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Lunes de Junio de 1955 MUNDO FEMENINO PAGINA opo Crisálidas Poetas Americanos de Ayer de Hoy y CIGARRILLOS FRESCOS SIEMPRE SABEN MEJOR Cuando enferma la niña todavía salió cierta mañana y recorrió, con inseguro paso, la vecina montaña, trajo, entre un ramo de silvestres flores, oculta una crisálida que en un aposento colocó, muy cerca de la cunita blanca.
Unos días después, en el momento en que ella expiraba, y todos la veian, con los ojos nublados por las lágrimas, en el instante en que murió, sentimos leve rumor de alas y vimos escapar, tender el vuelo por la antigua ventana que da sobre el jardin, una pequeña mariposa dorada.
Tento de bolalzo bidelaguk sb neid merilaz omp 29105201 sup on ohoda LE La visita Una noche. Emerson, que había venido de América para conocer a Carlyle, entró en el comedor donde el muestro sentábase junto a la chimenea; Car: Iyle encendió su pipa y Emerson se instaló en un sillón frente a él. Las horas pasaron sin que ninguno de los dos pronunciase una palabra, mientras se consumía el fuego del hogar. Sólo cuando Emerson se levantó para retirarse. Car lile le dijo con sencillez. Esta es una de las noches más felices que he pasado en toda mi vida!
JUAN PUJOL.
La prisión, ya vacía, del insecto, busqué con vista rápida; al mirar vi de la difunta niña la frente mustia y pálida, y pensé: si al dejar su cárcel triste la mariposa alada, la luz encuentra y el espacio inmenso y las campestres auras, al dejar la prisión que las encierra. qué encontrarán las almas. JOSE ASUNCION SILVA Manufacturados en osta Rica por REPUBLIC TOBACCO COMPANY iOh soledad de todos los que dan!
iOh silencio de todos los que brillan!
NIETZSCHE Consolatrix Afflictorum Floración de Pecado Ante el viejo retablo donde lloras, mi madre se postraba de rodiallas, y, lo mismo que en, en sus mejillas rodar el llanto en las amargas horas.
Como un rayo de luz de dos auroras, de ella y del cielo en que sin mancha brillas, bajaba con mis súplicas sencillas la compasión que tú de Dos imploras.
Muerta mi madre, en noches de amargura ante el cuadro a caer vuelvo de hinojos, y cuando el alma su oración murmura, se aplacan de mi vida los enojos, porque al rogarle a tí, se me figura que ella me está mirando con tus ojos. NOVEL bo FEDERICO RIVAS FRADE. Yo te llevaré a mi valle Yo te levaré a mi valle, Musa del hielo y del pinar, pequeña hermana de los osos y de la aurora boreal.
La Metrópoli enorme y grave sacudia que mil granadas de oro y púrpura entreabría su gris sayal ante la Primavera sobre el éter y el mar y sobre la pradera.
BOTA SVAKE Al fenecer de un dia, venciendo una torcida, fantástica escalera, atravesó el umbral del Solitario un hombre que venía de apartada región extranjera Emerson. dijo al verle el Maestro, y al punto. O VELA. iCarlyle. exclamó el huésped. y fue todo. Es verdad contestó él un poco más anima evasivo corazón. Surgieron entre unos y otros las El silencio do. Pero es que estoy tardando tanto en oírme lla naturales suspicacias y no pocas rencillas, pues cada los envolvió, como la hiedra sabe mar papá. que me estoy poniendo impaciente, te cual imaginaia amante al otro. las preguntas de encubrir las estatuas olvidadas.
Lo confieso, y no me atrevo a llevar a Beatriz a un todos, ella contestaba: En verdad, estoy enamorada, Sentados frente a frente cabe las llamaradas médico, al ro ser la ginecología mi especialidad, por de uno que no ha aacido. No negaba, pero la respues del hogar, inclinaron sus gloriosas cabezas, cuanto a la vez que necesito la verdad, temo por ella, ta era más desconcertante y así, iba perfilándose una y comenzó un excelso coloquio sin vocablos: No sé, tengo la rara sensación de que la causa reside nueva fase en el carácter de esa extraña mujer que iel coloquio de aquellas dos grandezas!
en tu hermaia, quien por tener al mismo tiempo tan era Vivian Asturias.
to de la tía Carclina, es capaz de ofenderse si se lo Una tarde decidió ir ella a visitar a la esposa de Pensad en el poder de dos fieros venablos propongo.
Octavio. Beatriz no venía a su casa, y la justificaba que vuelan ciegos a la lejanía 16 Ni tienes motivo para hacerlo interrumpió aun cuando en realidad no existían para ello hechos sin rozarse en el impetu de sų febril porfía; Vivian, asustada de las ideas de su cuñado. Qué ho concretos, pero no era posible cambiar el curso de pensad en dos esferas siderales rror, qué tragedia, si Octavio descubriera la verdad la humanidad, se decía, sólo para complacer a una que recorren sus sendas eternales No debes sino esperar; hacerle un discreto tratamien integrante de ella. Su criterio amplio le permitía mi alumbrándose, mudas; influyéndose, solas; tu vitaminico, y vaya, hacerte examinar tú, pues a rar con benevolencia tales prejuicios, y siendo su meditad en dos nubes preñadas de tormenta lo mejor esta allormal situación es una consecuencia hermana, con mayor razón.
que crucen por instantes sus espadas de las paparas. No te dieron a ti. terminó en La reunión de ambas se efectuó sin alusión alsin restallar de trueno que revienta; tono burlón, pretendiendo desorientarlo un poco. guna a ia larga separación, pues por los motivos coen dos esbeltas ánforas colmadas El tuvo risa de la picardía de la muchacha y ne nocidos no se volvieron a ver desde pocos días des. dejan brillar su plenitud gozosa gó haber tenido paperas nunca, pero sin hacer co pués de la partida de Vivian a su chalet. La delica en perlas que se funden sin ruido mentario elgu. o sobre si la tenencia de ellas eran deza y cultura de ambas las eximió de explicaciones en un pozo dormido en realidad peligro para la fecundidad del varón. No enojosas siempre en casos de tal naturaleza; las dos meditad en dos águilas rivales obstante se c vić más tranquilo. Ella de inmediato, aceptaban los hechos como eran, sin pretender nintrazando en el azul sus espirales con ese sentido perspicaz de la mujer con una di guna, torcer el curso de la vida de la otra.
gigantescas por encima del abismo; plomacia exquisita por lo natural del proceder, le. Qué feliz, que alegre de que hayas venido a meditad en dos pomos de gracia deleitosa llevó al terreno de la conversación por el preferida, verme, kerranita. dijo Beatriz con voz sincera que dejen mezclar, libre, por el sutil ambiente y así, a los pocos minutos hablaban del feminismo, mente enciunaua. Me siento tan sola, tan triste, su poder esencial, en tímidos efluvios; pesadilla de aquella época para los hombres, y acaso vieras cuánto te necesito!
pensad en dos amantes; con emoción ardiente de la presente todavía, aun cuando ahora por sno. Tú no tienes otra cosa que hacer sino llamarse cambian su retrato, y en plácido mutismo bismo sons que por convicción le critican menos.
me, pequeñita. contestó su hermana asumiendo una remira cada uno la imagen floreciente Pe:o desde ese día, siempre delante de él, sentia actitud maternal. Si no vengo más frecuentemente como si en un espejo se contemplara él mismo dentro de sí la culpa de su piadosa mentira, pero es porque te presumo ocupada con tus tantos comY en silenciosa actividad fluía mentira al fin, y por sobre todo se aumentaba su promisos sociales. yo. ni sé en qué empleo mis temor al ver lo que estaba sucediendo en su ánimo, y días. la arena del reloj, y esos dos sentimientos a pesar de los esfuerzos por los dos hechos, a pesar Eran palabras vagas, en cuyo fondo había un y esas dos elaciones en aquellos gigantes de su falsa alegría y aparente frivolidad, siempre contenido que sólo el sentimiento de profunda commudos, eternizaban los instantes, entre un ensueño vago de vagos pensamientos.
iban a parar al tema por los dos eludido: la frustra prensión existente en sus corazones podía entender.
da maternidad de Beatriz. De ahí que sin proponérLa ennegrecida pipa del escocés alzaba Tomaron la tradicional refacción de las cuatro selo ninguno, decaian sus ánimos y se quedaban si de la tarde, pero casi sólo por cumplir un rito, para tenue espiral que al ascender fingia lenciosos, como si sólo estuvieran escuchando sus preparar el terreno de las confidencias y resoluciohumo de un corazón que se abrasaba.
propios pensanier. tos.
Emerson. meditaba. Vivian, la frívola, coqueta y vacía en opinión tar solas, lejos de la presencia y oidos de los cria La realidad dormía.
de las gentes, la que con la máscara de la frivoli dos. así, en cuanto el rito fué cumplido, pasaron al aquellas dos mudeces eran el libro abierto dad ocultaba su decepción, adaptándose en aparien dormitorio de Beatriz, en donde la hermana menor donde cantaba el uno la augusta epifanía cia a una vida vacia, luchaba con el ansia cada vez soltó el llanto con la fuerza de una pena largo tiemdel otro; dos palmeras del Desierto mayor de salvar el hogar de su hermana, de garan po contenida, mientras decía entre sollozos: que se fecundan desde velada lejania.
tizarle la eterna dicha, de borrar de los ojos de Oc. Vivian, Vivian, ya no me será posible por más tavio aquella expicsión de desencanto. Cómo hacer tiempo detener a Octavio. La desilución más pro en silenciosa actividad fluía 1o. cómo. e preguntaba sin cesar. esta pregunta funda se ha apoderado de y ya leo en sus ojos el la arena del reloj. así pasaron rodabo constante en su cerebro, siendo esa bola su desamor. Sabes qué me ha dicho? Que preferiría horas sin cuento. La postrera brasa idea fija. Cómo hacerlo. cómo. era la pregunta sin ser el más pobre de los indios con tal de tener el orcesar bullendo en su cabeza, ya estuviese en fiestas, gullo de presentar a sus padres un hijo de él. Me ya paseara en landó o cabriolé con algún ocasional siento infeliz, nula, fracasada! lo peor, hermana, amigo por las empedradas calles de la capital o sus es que no hay esperanzas. Al principio creí que era En fúlgido derroche alrededores. ia pertinaz idea la volvió un poco se sólo una supusición de Aldana, anhelé se hubiera titilaban los mundos en el cielo.
ria, distraída, tornándose en una Vivian pensativa equivocado y abrigaba ilusiones. Ahora veo cuán cier¡Oh fecundo silencio!
que ellos, los amigos de entonces desconocían, to es, irremediablemente cierto. Los sollozos se iOh silencio gemelo de la noche!
Muchos creyeron que al fin habíase vuelto a quebraron en su garganta y el cuerpo era estremeciVenciendo la escalera fantástica y torcida, enamorar, y se deshacían en conjeturas sobre quién do por ellos.
Emerson se alejó, y el Solitario exclama: sería el afortunado que al fin lograra conquistar el CONTINUARA iQué noche tan feliz entre las de mi vida!
iAmor que para herir no necesita el grito!
iOh tácitos poemas que nuestra voz humillan. Oh silencio de todos los que brillan!
punto de intersección del alma en lo infinito. nes, pues el más vehemente deseo de ambas era esYo te llevaré a mi valle desde la gruta de cristal donde arrullo tu largo invierno el viejo lobo paternal.
Yo te llevaré a mi valle que ya se empieza a despertar como un infante entre las gasas de la neblina matinal.
Verás la clara primavera sobre los campos retocar con oro suave y nácar diáfano su. leve manto floreal.
Verás la luz que se detiene, como un pastor, a descansar cuando la flauta va dejando la colina crepuscular.
Yo te llevaré a mi valle para que escuches, en la paz de los collados, la plegaria de la campana angelical.
iEstá mi valle tan distante!
Ya han empezado a recortar para el establo, alegres mozas, el heno tibio y maternal.
Regresará la fiel carreta con el lucero y un cantar en que haya aroma de las breñas y hondo susurro del trigal.
Será la vida alegre y clara y junto al pozo familiar, cual hace un año, las parejas habrán llegado a platicar.
El humo azul de los cortijos irá trazando su espiral, mientras la tarde se despide como una nave sobre el mar.
Yo te llevaré a mi valle Musa del hielo y del pinar, pequeña hermana de los osos y de la aurora boreal.
RAFAEL MAYA 2shilgan crepitó; al extinguirse, despertaronje se clar FLORACION DE PECADO está de venta en las principales librerías.
Puede Ud. pedirla también al Ap. 4343, o al Tel. 1024. Valor 4. 00 GUILLERMO VALENCIA Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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