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VIERNES, 15 de Setiembre de 1916 EL IMPARCIAL Página cinco SELECCIONES ELEGIA SELEOCIONES DE EL IMPARCIAL!
Página centroamericana Serie 10a.
SUMARIO: EL POETA DEL SILENCIO, por Enrique Gómez Carrillo.
EL MILAGRO DE LOS CLAVELES, por José Rodríguez Cerna.
VISIONES DE LA COSTA, por Juan Ramón Avilés.
MARINA, por Jerónimo Reina.
LA MUSICA DE LAS CAMPANAS, por Froilán Turcios.
YO TRABAJO, por Francisco Gavidia.
INTERROGATIVAMENTE, por Manuel Alvarez Magaña.
LO QUE DICE TU VIOLIN, por Héctor Naranjo.
ELEGIA, por Máximo Soto Hall.
EL COLLAR DEL CISNE, por Brenes Mesén.
EL CLAVICORDIO DE LA ABUELA, por Rubén Darío.
Oh, musa del dolor, dadle a mi lira Los ritmos con que el aura blandamente Entre las ramas del sauzal suspire. DE El Imparcial El Poeta del Silencio Maeterlinck!
Los lánguidos murmurios de la fuente, Que en la roca los requiebros baña. es cuanto más humilde más dollente.
Los trinos que desliza en la montafia El ave que perdió la compañera aun su propio hogar se siente extrafia.
Una nota expresiva, plañidera, Trasunto fiel del insondable duelo Que esparce sus crespones por doquiera.
Implacable el destino, cortó el vuelo un espíritu egregio que sureaba Del arte augusto el esplendente del cielo.
Lauro inmortal su frente coronaba En plenr juventud: era el ungido De la divina Euterpe, que le amaba. Había con su numen sorprendido De la pauta el secreto cual minero Que halla el diamante en el carbón perdido.
Su espíritu genial err un venero De rica inspiración. Como los trinos Brotan de la garganta del filguero Brotaban de sus sueños peregrinos Sonoras y potentes sinfonſas, Dulces baladas, cânticos divinos.
selva Aquí, junto al lago amantes seres dulces Arrancaba sus nobles armonías la brisa que entona en la floresta Himnos de amor o tristes alegrías.
een Interrogativamente El milagro de los claveles Nrtura hermosa, en su perenne fiesta, Ofrendaba a su genio poderoso Las raras notas de una rara orquesta.
Por eso siempre de su ideal celoso No buscaba mezquinos manantiales Para calmar sus rasias de coloso.
Llegaba hasta las fuentes inmortales De sacra inspiración; allf de hinojos Ungfa en esas fuentes sus ideales. apartando del vulgo los abrojos, De la vida las cultas y querellas Volvía a lo alto sus ardientes ojos, daba aliento a sus creaciones bellas Recogiendo en su espfritu profundo Toda la luz de todas las estrellas. Extraño soñador, rumen fecundo. Cuin pronto se apagaron los fulgores Con que alumbrrha tu cerebro un mundo!
Pero en cambio han cesado los dolores, Las penas incesantes y crueles Que abruman a los grandes soñadores.
pavura en su coraz de claras coReposa en paz, que corazones fieles Lloran tu ausencia y aman tu memoria. Duerme sobre tu lecho de Irureles la sombra del Arbol de la gloria! SOTO HALL.
les por qué, y os contestarán: Porque MARINA YO TRABAJO Es el poeta del silencio. Es el poeta estamos seguros de que todo lo extesilencioso y visionario cuyos ensueños rior, todo lo luminoso, todo lo brillante, Del fondo del ocaso ennegrecido, Amigos míos, he aquí que de nuevo son como asfodelos que crecen en una todo lo sonoro es juego de niños bárba. surge indecisa una lejana vela: vuelvo al trabajo: he tomado de mi oscura. Acercáos. Allk, muy lejos, ros. El arte supremo está en callar. como si huyese de su propla estela mesa una pluma y escribo. escribo El trabajo, esta cosa inexplicable, del otro lado de la montaña, suenan y Esto os dirán. si os burláis de ellos el barco avanza por el mar dormido.
versos; escribo prosa: y medito. Ha hecha de vértigo, de esfuerzo, de vose quejan las campanas vespertinas. hacéis mal. La naturaleza del silencio go lo que me es posible para librarme luntad, de sumisión, llega cuando lo que duerme álzase de la mentira, del mal, del egoísmo llamamos, nos lanza una claridad súbies tan variada cual expresiva. Hay per. Cae la noche rápida. y sin rullo el castillo poblado de nobles sombras, sonas mi de fantasmas sonrientes, de melancóli en la oscuridad callan de un sin verse y sin oſrse, juntos sobre el piélago enorme se revela y del error: oigo sonar en mí el abismo ta. y derrama en nosotros todos los de un modo hos. y el ábside del cielo se constela oscuro de las palabras flotantes. Tra estímulos generosos, y dócil, ardiente, cos aparecidos. Oh! No tenibleis. Sontl. Hay bajo.
altivo, abriendo sus bruscas alas, apar: inofensivos que resbalan girse muchas necedades con la palabra.
que, después de diri como un prado de lirios florecido. Esta palabra, más profunda que nin tando el dolor como zarzas, nos lleva por la existencia tratando de hacer ei se expresan, callando, divinas dulzuras Vivaz me asalta tu recuerdo. El agua guna otra, es dicha por el obrero y re a través del infinito, lejos de todos menor ruido posible. primera vista, de amor. Qué diferencia entre el silen que al soplo de las brisas se estremece deber y un derecho, y su altivez consis desgracia, lejos del vielo, como un petida por el apóstol. El trabajo es un los males, lejos de la tierra, lejos de la casi parecen muertos. En realidad go clo de una virgen y el de una cortesa su cadencioso ritornelo fragua.
career stien can de una vida intensa. Son almas. na. Qué abismo tan profundo separa te en ser la esclavitud siendo la ber águila que estuviese en las sombras a Son almas que aman, que sufren, que el callar del poeta, del callar del imbe. La onda se irisa de Ópalos y argentos. jo es libre.
tad. El forzado del deber y del traba nuestro servicio.
Francisco GAVIDIA riven cual miniaturas en un misal. Son ell. Porque callar no es dejar de mi alma, en tanto que el sueño crece, almas monótonas, pobres almas, balbu decir algo. No. es dejar expresarse al vuela hacia tr, sobre los mansos vientos!
ceantes, pál das almas que teñen el rui. espíritu solo, según Maeterlinck.
do, la luz, la violencia y que desconoJERONIMO REINA.
la alegría. La alegría he dicho, ENRIQUE GOMEZ CARRILLO.
y no el goce. Amándose, en efecto, sin grandes frases y sin pomposos gestos. el pálido poeta de la melancolía Nota de Glad us: Aun cuando en una La música de monologando en dudas de la Filosoffaexperimetan inefable éxtasis Saben sa carta, el admirable Gómez Carrillo me borear el gusto amargo de las caricias, decía que no lo considerara como latinolas campanas se dió a pensar en dónde la dicha se escond; de los besos, de los espasmos. Lo que americano sino como español, insisto no saben es reír. Lo que ishorah es el en colocarlo entre los hembres que más mas con un encaje azulado de oraEl rumor del ángelus velaba nuestras Después que hubo soñado, con ansiedad secreta, don de las voces elevadas Preguntad prestigio le han dado a Centro América. ción y de melancolfa. Vibraban tristelo que en la vida llaman felicidad completa, por sobre de sus triunfos de artista y de poeta.
21 mente las campanas en todas las igles as, y los ecos se perdían en la disY en sus divagaciones el ve meditativoancia, en los altos boscajes penumbroante el enigma raro de su interrogativo os. Uu hálito de paz, descendiendo el trágico desfile que pasa fugitivo: Todo lo v6 y todo lo sabfa. Garrida ritu, que ra santo en fuerza de ser le la celeste inmensidad, adormía en cou un indígena desfallecido, iba, a la ingenuo.
suave letargo los media noche, para el hospital que acaseres y las cosas vi.
Los niños con su llanto decían una cosa Resonó un aldabonazo imperioso. brantes.
baba de fundar: y hubo horror en sus al abrir, se presentó ella, livida, alboropretérita o futura, confusa o misteriosa, la música de las campanas murojos que nunca expresarfan ni el verso ni la prosa; hielo de y su corazón. tada la cabellera como por una ráfaga muro arrastra mi espíritu, como si Un breve relâmpago de espada un de locura, empurpurando el delantal de fuera un gran viento sonoro, hacia coLas testas que cenfan de tanto honor sañudes cuerpo de hombre que cafa en brazos batista con la sangre adorada. Se marcas lejanísimas, hac a tierras exólas tiaras y coronas, a su pregunta mudas, culpables, un grito que rasgo la, tiniebla arrojó a los pies del Siervo e Jesús. ticas que los geógrafos no sueñan to moviéronse, oscilando. como en señal de dudas; como una puñalada.
que la reconoció y rememoro el noctur lavía en descubrir y que quizás no Todo lo vio y todo lo sabía. Garrida no paso de tragedia. y se sintió henchi lescubrirán Es como un un huraLos ricos le observaron. y en atenciones frías y noble ella; gal galán él. Un padre colo do de una misericordia infinita. Eulacan harmonioso que me envuelve en nial. con punt illos de Honor, rectilineo, le dijo su pena de ma sola vez.
del tedio le dijeron. de lábricas orgías.
sus giros, me eleva en sus vértigos, y de crueles avežicias que han las burguesías!
como un trueno la voz, la mano en el Pensaba dedicar a pabo del acero, tal cual lo pedían la convento, el a la plegaria en un que desaparece inmovilizándome en un el resto de Derilla hidalga de su vida, misera pareje solitario poblado de ¡Los sabios. Tal vez ellos. obtuvo, taciturno, y el bigote entrecand ble ya. Hevar su casco roto y su arbo Die Tientes de aguay y de quemado por los heróicos soles de ladura desliecha al puerto de salvación En esos vuelos aon conservando mi musgos de oro.
el gesto ensombrecido del laborioso diurno, y la mirada esquiva del otro, astral nocturno; Flandes. Esa noche les sorprendió; y Pero antes, quería visitar la tumba del la estocada rompió a la vez una vida bien amado y llevarle siquiera una o er su envoltura terrenal me ento xtraordinariamente all y como gula En vano fué a los monjes y adonde los fakires, y un beso.
frenca de flores. como estaba tan des o por una mano misteriosa.
que en la oración austera tuvieron por decires Nada supo la autoridad porque el ca amparada, sin maravedí, y pront Esta hora grave del remaria dilas súplicas piedosas de hondísimos sentires; diver fue enterrado a prisa por la ser la ciudad sería un hervor de comenta o ella es de una solemnidad tan providumbre, en un campo cercano pero rios, acuma a el, al varón justo, para funda que me produce casi un dolor. fuése a los guerreros los de dormán y espadaella sf lo supo, enloquecida, al volver que la ayudase.
Extraños pensamientos, sensaciones taque ostentan su divisa de sangre salpicada del desmayo: y en sollozos keinſa cuan No vacilo el Hermano Pedro: nunca iturnas me adormecen en extasis e infames la conciencia del deshonor manchada; do llegó la orden implacable que la vacilara para el bien. Levantándola rreales, de los que regreso estremeciarrojaba a la calle.
JE pregunto por la sepultura. Pensó elle la. Qué he mirado en esos rápidos ins¿Acaso este en los nautas? Marinos y aviadores, En la casuca lum ideely hermano que iban a pasar a algún puesto de tantes de lúgubre o faleido sus in sueño? Copañuelos agitando de lfvidos colores, Pedro ponía bálsamo en las vagas de flores; pero el firme andar del Her sas ligeras y vagarosas que son como al despedirse temen los piélagos traidores.
sus enfermos. Ilagas que para el eran mano los dejó atrás. ante la mirada Imas de las inquietudes terrenas.
ras.
como rojas flores de su mistico jardín. interrogadora, le dijo: Fantasmas Ilusorios, perfumes y coBajo nevados copos, a tal pregunta opuesta, Todo lleno de aromas del campo estaba Sígueme, que esto es por voluntadores y músicas que no existen, que la faz de los ancianos rugosa y descompuesto el patio, pequeño como un pañuelo. del Señor.
jamás han existido, que nunca existituvo un aspecto lúgubre por única respuesta!
arliente de sci. La salutación de los Llegaron al campo sculto, al pie de rán. Son como sueños de otros suevecinos franciscanos ponfa melódica monte, que vestía con el ardor de la ma os. No ha pasado soñar algo Le busca ahora en la gleba. Pero la clase ignara pureza en el luminoso amanecer. el fana. Ella cayó de rodillas y baño cos dulcfsimo e impalpable dentro de un que, como el semoviente vivir sólo pensara, Hermano tenía para los indígenas dolo mano Pedro se puso en oración. fu lágrimas la tierra removida. y el Her sueño prosa co y normal. despertarfucza feliz si sobre la ley no le pesara.
media noche frente a esos dos ridos, palabras más suaves que el val. el milagro, porque el delantal con que uelos: el uno vivo y alucinante, y el Inquiere hasta del vicio y luego hasta del crimen samo; y pensaba, al componer la al.
ella se cubría los ojos se colmó de cla tro desenvuelto en el intero r, en una e indtil, porque siempre son víctimas que gimen mohada de este o al llerat agua en reles en que se convertía lasangre de mprecisa lejanía de quimera, pálido aquellos desvalidos que nunca se redimen!
el tinajo para la seu de altfel. que el muerto, y que cayeron desbordados, e: y sin contornos?. Es muy raro esto: Sefior Dios se dignaba bendera su obra lluvia silenciosa, sobre la tumba. vero verdadero en su visión extra¿Los locos son felices? Con la razón perdida, y ungía sus manos piadosas y su esplJOSE RODRIGUEZ CERNA humana.
and: sujetos a la ida que es única en su vida, Volverán a la tierra las almas de gesticulando muestran su faz palidecida.
os muertos. En un cementer o he sentido la impresión de que quizá no aquel desfile trágico como un efecto propio norimos del todo, de que un átomo indel haschish o morfina, del éter o del opio nortal puede cruzar en un segundo la extiende su película cual un kaleidoscopio.
MUJERES DE LOS BUQUES estela era un camino fantástico qu ida.
lo sueños, a veces, rese iba abriendo, como para que la eladores del paso de esas almas. Esos Que diafrniza el cuadro en donde al fin se advierte Tal vez no son ni hermosas esas mu guiera locamente sobre el mar. ixtasis en que, de improviso, cae el cae la silenciosa risa de un esqueleto inerte, Jeres que pasan en los buques: pero mientras ella se perdía para siem spíritu, no serán los instantes en que cual suspensivos puntos en boca de la Muerte. solo se les ve una vez, y por eso se les pre, quedábamos envidiando al pájar asan por nosotros las almas de nuesrecuerda más.
marino que tendfa el vuelo para segui ros antepasados en su eterna rotación MANUEL ALVAREZ MAGASA.
Bellas son las estrellas, fjs de los su nave!
por los miteriosos infinitos: cielos pero, tristes de ser eternas. ru Bien pudie pudiera ser, Rogerio. Cuando en vano a nuestros ojos, en tanto MUJERES DE LOS PUERTOS o vuelvo de uno de esos indecisos viaque se llevan la mirada las ies, me siento como espiritualizada, fugaces Races que pasan haciendo un signo Cortesanas de los puertos! Mujere como alejada de la tierra. Traigo de y llevando un mensaje quien sabe pa cuyos brazos se despliegan como un esas excursiones como una suave senra qué cielo más paro y más azjal!
rada de amor para el marino.
ación eterea, como el tenue resplandor Como pájaros que ensayan dulces trinos matinales Como olvidar a aquella que llegó a En la bahía toda agua ondeante, er le un país de encanto, como un aroma cuando riega el sol distante su oro y grana en el confin, la costa como entre la espina del mar trau vapores y veleros; se pone a can ideral en los cabellos. Me sorprense despiertan los suavfsimos reordes musicales, la errátil concha, y. cudl asta en la tar el grumete que tiene los azule len los seres y aun las cosas inmóvicuando trémulo acaricias, con el arco, tu violín.
ola que tiae, tathibien ella en de tanto ver cielo y océano, y el mari.
es que me rodean, como el nunca los wanatos trimismo barvo se volviós dejando una no baja a tierra, con la pipa encendia ubiera visto, como si fueran extraños Si de Strauss un valse tocas, siente el alma un vago anhelo que la vio puscar su mi el oro en la mano, a comprar los be mi corazón. Sólo tú vives entonces de elevarse y alejarse por un bello país ideal; Fibre indiferente por el puerto, de codos sos que le ofrecéis sonriendo desde más hondamente que nunca junto a mi cada nota es una inquieta mariposa, que en su vuelo muelle para que se quite de la boca spiritu, dentro de mi espírcu, y como despertando va las flores de un jardin primaveral.
supo el corazón constituyeras mi alma y mi propio sus ojos eran verdes o azules! Cortesanas de los puertos, que a fue hensamiento. me gusta sumergirme Si de Listz una rapsodia, con el arco, luego arraners, anos en ella lo que pasa seva para a saber ellas el nombre del que baja. esa fugaz embriaguez visionaria se aparecen los contornos de un paisaje pastoril.
si mañana, en burearlas! Amadas de una noche, e nor un un segundo para resucitar adoPor el llano van cruzando las ovejas todas blancas Viaje y en alguna ciudai Kuprevis idiomas que no entienden escuchan la ándote con un amor inconcebible y y se apages allá en los cielos, el crepúsculo de abril.
del encontrara, ya no sería Ja misma ternuras extranjero. que la memor a guarda. Al partir su 10 so Iguales, todos se parecen eterno que ningún otro hombre ha inssu Todos irado jamás.
Mas, si es Wagner quien te inspira, nos sugieres las visiones iskey Ora con los ojos fijos en sus ojos de castillos señoriales a las márgenes del Rhin the como si se muriera y la hubieran a tabaco y a mar. Mañana se hai y de errantes trovadores que le cantan sus canciones feliz como si escuchara una eleste misica. Las recónditas palaa la pálida doncella que está sola en su jardin.
pudiera llevarle siemprevivas! Cortesanas de los puertos, que a fuer de sus labios con una intenvano resucitaria ahora a no seríaza de oírlo aprende. a deeir te quier sa dulzura mistero ra, como si su alCur ndo tiemblan en las cuerdas, bajo tu arco, las cadencias por en toda lengua y que sólo vivís con lo; de mi alma.
de la Tosea o Rigoletto, de Pagliacci o Trovador stro corazón. ojos puestos en el mar, esperando que las campanas continuaban sonando se despiertan, asombradas, nuestras mil reminiscencias. el aire sereno, muriendo los ecos de los sueños olvidados y de algún primer amor.
Entre las flores march: fhue guar se anuncien los mástiles. Cuando las damos, ella es la más amada cuanto mareas arrojen a la playa el cadáver a los ámbitos remotos colmados de que está perdida. Penis en aquel de un naufrago, enterrado vosotras ombra. erdfase, al fin, lentamente si es Schubert el que cuenta lo profundo de sus males, barco que se la llevó una tarde, quien quien sabe si era un marino que os miméricamente, el vago rumor planide sabe para que playa, quien sabe para ofreció volver. sus margos desengaños, sus tristezas y su esplin.
ro con el oltimo fulgor solar sobre se adormecen los sur vísimos acordes musicales Enterradlo vosotras, que mañana la cumbre de la sierra, y la ciudad que y solloza y se estremece, bajo el arco, tu violín.
que en cierta: despedidas sellegará algún buque, con otros marinos! Gabase adormec rla en el misterio de la noche.
HECTOR NARANJO.
JUAN RAMON AVILES.
FLOYLAN TURCIOS.
El Collar del Cisne Le Cygne envole et emporte al sol, ni tan de cerca. 807 euncmi roulé a son col. muerde y envenena de VIGNY el cuello blanco y terso: De pluma como de lino porque esa es ave buena blanco, sin una tizne, es el reptil adverso!
sobre un peñón marino El cisne en su remonte reposa al sol un cisne.
a la serpiente encumbra, Una serpiente hosca, le ensancha el horizonte, de escama negra y verde, la hechiza y la deslumbra.
en niveo cuello enrosca Mas la serpiente verde un collar que muerde.
el cuello blanco exalta.
Levanta el cisne el vuelo Esa que ahora muerde jamás se vió tan alta!
con aguileño brio y en la región del cielo va sobre la espuma se ve como un navío.
del mar el cisne altivo Hevando entre la pluma Por el azul cobalto collar de jade vivo.
como un fugaz destello navega el cisne en lo alto Pero quizá más tarde con la serpiente al cuello, vuelva al peſión marino a abrir al sol que arde Abajo el mar y arriba, alas de blanco lino.
orzando al sol divino, batel de carne viva, Entonces la serplente va el cisne a su destino.
se arrastrará en el suelo, El cisne, eternamente, Jamás esa serpiente sabrá encumbrar el vuelo.
con su mirada terca pudo admirar de frente BRENES MESEN.
Visiones de la costa No serán El Clavicordio de la Abuela inmutable tilan estrellas Lo que dice tu violin Los ojos tuisma ola tonces tristeza más sobre la lorda de su huquromáuti vieja sal del mar.
Ni siquiera lo regresar. jamás.
la En el castillo, fresca, Linda, La marquesita Rosalinda, Mientras la blanca brisa vuela, Con su pequeña mano blanca Una pavana grave arranea Al clavicordio de la abuela.
Notas de Lully y de Rameau. Versos que a ella recito El primo rubio tan galán, Que tiene el are caprichoso, que es gallardo y orgulloso Como un mancebo de Rohan.
Va la manita en el teclado Como si fuese un lirio a lado Lanzando al aire la canción, con sonrisa placentera Sonrle el viejo de gorguera En los tapices del salón.
En el tapiz está un amor, una pastora da una flor Al pastorcito que la anhela.
Es una boca en flor la boca De la que alegre y viva toca El clavicordoi de la abuela.
Es una fresa, es una guinda. Los labios son de Rosalinda, Que toca y toca y toca más.
Tiene en su rostro Abril y Mayo En su mirada brilla un rayo: Con la cabeza hace el compás.
Qué linda está la marquesita!
Es una blanca margarita Es una rosa, es un jazmin.
Su cabellera es un tesoro: Si rie, brota in ea nto de oro En su reír de querubín, El cielo tiene sobre el traje: Si hay una nube, es un encaje, Espuma, bruma, suave tul; Como ella es blanca y sonrosada, de oro puro coronada. Qué bien le sienta el traje azul! la hacia un lado inclina suave La cabecita, como un ave Que casi va, que casi vuela: alza su mano el son sutil De la blancura del marfil Del clavicordio de la abuela.
La niña, dulce cual la miel.
Canta a dompás rondo y rondel, Canta los versos de Ronsard. cuando lanza en su clamor Los tiernos versos del amor, Se pone siempre a suspirar.
Amor sus rosas nuevas brinda la marquesa Rosalinda, Que al amor corre sin cautela, Sin escuchar que en el teclado Canta un amor desengañado El clavicordio de la abuela.
Amar, reir! La vida es corta.
Gozar de Abril es lo que importa, En el primer loco delirio; Bello es que el leve colibri Bata alas de oro şcarmesí Sobre la nieve azul del lirio. aunque al terrible viaje largo Empuja el ronco viento amargo Cuyo siniestro nombre hiela, Bien es que al pobre viajador Anime el vivo son de amor Del clavicordio de la abuela.
RUBEN DARIO marino ido frave y Bengar muy lejos dende ni de ir, agitando la la gorra desde el e el puente ras salían misma que pasó de GNSITO anestro na las dijera dentro de mot a Dainelos que puerto! en tanto se agitaban los shidan de deeir adiós para llamar más bien para llamar a quien se va la Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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