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mundo FEMENINO EDICION DE NAVIDAD 1955 Lunes 19 de Diciembre 1955 Año IX Nº 219 Teléfono 1024 Directora: ROSALIA DE SEGURA San José, Costa Rica POR LA LIBERTAD LA CULTURA EN LA UNION DE AMERICA st we are Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de Buena Voluntad Gloria al Altisimo que derrama sobre la tierra sus inconta.
tables dones, colmándolos de be.
neficios, cobijándonos con su bon dad infinita. Gloria a Dios en las alturas, desde las cuales vela por la criatura humana, tanto cono por la existencia de la fiera en la selva, de la avecita en la enrramada, por el vestir del lirio, por la belleza del paisaje, Gloria a Dios en las alturas desde donde vuelca la inefable luz de su espí.
ritu sobre el espíritu del hombre, inspirándole todas y cada una de las obras del progreso que han ido paso tras paso mejorando su existencia, señalándole los cami.
nos del arte que la embellecieron, mostrándole las del heroismo y el sacrificio que la enalte.
cieron, Gloria a Dios en las altu.
yas, que haciendo el hombre a imagen y semejanza suya le dio la oportunidad de llegar hasta El. Gloria a Dios en las alturas, porque desde ellas envió a su hijo Unigénito a tomar la envoltura humana para que por medio de ella redimiese al hombre. el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros para la Redención del Mundo.
y vino Jesús, el tierno Niño, nacido in un pesebre, mientras Varía y José hacían el viaje de ey por el mandato de empamento. un bueyy unc mula le calentaron con su aliento, y hasta El llegaron a ado rarle reyes y pastores, y las estrellas fulguraron con mayor esplendor, y en los Cielos se escu chó una voz que decía Ha na.
cido el Hijo del Hombre, na llegodo el Mesías. aquel tierno Niño nacido en.
un pesebre, ei adorado de los humildes y el asombro de tres po.
derosos reyes que cruzaron el desierto para ir a conocerle. dorarle, fue luego perseguido por otro rey cruel, que para dar con El y terminar su vida, segó las de miles de niños inocentes. Pe.
ro el Presdestinado escapó porque la mirada del Cielo estaba fi.
ja en El. Luego asombró a los doctores con su sabiduría de niño de doce años, como antes había asombrado a sus compañeros de juego cuando dio vida a las palo.
mitas de barro que en su presencia hiciera, y éstas niveas en su esplendor, alzaron vuelo ante la sorpresa de los otros niños.
Gloria al que luego adolescente glorifica el trabajo de los hu.
mildes empuñando el martillo y aserrando la madera, El que pudo Pasa a la Pág. CUATRO Paz, a todos los que anhelen el bien supremo para sus semejantes, que es, en consecuencia anhelar la propia felicidad; a los que despojados de todo sentimien to aormal, laboren incansables por el bienestar, la paz y la dicha perfecta de la humanidad; pa ra los que no sienten envidia ni rencor, libres sus almas de las lacras que perturban la paz interior del hombre, impidiéndoles ver los resplandores de la estrela que alumbra la cumbre de la superación; a todos los que luchan por la limpieza de abrojos en el camino ajeno, sintiendo que la dicha sólo es dicha cuando u su alrededor no hay lágrimas cuando ella tiene por base la sa tisfacción del deber cumplido, bu realización del bien. Paz a los nombres de buena voluntad, sebre todo a los que se empeñan en desterrar el azote de la guerra, de la miseria, del hambre de la enfermedad, por que es él el aestructor por excelencia de la bondad humana, de la fraternidad y de la supervivencia del bien.
Paz a los que incansables luchan por traer a la mente y al corazón del hombre la excelsa tuz de la comprensión y de la tole.
rancia, para que así aprendan a convivir como hermanos en un mundo para todos hecho con los mismos derechos y las mismas aspiraciones. Paz a quienes sin cesar se in.
clinan sobre las mesas de trabajo o sobre los microscopios, bus.
cando la droga salvadora del dotor de la salud; para quienes dia tor de la salud, para quienes dia tras día trabajan incansables en buscar y encontrar medios que prolonguen la existencia del hom bre, en contraposición con aque.
llos que insensatos buscan medios de destruir el más bello don.
de Dios: la vida, Paz para quienes han dedicado su existencia al amparo de los enfermos, de los ancianos de los niños desamparados, para todos y cada uno de los que hacen de su vida un altar en donde sacrifican los que podrían ser sus placeres en aras del alivio del do lor de la humanidad.
Paz para que en todos los ho.
gares del Universo pueda celebrarse debidamente esta fiesta feliz de la Navidad, no importa abuden en ellos o no los ciones materiales, pero que si abunde la Pasa a la página SEIS Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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