Guardar Descargar

6 ACTUALIDADES EL REGALO DE NAVIDAD Lienzo Pascual Eran las doce de la nochebuena, de la alegre noche en que el Niño Dios baja del cielo, para hacer regalos a seres inocentes que creen en él, a sus amiguitos los niños.
Era un infeliz loco. Hacia años que arrastraba nes había visto hacer a su madre; pero su moUna hermana de la caridad, que por haber notado la desaparición de Juan andaba vigilando, en el asilo su vida de dolor y miserias. Habia vimiento precipitado hizo derramar el peligroso había visto todo tras los vidrios de la ventana de envejecido alli el pobre Juan.
liquido sobre el niño que, con la vela encendida Aún recordaban los antiguos celadores el dia en la mano estaba al pie. Al sentirse dañado se la capilla. Había sido mudo testigo de aquella escena muda.
del ingreso de aquel desgraciado en el asilo. Fue movió también imprudentemente, y el fuego en una espléndida mañana de diciembre, en que tocó su vestido empapado de petróleo. En el acto Pero respetando la alucinación del infeliz dela naturaleza entera reia, y sólo él lloraba; mas mente, le había dejado obrar sin interrumpirle; y una inmensa llama envolvió al infeliz niño que, no con los ojos, sino con su aspecto de tristeza con llorosos ojos le dejó ir sin decir nada.
corriendo de una parte a otra y lanzando horriinfinita en medio de la espantosa furia de su loAl amanecer el dia siguiente, cuando la hermables alaridos, cayó al fin en la mitad del patio, en na fué a abrir la capilla, hallo en la puerta a Juan cura.
el momento en que la aterrada sirvienta llegaba a Mientras no le acometía el acceso de rabia, haque, sin saludarla, entró corriendo y se lanzó hacontemplar aquella hoguera quejumbrosa y mocia el altar del Niño, velozmente.
blaba incesantemente con incoherentes y melan vible, que alumbraba la casa con siniestros rescólicas frases del árbol de Navidad, de la alegre plandores.
Se detuvo al pie un momento, clavó en el Niño fiesta de la familia, de un altarcito en donde, al la mirada inquieta, y luego, con temblor extraño, Al enterarse Juan de lo ocurrido, se quedó pie del Niño Dios, había varios zapatitos colocaalargó la enflaquecida mano, cogió su zapato, y largo rato inmóvil como una estatua, una densa miro dentro.
dos por manos infantiles, con la dulce esperanza palidez le invadió el rostro, los ojos se le saltade encontrar, al amanecer del otro día, un regalo ¿Qué habia en él. Qué vió en su fondo?
ron de un modo extraño, empezó a temblar como Dios lo sabe; pero el hecho es que Juan se esenviado por el Niño Dios a sus amigos los niños. azogado, y luego le vino un arrebato horrible de Era una historia muy triste: el pobre hombre tremeció, cayó de rodillas y, hundiendo la cabeza furia, desesperación y gritos inarticulados, en habia sido casado, y tuvo dos niños que fueron eftre las manos, prorrumpió en llanto.
medio de carcajadas espantosas, que helaban la su idolatria y llenaron su vida. Con su humilde Al cabo de un rato, la hermana, compadecida, sangre en las venas de los espectadores.
sueldo de empleado inferior, apenas sostenia su resolvió acercarse y, para llevarle la idea, con Asi concluyeron aquel drama y la felicidad y el su más dulce voz, le preguntó: obscuro hogar en donde, sin embargo, reinaban hogar y la vida de aquel hombre.
la paz y la alegria, porque sus moradores eran. Qué le ha traído el Niño Dios?
Después corrieron varios años, y el desgraciaEl loco alzó la cabeza lentamente, por sus mebuenos y se amaban tiernamente.
do vegetaba en el asilo. Al fin llegó un alegre Cuando se acercaba diciembre, Juan ahorraba jillas rodaban gruesas lágrimas y sus ojos bridiciembre, en que las hermanas de la caridad cuanto podia, trabajaba sin descanso hasta avanllaban con luz suave y dulce, de donde habia desse preparaban a celebrar la fiesta del Niño Dios, zadas horas de la noche, y se quitaba el pan de aparecido el horrible extravio de la lera.
y formaron un nacimiento en la humilde capilla la boca, para ver de juntar algunos pesos con qué. Me hizo un gran regalo contesto dulcemendel asilo. Algunos locos, entre ellos Juan, se proporcionar a su esposa y a sus hijos alguna te. me ha dado la razón, y me invita a descansar enteraron de eso.
distracción, en esos hermosos días en que las ya a su lado eternamente.
La vipera de Navidad logró escaparse de su familias ricas salen al campo, y las pobres suelen la siguiente noche, al pie del altar del Niño celda y, ocultandose bajo el altar de la capilla, ir, una que otra vez, al cinematógrafo por las noDios, las hermanas de la caridad velaban el capermaneció allí escondido durante los rezos y la ches o a los alrededores de la ciudad los do.
dáver de Juan, que había muerto en la plenitud primera parte de la noche. Mucho rato después mingos.
de su juicio, y con esa paz de los justos con que de retirados todos los concurrentes, cuando el Pero lo que era imprescindible para Juan, lo Dios premia y consuela, en la última hora, a las silencio y el sueño reinaban ya en el edificio enque consideraba como un deber sagrado, era que almas que han merecido mucho, porque mucho tero, cuando se creyó absolutamente solo, salió los niños hallaran adentro de sus botincitos, que han sufrido.
de su escondite.
les hacia colocar al pie del Niño Dios en la noche ADOLFO LEÓN GÓMEZ de Navidad, el anhelado obsequio, comprado por No habia en la capilla sino la lámpara del Santisimo, que lanzaba rojizos parpadeos frente al él a costa de penosos sacrificios, y que ellos, en altar mayor, y dos cirios que chisporroteaban sų inocencia, creian que habían sido puestos alli ante el retablo del Niño Dios. Juan avanzó anhe.
por el mismo Niño Dios en persona.
lante y con paso cauteloso. Sus ojos despedian Para él no habia placer igual al de sentir, al extraños resplandores, el cabello largo y desoramanecer, unos pasitos cautelosos que se diridenado le caia hasta los hombros, su faz espanEs un aire de fiestas gian a buscar en el modesto altarcito los regalos tosamente enflaquecida tenia livideces de muerto, En el alba pascual; del Niño, y luego fingir despertar sobresaltado al su vestido andrajoso y descuidado dejaba ver en oir los alegres gritos de los chiquitines.
Las rientes florestas muchas partes su pobre esqueleto desnudo. Es Papaito, papaito! despiertese, levántese!
taba horrible. Pero en aquella fisonomia tétrica Cuentan un madrigal.
Mire qué lindo regalo nos hizo el Niño Dios!
había algo tan supremamente triste, tan hondaLa montaña ¡qué linda. ver, a ver, qué hay?
mente conmovedor que aquella fealdad parecia La mañana iqué clara. Qué primorosa muñeca!
bella, y una como aureola misteriosa de redenQué caballito tan lin ción, de gloria y de conşuelo le daba hermosos Si parece una guinda. qué hora vendría el Niño?
tintes.
Que nos roza la cara. Ay. Quién lo hubiera visto!
Avanzó más y se detuvo ante el Niño Dios, Se ven frescos de Goya Para Juan no habia una dicha más grande y por mirándole de hito en hito largo rato. Parecia a En el tul matinal, ese rato de felicidad proporcionado a sus hijos, veces como un tigre hambriento pronto a saltar daba por muy bien empleadas sus largas noches La mañana se enjoya de trabajo a la luz de la vela.
sobre su victima; luego, con la mirada encendida y con aspecto de odio implacable y cólera indeDe prestigio nupcial.
Pero en una ocasión, las cosas pasaron de otro cible, alzaba la enflaquecida mano, como el aseSe abre el bosque ¡Trina modo, y el Niño, lejos de enviar regalos, resolvió sino que levanta el puñal sobre el corazón de cuya Divino ruiseñor!
llevarse uno muy valioso. Dios sabe dar terribles sangre tiene sed; después, como la serpiente pruebas a las almas buenas para aquilatarlas. una diana argentina Juan y su esposa, después de hacer que los que otea al pajarillo, se agazapaba sin dejar de mirar al Niño. el Niño, con sus mejillas gorSaluda a Don Melchor, niños rezaran y que pusieran sus raidos zapatos das y sonrosadas, con sus labios risueños, con un ninfático coro en el altar, les obligaron a acostarse, y salieron sus manecitas levantadas en ademán de abrazar, Saluda a Don Gaspar con el fin de dar un paseo y de traer una grande parecia que clavaba también con insistencia sus empanada de noche buena, para aumentar la en su carro de oro ojitos azules y alegres en el loco. aquellas misorpresa agradable de los niños y hacer más exradas, como dos aceros en reñido combate y traPasa Don Baltasar.
quisito el desayuno.
Salieron en la plenitud de la felicidad, y regrebadas la una en la otra, empezaron una lucha misteriosa, terrible, implacable, en medio del saron a la plenitud de la desgracia. Pero una des¡Y Margarita sueña, silencio del santuario. La mirada de vidrio de la gracia horrible, inmensa por lo inesperada, cruel infantil estatua parecia viva; la vidriosa mirada En su cuna halagüeña, por lo traidora.
del demente parecia muerta. La mirada del Niño Que le enjoyan las manos Al acercarse alegres a su casa, se sorprendie tenía fulgores de cielo y esperanza; la del homY la cubren de rosas ron al ver ante la puerta multitud de personas bre lanzaba rayos de odio y de infierno. La miraY de sedas preciosas que cuchicheaban con ademán siniestro. Avanza da azul y la mirada negra luchaban en la misban sobresaltados, oyen gritos y llantos, sienten teriosa tiniebla de la noche.
Los tres reyes ancianos!
en el rostro un humo nauseabundo, ábrense pa los rayos de la lámpara, reflejando movi.
so por entre personas que les miran con compa bles resplandores en los ojos del Niño, les daban OSVALDO BAZIL sión infinita, y penetran en su pobre estancia en extraño movimiento. Parecia que parpadeaban, donde se sienten abrazados por varios vecinos que se entrecerraban acariciadores, que se abrian que, sollozando, les refieren al fin la horrible ca. con asombrada claridad de aurora, que se empatástrofe.
paban en lágrimas.
Era que a poco de haberse retirado, la sirviente Pero esa lucha tenaz de las miradas, que duró resolvió también salir, dejando a los niños solos, largo rato, tenia que terminar por la victoria de creyendoles dormidos; y éstos, al verse libres, una de las dos. Al fin, la sombria del loco fué Las personas que deseen adquirir la co.
aprovecharon la oportunidad para acercarse al perdiendo su fulgor de odio y, dulcificándose altar del Niño Dios, con la esperanza de sorprenlección de ACTUALIDADES pueden solicitarpoco a poco, acabó por anublarse en llanto.
derle cuando llegara a ponerles los regalos entre Entonces Juan, sentándose al pie del altar, se lo a los agentes de La Linterna o bien pelos zapatitos.
quito del pie derecho su enorme y destrozado La niña, con curiosidad infantil y mujeril, se zapato: y luego, con inocencia infantil, lo coloco dirlo a la Librería de Falcó Borrasé.
arrimo de puntillas, y notando que la lámpara del temblando sobre el blanco mantel que cubria el Avenida Este, 42, Apartado 638.
altar estaba próxima a extinguirse por falta de ara santa frente al Niño, y huyó corriendo a aceite, subió sobre un asiento y tomó un frasco ocultarse en la helada celda, donde había agoniEl precio de suscrición es un colón, serie de petróleo para llenaria, como en varias ocasio zado tantos años.
de ro ejemplares. Pago adelantado.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
De Administración