejecutivo y llegan a faltarle recursos para atender al servicio de la deuda exterior. Siempre asustando a los señores del Congreso! estas horas caemos en cuenta de que nada hemos reparado en lo de las lineas principales de calzadas a través de todo el pais, que, por lo menos, deberiamos hacer inmediatamente, es decir, en la próxima estación seca, so pena de que en la lluviosa siguiente nos quedemos en està ciudad sin qué comer.
Como se ve, el pronóstico es aterrador; pero no imaginamos siquiera la manera de conjurarlo, sobre todo, si se ha de conjurar con el producto de los nuevos impuestos, que aun decretadosno habría habido tiempo de recordar. Afortunadamente, cinco o seis meses de buen sol componen cualquier camino, y algo ayudarán también los carreteros.
Traza después un bonito cuadro de lo fácil y barata que seria la vida con una buena carretera de Puriscal a San José, con otra de San Ramón a Alajuela, pasando por Naranjo y Grecia, etc. todo lo cual nos ha sugerido, como único reparo, que acaso la cualidad caracteristica del señor Encargado del Poder Ejecutivo no sea la de las buenas intenciones, como lo han pensado sus admiradores, sino la de una enorme fantasia, acompañada de un valor en grado heroico para andar solo por los campos de su administración y de su politica. Con lo cual iria ganando, pues en vez de una, tendria dos cualidades características. Podriamos decir, para terminar estos reparos, que el cuadro de las causas de las intervenciones está mejor pergeñado que el resto del Mensaje. Nos seria permitido agregar que todas Jesas causas pueden reducirse, no a la desgraciada 316bordinación, sino al criminal sacrificio de la patria entera en aras del odio y de la concupiscencia de los directores de los mal llamados partidos políticos?
EREMITA del pais. como si tuviera tela cortada con el comercio exterior o quizá solamente con los cafetaleros, el Mensaje afirma, categoricamente, que «el pais no vive propiamente del café, ni de las mercaderias introducidas en cambio de lo exportado.
Si por país se entiende el Fisco, nada hay menos exacto que este concepto del Mensaje, porque pocos renglones antes leimos en el mismo documento. Las rentas públicas dependen en pri.
iner lugar del producto de las Aduanas, es decir: de los derechos cobrados a las mercaderias introducidas en cambio de lo exportado, y este otro concepto, que de paso rectificamos. el comercio exterior (es) base indirecta de nuestras rentas, públicas. Luego el pais si vive de lo que el Mensaje afirma categoricamente que no vive.
Si por país se entiende los habitantes de él, no resulta más exacto el concepto aludido a menos que el autor del Mensaje crea que aquí vivimos propiamente como nuestros antepasados indios, vestidos de achiote y otros tintes y de algo de taparrabo para los días de fiesta. ni aún así, porque vemos en los datos estadísticos de la importación nacional, una cierta cantidad de manteca, harina de trigo y otras sustancias alimenticias, que está demostrando con su importancia la falta que nos harian si llegara a suprimirse su importación. Luego el país si vive propiamentevestido de todo y alimentado en parte de las mercaderias introducidas en cambio de lo exportado.
Imprenta y Libreria Falco Borras.
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