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BIBLIO; ACTUALIDADES COST RE ΤΥΝΟΣ prema de a ses Los principios estampados en el progra ner fin al atropello de que es víctima el jo de la demooracia y de sus sanos principios en ma de su partido, señores, y con los cuales ven periodista Villalobos. El Congreso tiene el momento de hacerlos vivir en nuestra socieese partido se presenta a demandar la entre sus principales atribuciones políticas la dad, es natural, ya que jamás pretendis el que vivierån sino que sirvieran de manto encubridor adhesión de los ciudadanos; y las declara de vigilar por el cumplimiento de la Consti a sus concupiscencias.
ciones hechas en documentos públicos por tución; y es necesario que le digamos al Po. Que don Max esté débil? Sorprenderia que los hombres de Gobierno, no pueden revo. der Ejecutivo, que cuantas veces trate de un hombre de tan buenos cuartos como el se sienta débil alguna vez. Pero no, es que su debicarse por un mero acto de voluntad, por echarse sobre la libertad de un ciudadano lidad no es muscular, que va! La debilidad de que ellos viven, en tanto que se mantenga nos encontrará medio a medio en su camino, que él padece la conocieron los Velarde, el doctor el honor y el decoro de quienes los for dispuestos a cerrarle el paso.
Flores, etc. y las debilidades de que ahora sumularon. En 1914 el actual presidente de Mediante nuestra actitud de hoy, el joven fre Mr. Keith y la Standard Oil Ja saben de memoria. estas son debilidades que no lo abanla República, primer botón del Partido Re Villalobos volverá al hogar y la Corte Sudonan, ni en el Congreso.
publicano, llevado al poder como él mismo depositaria ftel de nues. Que don Max tuviera hambre? Pero si nadie lo declaró, en aras de lo imprevisto; hizo tros derechos y garantías, no será burlada ha podido colmar las ansias de este endriago.
protestas ante nosotros que sonaron en su resolución. Ese voto lo impone el Además de que el hombre de libertad sólo le nuestros oídos como un consuelo, como la imperativo categórico del deber y lo demanrecuerda el cebo con que ha pescado bobos en el rio eleccionario, para venderlos luego en el meresperanza, yo diría seguridad de que a da nuestro común interés de ciudadanos cos cado de las confabulaciones. La palabra libertad pesar de aquel descalabro, los derechos ci tarricenses.
es para el como el olor de un bisteque.
viles y políticos cuyo respeto estaba ya Vamos a votar además señores diputados. el sueño. Ah! si. Don Max tiene sueño siempre: de ahí esa su pereza al andar, ese apoconsagrado por la tradición, continuarían bajo el peso de una presión nobilísima: La pre.
yarse en las espaldas de sus gamonales. Tantas siendo efectiva realidad. Aquí tengo el sencia aqui del anciano padre de Villalobos, son las vigilias, que han gastado su sistema mensaje del señor González: cuya figura llena de dignidad y de entereza nervioso. Muchos son los recuerdillos que tortu«Acabo de prestar un juramento siguien recuerda el tipo de los viejos costarricenses.
ran a este hombre singular cuando la calma de do un mandato constitucional y si para Ese anciano cuya mirada denuncia la tribula noche lo deja a solas con su conciencia.
Asi, pues, a nadie sorprenderá el bostezo del alguno eso pudiera no ser más que una lación que aflige su án mo, nos interroga des Caudillo Republicano en aquella excelsa ocasión: mera fórmula, para mi tiene todo el valor de aquella barra; qué hacemos para devolver es todo un discurso. Debilidad, hambre, tedio de un acto de trascendarcia; mi uorma en al hogar ese hijo querido de cuyo paradero y sueño, todo eso fué don Max, en los momenel Gobierno será la Constitución, serán las no sabemos. Nos interroga también cómo tos en que la briosa oposición reclamó el cumplimiento de las promesas hechas al pueblo por su leyes de Costa Rica; su respeto para mí haremos efectivas nosotros, las libertades pú Partido. Pero el bostezo fué tan visible y tan se impone como obligación sagrada. blicas, esas por los cuales nuestros abuelos, grande que don Max dejó ver, al desnudo, todo Si por pundonor considero sagrado aquel sus contemporáneos no repararon en sacrifisu ser civico. en verdad, que si su fisieo no es tan seductor que digamos, el civico, Dios mío!
juramento, también por una convicción arrai cio para dárnoslas en forma de patria y liberes el Isidro Marin del alma!¡Y viva don Máuximo!
gada en mí, respecto de asuntos de orden tad. Señores diputados, ya lo he dicho, el Gopuramente material, le doy esa importan bierno se ha organizado para asegurar el RIFO cia: La prosperidad económica de los paí bienestar común; y el que ahora rige los desestá en relación directa con la per tinos de la República se ha convertido más fección directa de las armazones políticas bien en fuente de intranquilidad, de tras La clausura sobre las cuales descansan.
torno general y de amenaza. Obvio creo también decir que considero Violentamente fué clausurada la Cámara. No lo bonsintamos!
Al presidente faltóle tiempo para descargar la dogma sagrado en el credo republicano la mano en golpe definitivo sobre el timbre.
libertad de la Prensa, que sin ello no hay No habrán quedado muy satisfechos por cierto democracia y que no seré yo quien lleva Un bostezo los respresentantes del pueblo del modo cómo en su conciencia el estigma de haber concumplieron de esta vez con sus deberes.
No es el hecho precisamente de que hayan enculcado esa libertad.
La sesión del Congreso en que el diputado tregado a la voracidad del Gobierno los dineros ¿Qué ha sido de todas esas hermosas Guardia suscitó la cuestión del extrañamiento de del pueblo, lo más lamentable a que hemos asispromesas. Subsisten ellas frente a frente Asdrúbal Villalobos, es una de esas jornadas tido durante las sesiones extraordinarias.
del atentado contra la libertad individual y que no se olvidan, que no deben olvidarse. La No, no es eso.
santidad de la causa y la gallarda inspiración de Lo más doloroso es que se han puesto de reliede la libertad de la prensa que motiva sus defensores, hizo decir a Alejandro Alvara ve muchos hombres, y que si no fueramos joveesteincidente. Ah! No, señores, pretender do que parecia que alli las llamas de Pentecos. nes y por ende no estuviesemos colmados de opeso sería agregar la irrisión a la ofensa. tés flotaran sobre las cabezas de los oposicio.
timismos, creeríamos que el espíritu público ha nistas.
muerto en Costa Rica, ya que los diputados de la De aquellas palabras hermosas y de aquel La pujante lógica de los cargos, la galanura mayoria no se han portado más dignos que las dogma sagrado del Partido Republicano no de la oratoria, la lucidez de la idea, la sinceriescobas de barrer los suelos.
queda nada, como no sea la triste experien dad palpitante de cada palabra, todas las conPoco da que nos prometan grandes progresos cia adquirida por el pueblo para juzgar a diciones de la gran elocuencia, subyugaron los materiales. Para que los queremos si nos falta sus ídolos y redentores, ánimos de los presentes en aquella memorable espiritu? Ya lo había dicho un pensador nacional: Asamblea; a los unos, los de oposición, entu«un pais con grandes palacios y comodidades pePero nosotros, señores, tenemos que decir siasmándolos hasta el delirio; y a los otros, los ro carente de alma, es cosa tan inapreciable como al menos una palabra que nos libre del cargo de la IMPOSICIÓN, anonadándolos hasta el silo seria una jaula de oro que encerrará un pájaro de medrosos consentidores de los escándalos lencio bochornoso. Sin embargo, hubo una permudo y sin plumaje.
que contemplamos. Debemos hacer venir sona, una sola, que permaneció indiferente a Que se enriquezcan por nuestra cuenta, que se tanta hermosura y a tanto ardor: don Máximo. enriquezcan pero que no anulen las nobles maaquí al ministro de Gobernación y puesto que Cuando más bibrante era la arenga de Volio, nifestaciones del espiritu.
no podemos más, le enseñaremos a deletrear digna de Danton o Camilo Desmoulins, don algo de ésto hubo en las últimas sesiones la Constitución y lo iniciaremos en las obli Max bostezaba, bostezaba con toda la amplitud del Congreso.
gaciones que ella le impone como salvaguarde su boca y toda la fuerza de inspiración de su El timbrazo de clausura resuena en nuestros voluminoso vientre. los bostezos continuaron, oidos lobregamente.
dia de los ciudadanos. Si no lo hicieremos sin que lograran sellar su bocaza los latigazos asi, seríamos infielesa nuestro mandato e in de Anderson, los botes de lanza de Guardia, consecuentes con elpueblo cuyas garantías los obuses de Cortés.
Se lamentaron en ese dia los diputados de la están a nuestro cuidado. al regresar esta minoria de que el jefe del Partido Republicano tarde a nuestros hogares, si nuestras esposas permaneciera quieto y mudo ante un atropello, y nuestros hijos nos demandaran cómo cum ante un acto de descarado despotismo cumplido El diputado don Clodomiro Salas negó su plimos con nuestro deber y qué hicimos en por el Gobierno. Nada más injusto. Yo creo voto, según confesión hecha por la prensa, a la esta hora de prueba para guardar los dereque el susodicho jefe no incurrió en esa falta; no hubo tal mutismo, ni tal quietud. Don Max moción del diputado Pacheco encaminada a cenchos y garan tías de hoy que son también habló sin palabras, y habló con claridad, sin resurar al Gobierno por los atropellos cometidos las de mañana, habríamos de responder con ticencias ni vaguedades. Don Max bostezó cuan en mal de dos ciudadanos de la República.
fusos y avergonzados que no supimos ponerdo se hablaba de libertades y de democracia, Alega el diputado Salas que hubiera querido nos a la altura de lo que la patria tiene decuando se trataba de poner en práctica la justicia y el derecho.
algo más fuerte.
recho a esperar deun diputado conciente de El bostezo es indicio de aburrimiento, de deEso lo deseábamos todos, hasta el señor Pasuobligación y de lo que un hombre libre bilidad, de hambre o de sueño. Cualquiera de checo, seguramente. Pero si la protesta se hace debe sembrar para que cosechen aquellos estos cuatro sentidos que se dé al bostezo de en tono airado no se cojen los votos que se co.
don Max, en aquella ocasión, basta para preque han de sucederle.
cisar la recondita naturaleza civica de este obegieron.
Es necesario, señores, que este asunto se reso ciudadano.
Del lobo, un pelo, señor Salas; por lo demás suelva y que nuestra actitud sirva para po Que don Max el predicador. SE ABURRA usted tiene razón ¡vaya!
Del lobo un pelo Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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