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OTECA Con MUNDO FEMENINO POSE DOMA NACI JUEVES 28 DICIEMBRE 1950 PAGINA TRES HOLOCAUSTO IL FAUSTA FERRERA Te quiero pues te siento como una llama viva sobre mi corazón.
Mi pocho es como un templo donde oficia el Amor, Tus (abios no responden.
Están hechos de escarcha para mi corazón!
Poesias Selectas Levantas la fogata sobre mi cuerpo inerme. las llamas encienden mi pobre voluntad. Nació en el pintoresco pueblo de Santa Cruz de Yojoa, Departa.
mento de Cortés, el 28 de diciembre de 1891.
Es graduada de Maestra de Enseñanza primaria y ha ejercido el noble apostolado de la enseñanza por varios años. También se ha de.
dicado al periodismo colaborando en varios periódicos y Revistas de San Pedro Sula y de otros lugares del país. En 1938 publicó su primer libro ALAS y más tarde un libro de Cuentos Regionales.
Sólo Dios comprende mi infinito dolor.
Mi alma está en el ara y tú la crucificas con tus manos de seda y tus palabras Frias y tus ojos de miel!
AÑO NUEVO Apolo me sonrie y me lleva a su reino, en que brilla la estrella que me hace deliryr!
EL LAGO DE YOJOA Dan las doce en el viejo campanario y un año entre tinieblas agoniza; una nuevki alborada se divisa convertida en suceso extraordinario; Luminar de mi pena, cuándo me besarás con tus labios de fuego sin hacerme llorar?
Como piedra preciosa que cayera de las manos de Dios, cristalino se extiende y majestuoso; regio espejo del sol.
Clavada en el madero, mis sienes con espinas y mi boca con sed, soporto la tortura del hierro de tu lanza y el vinagre y la hiel de tus ojos ausentes.
YOLANDA CALIGARIS Managua, 12 de junio de 1950.
Hay voces de consuelo en el Santuario; y en el suave murmullo de la brisa hay una evocación que se eterniza en torrente de ensueño legendario.
Si los montes se miran en sus linfas esmeralda es de luz, y al reflejar la ingente lejanía, una turqueza azul.
EL RUEGO DEL PEREGRINO es mar de inspiración el Año Nuevo; hay brindis y tributos para Febo que empieza a perfilarse en lejanía.
POR LA SENDA erizada de rencores prosigo paso a paso mi camino, con la fe del errante peregrino que sabe de fatigas y dolores.
Cuando tramonta el sol the enhiesta cumbre tiñendo los espacios de arrebol, es topacio engarzado en las montañas, milagro de color.
Errores que sin pan y luz lo dejan, y de la ruta de la PAZ lo alejan, como fruto de alguna maldición. este mundo falaz, a paso lerdo nos deja acariciando algún recuerdo o con una esperanza en otro día.
Así observan mis ojos avizores del mundo el insensato torbellino. Dijérase un juguete del destino naufragando en el mar de sus errores!
Ante tantas miserias y locuras, me inclino y al Señor de las alturas le ruego nos ablande el corazón.
Piedra preciosa, al alma del viajero es sedante paisaje de emoción, que solamente concebirlo pudo el númen del Creador.
GMO. FERNANDEZ MORA JOSE BERRUTTI Buenos Aires, primavera de 1950.
Orotina, Costa Rica.
FAUSTA FERRERA Honduras COMO SUCEDIÓ FOTO AUBERT a Or. me que me la casa nos en un escuPERTENECEN ALPueblo una se Doce campanadas, lentas. sote vestida, como si regresara conoras, vibrantes, dió el reloj de mo yo, de alguna fiesta. tenía la Catedral Metropolitana, cuanpor delante: y como precaución do dirigiéndome hacia el centro contra una posible celada, ya que de la Urbe, en busca de mi ho Por el Lic. Francisco Faerron Ex Ministro de Costa Rica mi indumentaria de rigurosa etitel. pasaba justamente frente en Guatemala queta. como que regresaba de SIEMPRE SUS ORDENES la plazoleta de la Dolorosa, que una recepción diplomática mal alumbrada, desmantelada de que me ocultaba a la más pene me Ud. a registrar la casa: al revelaba como persona pudiente, Frente a la Iglesia del Carmen árboles. y sin una flor que atra trante mirada que hubiera inten abrir esta puerta oí un ruido o de buena presa.
TELEFONO 547 jera la vista del transeunte, no tado descubrirme. De pronto, al como de ladrones que huían ha. Si Señor, contestó ella: abtenía otra novedad que su carac llegar frente a la primera puerta cia el interior tropezando con los solutamente sola. Mi marido está terística soledad de cementerio de una casa recientemente repa muebles: y tengo miedo de entrar ausente de la ciudad, y las dos talos de rosa. Me refirió breve que se me pidió, y que quizá él Como impulsado por una fuer rada, una voz femenina de per sola. Acompáñeme Usted. sirvientas acompañan, mente los principales episodios mismo había alcanzado a oír. Le za de voluntad superior a la sona evidentemente angustiada, Pero es que está salieron con permiso de dos ho de su vida de soltera, y de sus hice saber que lo que él hacía mía cambié de acera y seguí mi me hizo detenerme con este rue absolutamente sola. Señora, ob ras, mientras yo iba al teatro con dos años de casada con un joven era un doble crimen, porque aderuta por la desierta calle Alfredo go: servé más por saber algo de una familia amiga, que hace un ingeniero a quien amaba y hacía más del robo comprometia el hoVolio, a la sombra de los aleros Señor, por favor acompáñe lia joven dama que elegantemen cuarto de hora se marchó de feliz, a pesar de no haber sido nor de una señora y con ello iba aquí, en dónde he estado espe aún coronada con la aureola de a destruir un hogar respetable y rando en vano que pasara un po la maternidad. mi vez di mis feliz; le ofrecí una suma de dilicía o alguna persona que me ins nombres y señales; expliqué mis nero halagadora para que pirara confianza, para pedirle es largas ausencias del país, que mo libertara y se fuera sin hacer date servicio. Estoy muy sorprendida tivaban el poco conocimiento de no alguno, jurándole no darle ade que mis dos criadas no hayan mi persona, por las familias ac viso a la autoridad, sin conseregresado aún; por lo que temo tuales a quienes apenas comen guir conmover ninguna fibra del que les haya ocurrido algo. zaba a tratar e hice referencia endurecido corazón del malheEntramos. En el interior casi en animada charla, de mis futu. chor. Tampoco lo ablandaron el todas las luces estaban apagadas; ros planes de residencia en la ca Hanto y lamentos de Clara, que entre ellas las del Hall, las de la pital, le autorizaba para que se llevara sala y las del comedor, que seDepartíamos tomando una con lo que quisiera a cambio de desgún la señora habían quedado en fortable taza de café que Clara enllavar la puerta, confirmandocendidas. Empezamos el registro tenía preparado termo, le mi promesa de no denunciar el de habitación por habitación, que cuando un ruido que indudable hecho. Lejos de oirnos, de atencerrábamos luego, para impedir mente había sido producido por der nuestras súplicas, de que los ladrones pudieran escon la caída de un cuerpo pesado so char nuestros ruegos, el asaltanderse en ellas, y para estar lue bre el piso alfombrado de te sin preocupación alguna, go, seguros de que no dejábamos habitación inmediata a la alco dedicó a forzar los muebles en atrás ningún peligro. Después de ba, nos interrumpió bruscamen los que suponía encontrar algún un minucioso recorrido hasta por te.
botín, y cargando con lo que pulos patios interiores, sin enconla Es en la oficina dijo Clara do escapó, dejando abierta trar más novedad que algunos mirándome atemorizada: y sin di puerta de la calle, y a nosotros muebles removidos de su sitio, lación nos dirigimos a ella, ensumidos en una situación desespero sin daño aparente, nos diri trando ambos precipitadamente perada, de hondas preocupaciogimos al comedor cuyas luces hasta tropezar con el escritorio, nes, que Clara exteriorizaba con encendimos; y la joven dama un sobre el qué pendin el cordón de abundantes lágrimas, y que yo poco más tranquila me invitó a la luz que encendi rápidamente buscandole en mi atribulado pen ocultaba en profundo silencio, tomar asiento, para hacerle una Casi al mismo tiempo, atropellan espera más al servicio ausente. do a Clara en su huida, salió un samiento una solución que la salFue allí en donde pude observar hombre a la carrera llevando la! vara de un deshonor injusto, sin de cerca su excepcional belleza: puerta sujeta por la perilla de la otra culpa, que la imprudencia de la seducción de sus ojos de una cerradura, que ajustó lestrepito hombre a quien ella no conocía haberse hecho acompañar de un expresión intensa, dulce y suave samente. Dándome cuenta de lo como una dhricin; y de mirada que iba a ocurrir, porque había presa del temor de verse asaltafranca, ingenua, sin malicia que visto la llave, en la cerradura. da por un ladrón, si entraba sola a la vez de inspirar confianza en cuando hicmo sel registro de la a su casa, después de haber esquién la observara. reclamaba oficina, ya que ésta no tenía otra cuchado ruidos que denunciaban sumisión y respeto con aristocrá salida posible, ni comunicación su presencia adentro. Poseida de tica dignidad: esto y su conver con ninguna otra habitación de costada en un sofá, lloraba couna terrible desesperación.
sación fácil amena, la hacia a la casa, por tener en ella la caja travente y digna de una adora de Caudales, me lancé con toda piosamente invocando el favor de ción respetuosa. Desde el primer la ligereza del caso tras del aligeuquél terrible trance.
los Santos de su devoción, momento me di cuenta de que ro. para impedir nos encerrara.
me encontraba enfrente de una pero cuando forcejeaba por arran muier superior; de una dama de carle la perilla de las manos, la Horas de grandes angustias siabolengo, que con una experien puerta fué enllavada por el ladrón guieron para Clara y para mi a la ca apenas de veintiséis años era quién arrojó la llave sobre el pa huida del ladrón. Ella entregada 90 incapaz de perder la cabeza alvimento del corredor, dejándonos la una intensa pena que se traduprimer encuentro con un hombre prisioneros, para asegurarse la cía en convulsiones de una crirelativamente joven, como era vo impunidad del robo.
sis nerviosa, que me atormentagran posición social; y a los Pasa a la Pág. SEIS 30 años todavía me permitía ser árbitro, dueño y señor de mis Inútiles fueron nuestros SENORA, los muebles para propios destinos. Clara era sgos y promesas para que nos linombre como claro era el azul de bertara de aquella prisión; le exsu bebé búsquelos siempre en el Ciclo Club, al contasus ojos, en contraste con el ne pliqué que yo no era el marido do o en facilísimos abonos.
gro de sus pestañas y del arco de la señora a quién encerraba sutil de sus ceias, trazado de ma junto conmigo: que yo era Frente a Musmanni.
no maestra sobre una piel de ar extraño en aquella casa a donTELEFONO 2888 miño, ligeramente coloreada de hacía unas pocas horas había las mejillas, con frescura de pé. entrado para prestar un servicio reen SECERIA o Com RE o o Tueun en Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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