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El Imparcial de la luz? til 91 Lunes 12 de Junio de 1916.
Página cuatro EL IMPARCIAL зор De Arístides Rojas Croniquillas FANTASIAS GEOLOGICAS LOS LUNES ANOCHECER DE INVIERNO La sombrx se estresa por moA esta hora crepuscular, cuanLA FRAGUA DE VULCANO do la calma del valle que se en mentos, casi repentinamente: por Amenodoro Urdaneta. gar a mil quinientas leguas, que EDE sombrece es turbada por el vi una brecha entre los nubarrones es el radio terrestre, tendremos brar triste de las campanas del se adivinen tênues, y medrosos Dos Oceanos se han comparti aquí en calor de doscientos dos Angelus, estarás, Rubia, acodada parpados de estrella: un viento do el dominio del mundo en que mil grados: calor inimaginable BB en tu ventana, viendo con tu indi frío, que gitiie un miserere en las ferencia do reina la muerte lenta altas torres de la iglesia que azovivimos; el uno, de lava, profun que volatilizaría todas las sus ta despiadado, Ite revuelve los ri do, escondido en las entrañas del tancias del planeta.
planeta; el otro, de agua, superfiEste calor que ha ido en aumen es a hora yo te he visto mu zos de oro; tu la oscuridad es cial, visible e incrustrado en el to cada treinta y tres metros de chas veces levantar los ojos, como completa. le blancura del templo en la ofrenda mística de una cra del pueblo se insinúa apenas enlecho de los continentes. Para profundidad. seguirá creciente el uno, la noche eterna, la fragua hasat el centro de la tierra? No ción que se uniera a la oración tre los apretados algodones de la cíclape; para el otro, la luz del donde la temperatura siga coas bonizan las selvas sumerjidas; to minero quedan derribados a im chivano, en las regiones de Parin, tarde; qué cielo. Rubia, más tris la brecha por dia que casomaban del dios cojo. con sus legiones de existirá una zona de equilibrio zan las piedras preciosas, que car ma se apaga, y la lámpara y el campiñas. De las grietas del Cu clamorosa de las campanas de la noche y del cielo, que ha cerrado día o de las estrellas, y Neptuno, tante! El océano lávico, cuya dos, en trabajo perpet para en: pulso de la fuerza misteriosa e in salen llamaradas a enye presente y más sombrío? Allá en el con los luceros, empieza a caer la llucon el tridente de los mares, y existencia está probada por las viar a la superficie, aguas terma visible, negro vampiro que se cier cia los indios creyeron ver a sus fin lontano del horizonte se alza via iniciándose con gruesos gosu séquito de nereidas y náyades. erupciones volcánicas, forma una les, gases inflamables, minerales. ne sobre los mutilados restos de antepasados que les invitabans el monte tijereteando el cielo en terones que ropiquetean como uy de Eolo que embalsama las on zona interpresta entre la costra rocas, piedras preciosas, y carbón sus víctimas. Son las e vanzadas dejar la tierra. Es el hidrógeno capotado de nubes: sobre su más na descarga de rifles sobre el te das con los besos de la primavera. de la tierra y un núcles sólido, o y betún, y combustibles minera de la fragua militante que destru rotocarbonado que sale de regio alta cambra el viento juega a techo de zinc.
Un relámpago deslumbrador El uno está envuelto en el manto debemos suponer que toda la majes.
yen al imprudente que osó des nes bituminosas y se enciende al jer una encajería de gasas de niede las sombras; el otro se corona sa está fl da de uno e otro extre.
Cuando esa fragna se agita, las cender a aquellas regiones del contacto del oxígeno del aire.
bla que, siempre caprichoso, va rasga las tinieblas, aclarando hascon la diadema del iris: mientras mo! He aquí el imposible que cordilleras tiemblas como la hoja averno.
Mucho antes que le ciencia mo haciendo ora espese y opaca, co ta los más lejanos confines del el uno enciende, el otro apaga; si la ciencia no ha podido aun resol del arbol impulsos del viento: No hy meteoro, por terrible derna descubriera el gas del car. mo algodón apretado, ora ténue y valle, como si del cielo lloviese, en un instante, un fuego de oro el uno disturba, el otro establece ver. Pero de todas mareras, ex cuando sus fuelles trabajan, los ga que se le suponge, ha dicho Si bón, los chinos, los persas y los transparen e, como fine gasa.
el equilibrio: si el uno invade, el te una región de fuego donde to ses corren despavoridos en premonin, que pueda compararse a habitadores del Mar Caspio, ca En el Occidente, cubierto de vivo: ha sido un momento, un otro cede, para conquistar de nue das las sustancias están fluidas: cipitada fuge: cuando esas horni una inflamación del fuego grisú. cendían todas las noches el gas nubes, como el Oriente y como el instante no más: tú, pobre Rubia, vo. Un miserable tabique los se donde la lava y los gases se mue las se remueven, los continentes Imag náos uno de esos azotes del que le regolaban sus terrenos. En cenit, se insinúan, tímidas, leves has cerrado asustadísima, llevanpara. la costra terrestre; y sin ren, se agitan, azotan la costra te arrojan llamas, los volcanes se co cielo que parecen haber sido crea los Estados Unidos, cerca del lago tintas, como en dejo de celajes, do un gran espanto en tus ojos embargo, ambos se rspetan en su prestreiascienden a la superficie ronan con penachos de escorias. dos por la Naturaleza para cas Erié, sus moradores aprovecha trayendo el espíritu la nostalgia negros y tranquilos. la ventana.
autonomía. En la lucha en que en solicitud de las chimeneas vol y el trueno retumba y la tierra pa sigo del hombre: un rayo, un hu ban el gas que brota de sus rocas, de las claras tardes de verano en El ruido de tus pasos que presu han vivido seguirán, porque a cánicas.
rece detenerse. Qué rugido es racin, in ciclón, una tromba que mientras la ciudad de Fredonia, que parecen llover rosas de todo rosos huyen, Sensa adentro, es boellos se ha confiado la armonía del Esta es la gran frugua de Vul ese, que parece un bostezo del abis quema, derriba, destruye cuanto se presentó durante muchos años el cielo incendiado, y en que el rrado por el estallido de la artimundo. Ambos son arquitectos, cano, el océano de fuego envas mo? Es la lava aprisionada que encuentra a su paso, y no tendréis con una luz fantástica: era el fue Occidente es un maravilloso ca llería de un gran trueno, cuyos constructores y mecánicos: ambos olas candentes consolidan la tie se escape, que sube y arrastra idea de los efectos que puede pro go grisú, el hidrógeno protocar. pricho de luz, una policromía in ecos van dilando las hoquedades obreros y artistas: el uno fabrica rra y elaboran los ricos tesoros cuanto encuentra a su paso, pelea ducir una explosión del gas de bonado, enem go del hombre en definible de oro, de sangre, de de la cordillera.
De de abajo para arriba y entapiza que ella guarda en su seno.
con el a re, con el agua, con las las minas. Un cañón cargado de las reg ones profundas del plane lila y de cobalto. Cuán distinto, la bóveda de sus antros; el otro, esa fragna, ha salido la costra que rocas, para buscar su libertad; son metralla y disparedo súbitamente ta, pero si amigo y compañero Rubia, ese cielo de invierno!
de arriba para abajo y rellena el pisamos, las cordilleras que for los gases que han encontrado a sobre una compañía: un polvorín en la superficie, donde hace siglos lecho de sus abismos. Si luchan, man su relieve, las rocas que dan bierta la negra puerta de hirero, que se inflama en medio de un dice a enda nación: Aprovéchaes para crear por lo demás, son sus ento a la planta y el animal, y se escaran en pelotón, después cuerpo de fabricantes; un gasó me, rec geme, yo doy una luz bri. Salve, Galia invicta!
amigos, aunque parecen antago el mineral en fin, la piedra pre de haber vagado por los piélagos, metro que revienta en una fábrillante y tengo) fueries inextingui nistas: para el uno, el fuego, pa ciosa que adorna la diadema de por los estrechos, huyendo del te ca, dan apenes una idea de la in bles en todo el globo.
ra el otro, el agua.
los reyes y que excite la codicia rrible calor que quería cristalizar amación del fuego grisú, sorpren Pero nade más expléndido que Dadme, Johanán, tu. patmica Domingulara de todos los ele Desde el día en que la masa ne de los hombres. De esa fragua, los y los perseguía sin descanso: diendo de golpe a los mineros. las iluminaciones de Bakú, en las trompeta para cantar las alaban mentos, escrutadora de todos los bulosa del planeta, empujada por salieron los millanes de volcanes son los cielopes que llenos de ale ¡Cuántes desgracins, cuánta or regiones del Mar Casio. Allí zas del atrio solar universal, eje arcanos, conductora suprema de una mano invisible, rueda sobre que inundaron con su lava el mun gria dan sus martillazos sobre la fandad ocasionadas por este a existe un templo, el templo del del mundo y pira de donde brota todos los pueblos.
su eje, y principia al mismo tiem do primitivo, en aquella época en pobre costra y rellenan las hendi gente de Vulcano! Un día, un fuego, de cuyos muros, de cuyos toda luz.
po a correr su órbita elíptica, los que el océano marino venció al duras, for ifican los puntos débi genio aparecr; no fue aquél que arcos y cúpulas len llamas a Reencarnación helénica, crisol elementos se combinan, en gran océano ígneo. y principio a cons les y empujan las islas y los con arrebató el rayo al cielo y el ce manera de penachos que dan a Mi himno va hacia ti oh Ga de justicia, hostia propiciatoria, calor se desarrolla, una ignición triur con cenizas y escorias In ba tinentes, o encienden los faros por tro a los tiranos: fue el inventor aquellos lugares un aspecto de su via Invicta! porque corre por renovadora del holocausto fénico general cubre la tierra. se, de las primeras islas: de esa donde deben escaparse los gases de la lámpara meravillosa. Des blime magostad. Sacerdotes pár tus venas saria de eternidad, y fuerte viestra libertadora, Todos sus componentes le lifragun, har salido los ác dos gry las lavas: es la vida subterrá de entonces el hombre desciende s sostienen el fuego de aquel porque eres fuerte en el pensacuan; y desde ese ins ante ella se seosos y las corrientes cálidas que nea que viene a saludar e la vida a las minos confiado y tranquilo, templo, some ante e un incendio miento y eficae en la acción; por Personificas la alegria del vivir; infla en su ecuador y se achata metamorfosearon los primeros se aérea.
con el escudo de Aquiles en sus gue breta de la tierre, incensario que eres intuitiva y absurda y coronas de mirto y de rosas; en sús polos. Una escena terri mentos de las aguas: de esa fra Després de muchos siglos de tra manos la lámpara de Davy.
tu risa, sonora risa de eterna de los celopes, saludo del abismo cosmopolita y fraternal.
ble, un incendio, abre entonces el gua, en fin, los cuatrocientos vol bajo, los cíclopes descansan sobre. Queréis conocer la lámpara mar al Dios del trueno. Cuenta un juventual, y es tu espíritu terso y primer acto de la gran epopeya canes que actualmente iluminan la hirviente hornalla. Hal tra ravillosa? Es una red de malla vinjero moderno, Mr. Moyne, Tú has respirado el éter puro burbujeante como tu cham ana.
terrestre.
la tierra con su luz terrible. bajado tanto. han construido que por todas partes cubre a una, que de tiempo inmemorial la ciu de las mis eltas cimas y sabes el Figuráos un globo más grande Qué portento! El incendio ha tanto. han levantado sobre sus lampara de alcohol. Tan luego dad de Bakú fue considerada por secreto que esconden los abismos: encedora del Tiempo, del Esque la tierra, líquido, encendido, cesado en la superficie del plane hombros tantas cordilleras! que como el minero llega a las gile los Güebros o Gauros como Ciu eres racionalista.
pacio y de ti misma; factora de humeante, que gira sobre sí mis ta para reconcentrarse en los se bien merecen el reposo. Descan ras subterráneas, el gas que afir dad Santa, y un convento de pár todo lo perdurable; dinámica y mo y corre despavorido, agovia nos de su corazón. Sobre usan det tés de haber destruido ye de las grietas se pone en con sis, situado en sus inmediaciones, y eres dicind, y te ries de los cosmogénica.
do de una masa de fuego que lo océano de lava con un diámetro ciudades antiguas, cuna del géne tacto con la red, la rodea, se pone encierra el famoso santnario de dioses y eres humana y no te cui Salre, Galia Invicta!
arropa por todas partes: figuraos de tres mil leguas, esti un tabi ro humano; después de haber de en vig lencia como el animal en Atesh Gah, en el cual brilla el das del porcenir.
este globo infernal inundado por que sólido con un espesor de trein rribado cordilleres, levantado is busca de su presa; investig qui fuego eterno.
MARIO CRUZ.
un oceano de lava, que se retuerta, como hoje de papel que cabrielas, quemado selvas sumergidas za la manera de atacar la llama y ce, se sacude, derrama torrentes ra globo de nuere pulgadas primiira vegetación del globo, aguarda; pero todo es inútil, por Leyenda de Cristo de calor y de gases, en evolución de diámetro. Sobre esta hoja de Descansan después de haber com que la llama está cautiva en su CARTAS DE MUJERES vertiginosa, cruza los espacios con papel están las cordilleras. los batido con su rival, el océano ma misión y mientras el calor que ella En el tiempo en que Jesús y Jumás velocidad que el pensamien continentes y el Océano marino, y rítimo, por conteneres de siglos. desarrola se propaga hacia la red, das eran todavía niños, se diver Si, lo sé que estoy loca, que tu mo de saber que es mi cariño mato, y apenas tendréis una idea de el animal y el hombre andan co Hoy, calientan las aguas, ilumi su luz se conserva tranquila e in tia u día, delante de las casas te; no me abrumes con tus razo ¿Que son locura mis celos? Locu amor es mi enfermedad de muervor que el tuyo y persiste siempre.
esta primera combustión, de esta mo débiles es juifes sobre ese mar nan los faros; braman de cuando diferente a lo que afuera pasa. recinas, modelando pájaros con la llama que iluminó la profunda y de fuego, a semejanza del arador en cuando, conmueven la costra, Si acaso algin omo del hidró flexible y blanda arcilla que les nes, que me dan certidumbre dera es mi amor todo. Pues crees prolongada noche del caos y cu que marchara sobre la concha de levantan y sumergen islas; tratan geno pretocarbonado penetra en había dado el alfarero de enfrente. ello. Con tu sensatez y cordura tú que sin locura pudiera quererte yos episodios sólo presenció el un huero, sintiendo bajo sus pies de unir los archipiélagos, y siem la red, la lama puede apagarse! Pero los pájaros de Judas esta me dominas, pones orden y socie como te quiero? Son mis celos ima Autor de la naturaleza.
los latidos del nuevo sér proximo pre con la idea de vencer por la sin explosión, más al instante bri ban mal hechos y no le decían na go, ensañándose en tí cruelmente, ginarios como es imaginario mi la corteza terrestre encontraremos porque ese océano de fuego no pueño, pero terrible, porque a mane acompaña, y en mindro podria contarle cosas admirables de su frio mortal penetra y discurre den Si penetramos en el interior de a ver la luz del día. Prodigio, ley del greso al rival peque llaría el hilo de platina que le da, mientras Jesús oía a los suyos indignaciones que me enloquecen: cariño. No es a tí a quien yo quie pero con el dominio de la razón, ro; tú por tí mismo no mereces mi que el calor almacenado en ella de inundar la tierra: como el ra de insecto se ha incrustado salir en solicitud de nueva luz. país imaginario.
por el sol, no pasa de treinta a océano marí imo él tiene también en el cuerpo del gigante. Desgracindo aquel que abra la cuarenta metros de profundidad, sus límites, de los cuales no pie. Mas donde encontrar la luz que lámpara cuando el grisú se presen agua entre las piedras desiguales El sol brillaba en charquitos de tro de mí. Examino ya con calma cariño. Es a una quimera que na mi conciencia, y considero con es ció en mí y que yo animé con mi cualquiera que sea la latitud. de pasar.
dá a la tierre esa fragua esconta, porque la muerte sería el cas de la calle.
panto cón:o mi amor inmenso no alma. Exuberancia del espíritu, Más allá principia el calor del mientras que arriba la vida dida en los antros del planeta? tigo de su imprudencia.
Jesús metió la mano y la pasó sabe manifestarse sino con apa esencia suya, algo inefable que planeta a razón de un grado por brota a torrentes, la belleza en el. Bajo cuántas formas se presen Pero si en las profundidades húmeda sobre sus pájaros de tieriencias de odio. Tu mayor enemi el alma exhala en ahelo de amor cada treinta y tres metros a pro alma del paisaje, el amor teje a ela a las miradas del hombre de la tierra, el hidrógeno proto rra, que conservaron sus reflejos sen saf andose en tí cruelmente, y es religión, es arte o es amor sim porción que avanzamos hacia el guirnaldas, el ave canta y el ve Sediento de honor y de lucro éste carbonado es el enemigo del hom: de diamante.
no te yo a tres mil trescientos getal florece: abajo está la lava no se ha contentado con explorar bre, sobre la superficie es su ele Judas trató de imitarle, pero el tormento. Dices tú que me gozo plemente, según el alma lo elava a metros habrá una temperatura de de la fragua, con la cual trabajan el fondo del océano marítimo en mento sociable. En los pantanos, Sol resbalaba entre sus dedos: y en atormentarte. Pues sabe la Dios, lo fija en forma artistica o ciento doce grados y todas las los cíclopes de noche y de día: ya busca de la riqueza, sino que tala en los terrenos bituminosos y car furioso pateó sus pájaros y lue verdad: ni en mi conciencia hay lo encarna en humano ser. Tú e guas, el lierio entrará en fusión bajo el frío de los polos, ya bajo drando la costra terrestre ha des boníferos, en las selvas y cerca de go, se puso a romper los de Jesús. para ti seer tos; gozo, sí. Di que res la esfinge, represntación de la hervor. las diez y seis leguas, el calor de los tópicos, llevando cendido a regiones desconocidas, todas las regiones volcánicas, las Jesús, llorando, gritaba: por mí sufres, me da idea y media idea divina que se adora.
la plata entrará en fusión y habrá sobre sus cabezas el gorro de ro en solicitud del oro. En estos lu llamas nocturnas que se levan an Vols, pues, volad!
de tu cariño. Si no me quisieras un calor de dos mil veinte grados. cas y de agua más liviano para gares tenebrosos a donde no llega del suelo fueron por muchos si mucho, no me sufrirías tanto. To dra: material del poema, del cua Ercs el papel, el lienzo, la pie Los pájaros volaron. las veinte leguas, el cobre esta ellos, que le burbuja de jabón que la luz del día, una luz le guin Ia glos el espanto de los pacíficos Nosotros también amasamos ar do tiene su límite, me dices. Mi dro o de la estatua; eres el hom mil ochocientos ochenta y cuatro Alli, obreros que apuntalan la tónico, le sale el encuentro un giones herbáceas de Venezuela, paces de pintarla con un rayo del tarte infinitamente pruebo su infi ues qué pensaste? Sin lo que yo el oro, y habrá un calor de dos re reflejan los colores de la luz. gar a los límites del imperio pli campos de la nueva Segovia, real corazón. Somos nosotros ca lo tuviera el tuyo, con atormen yo quiero en tí, es algo mío.
donde anima mi amor. Lo que grados. las ochenta y dos le costra terrestre, que calientan las gas invisible que ataca a la lla llamas intermitentes recorren en Sol y de comunicaria el soplo de guas, el hierra entrará en fusión agus subterráneas descendidas ma del hombre: ese gas es el fue muchas noches las praderas, y los in vida? Esa es la cuestión. Po add a Que algún día me dirás. puse en tí de mi alma que val y existirá un calor de nueve mil a la hornelle en busca de calor: go grisi. el hidrógeno proto habitantes de esas comarcas ven demos hacerlo, gracias al amor y hasta aquí llego? Ya lo sé. Ese drías? novecientos cuarenta grados. Si allí, obreros que trabajan en los carbonado que se enciende y este en ellas el alma del feroz tirano a la fantasia.
día como seré yo sola a padecer la progresión continúa has a lle filones de minerales, que cristali la en terrible explosión. La lla que azotó en otros tiempos sus Selnia Lagerloef. y a quererte tendré el goce supre Jacinto Benavente.
te centro.
TEATRO ACTUALIDADES Hoy lunes 12 de Junio de 1916. Unico teatro que trabaja. Dos escogidas tandas!
En primera tanda, AMOR PATRIOTISMO. En segunda tanda ¡MAGDALENA!
Mañana martes de moda: ADVERTENCIA 0004 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.