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El Tesoro Popular QUINCENAL PERIODICO De intereses religiosos y locales devoción a los CORAZONES y especialmente para fomentar la de JESUS y de MARIA Donde está tu tesoro allí también está tu corazón. San. Mat. Cap. VI 21)
Autoridad Eclesiástica Con aprobación de la Año Aserri, 10 de febrero de 1917 Núm. 10 Relumbrón muchos tirones de orejas y mo ción era muy cordial; no le quejicones apenas pudo medio me daba otro camino que morderse terse el silabario. Se divirtió a el bozo y condescender. Me es Pepe Relumbrón era un mu lo lindo, mas sin otra yerba aro muy honroso, señorita, poderlas chacho fanfarrón y remilgado. rnática que su fatuidad y la sali complacer, contestó muy camEnemigo acérrimo de los callos va, pues se le hacía la boca agua pante. Se pone a su lado, caen las manos, pasaba su perra al ver las variadas confituras, las mina hacia la cantina como quien vida mano sobre mano y bosteza botellas de fresco y de licor que va para la horca, todo desconque bosteza de pura enfermedad estaban convidando a sus tripas certado, a pesar de que va diside fastidio, teniendo como con vacías, pero por lo menos pasea mulando su tormento. Cómo secuencia natural el melindroso ba solito por sólo esa delicadeza. me las arreglaré, se pregunta, Relumbrón las tripas y el bolsi Ya aburrido se plantó en una para salir de este trance sano y llo vacíos de lo positivo. Una esquina para siquiera de lejos salvo. Adelante, señoritas, exnoche, en tiempo de fiestas cívi contemplar a las hijas de Eva, clamó, una vez que se enfrentacas, se le ocurrió darse una se ya que le era forzoso no pelar la ron con la cantina; ténganse la renadita por las calles de la ciu pava para evitar un conflicto a bondad de sentarse; y por no dar dad; había estado ten que ten de causa de su penuria. Medita su brazo a torcer les pregunta: y la comezón de colocarse a la ca bundo, alelado y hambriento es qué quieren tomar? La misma lle a divertirse un poco, y se ha taba nuestro Relumbrón de cen que lo había puesto en suplicio bía contenido por la friolera de tinela en la esquina, cuando de le dijo: no nos caería mal una estar tan limpio como una pate sopetón se ve circulado por un estrellita. Nuestro Relumbrón se Esa noche fué tan tenaz y grupo de trece señoritas que con frotó las manos que las tenía covehemente la tentación que no voz almibarada le dan las buenas mo las de un muerto, se puso pudo resistir. Se puso el único noches; rendir su sombrero, ha pálido de la congoja e interiorvestido que poseía para las sali cerse un doblez a modo de ma mente maldecía aquella maldita das solemnes, que hacía un año niquí, simular rostro de pascuas, ocurrencia de salir a la calle sin debía al sastre; colocó un clavel todo fue uno, aunque la proceun céntimo, y aquél amargo rato en una palma de olor y se lo pu sión anduviera por dentro. Sin que le parecía un infierno. Aunso en la solapa; en los despojos más preámbulos la más despar que la cerveza estrella valía ende uno que fué espejo fué a ensa pajada le endilga coquetamente tonces 50 céntimos, se trataba ni yar sus miradas tiernas, sus son estas palabras: joven, venimos más ni menos de desembolsar risas ficticias, sus piruetas y ges muertas de sed; si usted tuviera seis colones y medio; eso era cotos de caballerito de sangre azul. gusto de acompañarnos, entra mo pedirle, en su antojo de muSe plantó el sombrero, tomó el ríamos en una cantina a pedir chachas, que le descolgara trece bastón y se echó a la calle. Co agua, pues nos apena entrar so estrellas del cielo. Qué hacer!
mo todo pelagatos, se creía figu las. No hay para qué decir que se abalanza al interior del mosra importante; en el camino iba dichas palabras le cayeron como trador y con tono suplicante, a pensando y ensayando lo que de pedrada en ojo de boticario por media voz, a fin de no ser oído, bería conversar en caso de verse andar mondo y lirondo de meta dicele al dependiente: joven, quien algún corrillo de pisaverdes o lico. Ni podía escabullirse, ni siera usted farme trece cervezas coquetas, pues a la verdad, con hacerse el rosita, pues la invita estrella y mañana se las pagarél obib na.
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