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Lunes de Agosto de 1929 EL SOL Página Página Literaria de los Lunes una violeta Los obreros (PROSA DE RAFAEL TURCIOS)
Yo fuí un paje Yo fui un paje del buen Rey don Jaime. No había Tradución de Rafael Pombo Todos son arquitectos del destino que del tiempo en la fábrica trabajan unos en cbras sólidas, grandiosas, otros con rima de ornamento y gracia.
paje como ese paje en el ser noche y día triste. ese paje era yo.
Más ágiles y vivos, de más suave frescura, más sabios, más airosos, con mayor donosura, pero con más iristeza no.
Nada hay vil; nada inútil; cada cosa es la mejor cuando en su puesto se halla, y la que ociosa ostentación parece refuerza a las demás y las res guarda.
De noche, por la ojiva, contemplaba el paisaje. La noche era la hermana de tristeza del paje. Veía la luna desfilar, tal un caique sin remos ni marinos, que iba en onda sin rumores de noche pensativa. me ponía a suspirar. Oh bella flor azul! Si en tu fragante corola un mundo guardas de ternura y eres trasunto fiel de poesía. porqué pálida estás y casi mastia. Por qué, como abatida, sobre el suelo la faz inclinas y ocultar procuras entre las verdes hojas que te cercan tu exquisita fragancia y tu dulzura. Oh tú, mi bella flor. Grato recuerdo de inefable ventura, ya perdida!
Tu suave y melancólica pureza, tu modestia adorable y peregtina, tu hermosura ideal y tu perfume delicado y sutil, en mi alma infiltran romántica y duicísima tristeza. Tú no sabes por qué, violefa mía. Oh bella flor azul! Casta y amable mensajera puerida! ELLA, sin duda, debe amarte también, como yo te amo, porque siendo como es de alma tan pura, modesta y sensitiva, es imposible que no admire conmigo, absorta y muda, tu belleza gentil, tu azul corola y tu fu fragancia incomparable y única. pues que tu, otras veces le has llevado, con el afecto santo que me inspira, todas las efusiones que encerrarse puedan en el papel. ioh flor querida, tan bella al triste al par! llévale ahora, llévale en el aliento que respiras, de esta alma que la quiere los recuerdos. No es cierto que lo harás, violeta mía?
Evocaba a la Reina de los labios de fresas. La reina era la diosa de mis mudas ternezas. le rezaba a solas mi oración de tristezas.
La luna era mi vela, y la noche mi altar.
Materiales de sobra aporta el tiempo para la obra que el mottal levanta; los hoys y los ayeres son las piedras que su mano obsequiosa le regala.
El hombre las modela. Entre una y otra no deje espacios tu indolencia incauta; y aunque no haya ojos para ti no pienses que tales cosas a la vista escapan.
Del arte humano en los tempranos días con infinito esmero se labraba aun lo oculto y pequeño; que los dioses doquiera están y la verdad no calla.
Toda y bien hecha hagamos nuestra obra, la oculta y la visible; y formen ambas la casa en que morar los dioses puedan: casa completa, hermosa, y limpia y clara.
Si no en la vasta fábrica del tiempo verán tu vida extravagante y manca, como rota escalera donde siempre al ascender el pie tropieza falla. evocaba a la Reina: que la hacanea blanca; que el gerifalte al hombro: que el tisú de oro al anca; que en mí se apoyó un día para descabalgar; que la presión de rosas me perfumo; que el traje con su idioma de seda le dijo adiós al paje. me ponía a sollozar. un día me mori de mal de ánimo y de amor. entre otros pajes en la tumba dormí. fué para siempre jamás.
Sobre mi tumba en lágrimas, un saúz se despeina.
Yo fuí un paje. Mori de amor. Amé a la Reina. ella no lo supo jamás. ANTONIO DOMINGUEZ SANTIAGO ARGUELLO La elegía del corazón Himnos de la noche Haz pues, y desde hoy fuerte y segura tu construccion con base firme y amplia; suba fila por fila, día por día, y airosa luzca en su lugar mañana.
Sólo así llegó el hombre a esas erguidas torres donde se tiende a su mirada como una gran llanura el universo y un ciele inmenso a su alto fin lo llama.
HENRY LONGFELLOW RIMA ¡CORAZON! Por las le El corazón es así. Nada yes del idioma parece que le es dado contemplar cocon ese nombre se indicará mo aquel soberano ciego y algo así como una coraza de magnanimo que mandaba itan puro metal, que nos luminar la ciudad feliz que Tesguardara de las enristra nunca vió; pero se regocidas lanzas del Destino in ja cuando ante los ojos la visible caballero del que sólo viva gracia de las cosas se se siente el misterioso galo desenvuelve. El corazón es pe y la irrestañable herida. así. Si nos sonríe la amada, se pone trémulo; si nos Coraza, escudo. egida, pe desdeña, él recoge la pena.
to de acero, íntimo blinda El es el noble, el de las geje, debiera ser sin em nerosidades, el de los sacribargo, nada más vulnera ficios, y nada reclama de la ble, nada más susceptible fiesta en que da el vino pade ser lacerado!
ra todos los convidados.
Podemos defender la puNosotros llenamos la copila por el párpado alerta; pa, mientras él exprime sin podemos parar los golpes brindis las uvas del racicesar para el gasto del con la diestra, mas el corazón. cómo defenderlo? Exmo dorado.
En la vida somos apenas puesto está al dolor, sin que los huéspedes de nuestro logremos evitarlo: una palabra, una simple palabra, propio corazón.
JUAN RAMÓN AVILÉS Breve fila de «cactus. como una mano que amenaza: Espera. es el humilde frontis del cementerio agreste de la aldea.
En los vagos crepúsculos filtran su luz las horas somnolientas, por entre aquellos dedos en actitud siniestra, Al posarse la luna, con amor, en la sierra, una mano se alarga en el camino que conduce a la aldea.
id lo hace sangrar.
Lino ARGÜELLO I Una vez en que yo derrama pulcro santo, y abrumadora la ba amargo llanto, cuando se cruz. Aquel, cuyos labios hadesvanecía mi esperanza disuel yan sido humecidos por la crista en dolor, y estaba solo en la talina onda, que imperceptible árida colina, que en estrechy para el sentir vulgar, mana en obscuro ámbito escondía la ima la extrañia de la colina a ctyo gen de mi vida. tan solo co pié rompen las mareas terresmo jamás lo fué solitario alguno, tres; aquel que se haya visto soabrumado por un miedo indeci bre esta montaña, término del ble, exánime, únicamente en mundo y más allá haya columcarnación de la desventura. brado las nuevas tierras en doncomo mirara en torno mío bus de mora la noche, en verdad cando socorro, sin poder avan que no volverá a meterse en el zar ni retroceder, asiéndome con tráfago del mundo, en la coinfinita nostalgia a la fugitiva y marca donde reina la luz y haextinguida existencia; de la azul bita tierna inquietud.
lejanía, de lo alto de mis anti Allá arriba levanta cabañas, guas dichas, vino a mí una pal albergues de paz; añora y ama, pitación crepuscular, y de re contempla lo lejano, hasta que pente se desgarraron los nativos la más bendita de todas las holazos, cadenas de la luz; huye ras los arrastra a lo más profunron las magnificencias terrenas do de la fuente. Lo terrestre y mi duelo con ellas. Derramó queda flotando arriba y es echase la melancolia de un mundo do fuera por las tempestades; nuevo e insondable, y tú vinis pero lo santificado por el contactes a mí extásis nocturno, so to del amor corre, libre, por esLa comarca fue condidos conductos, hacia la realzándose lentamente. libre gión ultramurdann donde se de lazos, flotaba sobre la tierra mezcla, como vapor, con los de mi recién nacido espíritu. adormecidos amores.
Trocóse la colina en nube de vaFEFERICO DE HADENBERG por, a través de la cual descubrí el transfigurado semblante de mi amada.
taba la eternidad. Cogi sus manos y las lágrimas se convirYo siento tu perfume tieron en cetelleantes e indes en mí, como un incienso tructibles lazos. Los milenarios, cuando mi alma se sume como tormentas, rodaron lejos. en tu alma, y en ti pieneo.
Sobre su pecho lloraba yo lágrimas de gozo por la vida nueva. Oigo la limpia plata Fue el primero, único sueño. de tu hondo pensamiento, Se disipó. Pero su resplandor como una serenata quedó en mi alma y la fé incon de paz y de contento.
movible y eterna en el cielo de Mi soledad te mira la noche y en su luz, la amada.
II Ya sé yo ahora cuando se junto a mí, te presiente, rá la úliima mañana, cuando la y a veces aun suspira cuando besas mi frente.
luz no vuelya espantar más a la noche y al amor, cuando sea Me amas y también te amo eterno el adormecimiento y sólo cielo azul, tarde en calma: exista un inagotable ensueño.
tú vives como un ramo ¡No me abandones nunca, divide rosas de mi alma.
no cansancio! Larga y fatigosa fué la peregrinación hasta el se ROBERTO BRENES MESÉN por del cielo Preceptos LA COPLA ANDALUZA Del placer, que irrita, y el amor, que ciega, escuchad la canción, que recoge la noche morena.
Dice de ojos negros y de rojos labios, de venganza, de olvido, de ausencia, de amor y de engaio.
En sus ojos se pin la distancia La noche sultana, la noche andaluza, que estremece la tierra y la carne de aroma y lujuria. de desengaño De males y bienes, de esperanzas, de celos. de cosas de hombres y mujeres.
No siempre envidiarán tus vir cale escenario a la tuya para que tudes: tambien envidiarán tus pruebes su fortaleza.
flaquezas. Guardate de enorgullecerte de semejante homenaje.
Si no hay lucha, le tendrás miedo a la herrumbe de tu brazo. Haz visto al Diablo realizar una buena acción? Tómala de juega a la batalla para destruirla.
ejemplo.
No estés satisfecho de virtudes Cuando te sorprendas envi que no estén probadas.
diando, despréciate, Las acciones pueden ser interiores o exteriores. Pero nunca Si tienes un vicio, trata de que deben ser sobrepasadas por las se mantenga todo lo inperfecto palabras.
que sea posible, si no puedes vencerlo por entero.
No desprecies la experiencia de los hombres maduros. Sólo Cuida tus virtudes como a un haciéndola propia se conoce el rebaño que acechan millares de sabor que tiene.
lobos con hambre.
No temas el desprecio y la veces no se sabe en qué mo burla, si tienes seguridad de ti mismo. Mas no desdeñes dar una mento una virtud pasa a ser un yicio.
lección a quien te persiga con ellos si el látigo está cerca y puede herir como el arado a la tieLa serenidad sólo se ejercita Tra. medio de la tempestad, BúsPOR MOISÉS VINCEZI Bajo el plenilunio, como lagrimones, como goterones, sus cálidas notas llueven los bordones. brota en los labios soberbia y sencilla, como brotan el agua en la fuente, la sangre en la herida. allá va en la noche, paloma rafeia, a decir la verdad a lo lejos, triste, clara y bella.
Son melancolía sonora, son ayes, de las otras cuerdas heridas, pun zadas, las notas vibrantes. en el aire, húmedo de aroma y lujuria, levanta su vuelo paloma rafenala copla andaluza.
Del placer, que irrita, y el amor que ciega, escuchad la canción, que recoge la noche morena.
Manuel MACHADO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Roberto Brenes Mesén
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