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PAGINA DIECISEIS MUNDO FEMENINO JUEVES 14 DE SETIEMBRE 1950 La Caja Costarricense de Seguro Social está terminando de instalar el Departamento de Rehabilitación para el servicio de sus asegurados a y De la enorme importancia que para ellos tiene habla muy claro el siguiente artículo tomado de la importantísima Revista Selecciones del Reader Digest aquella cuando sali de nuevo en mi silla, indispuesto, desfallecido y lleno de de mi casa, en Caracas, alegre y lleno de salud. para diri EL MILAGRO DE JOSÉ PIRELA duda.
Las enfermeras me indicaron que aquello no era sino la girme a tomar parte en la competencia semanal del juego de reacción nautral. Muy pronto me sobrepondría a sus efectos.
bolos. Soy el hombre más feliz de Venezuela. iba diciénPor Pirela Rust Al siguiente día me sostuve en pie por unos tres minudome. Un hogar admirable, una ocupación que me en. Según el relato hecho a Lois Mattox Miller tos, pero todavía aturdido e inseguro. Antes de mucho ya canta. Sí, y por añadidura, soy el mejor jugador de bolos de había aumentado mi resistencia para mantenerme en tal Caracas.
posición Una hora después todo ese mundo maravilloso se de nir siquiera lo del pasaje. Resolví entonces escribir a una su debido tiempo llegué a la próxima etapa; imi prirumbo institución local de caridad, la Junta de Beneficencia, en mer pasol No es cosa rara ver a uno de los expertos en fisio Cuanda me llegó el turno de jugar, los dedos, por al solicitud de su ayuda para trasladarme al centro de rehabi terapia estar por una hora entera animando al enfermo para, guna razón, no pudieron asir la bola. Lo intenté de nuevo litación de Nueva York. Será imperecedero mi agradecimien que de el primer paso. En el gimnasio hay siempre varios acomodando esta vez cuidadosamente los dedos en los hue to por la manera como se acogió mi petición. Se me concedió la pacientes en distintos estados de rehabilitación; y cuando uno cos y me enderecé. La bola se me cayó de la mano. No pude ayuda monetaria necesaria y se me indicó que escribiera al logra dar el primer paso los demás estallan en vivas y aplausostenerla.
Director, Dr. Howard Rush, solicitando la admisión. SOS. Al dar yo elempo recibi una ruidosa ovacions as y En el colmo del aturdimiento me dirigí tambalendo a Pronto me llegó la respuesta: Si estaba en capacidad Me sentí aún asustado e inseguro, pero varios días de un banco, más asustado de lo que nunca estuve en mi vida. de trasladarme a Nueva York habría puesto para mi. siem práctica constante me capacitaron para caminar a todo lo El médico no podía explicarse lo que me pasaba. la pre que un examen previo demostrara que existían probabili largo de las barras. Recibi después un par de muletas y con mañana siguiente había perdido el uso del brazo derecho. dades de mejoría. Pero. agregaba la carta, mucho depen ellas estuve aprendiendo a caminar fuera de las barras. En En el curso de una semana las dos piernas y el ojo derecho de de su voluntad de mejorar. Se necesitan meses de duro el gimnasio había otras varias cosas para ejercitarse: rebordes estaban paralizados. Al fin diagnosticaron los médicos una trabajo y esfuerzo constante para volver a la vida activa. de acera imitados, escalones para subir y bajar, y un exinfección de la médula espinal sin esperanza de restableci Tiene usted que estar dispuesto a consagrarle horas y horas a celente remedo de la entrada de un autobús. Por último llegó miento.
su enseñanza.
el dia de la gran prueba. Un paso de verdad por las calles. En los meses siguientes no cesaba un instante de repe Llegué a Nueva York en julio de 1949.
Un antiguo Con cada día de ejercicio iban cobrando fuerzas los tirme. Por qué no me moriré de una vez? iCuánto mejor amigo venezolano salió a recibirme al aeropuerto y me condu músculos de mis piernas, y a medida que ganaba fuerzas, sería! Tenían que cuidarme como a una criatura; mis en jo al centro de rehabilitación.
mi fe y mi confianza crecían y me impulsaban a seguir esforiradas se habían suspendido; mi familia estaba pasando ne Después del examen a que fuí sometido alli me dijeron zándome. Siempre tenía delante mi gran meta: volver al tracesidades. los 24 años yo había dejado de ser.
que mis posibilidades de volver a caminar eran excelentes, bajo y verme otra vez independiente.
Como todos estaban convencidos de que no había esperan pero que ello implicaba una ardua labor de muchos meses.
Hace seis meses que tullido sin esperanzas sali de za ninguna para mí, me enviaron a casa de mi madre, que Me tomaron las medidas para los soportes de las piernas. Caracas. Actualmente camino horas enteras por día. Aún vivía en una aldea. Allí. al correr de los meses recobré el uso Después de eso debía empezar los tediosos ejercicios destina uso los soportes metálicos pero estoy resuelto a prescindir de del brazo derecho, pero las piernas seguían paralizadas. dos a prepararme para el día feliz en que pudiera ponerme en ellos. Los médicos me aseguran que con paciencia y práctica Después de seis meses de enfermedad mi esposa pidió pie. Los ejercicios eran muy sencillos y moderados, pero icuan constante podré hacerlo.
el divorcio. Todas mis esperanzas desaparecieron. Quedé difíciles para mis músculos, sin uso durante seis años. Durante los meses de mi rehabilitación he abrigado el sumido en la más negra desolación y accedi a que me man Me enseñaron a ponerme los soportes, a meterme en la constante deseo de contribuir a que sean participes de esta daran al Hospital Resquez, de Caracas, para enfermedades cama y levantarme, a sentarme en la silla de ruedas y salir nueva vida todos aquellos a quienes dejé en el hospital de crónicas. Acepté sumisamente el puesto que me señalaron de ella. Todo esto parece muy sencillo al escribirlo ahora: incurables. Aun este deseo ya parece de posible realización.
en una de esas filas y filas de sillas de ruedas con su carga pero cuando veo a un compañero baldado que va pasando Hace pocos días iba yo atravesando cuidadosamente el de mustias e impotentes formas humanas. Ese sería mi ho por cada uno de estos períodos, siento gran compasión por salón de espera del Centro cuando oí una voz conocida que gar hasta que la muerte misericordiosa me cerrara los ojos: El esfuerzo torpe, desmañado, frustrado, es patético. Pero me gritó: así al menos, libraría a mi familia de tener que cuidarme, el júbilo es grande cuando al cabo se logra dominar las hebi. José. Tú caminando. y mis viejos amigos no serían testigos de mi diaria decaden llas, la cama o la silla.
Era un médico venezolano que me había conocido en el Por fin llegó el día feliz en que me dijeron: Mañana Hospital Resquez, de Caracas, y que había venido a Nueva Pero poco a poco el espíritu de rebeldía ocupó el camva usted al gimnasio para que empiece los ejercicios de po. York a estudiar.
po de la desesperanza. Detestaba la muda aceptación de un nerse de pie. José, apenas puedo dar crédito a mis ojos me dijo.
destino que me condenaba de por vida a la silla de ruedas.
Antes de amanecer ya estaba despierto. Me aseguré Al verte y observar la espléndida obra que se lleva a cabo Día y noche pasaba mi imaginación de una a otra posibi cuidadosamente los soportes de las piernas, me acomode en aquí, siento la ambición de que Venezuela disponga alguna lidad en la lucha por libertarme de esa esclavitud. Podía la silla como mejor pude, me lavé manos y cara y estuve listo vez de un centro de rehabilitación como éste.
trabajar. Aun conservaba la actividad mental y el uso de para la prueba mucho antes que el hospital hubiera des Tal cosa no puede realizarse de la noche a la mañana.
las manos.
pertado.
Se necesitan meses y aun años para preparar médicos y exİLlegó el gran instante! Contuve el aliento y senti que pertos en fisioterapia. Pero si quienes pueden andar siemComo antes había sido empleado en la sección de es el corazón me palpitaba desordenadamente cuando me con pre conocieran el gozo que experimentan los que estuvieron tadísticas de la Creole Petroleum Corporation, pedi al di dujeron hasta colocarme entre las barras horizontales. Me inválidos cuando se lanzan cada mañana a la aventura de rector del hospital que me diera algún trabajo de oficina. agarré frenéticamente de ellas y senti que el suelo se mecía caminar otra vez, pronto se establecerían en todo el mundo El médico convino en que me dejaran contestar el teléfono oscilaba. Antes que transcurieran 60 segundos me hallaba centros de esta clase.
y a los pocos meses se me permitió ayudar en la oficina de contabilidad. Fue éste un motivo de gran alegría para mi, aún cuando mi condición física no habia cambiado en nada.
Los médicos me escucharon con benévola amabilidad cuando expresé el deseo de regresar a mi antiguo empleo.
Pero me aseguraron que salvo un milagro, no había posibilidad de que volvieran para mí los días felices del trabajo.
Una tarde hice rodar mi silla hasta el patio del hospital y me puse a leer un ejemplar de Selecciones que llevaba en el 100 100 DE TABACOS bolsillo. Cierto título: Haciendo milagros con lo que queda. me llamó la atención.
IMPORTADOS.
Hablaba el artículo respectivo de una obra sorprendente de rehabilitación llevada a cabo en provecho de los inválidos en una institución muy lejana: el Hospital de Bellevue de la Universidad de Nueva York. Uno tras otro se referían varios casos de personas baldadas a quienes se les habia enseñado a caminar! iSe les había enseñado a trabajar! ISe les había hecho vivir de nuevo!
Leí y releí el artículo. En cada caso veía yo una esperanza de mi rehabilitación. Si aquello era posible con otros ¿por qué no conmigo? iDe alguna manera yo tenía que ir a Nueva York y aprender a caminar otra vez!
Ahorré durante los meses siguientes cuanto centavo podía del escaso salario que me pagaba el hospital, pero com prendi pronto que a ese paso se necesitarían años para reuCIGARETTES DOS CIGARRILLOS cia.
DELICIOSOS. C1. 40 INDSOR EL PAQUETE FOTO AUBERT POR 15 SIEMPRE SUS ORDENES Frente a la Iglesia del Carmen TELEFONO 54 78 Pídalo. y Ud. será su propio Juez!
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