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6 ACTUALIDADES Enrique Sienkiewicz Figuras contemporáneas Bartek, herculeo y simplón aldeano de la Posna mirando a Bartek, y cuando aquel se alejó punia, se ve obligado a luchar en las filas alemanas sieron unos y otros algunas monedas en las madurante la guerra de 1870. Le han hecho creer que nos del mozo, no se sabe por qué, si como relos franceses son como sus opresores los alemanes, compensa a su heroicidad, o a su simpleza de o peores aún, y por eso combate. Su arrojo y sus decir que él había ganado la batalla!
Ningún literato europe» ha tenido, reciente fuerzas le distinguen entre todos. Pero, vuelto a Cuando al anochecer, sentados Bartek y su mente, un cuarto de hora de celebridad mds ex su aldea, en vez de la consideración que esperaba, amigo ante una hoguera del camposanto atracatensa que el escritor polaco Enrique Sienkiewicz, encuentra el desprecio de los alemanes dueños del banse de morcillas de guisantes, Gwisdaļa murmuerto hace pocos dias en Vevey (Suiza) donde país, que le imponen su lengua, le maltratan al muro con aire resignado: se había refugiado al comenzar la gnerra. Aun hijo, le dejau sin morada y le empujan por último. Mira, Bartek, lo que es de ti no se puede que todas o casi todas sus obras se hallan tra a la miseria y al destierro)
hacer carrera. Eres tonto, tonto de remate, y se ducidas a los idiomas principales y al español, acabó.
claro está, repetidas veces y casi siempre sobre Bartek, que habia tomado tres cañones al ene. Por qué me hablas asi?
las versiones francesas Nadie en su nombre verd migo, era digno de ver, cuando, cansado, desfiseguramente mas que el del autor de «Quo Va.
gurado el rostro por el sudor y la sangre, des Porque. porque. quién le ocurre decir, al general nada menos, que los franceses son aledis Se ha reaccionado mucho en la apreciación cendía gloriosamente de la cumbre del monte manes, solo que peores.
de esta novela, agrupada hoy con las reconstituabrazado a las banderas francesas que ondeando. Tú mismo me lo dijiste, camarada.
ciones arqueológicas de Bulwer y de Wiseman, sobre su cabeza le proclamaban vencedor.
Gwisdala, sin saber qué responder a tan irrecon «Los últimos dias de Pompeya» o con «FaAl lado de él, pálido, destrozado el uniforme, futable afirmación, dió media vuelta a sus penbiola. mejor que con las poderosas evocaciones marchaba Gwisdala, al cual habló asi su amigo: samientos, de derecha a izquierda como si dijede Gustavo Flaubert; se ha hecho ver que el. Por qué me dijiste que eran fuertes esos pocristianismo, antes de las persecuciones neroniabrecillos. Si parece que tienen huesos hechos de ramos, y escapándose por la tangente balbuceo. Pero debiste atender que el general y los nas, no tenia la importancia social ni el desarro paja! Arañar sí que saben los tunantes como oficiales son alemanes y. vamos, que aunque lo llo que la novela supone; pero la resonancia que si fueran gatos, y bonitos nos han puesto a ti y son de verdad, no se le debe decir en su cara.
la novela de Enrique Sienkiewicz logró en toda a mi el hocico. Pero nada más que arañar saben. Entiendes? Llamarle a uno alemán no es ningún Europa hacia 1900 todos la tienen presente. Pumientras que nosotros. Yo, por mi parte, elogio porque.
blicada en 1895. traducida poco mas tarde al en cuanto tocaba a uno de ellos, ya estaba en trabada la lengua no pudo Gwisdala explifrancês cuando existian ya dos versiones inglesas, tierra.
tres alemanas y seis rusas, se extendió rdpidaY Gwisdala que habiendo presenciado las carse mejor, y se quedó sin decir lo que queria: mente por los paises occidentales fué leida por proezas de Bartek mirábalo asombrado, resesto es, que no se debe hablar mal de los alemanes a los alemanes mismos.
Zodos, llevada al teatro, convertida primero en pondio: drama y después en opera y pasó por fin, la. Pero, hombre, quién habia de figurarse pantalla del cinematógrafo. Ligia, Ursus, Petroque eres. vamos, asi, como eres?
Bartek volvió de la guerra tan extenuado, nio, Chilon Chilonides, son populares, entre nosEl batallón en masa, la mayor parte de los que durante muchos dias no podia ocuparse de otros, como puedan serlo en la tierra del autor.
oficiales que habian sido testigo del furor bélico nada, lo cual era un enorme perjuicio para su La obra de Sienkiewicz se ha dirigido siempre y de los triunfos de aquel soldado, de ralo desbaratada hacienda necesitadisima de brazos a la muchedumbre; en sus novelas, triunfan sienibigotillo rubio y ojos de tonto, mirábanlo con varoniles. Magda trabajaba desde la mañana a pre la virtud y el amor. Los dos enamorados de estupefacción. Su capitán, tirándole familiar la noche: los vecinos ayudábanla en lo que poA sangre y fuego» se casard, pese a quien mente de una oreja, le dijo: dian, pero así y todo, la ruina amenazaba de pese, salvando peligros y distancias. El héroe de Bien por el bravo polaco!
cerca al matrimonio.
El Diluvio se redimirá y se unird a la mujer Frase que hizo reir al héroe con satisfacción Lo peor era que pesaban sobre el algunas que ama, por grande que haya sido su culpa. de patriota, pues el capitán era alemán y no so deudas. El colono alemán Yurt habiales prestasi «Pan Wolodiowski» ha de morir, la figura de lian éstos tratar a los polacos con cortesia. Ya do unos cuantos marcos, y como era hombre Sobieski, surgiendo tras el desastre, augura la en la llanura el batallón, el capitán señaló a que de una piedra sabia sacar réditos, no eran gloria de una Polonia grande. Las tres novelas Bartek al hablar con el coronel, el cual hizo lo pequeños los que impuso a los aldeanos.
históricas mencionadas, que forman trilogia y propio al acercarse al general Steinmetz. Este El dueño del señorio de Pognenbina, joven son cuadros épicos de Polonia en lucha contra los echo una mirada a las banderas que Bartek tede la más rancia nobleza polaca, habia vendido cosacos, contra los suecos y contra los turcos, tienia sobre los hombros, mando a un oficial que tiempos atrás a Yurt un pedazo de tierra a bajo nen fama entre lodas las suyas. Sin dogma» y las recogiera, y sólo cuando fué obedecido fijose precio, del cual hizo el colono la base de su «La Familia Polanieskis le presentan como noveen el soidado con curiosidad.
fortuna, que aumentaba sin escrupulos esquillista psicologo, pero no valen, con todos sus mériBartek cuadróse ante el general y presentó el mando a todo el mundo, incluso al joven 10tos, lo que los tiernos cuadros de costumbres, coarma; el viejo militar, moviendo la cabeza satisble, que para sostener el rango de su raza a mo Juanillo el músico. que figuran entre sus fecho, volvióse al coronel y le dijo en voz baja: una altura que ya hoy no pueden permitirse primeras producciones. Nació Sienkiewicz en Habrá que hacerlo sargento.
muchos señores de su categoria, con Yurt tenia Wola Okrzejska, gobierno de Radom, el de Ma Seria demasiado, Excelencia.
cuentas interminables, Veamos añade Steinmetz, volviendo su cayo de 1847, de familia originaria de Lituania. Es.
El dinero que al usurero debía Magda, hatudio en Kiev y en Varsovia. Se dedicó muy joven ballo y acercándose a Bartek!
biase empleado, parte en las faenas del campo, al periodismo; hizo entre 1876 y 1878 un viaje a la Este no sabe lo que le ocurre ante el nunca y parte se lo había enviado la buena mujer a América del Norte, que relató en dos celebradisivisto hecho de que un general en jefe dirija la su marido.
mas series de cartas, y recorrió también los prinpalabra a un soldado raso.
Con la ayuda de Dios, que prometia una buecipales países europeos. Mas tarde narró en nueVerdad que Bartek no era uno de tantos: hana cosecha ogaño, y trabajaba de firme, tenia vas cartas un viaje de exploración por el Africa bia cogido banderas y cañones al enemigo. aun esperanza Bartek y su mujer de salir de central. Entre tanto, sus novelas le habían hecho Su Excelencia, que chapurreaba el polaco, le apuros, pero lo que hacia desesperada la situafamoso. Un admirador suyo le envió, entusiasmado preguntó: ción era que Bartek no podia tomar una azada por la lectura de «Pan Wolodiowskis, una suma. De dónde eres?
en sus manos. Magda, no pudiendo conformarse considerable cuyos intereses dedico él, en recuerdo. De Pognenbina rresponde Bartek, tieso como con la inactividad de su niarido, que achacaba a de su esposa, que murió muy joven dejándole dos un uso.
pereza, fuese un par de veces en busca del cura hijos, a una fundación en beneficio de los escritores. Tu nombre?
del lugar en demanda de consejo, pero al cabo se. Bartek Ruiseñor.
sin recursos, enfermos de tuberoulosis. En Diciemconvenció que si Bartek no trabajaba, era porque bre de 1900, Varsovia celebró con grandes feste. Bartek Hombre. añade el coronel, traduno podía. Faltábale el aliento en cuanto iba de jos su jubileo literario: los magistrados de la caciendo equivocadamente al alemán el apellido un lado para otro, doliale la espina dorsal al mepolaco.
pital polaca entregaronle, en el palacio municipal, nor movimiento, y por tales, razones, pasábase los tintos de posesión de una finca llamada Oblen Ruiseñor repite Bartek, deseoso acaso por los dias sentado a la puerta de su casita fumando gorsk, magníficamente situada. En 1905 fué agrala primera vez en su vida que constara su nom su pipa de porcelana adornada con un tosco reciado con el premio Nobel. Vivio más tarde en bre verdadero.
trato de Bismarck en traje de coracero, y miranViena y de Viena pasó a Suiza, donde ha puertol. Bien, es lo mismo dice el general, que sigue do en torno suyo con el apagado mirar de un Fue Sienkiewicz, como buen polaco, gran patriota.
preguntando.
hombre que se siente fatigado hasta la médula de conocida es la carta referente a la sentencia de. Sabes por qué te baten con las franceses? los huesos.
tribunal de Gniezdo que condenó a las madres de. Lo sé, Excelencia.
En aquellas largas horas de inercia, el vencedor Wrezno por haber inspirado a sus hijos, a los upe Pues dilo.
pensaba un momento en la guerra y sus azares, queños héroes. como Sienkiewicz los llama, resisBartek comienza a balbucear; enredansele un momento en sus propias victorias, en Magda, tencia contra los maestros prusianos excesivamente las ideas y las palabras y no da pie con bola. en algo indiferente, y a estos breves periodos de celosos. Quisd, a punto de morir, los aconteciDe repente recuerda algunas palabras de concentración en un objeto dado, seguian otros mientos recientes le han proporcionado una amar Gwisdala, dichas en el tren, a poco de salir de larguísimos, en los que el pensamiento como gura másy habrá visto en ellos no una clara y más Pognenbina, y de un tirón dice: aniquilado, dejaba de funcionar y la vida psiquifirme esperanza de reconstitución nacional, sino. Pues porque son alemanes también, sólo ca de Bartek paralizábase. Cierto dia, disfrutanun nuevo sarcasmo sobre los que por tanto tiempo que peores todavia que ellos.
do de aquella enfermiza pasividad, sentado al sol ha tenido que sufrir su patria.
El general, conteniendo la risa, vuélvese al nuestro héroe, oyó a lo lejos llorar a su hijo.
coronel y murmura: Volvia Franek de la escuela, y cuando estuvo. Tenia usted razón: seria demasiado hacerlo cerca de su padre, éste le pregunto: sargento. dime prosigue aun mirando al sol. Qué te ocurre, muchacho?
dado. Quién ha ganado hoy la batalla. SI, si. qué te ocurre, muchacho. repitió en. Yo, Excelencia responde sin vacilación. son de reproche sollozando Franek. Sí, sí; tienes razón. exclama sonriendo (La muerte de Sienkiewios, coincidente con la. Por qué lloras?
Steinmetz y aqui tiene el justo premio a tu Cómo no he de llorar si me han golpeado pseudoindependencia ofrecida por los alemanes a comportamiento.
los hocicos?
la parte de Polonia que nunca fué snya, da indiscutible actualidad a los siguientes fragmentos de el veterano guerrero quita de su pecho una. Quién?
sin breve relato del autor de «Quo Vadis. que se cruz de hierro, se inclina y la clava en el de. Quién habia de ser sino el señor Boege, el Bartek.
maestro de escuela?
titula «Bartek el vencedor y que fue traducido, El buen humor del general hizose comunicati. Hola. el qué derecho tiene para pegarte?
años hace, por Sofia Casanova de Lutoslawski.
vo a su Estado Mayor: jefes y oficiales reianse. Alguno tendrá puesto que lo hace.
Bartek el Vencedor Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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