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Carmen LyraJosé María ZeledónProudhon

Salmo de Año Nuevo La Ley del Progreso ACTUALIDADES tanto, lo primero que hice fué indagar el bres seres, como una amarga ironía, a re de ellos el hombre hace más cosa suya la paradero de la familia Revall. Los Re cordar tal vez una irremediable desgracia Naturaleza, se confunde más con ella, la vall me dijeron las del caso de Amelia y una deshonra. En esto vi llegar saltando va penetrando de su espíritu y se convierte Revalll. y estas palabras acompañadas con a una niñita, cuyo cuerpo y rostro eran cada vez más en sentido de la tierra.
una especial sonrisa. Llegué a sospechar iguales en todo a los de mi pobre Amelia.
que la pobre Amelia, la pobre chiquilla. Se dirigió a mí, y con su misma voz exJUAN MARAGALL buscando, buscando, di con la casa. Al clamo. mis bombones. Yo no hallé entrar, fuí recibido por un criado negro y qué decir.
viejo, que llevó mi tarjeta, y me hizo pasar Las dos hermanas se miraban pálidas, a una sala donde todo tenía un vago tinte y movían la cabeza desoladamente.
de tristeza. En las paredes, los espejos es Mascullando una despedida y hataban cubiertos con velos de luto, y dos ciendo una zurda genuflexión, sali a la calle, Un año más nos halla sobre el campo grandes retratos, en los cuales reconocí a como perseguido por algún soplo extraño. con el pendón enhiesto, las dos hermanas mayores, se miraban, me Luego, lo he sabido todo. La niña que yo batido siempre por las mismas rachas en la feroz complicidad del medio.
lancólicos y oscuros, sobre el piano. poco, creía fruto de un amor culpable, es Amelia, Nuestro vigor, el mismo con que alzamos Luz y Josefina. Oh, amigo mío, oh, ami la misma que yo dejé hace veintitrés años, el impulso primero, go mío. Nada más. Luego, una conversa la cual se ha quedado en la infancia, ha está en la plenitud de sus corajes ción llena de reticencias y timideces, de contenido su carrera vital. Se ha detenido y está en la plenitud de sus empeños.
Siempre distante la anhelada cima, palabras entrecortadas y de sonrisas de in para ella el reloj del tiempo, en una hora siempre cercano el vendabal del riesgo, teligencia, tristes, muy tristes. Por todo lo señalada ¡quién sabe con qué designio del. el penacho de risas siempre altivo, que logré entender, vine a quedar en que desconocido Dios!
y el manojo de rosas siempre fresco ambas no se habían casado. En cuanto a El Dr. era en este momento todo vamos cantando la canción guerrera calvo.
Amelia, no mo atrevía a preguntar nada.
que en sus tambores acompaña el viento, arrojando semillas a los surcos Quizás mi pregunta llegaría a aquellos poRUBÈN DARIO y colgando miradas de los cielos. vamos solos, por caminos amplios o rompiendo senderos en la maraña, que se obstina a veces en atajar nuestro arrogante esfuerzo; y vamos solos, combatiendo a ratos a los que camaradas se mintieron mientras que nuestro escudo de batalla respaldaba sus gestos.
Se ha abusado tanto de esta palabra «pro él conoce que sobre todas las cosas yace im En la ruda contienda gresos, que no hay por donde cogerla, como penetrable misterio.
no hemos cedido al adversario un puesto; no sea considerándola con gran seriedad y Estas palabras, que a algunos pueden paque el sol de la victoria en nuestros campos verdadera vocación del pensamiento para ha derramado siempre sus reflejos.
recer desconsalodoras, nosotros las enconAsi como a las fuertes voluntades buscar en ella no una fórmula precisa y cate tramos sublimes, porque encierran todo el jamás se enrosca el tedio, górica para la resolución de los problemas sentido de la vida del hombre en la tierra: la seductora voz de la inconstancia sociales siempre irreductibles a un vano apa presentir, presentir siempre, vislumbrar; no en nuestro corazón nunca halló un eco.
Sobre nuestra armadura de esperanzas rato de raciocinio, y que por lo demás se empeñarse en descubrir con la razón, apta rompió sus armas de cartón el miedo.
resuelven perfectamente por sí solos; pero si sólo para usos más humildes, el gran misteuna vislumbre, una saludable expansión del rio del ser; sino sumergirse hondamente en Se nos llama poetas espíritu humano, una «flecha del anhelo ha lo inconsciente para sentir cada vez más porque en alas del estro cia la otra orilla» que diría Zarathustra.
levantamos. como águilas triunfantes aquel misterio, y comprender que en tales la enorme majestad del pensamiento, Y, efectivamente, esta idea de progreso profundidades el conocimiento puramente para hacerla caer en fina lluvia muchos la han sentido, a muchos ha ator racional no basta; ésta es la vida.
sobre los campos yermos mentado, algunos han intentado cuajarla en Esta harmonía, esta unidad en la varie que increpan, y maldicen y reniegan enviando al sol su cálido bostezo.
una teoría o materializarla en una doctrina, dad (que Spencer llama eterogeneidad) es Se nos llama poetas pero ninguno ha logrado siquiera conten la que Fray Luis de Granada expresó cn los pensando que el acento tarse ni a sí mismo con el resultado de sus siguientes inspirados conceptos. Qué serán de nuestra voz, es musica de silabas esfuerzos; ninguno se ha dado por satis; luego todas las criaturas de este mundo tan con que se arrulla la quietud de un sueño.
Se nos llama poetas.
fecho; ninguno, aparte de los espíritus li hermosas y tan acabadas, sino unas como y el poeta es un centro mitados y poco anhelantes que se satisfa letras quebradas e iluminadas que declaran de vibraciones múltiples que vienen cen con la idea de un simple progreso bien el primor y sabiduría de autor? por de la vida ancestral de universo.
material, con unas cuantas nuevas combi que vuestras perfecciones, Señor, eran infiniSomos gigante receptor de voces que llegan de muy lejos.
naciones de gases o ruedas dentadas cada tas y no podía haber una sola criatura que del fondo de los pozos en que luchan año.
las representase todas, fué necesario criarse los hombres cuerpo a cuerpo Proudhon, para quien progresar es mo muchas para que así, a pedazos, cada una con la vida, cadena de torturas verse, no puede definir este movimiento en para los pobres parias irredentos; por su parte nos declarase algo de ellas.
funda su noción de progreso y que, al del burdel que es presidio de las almas; que De esta manera las criaturas hermosas predel taller, que es la cárcel de los cuerpos; fin, y al cabo, sólo tiende a justificar las dican vuestra hermosura, las fuertes vues. de todos los rincones de la pena revoluciones.
tra fortaleza, las grandes vuestra grandeza, en que murmura el hambre sus secretos.
Spencer hace consistir el progreso en ellas artificiosas vuestra sabiduría, las resY esas voces poblando de rugidos paso de lo uno a lo vario, de lo simple a plandecientes vaestra claridad, las dulces las apacibles noches del silencio, harán que la conciencia coletiva lo complejo, de lo homogéneo a lo hete vuestra suavidad, y las bien ordenadas y despierte al fin a un sentimiento nuevo; rogéneo; paso debido a la imposibilidad de proveídas vuestra maravillosa providencia. porque el dolor social que nos oprime un agregado homogéneo infinito, y a la He aquí pues cómo el positivismo de un. al fin dolor. no puede ser eterno.
persistencia de la fuerza en la naturaleza. sabio de nuestros días viene iluminado por Tiempos vendrán de gloria para el hombre, Pero esta fuerza ¿qué es. cuál es su causa?
las maravillosas intuiciones de un místico tiempos vendrán de triunfo para el Verbo.
He aquí las propias palabras, hermosas de del Renacimiento que, a su manera, da Entonces surgirán, con noble encanto, sinceridad, del gran filósofo inglés. El unidad espiritual a la progresiva heterogedel lacerado corazón del pueblo: hombre no puede alcanzar a definir lo que neidad de la materia observada por la como una alba radiante, la Justicia; como una alondra fugitiva, el Verso.
es la fuerza, y nota que cuanto más piensa ciencia.
en ella, más se va desconcertando. así En esta creciente heterogeneidad mateJOSÉ MAR ZELEDÓN descubre que por dentro y por fuera las co rial, crecientemente penetrada por aquella sas son igualmente impenetrables. Todas unidad espiritual, nos complacemos en prelas investigaciones del sabio, cualquiera que sentir algo como la ley del progreso, que EDICIONES MINÚSCULAS sea el camino por donde las dirija, le con entonces podría formularse así: la indefinida VEINTICINCO CÉNTIMOS TOMO ducen a ponerse cara a cara con lo incog espiritualización de la materia.
noscible, y cada vez lo ve más incognos ΕΙ progreso así entendido, lejos de pug. Las Fantasias de Juan Silvestre, Carmen Lira.
cible. Sólo el sabio comprende bien que el nar con los llamados progresos materiales Oro de la Mañana, Rafael Cardona, conocimiento absoluto es imposible. Sólo los abraza y comprende: pues por medio Cuentos grises, Carlos Gagini.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.