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DemocracyViolence

ptiembre 27 de 1915. TEL IMPARCIAL PAGINA Bélgica El Rey Alberto se Bronce y Marfil Cónsul de Bélgica en Costa Rica Al pie de un cuadro tres claros nombres de la duda en la justicia de la idea ron al estupendo siglo XVI una Es un paisaje melancólico. Eu porta: Bélgica se ha ceñido con que han hecho resonar por que se combate ni se percibe de sus páginas, más bellas, y uno la duna desierta, frente a la mo sus propias manos la palma supreos de arnionía, las músiens desigualdad en el den uedo ni som de sus triunfos mejores a la his notonia de las aguas, el perfil se ma del martirio; y cualesquiera vero de un soldado, cuya gallarda que sean las proporciones de las es que acaba de oit, per bras de iniquidad y alevosia empa toria de la libertad humana.
estatura se doblega un tanto al catástrofes futuras, primará siem e que destaque, para que tan el esfuerzo fundamentalmente No importa que el nuevo opre peso de una meditación profunda pre en el recuerdo de los hombres sa el primero en la expre generoso, queda a la crítica tomar sor domine, desde Lieja hasta Os dolorosa. Junto a la figura de la inmolación voluntaria de ese rbal de nuestra ofrenda, el por blanco la calidad del pueblo tende, las ciudades de Bélgica, y bronce del guerrero, el marfil de pueblo.
una breve silueta femenina, sutil vinculado a fuerza mate combatiente: la turbulencia de sus busque radicar entre sus despojos, La victoria puede poner su coy delicada.
a deslumbrante gloria: el inclinaciones, la rudeza de sus cos signos permanentes de ocupación ona augusta en unas u otras Bronce y marfil, sus Majesta frentes. No importa: Bélgica ya de Bélgica. Quien fue el tumbres, su inferior condición, y de conquista. Más duraderns des Alberto e Isabel de Bélgica, ha triunfado, rescatando su dereo en la resistencia sobre respecto del extranjero que le o prendas de triunfo alcanzó el Du el rey héroe y la reina santa; el eho a la vida a precio de heroísa, quien lo es en la magni prime o del invasor que le amena que de Alba, que, en la plaza de monarea caballero a quien, sin a mos; y el respeto fervoroso de tosacrificio, senlo también za. Aquí, ni una mácula, ni un Amberes, pudo contemplar la es dias de la historia, la humanidad existencia como un imperativo guardar las consagraciones tar. das las naciones garantiza su simpatía que busca miti pretexto, ni una diferencia siquie tatua de bronce que le representa la decorado del título de Gran Categórico del honor humano, pordolor. porque en el co ra en valores de civilización. Nn ba hollando el pecho de los fla de: y la dulce soberana enya ab que la muerte de Bélgica sería de Francia la generosidad da falta a la gloria de Bélgica: meneos vencidos. estos vencidos negación ilumina, como uma au una mengua irreparable.
aturaleza misma, y porque nada puede restardarse a la so de estatua se reincorporaron. e Inglaterra tuvo siempre berana razón que de ella irradia. ahora, alzándose del barro sany el sentido de una caba Es éste el más ejemplar conjunto griento de sus campiñas desola1 dignidad, me parece que de hombres defendiendo el más das, de los escombros de sus cius parte espontáneamente el sagrado de los derechos con el dades rotas, donde lo único verademán que nos invita a más alto y constante de los lie daderamente irreparable serán las er la prelación en el recuer roísmos.
profanadas maravillas del tiemmo tendrá da predilección Pero, después de todo, por qué po, volverá Bélgica a ser, radiente historia al pueblo incom hemos de asombrarnos de esta de esperanza con esos niños que e que las la escuehado con marcialidad indomable, ni consi están conociendo en la inocencia ho, y que ha de ser, de hoy derarla allí nueva? y ¿por qué la virilidad del infortunio; acri1, entre ellas, prenda inmor se imaginaria el invasor que ese solada en su persona de nación fraternidad y de alianza. ilano suelo de Flandes habín de por la solidaridad suprema del fiea era, en las presentacio encorvarse a su paso, como el lo dolor compartido e inculpable.
ibituales de nuestra imagi mo del caballo que conoce a su Volverá Bélgica a ser. El senti.
el taller doméstico, todo dueño. Para desengañarle miento humano rechaza, en cuanEL SR. DON GÉRARDO ECHEVERRIA AGUILAR virtudes, que disfrutaba su habría bastado que compareciose to a esto, hasta la sombra de una El señor Echeverría y Aguilar es un miembro importante de medianía qn seguridad in en su imaginación el simulacro dada. y si la duda eupiese, y selestro le. Bélgica es ahora el altar heroico de aquella Flandes, eriza mejante pueblo pudiera, en edad y persona distinguida en nuestro medio social.
inte y sangriento del valor da de hogueras y patíbulos, en como la nuiestra, ser testado del le. De ese spsegado fondo de que se resolvió, para la libertad, mundo por la primitiva razón de is y dehesas, donde renace. el porvenir de Europa, frente al la conquista, no habrá concienificada, la Arcadia pasto otro soberbio imperialismo de Fe cia de hombre libre que no prede fábricas que ennegrecen lipe II. Bruselas, Amberes. Lo fiera, una y mil veces, el cataclisbla y barcos que cortan los vainn, Mons, Gante. Malinas, no mo anárquico que hiciese saltar АРХ СИСИ ndolentes; de primorosos jar fueron simpre, por cierto, nom en astillas los fundamentos de Intre los portadores de la lemán le entrega una nota reclaroica antorcha ninguna figura e mando el paso libre para sus ey casas pulquérrimas, en sui bres de paz. Esas ciudades de mer esa civilización, antes que la permociona tanto como la del Prin jéreitos por el territorio belga, de trabajo apacible, que a caderes y artesanos, ya endureci sistencia de un orden de naciones cipe hacia quien Francia jamás mediante lo cual Alemania to puede parecer opaco y sin das, desde su nacer, en la diaria en que fueran posibles tamaña ALBERTO e ISABEL tendrá un agradecimiento bastan compromete a mantener la intese ha adelantado de súbito defensa contra las águilas feuda niquidad y tamaña vergüenza! dos beigas que ostentun Toy a los ojos del mundo sobre te vibrante. Me retlero al Rey Al gridad del Reino y sus posesioiseara trágica de Iliones y las les, se iluminan de sangrienta luz Entretanto, no es necesario essu corona de reyes, y más valiosa que ella, la de la berto, cuya personalidad magniti nes. Si no, Bélgica será tratada gozas. Transfiguración ex en la guerra por la protesta reli pérar a la reparación ineluctable, admiración y el cariño miversales por la heca ha dado su sentido más elevado como enemigo. El Rey Alberto róica defensa de su patria.
a esta dura guerra. Sin él y sin tiene doce horas para contestar.
el pueblo belga, ella, la guerra, 10 Ante ese ultimatum él no vatora de consuelo y esperanza, los Pueden el éxito o la gloria la hubiera sido más que un cataclis cila.
lobregos campos de batalla en brar con cinceles de eternidad. mo mundial de una significación Este lieroísmo de la probidad que combate el pueblo belga con na majestuosa sucesión de már indecisa.
es el Régulo retornando a Car nunca sobrepasada bizarría, por moles, que señalen al asombro de la existencia de su patria.
Leo en no pocos artículos y dis tago y al suplicio para cumplir la los siglos las epopeyas que de un cursos que asistimos a una lucha palabra empeñada. Pero es tamAntes de la tragedia, a enyo extremo al otro de la Europa entre la Democracia y el Feuda bién el del comerciante que no desarrollo. abominable asiste el realizan cada día. No importa: lismo, que hemos reanudado la quiere ser un quebrado fraudulenmundo sorprendido y consterna sobre todos los marmoles se des tradición, de los voluntarios del to, y que lo vende todo, casa, ropa, do, reinaban noblemente en uno estarán armoniosa y soberamen: 92. Esta fraseologia a nada exac vajilla, para hacer frente a sus de los países más prósperos y fe te el martil y el bronce de ese lices de la tierra, la pequeña y di grupo: de la reina santa que por una feudalidad. No es un grupo to corresponde; Alemania no es compromisos.
Es el orden social entero lo que ligente Bélgica, maravilla de civi ne el consuelo de su piedad, como de hidalglielos lo que tenemos el Rey Alberto ha defendido, lización y de riqueza, de amor una venda de misericordia, sobre frente a nosotros: es toda una na cuando pronunció su non possual trabajo, de virtudes familiares, las tremendas angustias del doción de comerciantes, industria mus. Es el orden social entero lo de mentalidad sana y ponderada; lor y de la muerte, y el rey caba les, labradores, obreros. Bise pais a Bethomann ha escarnecido cuan atento El, para estimularlas ge llero en quien la bravura y la hi.
nerosamente, a todas las activi dalguía se han hecho pensamieu quiere conquistar el nuestro, in do escupió sobre el papel mojadades inteletuales, comerciales, to y músculo.
vadir nuestros campos, mestras do. El tratado garantizando la neutralidad de Bélgica. Es el or e industriales de su pueblo; con El huracán de fuego y sangre minas, nuestros viñedos, nuestros den social entero lo que el Impesagrada Ella a modelar como una que convulsiona al mundo puede talleres, nuestro dinero.
rador alemán ha pisoteado cuanjova el alma de sus hijos y es aventar, como despojos vanos, 11Hosta lucha brutal por la vida, do traspuso la frontera.
píritu refinado y exquisito con nas u otras soberbias dinastías de un lado, por la hegemonía, del Michelet decía de Kléber que teuna sonrisa de encantadora soli que en cimientos seculares se a otro lado, se ilumina de repente nia ma figura tan militar, que ulcitud y acogimiento para todas las sentaban. No importa: el trono con el rayo de una idea. Es el no se volvia valeroso al mirarlo.
obras de belleza, hogar dichoso y de Alberto e Isabel de Bélgica re Rey Alberto a quien se lo debe Del Rey Alberto se podría decir apacible, como la nación misina. sistirá victorioso a sus embates, mos. Ninguna de las lecciones de que se vuelve uno más hombre cuyas virtudes y excelencias ad porque es el amor de todos los va esta guerra es más ostensible. Es honrado nada más que pensando mirablemente encarna.
rones dignos que existen en la tie el ejemplo proyectando su luz, a en él.
Vistas de Lovaina después de su destrucción.
Cuando, próxinios a romperse rra el que inquebrantablemente lo la vez, en el mundo moral y en el Paul BOURGET los diques que contenían el to sustenta.
mundo político.
De la Academia Francesa.
dinaria, que recuerda cuan giosa y la autonomía política. Si para que la gloria de la nueva rrente implacable de la guerra, di cuando, mareando en el cua El de Agosto el Gobierno ale Paris 1915 plácido heno amontonado y la resistencia extinguióse en ellas, Bélgica quede consagrada y pe jo el rey nó! a las proposiciones drante de las horas el momento te a la bondad de la tierra, para concentrarse en la emancipa renne en la conciencia universal. oprobiosas y prefirió el sacrificio solemne de las reparaciones, vuelvanta y difunde la llama del da Holanda, fue sólo cuando el Más alto que la Esparta de Loo un solo empeño convulsionó el al dos el rey paladin y la sublime a la deshonra, ma sola voluntad, van a la integridad de sus estaudio, con el irrefrenable im cadálso y la emigración las deja nidas, porque el valor que aquí ma de Bélgica, nunca como en reina, será el mismo hogar apadel rayo! Reveladora ense ron en soledad que convirtió en resplandece no es la facultad ex tonces tan entrañablemente uni cible y dichoso de los pasados a para los que imaginan que agrestes patizales sus calles popu clusiva, sombrín, infecunda, que da a su monarca. Pueblo y So días, en medio del propio pueblo, ergía de la guerra ha menes. losas. Todas estas ciudades apren se cultivó artificialmente en aberano marcharon estoicamente, próspero, feliz y diligente; el miscon la divina naturalidad de lomo estímulo generoso a las fecun ultivarse por sí misma y en dieron, hace tres siglos, la cien quel monasterio de soldados: más sublime a la lucha sin tregua y das actividades nacionales, la pro icio de su propia obra de des. cia de sufrimientos y energía en alto que la Polonia de Koseinsko, sin desmayo por mantener el de pia consagración a modelar como tión y muerte, en vez de bro que hoy ilustran al mundo: todas porque el delirio febril de la anar coro de la patria: y la espada de una jova el alma de los hijos, y la su hora, de aquella funda ellas conocieron, sin envilecerse, quía no ha preparado la obra de Alberto fue el símbolo fulgurante sonrisa encantadora de antaño al y armónica energia que, al brutal ultraje del saq:seo, la hu hierro del conquistador: más alto del heroísmo de los hombres, y en para las obras de Delleza; pero el corazón de Isabel se refugiaron todo ello sublimado por la maglando los resortes del caráe millante tortura de la exacción. que el México de Juárez, porque todas las ternuras, todas las bon mífica apoteosis de la gloria, a los pcial, forma la voluntad para el trágico espanto de las matan no ha habido manos propias que dades, todas las abnegaciones del fulgores de uma luz nueva y más urtes pacíficas e inspira los zas, Amberes caida pensará que guiasen el caballo del extranjero; alma femenina.
radiante, en una Bélgica más plos del valor civil vuelven sobre ella los dias de ho más alto todavía que la España Esta guerra apocalíptica puede grande, más rica y poderosa.
fícil es encontrar en la merror en que los tercios de Alejan alzada contra Napoleón, porque davía os y otros meses el interminar mañana, o prolongar toErnesto MARTIN el parangón a la grandeza dro Farnesio ciñéronle, en cruen en las armas de estos invasores no fierno de sus hecatombes. No im París, mayo de 1915.
sta Bélgica que ahora cono to delirio, palma de elección entre se propaga el estímulo de libers. Todo cuanto puede contri cindades mártires. en la Bruse tad que atente la violencia concul universal inmunidad del derecho, cho, justicin, y aún quedaría, en la a enaltecer la acción humana. Ins que custodian, desde el bronee cadora del derecho. el nombre los sentimientos que la ani das sombras de Egmont y de de Bélgica la mártir, Bélgica la y esta espectadora serena, pero desolación de ese naufragio, el ay el término a que se dirija: Horn, el paso de las patrullas im heroica, Bélgica la inmaculada, no impasible, en la tragedia que silo de la conceincia americam.
cuanto pnede tender a embe periales ha de despertar, en cada perdurará en la mente de los hom domina el secular escenario de la Cuidemos, dentro de cada uno de nosotros, nuestra parte en la reela y glorificarla por la le ángulo de piedra, los ecos del glo bres como el símbolo supremo del Cuando el eje ideal de la civi serva augusta que nos está confiafiereza como se manifieste, rioso grito rebelde de aquel Vi saerificio varonil y del iniino con lización vacilara: cuando la arre da; y desde la paz y la distancia se congrega en Bélgicavan los gueux. que allí resono tendor de la fuerza.
batada demencia de la guerra obs que nos comuncian cierta semeesta inenarrable tragedia por vez primera y fue la consigna Asociándonos, de este lado del cureciese del todo, en las más no janza de posteridad, juremos a historia en los mayores de las muhelimbres insurrectas mar, a su infortunio y a su agra bles razas del mundo, el sentimien Bélgica la mártir, a Bélgica la hepatos del sisado, en los más que ostentando como blasón de vio, nos parece estrechar su cabe to de aquellas naciones superiores roica, a Bélgica la inmaculada, ºs y nobles, falta esa armo demoracia las aperiencias de la za ensingrentada en el regazo fra que han guindo, entre parciales gloria y amor en el corazón de ALIEGE Statue équestre do Charleroagne perfección de estatua gue mendicidad. el sayal eeni ternal de esta América que iden eclipses, la ascendente marcha de mérica!
Cuando no hay lugar para ciento y la escudilla de palo, die tifica su interés más caro con la los pueblos: bien, verdad, dereJosé Enrique RODO.
LIEJA. Carlomagno Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.