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El Tesoro Popular PERIODICO De intereses religiosos y locales devoción a los CORAZONES QUINCENAL y especialmente para fomentar la de JESUS y de MARIA a Donde está tu tesoro allí también está Con aprobación de la tu corazón. San. Mat. Cap. VI 21)
Autoridad Eclesiástica Año II Aserri, de setiembre de 1917 Núm. 24 Evangelio del ber. Dónde hallaremos con qué No conocía otro camino que el de la vestirnos? como hacen los paga iglesia. Cuando yo volvía de mi tradomingo siguiente nos, los cuales andan ansiosos bajo, todo sudoroso y sucio, me salſa a recibir con una jícara de fresco en tras todas esta cosas. Bien sabe En aquel tiempo: dijo Jesús a vuestro Padre la necesidad que la mano y una sonrisa en los labios.
Más tarde comíamos todos juotos en sus discípulos: ninguno puede de ellas tenéis. Así que, buscad la paz de Dios. Dichosa la hora en servir a dos señores, porque o primero el reino de Dios y su que me casé con Juana, decía yo en tendrá aversión al uno, y amor justicia, y todas las demás cosas y mis adentros! Tengo una mujer haal otro; o si se sujeta al primero, se os darán por añadidura. cendosa, aseada, religiosa y amable.
mirará con desdén al segundo.
Mi suegra vivía a diez leguas de disNo podéis servir a Dios y a las REFLEXION tapcia, por lo que hacía cuatro años riquezas. En razón de esto os que hija y madre no se habían vuelto a ver.
Se le ocurrió a mi suegra vedigo: no os acongojéis por el Nadie puede servir a la vez a pirse a vivir con nosotros porque ya cuidado de hallar qué comer para Dios y al demonio. Si estamos la pobre estaba como un garabato de sustentar vuestra vida, o de don convencidos que la religión caseca, vieja y achacosa y le era impode sacaréis vestidos para cubrir tólica es la única que nos puede sible trabajar; imposible era que yo vuestro cuerpo. No vale más salvar, seamos católicos en pri pusiese oídos de mercader a semejanel alma que el alimento, y el cuer: vado y en público. No tenga te súplica por consideración a mi espo más que el vestido? Mirad mos una cara de católicos en la posa; que lo que era querer a mi suelas aves del cielo, que no siem iglesia y en la casa, y otra de gra nl poco ni mucho la quería, aunque nunca había sacado las uñas. Se bran ni siegan, ni tienen grane liberal en la calle y ante los enevino, pues.
ros; y vuestro padre celestial las migos de la religión. Como el alimenta. Pues ¿no valéis voso soldado defiende su bandera, de de boca. los pocos meses comencé Al principio las cosas iban a pedir tros mucho más que ellas? fendamos nosotros nuestra fé. Si a notar que el fresco ya no lo recibía ¿quién de vosotros a fuerza de los enemigos nos atacan es por a la puerta, a la llegada de mi trabadiscursos puede añadir un codo que ven en nosotros timidez y jo; que las sonrisas de Juaoa no se a su estatura? acerca del vesti condescendencias. El día que nos volvieron a ver; que ya no había jado ¿a qué propósito inquietaros? revistamos de carácter, dejarán bón ni tiempo para quitarle las cosContemplad los lirios del campo de atacarnos.
tras a la ropa; que el camino de la iglesia lo había trocado por el de la cómo crecen; ellos no trabajan ni veclodad, pasándose largas horas en hilan. Sin embargo yo os digo, Lo que son las suegras insúlsas charlas con las desocupadas; que ni Salomón, en medio de toque mi escasa fortuna se me dismida su gloria, se vistió como uno Vivíamos como un par de ángeles. pula y mi corto jornal no alcanzaba.
de éstos. Pues si una yerba del Juana, mi esposa, solicita siempre, do Yo no sabía a qué atribuirlo. Ya con campo, que hoy es y mañana se perdonaba ocasión de complacerme. la paja tras la oreja, cierto día disiecha en el horno, Dios así la vis La casa semej ba una tasita de por mulé salir para mi trabajo y me este. cuánto más a vosotros, hom celana por la limpieza. Las gallinas condí a husmear lo que pasaba. La no andaban hambrientas por el corre maldita vieja le decía a mi cara mitad bres de poca fe! Así que no va dor y la cocina Los niños eran un yáis diciendo acongojados. dón primor con su ropita blanca y lavada.
que se jase de cuentos; que ella no er macho de carga; que las beatas de hallaremos qué comer y be Juana era el mismo aseo andando. son las peores; que el estarse metida a Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.