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Lunes 29 de de 1929 EL SOL Pagina Página Literaria de los Lunes El Salmo de la vida Espiritual MARINA Morir Joven No me digáis en tristes estan manescáis mudos como ganado cias que la vida es Anicamente que se deja conducir.
un sueño inútil, que el alma iHéroe, levántate y lucha! No dormida es alma muerta y que confíes sólo en el porvenir, por las cosas no son lo que parecen. agradable y risueño que te pa iLa vida es real, la vida es se rezca.
ria y la tumba no es un término! Que el pasado fenecido entierre No se refiere al alma lo de su muerte.
polvo eres y polvo serás.
Moveos, moveos en el presenNuestra ruta, trazada por el te. Elevad los corazones y que destino, no es sendero de alegria Dios os guíe. La vida de los o de tristeza, sino camino donde grandes hombres debe ser nuesla lucha ha de fortificarnos. Detro destino. De este modo, al bemos amanecer con más valor morir, dejaremos alguna huella cada día.
en la arena de la vida. otro El arte dura, el tiempo vuela, sér, perdido en la inmensidad, y nuestro corazón, aunque fuerte un hermano náufrago y abandoy valeroso, se parece a un tam nado quizás, encontrará estas bor con negros crespones batien señales que sirvan para darle do fúnebre marcha y acompa valor.
ñándonos a la sepultura.
iEn pie y a la obra!
En el mismo campo de batalla, en el vivac de la vida, no perH. LONGFELLOW.
El hombre querido de los dio a una feria extranjera, un sitio ses muere pronto loh Parménon! de emigración para los hombres.
El más dichoso es el que, sin Si partes de los primeros, tu pesares en la vida, habiendo sólo viaje es el mejor; te marchas contemplado sus hermosos es provisto de lo necesario y sin tepectáculos, el sol, el agua, las ner enemigos. El que tarda en nubes y el fuego, regresa pron partir se fatiga y pierde sus retamente al sitio de donde ha ve cursos. Envejece, cae en la in nido. Lo que vió, viva un siglo digencia, encuentra enemigos o viva pocos años, lo verá siem que le tienden redes, y se marpre lo mismo, y no verá nada cha penosamente, porque ha más hermoso. Considera la vida visto demasiado.
como un viaje y al mundo como MENANDRO Como al fletar mi barca con destino a Citrres saludara a las olas, contestaron las olas con un saludo alegre de voces de mujeres. los faros celestes prendían sus farolas mientras temblaba el suave crepúsculo violeta.
Adiós. dije. países que me fuísteis esquivos; adiós, penazcos enemigos del poeta; adiós, costas eu donde se secaron las viñas y cayeron los términos en los bosques de olivios.
Parto para tuna tierra de rosas y de niñas, para una isla melodiosa donde más de una musa me ofrecerá una rosa Mi barca era la misma que condujo a Gauiier y que Verlaine un día para Chipre fleto, y provenía de el qivino astillero del divino Watteau. era un celeste mar de ensueño, y la luna empezaba eu su sueca de oro a hilar los mil hilos de su manto sedeño.
Saludaba mi paso de las brisas el coro y a dos carrillos daba redondez a las velas.
En mi alma cantaban celestes filomelas cuando oí que en la playa sonaba como un grito.
Volví la vista y ví que era una ilusión me dejara olvidada mi antiguo corazón.
Entances, fijo de lo azur en lo infinito, para olvidar del todo las amarguras viejas, como Aquiles un día, me tapé las orejas. les dije a las brisas: Soplad, soplad más fuerte; soplad hacia las costas de la isla de la Vida. en la playa quedaba desolada y perdida una ilusión que aullaba como un perro a la muerte.
RUBÉN DARÍO Farsa loca Lo que tanto estimamos en la vida sólo es vacío, podredumbre y pequeñez. Perros que se muerden, niños que se pegan y que ríen para llorar en seguida. El aparato vano de la magniflcencia, los espectáculcs de la escena, los rebaños de pequeño y de grande ganrdo, los csmbates de los gladiadores, todo esfo no es más que un hueso arrojado por pasto a los perrros, un pedazo de pan que se deja caer en un vivero. Trabajo de hormigas que arrastran su grano, derrota de ratones espantados, títeres secnndidos por un hilo!
MARCO AURELIO Autobiografía Patria Celeste Alma, no somos de este mundo. Frío de muerte a veces en el sol te hiela.
Huir quisieras, como huye un río, volar tras todo lo que canta y vuela La Bella del Bosque Durmiente Decidme, noble anciana, por vuestra vida: iyace aquí la princesa que está dormida, esperando ha dos siglos un caballero. La princesa de que hablas en tu conseja, isoy yo!. Pero. no miras? Estoy muy vieja. Ya ninguno me busca y a nadie espero!
Alma, no somos de este mundo. Mío no es este lodo infecto en que se vela tu limpia luz, y en que tu amor anhela, lirio sepulto en ciénago sombrío.
Cuando te roba la procaz envidia del falso amigo, y la liviana amante te infiltra, a besos, su letal perfidia; huyeras tú, con vuelo palpitante, del mundo, negro de voraz insidia, al claro azul de tu lucero errante!
LEOPOLDO DE LA ROSA yo que la procela de un mar de llanto surqué. Yo que he salvado montes y ríos por vos Ay, caballero. Qué desencanto!. Más, no en balde por verme sufriste tanto; tus cabellos son blancos icomo los míos. Asómate al espejo de esta fontana, oh pobre caballero. iTarde viniste!
Más, aún puedo amarte como una hermana, posar en mi regazo tu frente cana y entonar viejas coplas cuando estés triste.
En la Maleza AMADO NERVO Madrid, 1916. En la colina estoy acostado en la maleza; arriba, las ramazones de los árboles; y más alto, lejos, el disco ardiente del sol.
Nací en 1862: mi padre es co que lo que expresa con intempemerciante. Tiene una particu rancia. No? Me gusta el prolaridad: no lee libros franceses cedimiento abreviado, el estilo desde hace cuarenta años. So telegráfico del alma.
bre su cama está colocado un Quisiera pintar un hombre en maravilloso retrato de su dios, una frase, un suceso del alma en Víctor Hugo. Se sienta por la una página, un paisaje en una noche en su silla de color rojo obscuro, lee la Revue des Deux palabra. Tiende al arma, årtista; Mondes, cubierto con una bata apunta, tira al negro. Basta. ante todo, escúchate a tí mismo.
azul de anchos paños de tercioDa oídos en tí a tu propia voz.
pelo, a la Víctor Hugo. No, No tengas vergüenza de tí mismo.
un idealista como éste ya no hay No te dejes asustar por tus misen el mundo. Le eguntamos mos sonidos, aunque sean desauna vez: costumbrados, con tal que sean. No está usted orgulloso de tuyos. Ten valor para tus dessu hijo?
nudeces.
Respondió. No me molesté mucho en No fui nada, nada soy, nada ver que durante 30 años fué un seré. Pero vivo en libertad y azotacalles; ahora no me siento hago que las naturalezas nobles muy honrado porque haya resul e indulgentes participen de los tado poeta. Le di libertad, sa sucesos de esta vida interior, pobía que era un juego de ba banque niéndolos sobre el papel en la Contaba con su alma.
forma más concentrada.
Sí, verdad. De la libertad que Soy pobre; pero soy yo mismo.
me diste tú, el más noble y más raro de los padres, de esa dádiva El hombre sin concesiones. De divina he hacho mal uso durante lo cual resultan cien florines al mucho tiempo. He amadc armes y algunos admiradores vedientemente nobles mujeres e hementes. Porque los tengo.
innobles; me he paseado por los bosques sin objeto; fui jurista PETER ALTENBERG sin estudiar detecho; fuí médico sin estudiar medicina; librero sin tener libros que vender; amante que no se ha casado, y al fin de cuentas, poeta que no ha dado poesías. Porque, ison poesías estas cosillas? No, de ningún modo. Son extractos. Extractos de la vida. La vida del alma y del día fortuito, disecada, purgada de lo superfluo, como la carne de las vacas en las latas de Liebig. Pertenece al lector la tarea de disolver estos extractos con su propia fuerza, convertirlos en caldos sabrosos, hacerlos hervir de nuevo con su propio espíritu; en una palabra: hacerlos digestivos y flídos. Pero hay estómagos espirituales que no toleran el extracto.
Se les hace pesado y corrosivo.
Necesitan noventa por ciento de caldo y de materia fluída. Con qué habían de disolver estos extractos? Con sus propias fuerzas, acaso?
Tengo, pues, muchos contraditores.
Dispécticos del alma, sencillamente malas digestiones.
Tengo para mí que es más artístico lo que uno calla sabiamente, BANCO JOHN KEITH Yo, pienso, yo floto en un mar sin límites. El oleaje lo forman el azul claro del cielo, el murmullo y la agitación del viento en la montaña y por las altas cimas; el gorgear de los pájaros y los perfumes que flotan; el zumbido y el chillar de los coleópteros; los rayos de la luz; las ramas de los árboles me cidas; las claridades tenues y los colores brillantes; y el torrente de agua bramador; y mis pensamientos, mis locos pensamientos.
Con los torrentes de calor y de luz, a través de mi pulso. late el mundo de cantos, dulces cantos de la unidad.
Lejos, más allá del valle azul, en el mundo amplio, lleno de sol, mi ardiente deseo te persigue ioh amado e impenetrabte enigma! En palabras ingenuas y locas la fuerza primitiva se burla de su propio enigma y de su mismo sentido.
II Pongo una rama en mi sombrero, y marcho. Cuál es mi fin? El canto de un pájaro.
claro como una campana, me llega de una profunda lejanía.
JHOANNES SCHLAF Avisamos a nuestros estimados clientes que desde el 10. de Agosto y hasta nuevo aviso abonaremos intereses por depósitos en cuenta corriente al anual.
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