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Viernes de mayo de 1918 LA ACCION SOCIAL El boicoteo de los carniceros y comerciantes, en grande, de ganado Jabones de Azufre, Alquitrán, Sun Light, del lujo.
tras.
TRIBUNA LIBRE El magno problema social ¿Educa nuestra escuela. Causas y consecuencias IX En Costa Rica hay trabajo.
Esta amenaza ha creado preocupa No quiero referirme a los carniceros en pequeño que compran una res para Lo que falta es voluntad. Hay homociones en los hombres sensatos que destazarla y ganar con la venta unos cuartos, ateniéndose al precio establecido bres sanos que piden limosna, mujeres han tratado de contener la mencionapor los grandes carniceros y comerciantes de ganado.
que se arrojan al albañal por no tra da carcoma. La prensa, también, apro.
Aquellos carniceros en pequeño forman parte de los proletarios invadidos bajar.
vechándose del poderoso influjo que por los grandes intereses creados desde hace dos o tres años: porque, cuan. Lo que abunda es vagancia, pereza. tiene en todas las esferas, ha tratado do no viven en componendas y quieren ser independientes, o los revientan los Como consecuencia, viene el robo el asunto con marcado interés. Recuergrandes intereses carniceros con la competencia, o los acosan con bajar los pre Quien no trabaja roba.
do aun la sugestiva carta que er. La cios durante un tiempo para que se hundan esas estrellas de exigua magnitud. Las estadísticas actuales nos con Información, se dirigió al señor PreMe refiero a los comerciantes en grande, de ganado y a los grandes carni. funden con la elocuencia de sus núme sidente de la República sobre la prosceros, que representan el peso enorme de la balanza izquierda, para fijar pre ros; roban los sanos, roban los enfer. titución. Algunos de sus párrafos fue cios a reses y a la carne y para arrancar permisos de exportar ganado aprovemos, roban las mujeres, roban los an ron para mí las expresiones más sin chando circunstancias oportunas con grave daño para Costa Rica pobre; sin cianos, roban los niños. iiQué horror. ceras de la verdad. La llaga podrida que les importe más que su negocio, aunque con ello se acentué en el país la El sistema represivo de nuestra le de la liviandad decía infesta nues carestia de un alimento de absoluta necesidad.
gislación es una nota discordante en tro ambiente espiritual, con hedor pes Esos son los que después de la Ley de Abastos han dado el santo y seña nuestro siglo.
tilente que saliendo de los focos de la del boicoteo, cerrando sus grandes negocios y carnicerías, para eludir el cum Por las calles se pavonean tantos corrupción de las ciudades, contamina plimiento de la Ley, que, si es triste ley como son todas las de emergencias, caballeros de industria, tantos ampa y envenena el aire puro de nuestros es en realidad de verdad una dura Ley, exigida a gritos, por el tristísimo y rados al abolengo de su nombre, que campos de trabajo, de donde han sur escandaloso agiotaje de los explotadores enguantados y sin guantes del comer y han merecido mil veces la horca por gido nuestras generaciones viriles que cio, que han saqueado a la clase pobre con los exhorbitantes precios, que se sus crímenes, las más de las veces, co lograron colocar al país al nivel de han sobrepasado a la angustia de la crisis, a la carestia, la miseria de los po metidos por vicio o por la obseción cultura y progreso en que se encuen bres, para llenar las arcas de unos cuantos reyes de las varias clases de víveres y artículos de primera necesidad; hombres sin nociones de civismo, adoradores La vagancia origina la miseria. El Más elocuente y significativo es el del becerro de oro, que saben buscar los subterfugios abogadiles o de influen. lujo viene a constituir en la aristocra.
siguiente párrafo: El mal es tan cias amistosas o de diplomacias, para que las leyes no les impidan continuar cia su principal vicio. Las jovencitas cierto y de tan grave naturaleza, que metiendo las garras de Belo en los bolsillos de los pobres.
desde muy temprana edad, por imita demanda enérgica intervención de las ción primero y por necesidad después, autoridades encargadas, por función Ayer amanecieron muchas carnicerías cerradas.
empiezan a decorarse con todos los imperativa de la ley y del derecho, de Las de los pequeños carniceros, claro está que las cerró la imposibilidad atavíos que el arte presenta en los velar por el bienestar social en todos de sostener la pérdida que les causan los precios establecidos por la Ley de mercados. El padre acongojado por sus aspectos, pero principalmente en Abastos.
las súplicas y sugestionado por lasei de la moralidad pública, que es la ¡Desgraciadamente muchos de estos carniceros en pequeño hacen coro a caricias de sus hijas cede a las exigen base insustituible de la exigencia diglos boicoteadores, con el afán de ocultar su pobreza para llevar adelante nego cias del lujo y contribuye indirectana y ordenada y fecunda de las cio con un gesto de energía; o bien adoptaron esa actitud acosados del miedo mente a fomentarlo. El ejemplo cunde naciones.
de ser aplastados por las iras del becerro de oro ofendido, cuando se normali. en las otras esferas. Pero sin resulta La moralidad pública, repito yo, es cen los tiempos!
dos más sensibles. El sueldo, el jor la que está carcomida, falseada en sus Pero lo irritante es la actitud de los grandes carniceros de la capital y nal, se comprometen y cuando no son cimientes, la moralidad ha degenerado otras ciudades, que desde hace mucho tiempo venían expendiendo su carne a suficientes se recurre a medios ilícitos.
en úlcera cancerosa. es que la esprecios exhorbitantes ya antes de la alza terrible de otros víveres, a extremo de La estafa, el hurto, y la prostitución. cuela carece de coloridos suficientes que, los pobres, se han visto en la necesidad de eliminar ese alimento en sus Esta última sobre todo, se ahonda en para pintar en el telón que se levanta hogares desde hace bastante tiempo.
el seno de la sociedad, dia tras día.
en el escenario de nuestra conciencia esos grandes carniceros y comerciantes de ganado nada les importaba Hondo desconsuelo nos causa con toda la realidad que resulta de no esto; ellos hacían clavos de oro y lo que no vendían a los ricos o acomodados templar aquí, allá y acullá, por todos educar las inclinaciones, ni modificar que comían carne, lo han exportado con admirables rendimientos. aPanamá. los rumbos de la ciudad, a tantos seres las costumbres. Siendo más explícito. Fortunas han hecho así en estos tiempos de crisis. Pero se dirá que los de traje singular y con la faz emba.
lo que falta son pintores, maestros que precios establecidos por la Ley de Abastos acusan una pérdida en el negocio. durnada de hediondeces.
se compenetren de la necesidad de una Es cierto, será pérdida momentánea mientras después de una semana por Son cientos las mujeres que viven educación integral.
fuerza, de la baja de precio, se normaliza el negocio. Mas ¿no está bien com. en el albañal, cultivando el treponema pensada esa pérdida, cien veces, con dos años al menos desde que los comer que ha de minar la vitalidad social, a JAVIER CARRANZA ciantes de ganado y los grandes carniceros han venido llenando sus bolsillos su menor contacto Continuará con el hambre del pueblo pobre. Por qué no han de soportar también las enormes pérdidas que el prole.
tariado viene sufriendo callado y con la ruina de la sociedad?
Mr. Jhon Keith, honorable Presidente del Hospital, acusa en su Informe a la Hermandad de Caridad, acerca del movimiento del Hospital de Juan de Dios, una alza enorme y alarmante de enfermos que en 1917 ingresaron en durante mayo la gran rebaja en precios en pañolones, aquel plantel de Caridad: y dice una verdad como un templo, al señalar el hambre del pueblo y la mala alimentación, como raíz de semejante desequili rebozos, sillas, mecedoras, loza, camisas, cuellos y mubrio.
chos otros artículos de OCASION en los almacenes El pueblo pobre tiene hambre.
El alimento de todos los pobres, fácil de adquirir y nutritivo, ha sido la carne.
Carne ha habido suficiente en Costa Rica, y si ha escascado, se introducia en esas ocasiones, de Nicaragua en donde es abundante el ganado.
Mas, la fiebre de exportar ganado para obtener dollars relucientes y la falta de civismo de alzar bárbaramente el precio para el pueblo costarricense, ante el dilema de venderla asi carísima o si no exportarla y de ambos modos llenar bien los bolsillos, ha dado por resultante, la desgracia del proletariado costarricense.
Venga pues la Ley de Abastos, secundada por otra Ley Moderadora de Doctor la exportación, a salvar la miseria de los innumerables hogares que tienen con El árbol enfermo el hambre, cernida la espada de Damocles, sobre su futura suerte, con las en fermedades, la anemia y la degeneración de la raza.
Con ese título acaba de publicar el Rafael Cruz Cuando se trata de salvar al pueblo pobre que forma la inmensa mayoría, notable literato nacional don Carlos Cirujano Dentista las medidas han de ser rápidas y enérgicas, pese a quien pesare.
Gagini un esbozo de novela costarri 200 ys, al Sur de la Botica Francesa.
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