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El Tesoro Popular PERIODICO De intereses religiosos y locales devoción a los CORAZONES a QUINCENAL y especialmente para fomentar la de JESUS y de MARIA 21)
Donde está tu tesoro allí también está Con aprobación de la tu corazón. San. Mat. Cap. VI Autoridad Eclesiástica Año Aserri, 19 de enero de 1917 Núm. Los bosques gos años a AL OCASO boreando las verdades que nos enseña el año nuevo.
FELIZ AÑO NUEVOS CRISPÍN En la ribera de un río descansaba un anciano de cabeza plaDesea El Tesoro Popular a teada por los años y los sufri sus amables lectores, a sus mientos; sus arrugas eran hondas activos propagandistas y como sus desengaños; su cuerpo desinteresados favorecedores En nuestras giras campestres nos inclinado llevaba a cuestas luen hémos solazado a nuestras anchas al Por aquellos contor.
respirar el aire embalsamado de los nos vagaba un joven cazador. Setenta y nueve años nuevos prados; a medida que hemos avanzado Diviso al anciano el cual tenía he pasado en este mundo y pron retirándonos del bullicio e internán.
sus pies sumergidos en el agua to llegaré al océano de la eterni donos en la espesura de un bosque, y su imaginación en serias re dad. En mi juventud tuve mis nos hemos creído hermanos de los flexiones. acercóse a él con sigilo, ilusiones y hasta mis descarrila pajaritos que saltan de rama en rama pisando suavemente el toldo de mientos; hoy comprendo que el de niño que ignora lo amarga que es libremente con la alegría e inocencia hojas secas caidas de los árboles. mundo está lleno de engaños y esta vida. Ai levantar nuestra miraNotó que de los lánguidos ojos postizos y que sólo servir a Dios da para contemplar un añoso y corpus del anciano y por sus arrugas, es positivo y real. En mis años lento árbol, sin ser filósofos hemos ficomo por su cauce natural, roda de locura veía llegar un año, lo losofado; ante nuestra imaginación se ban gruesas lágrimas. Qué tie veía pasar como un aereolito y han empujado muchos años, quizá si nes, buen viejo, le dijo, que te no hacía otra cosa que soñar; veglos, desde que aquel árbol fué chi.
veo tan meditabundo en esta so nía el siguiente año e igual cosa quito. La aglomeración de trboles ledad? Levantó el anciano su me sucedía; jamás pensaba en las ftio se acurrucan estrechamente, nos apiñados, como niños que ateridos de noble frente para mirar a su in sublimes enseñanzas que el año ha inspirado el respeto a ese recinto terlocutor inesperado, y con afa nuevo nos da. Nunca reflexioné majestuoso que llamamos bosque. El ble y melancólica sonrisa le res que un año pasado, era un año color verde allí reinante en diversos pondió: merced al sosiego de es menos de existencia y un año más tonos, el perfume de sus flores, la luz tos bosques, sólo interrumpido de cuenta al Juez Supremo; un trémula que por el follaje se introdupor el murmullo de este cauda año menos de sufrimientos y un ce a hurtadillas, como para curiosear loso río, meditaba hoy, 31 de di año más de beneficios de Dios; la espesura y que imita un vistoso el misterio que el bosque encierra en ciembre, en el año que fenece y un año más lejos de la cuna y cendal, el murmurio del lejano río, en el que nace Hace rato con más cerca de la tumba. Pense todo, todo nos proporciona esparcitemplaba la prisa que llevan esas mos cada año, amable joven, al miento, alegría y asombro. Bajo la aguas para sepultarse en breve saludar el 19 de enero, en aprove tupida sombra del bosque hemos senen el mar: las que hace una ho char el año nuevo, por la prácticido la verdad de aquel dicho: que de ra mojaban mis pies, ya van muy ca de la penitencia y de las bue poeta, músico y loco, todos tenemos lejos, sin intención de volver nas obras, pues ignoramos si seun poco, porque allá en lo más recón atrás, ni pararse un instante, y rá el último de nuestra vida, año dito de nuestra alma hemos compuesto una égloga ante el roble imponendetrás de aquellas van otras em en que se decidirá de nuestra te, la esbelta palmera, el cedro secular, pujándolas: esto es la vida, que suerte o desgracia eterna. El el mirto, el laurel y hasta el higuerón rido joven joven saludó al anciano y fué sa con su leche; hemos descado cantar Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.