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Página EXCELSIOR Domingo 26 de Julio de 1931 Sección del Partido Unión Republicana Don Ricardo Jiménez, el verdadero intervencionista Los Tratados Centroamericanos de 1907 y los de 1923 lseñor Pan de Azúcar, Mayordomo de los capitalistas criollos Vamos a empezar nuestra labor en esta sección de batalla contra Su Eminencia Política, Lic. Ricardo Jiménez, el Hipócrates, el Catón, el Alcibiades y el Farándula de la monarquía política de Costa Rica.
Valga la salida para demostrar con hechos y citas reales que el señor Jiménez ha sido el más convencido intervencionista que ha tenido el país. En el año de 1924, el periodista don Vicente Sáenz, escribia: Los idólatras del mandatario se entusiasman hasta lo imponderable con estas cosas de su señor. se refiere a los tratados de Washington) y declaran que la admiración que sienten por el Lic. Jiménez, aumenta cada vez que se le demuestran sus contradicciones, porque eso significa que el grande hombre evoluciona mentalmente y que reconoce sus yerros. Lo malo es que don Ricardo no los confiesa de previo sino hasta que los de afuera sacamos esos yerros a la luz del sol.
Es evidente que esta segunda humanidad mental de don Ricardo está hartamente discutida, pero cabe recordarla para que los costarricenses honrados y de talento las pesen. Tan grandes fueron sus contradicciones en los Pactos de Washington como lo fueron en la propiedad del subsuelo, en los empréstitos con Wall Street, en la Ley de Control y más tarde, con caracteres de peligrosa hazaña, la entrega de de 50, 000 hectáreas a los panameños para terminar con todo litigio. En una palabra, el eminente hombre público resulta el màs entreguista de los costarricenses y el verdadero autor de la miseria intelectual que padece el país, según el y sus compinches.
Lic. MANUEL CASTRO QUESADA Candidato a la Presidencia de la República No importa copiar aquí una frase suya de 1908: Lo único que puede valer en estos tratados es lo que no está escrito: la nefasta y temible intervención norteamericana.
reproducir unos párrafos magníficos del periodista Sáenz, Pero será mejor completar la ideología patriótica del escritos en octubre de 1924. Tratando de defender la tesis intervencionista declara hombre cumbre con esta otra frase suya en 1924: Miraría con profunda pena el fracaso de esos Pactos. Si los acepta el Presidente Jiménez que somos más orgullosos con orgullo mos. de ningún atributo de soberania nos habremos despojado. estúpido. que Francia y que la Gran Bretaña, pues estos dos países han pedido al Gobierno de Washington su coo Yo no quería que por mi culpa esa obra construtiva y de peración y su auxilio para salir de sus pegaderos. Acaso no cooperación se helara en flor.
se sacrificó él por darle gusto a sus partidarios después de Los pactos de 1907 eran más independientes, más so las elecciones del de diciembre, cuando supo que las papeberanos y tanto, que la causa que hiciera fracasar a los letas azules no alcanzaron mayoría de sufragios y se dió mismos, fue el fallo de la Corte de Justicia de Cartago conentonces por vencido? Pues declara el presidente así como denando la negociación Bryan Chamorro. Entonces, el Lic.
volví a la brega tan solo por las exitativas y los apremios Jimenez no tenía los intereses políticos que en 1924. Baste que me llegaban de los mios, por no dejarlos en la estacada, leer el artículo publicado por él, el 13 de setiembre del citado así pido a los diputados de mi grupo el mismo sentimiento año 24, sosteniendo la necesidad inaplazable de ratificar los de consecuencia. Se advierte lo que significan estas palatratados que el 10 de febrero de 1923 fueron firmados en bras? El señor Jimenez confiesa que se prestó a todo, violó Washington y en los cuales los Estados Unidos se reservan el derecho de imponer su criterio en relación con los gobier quienes hizo pedazos la Constitución que le prestan auxilio la ley, que cayó sobre el Poder. ahora exige a aquellos por nos de pacto, esto es, ninguno de los países centroamericanos para consumar su obra nefasta contra la soberanía de Costa puede derrocar el Poder Constitucional por podrido que éste Rica, obra a la cual dió comienzo en su primera administrasea, porque la intervención americana viene de hecho al no ción, cuando comprometió a los banqueros del exterior, todas reconocer el nuevo estado de cosas, naturalmente transitorio, las rentas del país.
pero para el espíritu del Tratado, ley ejecutiva de presión Si hay pareceres contradictorios y falta de unidad, si moral que es más abominable que la presión de las armas.
Pero don Ricardo no es intervencionista, no! Tampoco no valia la pena luchar por el mando. o en otras palabras, principian las defecciones agrega el señor Jiménez entonces es entreguista, no! Es el pro hombre, el Ab Del Krim de esta no vale la pena para el criterio presidencial, haber cometido Tiquicia porque solo él es capaz de gobernar el país y sólo los atropellos que se cometieron si no lo dejan abrirle las a ei le tienen confianza los banqueros. Es naturalesa conpuertas al inventor político (como ya lo había hecho con el fianza de los banqueros desde luego que han sido ellos los interventor financiero, pero de par en par, con una convención eternos protegidos con su gobierno emprestista, gobierno de que le dé pleno derecho para entrar sin molestias ni dificulpordioserismo irritante, gobierno que por disponer de crédito tades. Qué es esto, señor. dónde vamos. Qué rumbo en el exterior en menoscabo de la soberanía nacional, es ideal lleva Costa Rica con semejantes hombres. Seguiràn todavía para los capitalistas criollos, a quienes no hay peligro de que los eternos traficantes de la política jugando con este pueblo se les grave su dinero con impuestos, dado que siendo Pre.
de sencillos labriegos como si fuesen carneros o pollinos de sidente el señor de Pan de Azúcar, son los trabajadores y los los cuales se sirven a su sabor? felizmente, no es un Ricampesinos quienes llevan la carga de las congojas del cardo Jiménez quien haga olvidar a los costarricenses el culto tributo.
de un Juan Rafael Mora y un Juan Santamaría.
Para terminar esta ligera sinopsis de la vida política del candidato por tercera vez, de los burgueses, vamos a El Brujo del Turrialba los vecinos de Concepción de Cartago Por más que busquemos razones, no encontramos una que justifique el que exista un solo Jimenista en el distrito de Concepción de Cartago.
Los pueblos entran en la política para lograr mejoras en sus vecindarios; ésta es una forma noble y desinteresada de procurar el progreso de los pueblos. Sin embargo, don RICARDO JIMENEZ, condena ese desprendimiento de los pue.
blos y refiriéndose al Decreto que en seguida copiaremos, en que NO QUISO AUXILIAR AL DISTRITO DE CONCEPCION PARA LA AMPLIACION DE LA PLAZA PUBLICA, decía el señor Jiménez: Los partidos de los votos populares. los pueblos aprovechan la ocasión, QUE BRINDAN COSTUMBRES VICIOSAS, para sa car a cambio de sus votos, votos locales, de carácter municipal, a expensas del Tesoro Nacional. El señor Jiménez condena así el progreso de los vecindarios.
Como en la misma administración de don Ricardo se dieron auxilios para las plazas de Cinco Esquinas y Aserrí, y la negó para el Tejar de Cartago, en su famoso veto afirmaba el Presidente: Los vecinos del Tejar se pusieron bajo la sombra de los precendentes establecidos con ocasión de las de Cinco Esquinas y Aserrì. En realidad las condiciones de Cinco Esquinas no eran las mismas. En el Tejar, hay plaza, AUNQUE DE FORMA IRREGULAR, aunque en Cin co Esquinas no había del todo plaza.
Copiamos en seguida el Decreto que se negó a sancionar el Licenciado don Ricardo Jiménez Oreamuno, impidiendo así que el Estado contribuyera a una obra de positivo progreso en el Tejar: El Congreso Constitucional de la República de COSTA RICA, DECRETA: Artículo Unico. Auxiliase al Distrito de Concepción de Cartago con la suma de diez mil colones, 10. 000, 00, que se dedicarán a la ampliación de la Plaza Pública de dicho lugar.
Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Dado en el Salón de Sesiones del Congreso Constitucional. Palacio Nacional. San José, a los veinticinco días del mes de mayo de mil nove.
cientos veinticinco.
LEON CORTES Presidente LEONIDAS ROJAS JORGE ORTIZ Primer Secretario Segundo Secretario Este Decreto tan justo, tan equitativo, que daba una suma necesaria a un pueblo tan digno de ayuda como el del Tejar, NO LO QUISO SANCIONAR el señor Jiménez Oreamuno, y no quiso que el TESORO PUBLICO contribuyera a esos trabajos, por las razones que ya antes anotamos.
El pueblo del Tejar dió entonces una lección muy dura al señor Jiménez Oreamuno, porque con un sacrificio personal de su parte logrò ampliar su plaza, que es una de las más hermosas de Cartago. Después de estos hechos no debe, ni puede existir un solo Jimenista en Concepción de Cartago. Los que lo sean es porque les gusta la esclavitud a un hombre soberbio y caprichoso. cualquier vecino de Concepción podría preguntársele: Por què es Ud. Jimenista, si don Ricardo no quiso favorecer el progreso de su vecindario, con la insignificante suma de diez mil colones?
Puede ser Ud. Jimenista, si las promesas que le hagan los propagandistas de su partido, no serán cumplidas por don Ricardo, porque dice que son malas pirácticas que constituyen vicios?
En estas condiciones, acepta Ud. ayudar al Partido Jimenista para que el Tejar sea la cenicienta de la casa?
El ciudadano libre, el hombre independiente, el vecino del Tejar que quiere su distrito, no debe ser Jimenista y debe rechazar a los propagandistas pagados.
En esta ocasión el Tejar debe seguir a sus hombres independientes, a los que viven de su trabajo, que nunca han devengado un sueldo, y que ahora se adhieren a la Candidatura del Licenciado don MANUEL CASTRO QUESADA, que es la única popular y representa los in ereses de las clases rabajadoras. Que el Tejar siga en esa campaña políica al Licenciado don Jenaro Leiva Quirós Cartago, Julio de 1931 Unión Republicana los simpatizadores de la Candidatura del Lic.
don Manuel Castro Quesada, a la Presidencia de a Republica, se les avisa, que el libro de adhesiones se encuentra en la oficina de don Jorge Ortiz Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica

    León CortésVicente Sáenz