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El Tesoro Popular PERIODICO De intereses religiosos y locales devoción a los CORAZONES QUINCENAL y especialmente para fomentar la de JESUS y de MARIA Donde está tu tesoro allí también está Con aprobación de la tu corazón. San. Mat. Cap. VI 21)
Autoridad Eclesiástica Año Aserrí, 15 de abril de 1917 Núm. 15 AMOR DE ESPOSO muerte le andaba zanqueando. pesos y la yegua mala, que mala Chepa de mi alma, tenga pacien y en camino para la tumba. SiHubo en mi pueblo un matri cia, que a penas consiga unos món sentía que el corazón se le monio muy avenido. Simón era riales la voy a poner en cura con descuadernaba y viajes van y un viejo de cara e instintos de ñor Tanislao, que dicen que es viajes vienen de la ciudad, y patigre; Chepa, su querida mitad, buen dautos, porque lo que es ir sa una noche de perro y otra y una anciana llena de ternura ya onde un dautor de la suidad, otra sin poder conciliar el sueño modales finos. Bastaba que si mentira; esos no hacen más que por su aflicción; por fin, la adoramón dijera en pleno día que era matar sin boleto. En tanto la tos da yegua de Simón estira la pata.
de noche para que la buena de menudeaba, los quejidos como de El dolor de su amo fué tan inChepa encendiera el candil; eso ánimas benditas llegaban al cielo menso que no es para contarlo: venía de que al mal viejo se le y la pobre mujer cada vez se casi se va él detrás de su yegua.
había calado en la cabeza que su tostaba más y por fin una noche Tan fenomenales eran los gritos mujercita era una mula que Dios se le ocurrió doblar los petates e que lanzaba, que Pedro su vecile había reparado para que estre ir a cambiar de clima al otro mun no, se escurrió de su casa para nase cada día su garrote en las do. Simón la enterró pobremente, irlo a consolar. Mire, Simón, le huesudas espaldas de Chepa. porque decía que lo había cogido dijo: no ve que esas exageracioNunca le pasó por la imagina descuidado; ni una misa hubo pa nes de dolor son rebeldías contra ción, cuando iba a la ciudad traer ra su alma, ni un novenario, cuanla voluntad del Señor. Bueno es le un embustito de tosteles, ni jado a la verdad, el viejo, de no que sienta su yegua, porque al más encontraba un corte de ena comer, estaba apretado de dinero. fin, no somos de palo, pero disiguas de su gusto; y ella, trabaja e sus enjutos ojos no asomo ni mule un poco, pues la cosa no que trabaja como un burro, y co una lágrima y tranquilo siguió es para tanto. Ay, Pedro, resme que come agua de frijoles que con su tarea cotidiana de mano pondió Simón, figúrese que cuancada día renovaba en el mismo sear la yegua de sus encantos do se me murió Chepa más de puñado que tenía que durarle un Las vecir as curioseaban sobre el veinticinco solteronas vinieron a mes, porque Simón era un avaro extraño proceder del viudo y se consolarme y hasta se mc ofrecierecalcitrante. Poseía una yegua decían para sus adentros: dolor ron para reemplazarla; ahora se tuerta de un ojo y del otro no veía de codo y dolor de viudo, corto y muere mi yegüita de mi vida, y bien, con el espinazo como un seguro. Era un segundo tomo naide se ha asomao a decirme: serrucho de tantas mataduras que del santo Job por la cachaza con toma, Simón, estotra en reposien su santa vida había tenido que sobrellevaba aquella triste ción de la que perdiste. No hay Esta yegua era el ídolo del viejo: viudez. Hacía un mes que su razón para que llore como una la cuidaba con afrecho, caña y lo palomita había volado de su pa Magdalena? y volvió a sus exceque Dios le reparaba; continua lomar, cuando se le antoja a su sos de llanto. Pedro no hizo más mente la cepillaba y la bañaba, yegüita tener una soberana dia que largárselas queditito para su Pues, señor, sucedió que rrea quo no le daba tiempo de ir casa, reflexionando que a veces es Chepa dió en toser y darse unos al excusado; llama Simón al mo mejor ser yegua que mujer de un quejidos capaces de despertar a mento al veterinario de la ciudad mezquino o de un hombre ordimedio vecindario, y era que la el cual le hizo aflojar doscientos nario. Mosco.
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