El Tesoro Popular PERIODICO De intereses religiosos y locales devoción a los CORAZONES QUINCENAL y especialmente para fomentar la de JESUS y de MARIA Donde está tu tesoro allí también está Con aprobación de la tu corazón. San. Mat. Cap. VI 21)
Autoridad Eclesiástica Año A serrí, 10 de marzo de 1917 Núm. 12 El tesoro de la amistad tesoro inapreciable, más rico que que nos hizo tragar con su hipolos soberbios edificios, que las cresía; merced a su avaricia desvestiduras llenas de pedrerías, enfrenada, a su mala fe que supo Amistad, palabra que pronun que los diamantes engastados en disimular, para que cayeramos en cian con fruición nuestros labios, preciosos anillos, que las arcas el lazo, nos vimos reducidos a la a dulce hechizo del corazón, tesoro repletas de dinero.
miseria. Sus consejos y ejemplo que cada cual anhela poseer; blan Un antiguo filósofo andaba por nos impelieron a frecuentar la do lazo que estrecha dos corazo las calles con una linterna ensen casa de juego, la de prostitución nes; música inimitable que arru dida en plena luz del día, en bus y la taberna; por lo que el Eclella los oídos; nido en que reposan ca de un amigo. Los amigos siástico dice: Apartate del hom.
dos almas; licor exquisito que falsos abundan; los buenos son bre perverso y estarás lejos de embriaga panacea que cura las raros Con la mayor facilidad obrar mal. Cuántas veces hedolencias morales; cosmético que somos engañados, no obstante mos exclamado. Ahl si no fuera hermosea la vida; taumaturgo que usemos de precauciones Elun mal amigo que tuve, hoy no que devuelve las fuerzas al des Libro de los Proverbios dice: sería yo un perdido; hoy no esfallecido; ángel risueño que en El hombre falso engaña con pa taría en la pobreza; hoy viviría juga las lágrimas del afligido labras a su amigo. El enemigo, en paz con mi esposa; no hubiera mortal. La amistad es todo esto, exclama el Eclesiástico, tiene la conocido la cárcel; no sería un be.
porque la amistad vive del amor miel en los labios; mas en su co bedor Triste confesión! Oigamos y el amor es tesoro, es lazo, es rasón está tramando cómo dar de nuevo al Eclesiástico: Vive música, es nido, es licor, es todo. contigo en la fosa. La experien en amistad con muchospero to. Balsamo de vida y de inmorta cia, maestra de los hombres, nos ma uno entre mil para consejero lidad, dice el Libro del Eclesiás enseña que hay en el mundo una tuyo. Es decir que para hacertico, es el amigo fiel, y aquellos enorme dosis de falsedad; que es se de un amigo intimo, hay que que temen al Señor, lo encontra muy común fingir amistad para escogerlo con mucho cuidado, ván. Nada hay comparable con explotarnos, para hundirnos en Continúa el libro del Eclesiástico el amigo fiel, no hay peso de oro el infortunio; que se gastan mu dándonos consejos: Si quieres ni plata que sea digno de poner chas sonrisas, adulaciones y pa hacerte con un amigo, sea desse en balansa con la sinceridad de labras melosas para desembolsar pués de haberlo experimentado, su fe. Quien teme a Dios, logra nos. Pueblo mío, dice el profel y no te entregues a él con ligererá igualmente tener buenos ami ta Isaías, los que te alaban, esos En los primeros encuengos; porque éstos serán semejan son los que te engañan Hay tros con una persona, trabamos tes a él. El amigo fiel es una muchos que, como Judas al Se amistad, pagados de su finura, defensa poderosa; quien le halla, ñor, nos dan el beso de su amis de sus ofrecimientos y le brindaha hallado un tesoro. El amigo, tad, para vendernos después. Nimos nuestro corazón. Debierasi es constante, será para tí como las serpientes son tan dañinas, nos reflexionar antes de entreun igual e intervendrá con con como el falso amigo. Cuántas garnos a él, que nuestro corazón fianza en las cosas de tu casa. amistades nos ha hecho derramar es un tesoro y que de buenas a La fidelidad es indispensable en lágrimas muy amargas! Quizá primeras no hemos de dar la llala verdadera amistad: con ella, ni un enemigo nos habría hecho ve de él a nadie, a fin de no tener nuestro amigo será bálsamo sa tanto daño como el amigo infiel, que arrepentirnos mañana, Nuelutífero de nuestra existencia y porque éste nos endulzó la píldora vamente habla el Eclesiástico: za.
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