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Lunes, 15 de noviembre de 1915.
ET IMPABOTAD PAGDA En una fumería de opio anamita mas.
19 902 100 FB El origen del Foot Ball تم ازدوای amoOS ΠΙΟ Rol ORIENTAL Al principio sólo vimos, en la En Europa la duda habría sido con espanto y beatitud. En su penumbra, las manchas blancas de imposible. Todo, en aquella apa fondo flotaban las visiones del enEras la sultana del harem de un moro, las esteras. Todo callaba, todo rición de languida belleza, decía sueño asiático. eran, en barcas y por ti muriéndome estaba de amor.
dormía. Las mismas luces que, en la femenilidad. El cuerpo delinea de jade, entre sederías rutilantes, Eranse los tiempos de la Alhambra de oro, el fondo de la estancia, ardían en base en finas ondulaciones bajo la princesas del Yunam que corrían y yo descendía del Cid Campeador.
el altar de los abuelos, ante un seda oscura, y el dibujo del rostro en busca de amorosas aventuras Lleguéme a Granada por romper mi lanza dragón rojo, parecían somnolen era de una pureza impecable. Los por los piélagos glaucos de sus maen palenque abierto, contra el musulmán.
tes en la palidez quieta de sus lla labios, entre abiertos en una son res; y eran piratas heroicos luFue una tarde lírica, color de esperanza.
risa enigmática, descubrían una chando en sus frágiles sampaus Yo montaba un potro color de alazán. Creo que nos hemos equivoca minúscula dentadura, virgen de contra las naves formidables del Era mi coraza de acero y de oro; do. murmurá alguien.
toda mancha de betel. En los de emperador; y eran dragones tuteal cinto llevaba tizona triunfal.
Pero nuestro guía nos tranquilidos de los pies, lo mismo que en la res, de escamas de mil colores, bordé por divisa. muero porque adoro. zó, asegurándonos que era impo los de las manos, brillaban sorti que aparecían a la luz de la luna y érase mi aspecto sereno y marcial.
sible confundir aquellas casas. jas de plata sin ninguna piedra para ofrecer a las vírgenes entrisEntrando a la arena, mi Foz desdeñosa Es por el aroma. nos dijo. preciosa, y en los tobillos, en los tecidas invencibles talismanes; y retó a los caudillos de la hneste infiel, Basta con haberlo sentido una brazos, en el cuello, argollas, ca eran palacios grandes como puey anhelé por premio, de tu boca rosa vez para no olvidarlo nunca. Los denas y collares amontonábanse. blos, palacios de filigranas, con un beso de oro, de luz y de miel.
oqi Grupo de mujeres arabes mismos espíritus muertos, cuando Es una mujer, no cabe duda techos de oro, con muros cubiervuelven a pasearse por la ciudad, Al punto, el heraldo sonó su trompeta; murmuró algaien.
tos de esteras bordadas, palacios me afiancé en la silla y partí veloz.
20 se detienen en las puertas de las Pero otro nos hizo recordar a llenos de músicas, de perfumes, chocaron las lanzas; y una voz secreta fumerías en cuanto perciben el a los adolescentes color de ámbar de galanteos; y eran, allá, muy en me decía en el alma. guerrero y poeta, roma de la buena droga. que la víspera nos habían sorpren el fondo, muy en el fondo, bajo las si triunfas, soy tuya. Fué tuya la yoz. En los tiempos de Marí Casta tenía su hermana en la despensa. bamos a encontrar agradable o sentando papeles de sacerdotisas, das milagrosas.
Un olor especial que no acertá dido, en el teatro anamita, repre aguas del pozo, minúsculas pagoRompí veinte lanzas, y diez caballeros ña, gobernaba en Persia, el Bar puntada por aquí y corte por rodaron, heridos, cayendo a mis pies.
bián, y en la capital del imperio allá, el ingenioso Ka chu cha Chi desagradable y que ni siquiera po de princesas y de cortesanas con Mi triunfo dijeron clarines guerreros, había un zapatero, llamado en la se encontró de manos a boca díamos saborear por completo. Ile todas las gracias y todas las pery hosannas vibraron al aire. Después. laramandanópolis, y en aquella con una especie de pelota de re naba, en efecto, la estancia. ve versidades de las mujeres más fePoco a poco la pregunta inicial lengua persa que era gulares dimensiones, que botaba ces creíamos sentir emanaciones linas.
de tabaco rubio de Oriente; pero El guía mismo, escogido como sobre el sexo de la fumadora lleLa luna en la noche, me vió en la llanura, ol el industrial más desgraciado del desconsideradamente, con grave llevando a la grupa del potro alazán, globo terráqueo, y eso que no te deterioro de los utensilios de por en el acto otras esencias acaricia árbitro, tuvo que confesar su ig gaba a transformarse en mi mente ori del harem del moro la rosa más pura, ban nuestro olfato con suavidades norancia, exclamando: en otra interrogación más angusnía que luchar con ninguna clase celana y cristal, que saían hechos de miel, de sándalo, de canela, de :Quién sabe aquí esas cosas! tiosa relativa a la naturaleza misrobada al alcázar del noble sultán!
orts de competencias en su oficio.
añicos al recibir la caricia de aolm Era el único y ex quella esfera de cuero.
té. luego, en la lengua del país, ma de aquel sér de ámbar y de huAdán Coello aid elusivo zapatero que había en KaY aquello era como una multi interrogó con respeto a la fuma mo. Ya poco me importaba estar Tantos y tantos fueron los des opulenta capital, como ocurre en trozos que ocasionó el artefacto tud de soplos sutiles e irónicos que dora, sin obtener ya no sólo el fa o no seguro de que realmente tra 09. los tiempos modernos, existía una del muchacho, que se acercaban, que huían, que se vor de una respuesta, pero ni si tábase de una congai. Lo que quería era saber si era una realidad o assi competencia ruinosa en todas las cogió de la oreja a su diabólico cruzaban, que se buscaban, que se quiera el desdén de una mirada.
desvanecían.
un fantasma, una criatura humaartes e industrias.
vástago, y arrimándole un puntaEl almacenero que abría un al pié lo lanzó en medio de la coCuando, al cabo de algunos mina o una sombra. Aquella macén, sabía muy bien que a los rriente de la calle.
nutos, nuestros ojos se acostumvilidad extática, en la que sólo los braron a la semioscuridad, vimos Oh, aquellos ojos! Aquellos ojos vivían; aquella perpetua son om quince días le habían salido dos Aquel puntapié paterno fué uou granos a derecha e izquierda. esto na revelación para el chico, y no que la mayor parte de las esteras ojos de ensueño y de misterios, de risa quieta, casi muerta, y que, sin no estaban vacías. Los fumado voluptuosidad y de tristeza. embargo, era un filtro irresisties, otros dos almacenes de gente teniendo a mano otra cosa para res, con sus lamparillas apagadas, Contemplándolos largo tiempo, ble de tentaciones excelsas; aquel envidiosa que aspiraban a dispu desahogar el dolor que aquella dormían el sueño divino del opio comprendí los arcanos del opio cuerpo, en fin, que las flotantes setarle los marchantes.
brusca insinuación le produjera, El cafetero, que inauguraba en que la pelota, arrimó su pie calza. Eran chinos flacos, de rostros in tan bien por lo menos como mis a das del traje dejaban adivinar llepomposo establecimiento, se endo de clásica sandalia al envolto teligentes. En sus trajes, ning. migos que, habiéndose hecho pre no de ardiente juventud, todo a29 na indicación de sus eastas. Todos parar numerosas pipas, saborea quel sér armonioso, misterioso, no contraba rodeado de la noche a rio de cuero, y éste remontése a vestían los amplios pantalones ne ban en una habitación contigua el tenía más vida que la de los ojos.
una altura inconcebible, con gran la mañana de tres o cuatro cafés, admiración de Kachu cha, quien munes a los tenderos de Cho Long divina. Eran ojos de corte asiáti indicar movimientos, no. Las pugros y los pitjamas lustrosos co supremo placer de la embriaguez cuando digo vida, no quiero que le hacían una competencia repitió una vez y cien más su maando en extremo rabiosa.
ravilloso puntapié.
y de Saigón. Inmóviles, con los o co, cual los que en Birmania y pilas también permanecían inmóPero no ocurría lo mismo con jos cerrados y los brazos en cruz, en Siam los poetas comparan a viles, contemplando los cortejos Los chicos de la vecindad, tes parecían figuras de cera fabrica. pétalos de lotos nocturnos. y de sus visiones. Hay una suerte Artistas reales en Siam of los zapateros, muy al contrario; tigos de aquellos prodigiosos bodas en el mismo molde. Sólo allá que, en efecto, son más vegetales de mujeres soñadoras que se lla iil era el único supervi tes. intervinieron en el juego, y en el extremo del aposento, bajo ele minerales y no brillan cual man hadas, en latín strigce. las viente de una docena de indus ba situada éqsdal acfipló kp78 las luces del altar, descubrimos, al los diamantes negros de las espa cuales se alimentan de adormide El matrimonio hindou ob triales del gremio, que habían te media hora después la calle donde fin, una humareda blanca. Era u ñolas, sino que aparecen siempre mas negras, llamudas opio.
nido que quebrar cansados de per estaba sitnada la tienda del zapa na joven anamita que acababa de antre húmedas vaguedades, entre estas palabras de un antiguo Los hindous, que la guerra ha dir que en la India, como en todas tero, estaba converti der dinero.
fumar su última pipa.
en verdabrumas suaves. Los párpados mis navegante francés que antes me puesto en moda, tan sólo son co partes, el dinero ocupa el lugar Pero. qué sucedía en aquel sin dero campo de Agramante.
mos, a la sombra de las pestañas hicieran sonreír, acudieron de nocidos superficialmente. Gentes primordial en talos negocios.
larguísimas, eran de un color mor pronto en mi memoria. Des fem mal informadas, que sólo juzgan soih gular país, en el que los zapateLos tapices que cubrían como Decidido el matrimonio, és tecino, del morado fosforescente mes songereuses. Sí, eso era.
ros se arruinaban? Andaba la las demás aquella vía pública, en Pero ;era, realmente, una ana de esas frutas tropicales que pro Des femmes songereuses por las apariencias, dijeron, al tiene lugar en medio de grandes gente descalza?
virtud de los desordenados movi mita. Era una muchacha, u ducen fiebres e insomnios.
y ries de pavots noirs. Eso era, sin verlos tan flemáticos, que no sa festejos, de noche y ante el fuego La contestación es muy sencilla, mientos de la grey infantil, daba na congail. era una adoles¡Aquellos ojos! Yo me asomé a duda.
bían amar, que eran demasiado sagrado. El padre o quien le relob y si no hubiera tenido a la vista lástima verlos, arrugados y concente más bien. ellos, como a un pozo de infinito, Gómez Carrillo. soñadores para ser realistas. Mas, presenta, entrega entonces la noun papiro, que una expedición vertidos en harapos.
los siguientes fagmentos de una via al esposo, diciendo: norteamericana encontró escudri Aquello fué una locura! dicarta dirigida por un soldado a su Vete con tu marido, sé su dueñando las ruinas de Kalaraman cen todos los papiros que se conesposa, desvanecerán tales ideas: na de cuanto en su casa existe, edanopolis y en la que está escri servan en los principales museos. Más querida que mi vida: jerce allí tu autoridad. Dale hita esta interesante historia, hubie de Europa, que fué tal el contagio F05 y serás bendecide. Cumple tus Estás lejos y mi corazón está ra dudado de semejante cosa.
que produjo la inocente invención triste; pienso constantemente en leberes escrupulosa monto. En aquella población. Oh! del hijo de que toda en seguida los esposos rezan tí, y tu imagen me acompaña; to52. maravilla. la suela del calzado la juventud de Kalaramandonopodo ser humano me parece una poca siguiente oración: no se gastaba apenas.
lis dedicóse a la tarea de echar al Los dioses unan nuestros corabre imitación de tí; las flores exLa administración pública, era aire las pelotas de cuero, hasta el halan el perfume de tu cuerpo, en cones. La sabiduría, la bondad y 29 tan rumbosa, sobrada tanto dine punto que no obstante las leyes selas estrellas veo tos ojos, ojos aa fecundidad nos mantengan uniro en las cajas municipales, que el veras que dictó el Barbián, desamados. Si pudieras abrir mi codos. El Creador nos conceda desmunicipio no sabiendo donde in parecieron las alfombras de las razón, verías cómo te adoro. Acendencia para nuestra dicha y vertir el enorme exceso de metá calles; las suelas de las sandalias hasta nuestra muerte.
qui dicen que Dios es todo amor.
lico que se desbordaba en los ar que antes soportaban años y años Según los libros sagrados de la yo te digo el Amor es Dios. Si, el 801 cones de la tesorería municipal, y el roce stave del terciopelo que ebilteniendo en cuenta la extrairdina cubría el arroyo, gastáronse rápiamor es el soberano del universo India, la mujer es la mitad del No temo dejar de amarte ni de hombre y su más sincera amiga. ria existencia de tapices que ha damente, y que de la noche a la ser por tí olvidado, oh la más que la mujer amante es manantial abía en las fábricas del imperio, de mañana se quedó marida y mejor de las mujeres.
perpetuo de virtud, alegría y riO terminó comprar cuantas alfom terialmente sin género, vendiendo bras y tapices se le ofrecieran y cuanto calzado fabricaba, y eso El agua puede dejar de mojar, queza; su consejo suave y prưdenel fuego extinguirse y no quemar, te, y el amparo y consuelo del a cubrir con ellas todas las calles que eran a centenares los obreros hombre Dios mismo, el eterno, desapareen las desdichas 119 callejuelas, callejas y plazas de que trabajaban en sus vastos taLa costumbre exige que el macer; pero nosotros nos amaremos 299 aquella bienaventurada urbe.
lleres.
trimonio habite con los padres y eternamente. maldecía en su fue Pero chiares, como la dicha no Hay que rendirse ante la evila esposa sea considerada como de ob To interno la ejemplar administra es completa, le ocurrió a aquel zadencia, los que escriben esto sala familia. Entre los hindous orción del ayuntamiento de aquella patero lo que al almacenero y al odoxos, durante el día, las muje ciudad, porque veía sus escapara cafetero: esto es, que a derecha e es habitan juntas en la zenana, y Ahora bien: las fórmulas del a ruintes rebosando género, y sus alma izquierda, arriba y abajo, abrieos hombres las ven veladas la cacenes pletóricos sandalias de ron sus puertas otros zapateros mor, la táctica, por decirlo así, difieren de las que empleamos lo sta separación hace el amor más a, sólo a la noche se descubren. mil caprichosas telas y dibujos. que no daban abasto a la mucha abot El azapatero tenía un hijo. Ka Iemanda de calzado que había. Por la boca de sus mujeres son see y vuestros inútiles lamentos! lustrados, los azabaches magnífi jer que esposa, debe amarla. no europeos. El hindou ama a la muntenso. 16 chu cha, el que campaba por sus Ka cku cha Chi ka había salva rie el Japón a los extranjeros; les Los torbellinos de vuestros sueños cos, las antracitas, en los cascos de la re por primera vez hasta ei Las viudas son mantenidas por respetos en el taller de su padre do a su padre con su travesura acarieia, les mima, les encanta y exóticos. no están poblados de pe laca o en los moarés de sedas re día en que la conduce al altar. Así.
a familia del marido sin que puerecortando suelas, charoles y baransfornando en tin momento la lo más perfecto que hay en el país. trenzas negras cuyas volutas tiees burla con sus ojos. Ellas son queñas faunesas adornadas de gras.
la excusarse por lejano que sea el osquetas, materiales que desgfacia urbanizacion y costumbres de la En ese misterioso jardín insular, nen la complicación de un labe cinabrio o de clavel abierto y las amor hindou empieza; al revés volvemos a ver los labios de después de casados, es cuando ei parentesco, por cuanto ella forma Odamente andaban muy sobrados corte del Barbián de la Persia, nelinado hacia los trópicos, ba rinto?
miradas enigmáticas, impenetra por decirlo así, que en Europa parte de ésta.
en aquella casa.
que no falta un indiscreto papiro tido siempre por las sonoras on Esos bucles voluptuosos, esas bles, siempre escrutadoras, reflejo donde el amor concluye el día de El respeto a la mujer en la In Pero como los chicos siempre me le atribuya algún otro punta las de un océano que se lamenta suavísimas espirales de cabellos de terciopelo humedecido que de lia es inculcado desde la infande ser ilimitado, son ellas las pre planchados y engomados, donde jan filtrar los ojos medio velados.
la boda.
shte inventan algo raro, se le ocurrió pié a la pelota de Ka chu cha.
sia.
El Foot Ball había nacido! De ciosas aves multicolores, las voces la luz pone reflejos azules, aquién los piececitos, pequeños y diesEn la India, las familias prepa 01 al hijo del industrial confeccionar que acarician, las perlas que pal podría describirlos sin acumular tros como las manos, y las manos ran los matrimonios; además; eLas escrituras enseñan que el una especie de bolsa de cuero, que es mo las pequeñas causas pueden pitan y las flores que rien.
los comparativos más opuestos? que son manitas, y los brazos e xisten profesionales dedicados a que engaña a una mujer, es como 119 sirviese de coraza a una vegiga producir grandes efectos.
Viajeros que volvéis del Extre Seguimos soñando aún, cuando feitados y los gestos llenos de gra casamenteros. El oficio exige ta engañara a su madre, y maldeque, para rellenarla de manteca.
Alejandro Barba. mo Oriente, peregrinos contritos, nuestra imaginación evoca esas cia.
ido por Dios, quien no hará case contadnos la nostalgia que os pocurvas definitivas, en los ébanos Ludovico Naudeau.
lento y elocuencia. Inútil es aña le sur ruegos.
esto nouCompañía de Boy Scouts en China On 2080 ei f14 إيه أي INS ben amar.
La mujer Japonesa vad: Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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