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Mi retablo de Navidad lecian que ACTUALIDADES nuras, su fraternidad con las aves del cielo, con las bestias del campo y hasta con las fieras del bosque. Hablaba amorosamente del Hermano Lobo, del Hermano Cordero II y de la Hermana Alondra. Era como el EL NINO DIOS EL ASNO corazón de Cristo rebosando sobre su amor por nosotros y derramándose en la naturaDe toda la pintoresca variedad del naci Asno del pesebre donde el Señor vino al leza. Era un Sakiamuni menos triste y ausmiento vistoso. con el divino Infante, la Ma mundo: yo te quería y te admiraba. Tú tero, más iluminado de esperanza. Parecía dre doncella, el Esposo plácido, las mansas eras, en aquel espectáculo, el que me hacía venido a predicar un Testamento Novísimo, bestias del pesebre. no venía a mi más dul pensar. Iniciación preciosa que te debo. Tú, ante el cual el nuevo pasase a viejo. Yo ce embeleso ni sugestión más tenaz, que los abanicando con los atributos de tu sabidu creo, y Dios me perdone, que a él también que traía en sí esta idea inefable. Dios en ría, diste aliento a la primera chispa de li le acechaba la herejíal. Pero se detuvo, o aquel día, era Niño. Niño en el cielo, ni bre examen que voló de mi espíritu. Tú no le comprendieron del todo, y la naturaño de verdad, como lo representaba la figura. fuiste mi Mefistófeles joh Asno! Por amor leza siguió sin Noche Buena. Tú, Asno Mientras yo contemplaba el inocente simu a tí, por caridad y compasión con que me hermano, perdiste con ello tu redención, y lacro, un celeste niño gobernaba el mundo, inundabas el alma, me hiciste concebir los acaso no perdimos menos los hombres.
oía las plegarias de los hombres, distribuía primeros asomos de duda sobre el orden y ¡Ah, si el dulce vago de Asís se hubiera entre ellos mercedes y castigos. Cuándo la arreglo de las cosas del mundo, y aún sos atrevido. idea del Dios humanado, del Dios hecho hom pecho que, por este camino, me llevaste, con III bre por extremo de amor, pudo mover en ignorancia de los dos, a los alrededores y corazón de hombre tan dulce derretimiento arrabales de la heregía.
SUEÑO DE NOCHE BUENA de gratitud, mezclado a la altivez de tamaña Verás cómo. Yo, prendado de la gracia semejanza, como en el corazón de un niño la inocente y dulce que hay en tí, y que no En Noche Buena era el soñar despierto, idea del Dios hecho niño. suelen percibir los hombres, porque se han girando la mariposa interior en torno a la Hoy, que convierto en materia de análisis habituado a mirarte con la torcida inten imagen de luz pura, que ya aparecía, infantil, los poemas de mi candor. el hombre es el ción de la ironía, me interesaba por tu suer en el regazo de la Madre; ya a márgenes del crítico; el niño es el poeta. se me ocurre te. Viéndote alli, junto a la cuna de Dios, lago o sobre el monte, con sus rubias guedepensar cuán apetecible sería que Dios fuese me figuraba que te era debido algún gé jas de león manso; ya, trágica y sublime, enniño una vez al año. En la «política de Dios» nero de gloria. Entonces preguntaba cual. tre los brazos de la Cruz. Mi imaginación hay, sin duda, inexcruta es razones, arcanos fué tu destino ultratelúrico y me era invencionera; la fe le daba alas. Cuentos, planes, propósitos altísimos, a los que se de para los asnos no hay eternidad. Para los leyendas, ficciones de color de rosa, nacían be que su intervención en las cosas del mun asnos no hay en el mundo sino trabajo, bur de aquel soñar. Una recuerdo. No sabría redo se reserve y oculte con frecuencia, y que la y castigo, y después del mundo la nada. producirla con su tono, con el metal de voz su justicia, mirada desde este valle obscuro, La Nueva Ley no modificó con esto las de la fantasía balbuciente. Será una idea de parezca morosa, e inactivo su amor. El día cosas. El sacrificio del Hijo de Dios no al niño dicha con acento de hombre; será un del Dios niño, toda esa prudencia de Dios canzó a tí. El viejo esclavo de Pompeya verso de poeta que ha pasado por manos de desapareceria. Al Dios sabio y político su que debió de trazar, bajo tu imagen dibu traductor.
cedería el Dios sencillo y candoroso, cuya jada en la pared, la inscripción de amarga Era en la soledad de los campos, una noomnipotencia obraría de inmediato, en cabal ironía. Trabaja, buen asnillo, como yo tra che de invierno. Nevaba. Sobre lo alto de ejecución de su bondad. En ese día de gloria bajé, y aprovéchete a ti como a mi me aprouna loma toda blanca y desnuda, se apareno habría inmerecido dolor que no tuviese su vecho. dijo la desventura del asno pagano cía una forma, blanca también como de caconsuelo, ni puro ensueño que no se reali y del cristiano. De poco te valió estar preminante cubierto de nieve. En derredor de zase, ni milagro reparador que se pidiera en sente en el nacimiento del Señor, ni, más esta forma flotaba una claridad que venía, no vano, ni iniquidad que persistiera, ni guerra tarde, llevarlo sobre tus lomos, en la entrade luz de una linterna, sino del nimbo de una que durara. ese día remitiríamos todos la da de Jerusalén, entre palmas y vítores. Ni frente. El caminante era Jesús.
Esperanza, y el mayor mal tendría un plazo mejoró tu suerte en la tierra, ni, lo que es Allá donde se eriza el suelo de ásperas rotan breve que lo sobrellevaríamos sin pena. peor, se te franqueó el camino del cielo. cas, un bulto negro se agita. Jesús marcha Oh. cuán bella cosa sería que Dios fuese ni mi, este privilegio de la promesa de otra hacia él; el viene, como receloso, a su enño una vez al año, y que éste fuera el bien vida para el alma del hombre, con exclu cuentro. medida que el resplandor divino que anunciasen las campanas de Navidad. ción de la candorosa alma animal, capaz lo alumbra, se define la figura de un lobo, Pero no. Ahora toman otro sesgo mis fide inmerecido dolor remunerable y capaz en cuyo cuerpo escuálido y en cuyos ojos de losofías del recuerdo del Niño Dios. Antes también de una bondad que yo no había siniestro brillo está impresa el ansia del hamque lamentarse porque Dios no sea niño de aprendido todavía a discernir de la bondad bre. Avanzan; párase el lobo al borde de una veras durante un dia del año, acaso es pre humana, porque aun no había estudiado li roca; ya a pocos palmos del Señor, que tamferible pensar que Dios es niño siempre, que bros de filosofía, se me antojaba un tanto bién se detiene y le mira. La actitud dulce, es niño todavía. Cabe pensar así y ser grave injusto y me dejaba un poco triste. Cómo! indefensa, reanima el impetu del lobo. Tienfilósofo. El Dios en formación, el Dios ir El perro fiel y abnegado que muere junto de éste el decarnado hocico y aviva el fuego de fieri en el virtual desenvolvimiento del muna la tumba del amo, acaso torpe y brutal; sus ojos famélicos; ya arranca el cuerpo de do o en la conciencia ascendente de la hu el león hecho pedazos en la arena infame; sobre la roca. ya se abalanza a la presa.
manidad, es pensamiento que ha estado en el caballo que conduce al héroe y participa ya es suya. cuando ÉI, con una sonrisa que cabezas de sabios. hemos de considerar del ímpetu heróico; el pájaro que nos ale filtra a través de su inefable suavidad la palala la peor, ni la más desconsoladora, de las gra la mañana; el buey que nos labra el bra: soluciones del Enigma. Niño Dios de mi surco; la oveja que nos cede el vellón, zno Soy yo le dice.
retablo de Navidad! Tú puedes ser un sím recogerán siquiera las migajas del puro fes el lobo, que lo oye en el rapidísimo esbolo en que todos nos reconciliemos. Tal tín de gloria a que nos invita el amor de pacio de atravesar el aire para caer sobre el, vez el Dios de la verdad es como tú. Si a Dios después de la muerte. De esta en el mismo rapidísimo espacio muda maraveces parece que está lejos o que no se cura manera me acechaba la gravedad herética villosamente de apariencia: se transfigura, se de su obra, es porque es niño y débil. Ya tras el retablo de Navidad.
deshace, se precipita en lluvia de blancas y tendrá la plenitud de la conciencia, y de la Quedábamos en que para ti no hubo No fragantes flores. los pies de Jesús, entre la sabiduría, y del poder, y entonces se paten che Buena, Asno amigo; pero siglos des nieve, las flores forman una nube mística, tizará a los ojos del mundo por la presentá pués estuviste a dos dedos de la redención. sobre la que el divino cuerpo flotara. nea sancion de la justicia y la triunfal eficacia Un paso más y te ganas los fueros de la todo mi afán de poeta consistía en que se del amor. Entretanto duerme en la cuna. inmortalidad, con el suplemento de alguna entendiese que no fué voluntad del sagrado Hermanos míos: no hagamos ruido de dis tregua y alivio en tu condición terrena. Fué caminante, ni intervención de lo alto, lo que cordia; no hagamos ruido de vanidad, ni de cuando, en humilde pueblo de la Umbría, movió la transformación milagrosa, sino que feria, ni de orgia. Respetemos el sueño del apareció aquel hombre vago, y tal vez loco, fué virtud del propio sentir del lobo; espanDios niño que duerme y que mañana será que se llamó Francisco de Asís ¡Venturoso tado, loco, al reconocer a aquel a quien iba grande. Mezamos todos en recogimiento y momento! La piedad de este hombre se ex a destrozar con sus dientes: virtud en que silencio, para el porvenir de los hombres, la tendía, como los rayos del sol, sobre todo arrepentimiento, dolor, vergüenza, ternura, lo creado. Sentía, presa de exaltadas ter adoración, se aunaron como en un fuego de cuna de Dios!
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