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MUNDO FEMENINO LUNES 17 DE MAYO DE 1955 PAGINA TRES Balada del Hermano PAGINA LITERARIA Calle de Siempre No encuentro las palabras para explicar el mundo.
Uno sueña, trabaja, se duele y hasta canta. ALTO SENTIR Muy bien. Pero ese niño dormido en las tinieblas, sin juguete futuro, sin pan entre las manos?
Con este título acaba de ver la luz pública un tomo de poesías del fino y delicado poeta costarricense ALFONSO ULLOA ZAMORA, Os lo denuncio, es hombre, de nuestra especie.
Hermano.
Adquirimos el libro por la cultura, el arte. llegamos a ser alguien más en la calle, Muy bien ¿Y ese borrego, antipersona siempre, aburrido en su estela de sombreros quitados?
a modo de ramillete de esperanzas, inquietudes y sueños, lanzado al viento con sinceridad y con emoción.
MUNDO FEMENINO dedica su Página Literaria de hoy a la presentación de algunas selecciones de Alto Sentir. como expresión de estímulo, comprensión y simpatía para Alfonso Zamora Ulloa. Selección de Román Jugo)
Os lo denuncio es hombre, de nuestra especie.
Hermano.
Hallazgo de la Poesía Vengo triste esta noche por mi calle de siempre.
Estas paredes altas me van robando estrellas.
Esta calle de siempre, alargada, tan recta, con una perspectiva tan sin sorpresas.
Cuando era sólo un chico que marchaba a la escuela, lesta calle ya era.
La estaban esas piedras y esos pozos de fango, delicia de los niños, tortura de carretas.
Ya estaban esos nombres en ventanas y puertas. Médico y Cirujano el Se borda y se plisa de la eterna soltera. Constructor Contratista. Se compran estampillas Se vende miel de abejas También por esta calle, sobre esas mismas piedras, horizontal y pálida mariposa ya eterna, se fué la hermana buena.
Esas mismas campanas que ahora dicen las doce repicaron por ella.
Repicaron por otra también esas campanas, por la tía anciana y lenta, la de las manos hábiles y el corazón de rosa, que me contaba cuentos de piratas y estrellas.
Puede que venga triste de pensar estas cosas.
Mas esta calle mia, nunca, nunca me alegra.
Esta calle de siempre, alargada, tan recta.
Con una perspectiva tan sin sorpresas.
En un lugar distante un ser lento pesquisa a través de un cristal cómo vencer la muerte. los quince años se canta una dura canción de sangre y fuerza.
Las noches son iguales a los días todo a la inquietud, muy suficiente.
Os lo denuncio, es hombre, de nuestra especie.
Hermano.
a veces percibía complacido, algo que tremolaba muy lejano Insospechado, puro, diferente del mundo que hasta entonces habitaba.
Algo casi una voz, escorzo apenas, o insinuado perfil.
Indescifrable.
Lejos de él, otro subio aplica muy constante el caudal de su mente para destruir la vida.
Sorprendente ternura.
Os lo denuncio, les hombre, de nuestra especie.
Hermano.
Si tenía corazón.
Pero tendido sobre el programa estéril de un colegio.
El círculo aún no era abstracción de belleza enternecida, sino que estaba relegado apenas, a un juego del compás únicamente. Las nubes. Formaciones especiales. Los astros? Densidades y distancias. La luz? Problemas de velocidad.
Una fórmula el agua.
Sin embargo, también a los quince años, Libre sueño iluminando instantes, para asirse definitivo a mi ansia. eras tú, norma suave, honda poesía, aquel acecho claro. todos los denuncio y a todos los confundo en el mismo concepto.
Después, por la alta ruta del milagro, penetraste muy limpia hasta mi alma.
No encuentro las palabras para explicar el mundo.
Como esta Noche duele Canto a un Arbol derribado LEJANA Como esta noche duele, me dolieron la tarde y la mañana.
Se ciega ya este rio de palabras nacidas para ti.
No puede ser ya más, no halla su cauce ni arboledas precisas para el sueño.
Sin embargo, estoy mejor en ella, entre su oscuro.
Sin ojos contra mí para indagarme, ni voces que pregunten si algo busco, o bien, por cuál razón llevo la vista perdida y sin mirar hacia los astros.
Tú seguirás esbelta como eras, pero distinta a aquélla entre mis brazos, tan vivaz, tan ardiente.
Conforme con mi haber, lejano al grito.
libre de lo cercano y lo distante, camino únicamente mi camino.
sobre el tiempo sin fin e irremediable.
No mis labios serán los que resbalen a besos por tu piel.
Tampoco mia la sed exaltada que tus senos calmen.
Estabas derribado, sobre el espacio antiguo de tu sombra.
Mutilados tus brazos, ya sin frutos, muy por debajo del cantar del aire.
Ayer, eras aún árbol.
Aún tu vida vertical alentaba en el paisaje.
Hoy la luz y la brisa se disputan el pedazo de cielo que ocupabas.
Te encontró la mañana esplendoroso.
Te mirabas tan árbol.
iTan árbol más que nunca!
No sabías, bajo el canoro peso de tus nidos, que en una luz de acero estaba escrito un designio final a tu hermosura.
Cómo duele mirar ahora las alas perdidas en la rosa de los vientos, buscando tu alto verde como un faro.
Como un antiguo faro. que eso eras!
en el clima más puro del enstieño, donde la vida es pluma, y el destino un diminuto brillo de rocío.
Cómo duele mirar a tu silencio, más silencio en el cieno que te avanza.
Colmada ya tu muerte, cómo hiere tu antigua vida alta.
Qué terrible es decir: eras un árbol.
y contemplarte sólo en el recuerdo.
Qué terrible es decir: eras un árbol.
y no tenerte más que en la palabra.
No me acuerdo siquiera de mi nombre.
No ando en busca de nada.
No sé si algo me falta, si algo anhelo.
Me venzo sin el aire de tu cielo.
Se marcha de mi alma la poesía por estar tú lejana, y sólo queda un opaco silencio que me agobia perpetuo.
Intensamente.
Es la noche y camino solamente, sin atender al rumbo de mis pasos.
Pero mi fuerza antigua sobrevive, aunque cieguen los cantos que brotaron debido a la ternura que me diste.
Pero aunque voy sin llanto, sin palabras, sin opacas tristezas que me obsedan, ni contenidas ansias en el alma, esta noche me duele inexplicable, al igual que la tarde y la mañana.
Aquélla con la cual te amé y te amo, tan callada, recuerdas?
Permanece.
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