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Jueves, de Noviembre de 1916.
EL IMPARCIAL Página cinco.
Selecciones de EL IMPARCIAL Los muertos y los vivos SELECCIONES EDE SERIE 16. SUMARIO: EL CUENTO DEL SEPULTURERO, por Lastenia Larriva de Llona (peruana. EL ULTIMO VIAJE, por Santiago Rusiñol (español. DIA DE DIFUNTOS por Emilio Carrére (español. EN EL CEMENTERIO, por Gabriel Muñoz (venezolano. LAS PLEGARIAS, por Francis Jammes (francés. LA VIEJA SOMBRA, por Georges Tournoux (francés. LOS MUERTOS LOS VIVOS, por El Caballero Audaz (español. ALMA BLANCA, por Gabriel Annunzio (italiano. LA ARMONIA DE LA VIDA, por Diógenes Arrieta (colombiano. libre de. El Imparcial El Cuento del Sepulturero El último viaje DIA DE DIFUNTOS El cementerio en fiesta! Ceremonia burlesca; la mascarada lúgubre atraviesa el jardín; Colombina, de luto, derrama una grotesca lágrima, mientras mira con amor a Arlequín.
Pierot ha muerto; llora su consorte diblesca y hace el más femenino y picante mohín; con su cara de luna, blanca y fanambulesca fingiendo que solloza, se pierde en el confín.
Dolor de las viuditas de alma marioneta; Colombina de luto, capaz de ser coqueta con el mismo Caronte, en la Estigia laguna!
Arlequín y la dama, sispiran en la umbria por el pobre Pierrot, y como una ironía, recórtanse en el cielo los cuernos de la luna.
lozana al ya y Hachones y coronas y preces rezongadas por las esposas muertas y los amigos viejos; farsa en que las figuras llegan siempre enlutadas a orar sobre las tumbas. con el alma muy lejos.
La reina misteriosa de la eterna quietud hoy abre sus aleázares, mientras que los gusanos hacen en algúr: negro y podrido ataud una glosa sarcástica de los sueños humanos.
Es de noche; en los nichos las tristes luminarias de los difuntos brillan como almas solitarias. Hora de poesía ungida de emoción en que caen nuestras lágrimas, y en los magos cristales del espejo interior, resurgen fantasmales los muertos que llevamos en nuestro corazón!
Poco a poco, conforme ha idol oco tiempo me duró ésto; yéndose la tarde, va abandonando cuando más afanoso estaba trabaia gente el cementerio. No es jando sinceramente por la prospetodavía noche cerrada y ya de las ridad de mi pueblo, el casco de una miles y miles de criaturas que cir granada que me arrojó un enviado eulaban o demente terminó con mis dias los prados de una romeria, no por la tierra. Mi alma, ya por sus paseos, como por lo queda nadie. Todos han sido pun do lo que sobrevino a mi muerte: tuales para la huida. El viento las cadenas humanas, presenció totrae el bullicio y la algarabía ca El golpe, por lo pronto, fue fatal nallesea de la numerosa reata hu para nuestro país. Los periódicos mana que, poco a poco, se aleja gemían; mis amigos cantaban mis por lạ pendiente carretera. Ya virtudes exagerándolas, por sumontón de edificios se alza en el concise ante la desgracia irre.
en la capital, que en abigarrado y toda la patria, en fin, llano, comienzan a surgir las lu parable.
ces. De vez en vez llegan saltari. No tenías familia. nas las notas chabacanas y jara. Dejé mujer e hijos.
neras de un organillo.
Te echarán mucho de me Los vivos han venido esta tar nos. de a dejar flores a los muertos. So. Lo suficiente para cumplir las bre las tumbas han quedado rocia formas.
das margaritas, dalias, crisanta Tú has caminado cerca de mos. lirios, hojarasca pedra. sus almas?
También quedaron encendidas al. Sí: pero mi espíritu se tuvo gunas lamparillas de aceite que que ausentar, porque mi mujer, a lucen en los ángulos de pocas sepul los cuatro meses, tenía otro amor.
turas; el viento mueve sus len Con él tuvo el cinismo de venir el guas rojas y las hace parecer fue año pasado a visitarme tal día cogos fatuos. En muchas tumbas, en en mo hoy.
negrecidas por la pátina del tiem tu pueblo, se acuerda de po y roidas por el cáncer verdi tí.
negro del musgo, no hay ni flores De mi nombre, algunos amigos.
ni luces; muchas no tienen ni lá. De honrarme, nadie. tú. qué pida. sobre éstas, la Naturaleza, hiciste en el mundo?
pródiga, ha tendido una Yo, en el mundo, dejé correr fombra de esmeraldas. Quiénes mi vida miserablemente. Fui fitoson los que reposancon estos nie sofo. Figúrate tú, hablarle de fichos a tistico le importa!. Los arra llega a la ciudad tan satisfe.
mausoleos se levantan en cha porque creen que con la visi el misterio de las sombras, como ta ridícula y festiva que nos han monstruosos fantasmas. Todos sus hecho esta tarde han engañado a perfiles son iguales en la obscuri sus muertos. Son imbéciles; o medad. Centenares de cruces de pie jor dicho, son y fuimos imbéciles dra, mármol y madera abren sus completamente. Se aterran de ve brazos como impetrando al cielo nir a visitarnos uno a mo y el desoladamente. Cual gigantescos mismo miedo los reune a todos acentinelas vigilan los muertos, alzan en un día, que han dado en llaqui en la puerta del Campo mar de los difuntos. pero que santo los simbólicos cipreses. Ha ya, en realidad, resulta de diver.
sol durante el día; pero un sión entre los vivos, para los cua sol moribundo; la tierra está hú: les supone un día más de holgorio meda y en el cielo no hay ninguna al año.
El sepulturero ha cerrado la Ya, ya me he fijado. que esas criaturas del munverja del jardín de la Paz, que ha do, que ahora comen con glotone.
gemido agudamente, después, se ría, no se den cuenta que esta caha internado en su garita, que en sa de paz, que les horroriza, es la Todo calla en el recinto de las ta das esas fosas vacías son bocas poco se diferencia de un mausoleo. verdadera casa de ellos y pias blancas. Entonces ha ocurri: abiertas que impávidas esperan la do una cosa insólita: de súbito los llegada de sus cuerpos para tray las galerías se han poblagárselos. Necios! Aquí somos mn.
do de sombras levemente lumino chos más que allí en la capital.
sas, que se mueven pausadamente. Aquí os han de devorar, como a Comienza a escucharse un murmu nosotros, los gusanos. Por qué, llo silencioso, como si el aire gl. pues, tenéis miedo de este jardin miera entre las frondas del jar de paz. Si es vuestra eterna cadín. Son las almas que caminan, sa. Lo único a que tenéis de se saludan, que recho en la vida.
rien. Sus palabras suenan como De poco sirvieron tus filosointensos suspiros a los mortales.
vertidos a los mortales, De nada. Mira cómo los her. Eternidad quietud, hermanavos rajones destruyeron sus lana alma del filósofo murmura 11 zos fraternios y se aniquilan cruel.
na de las sombras a la puerta de mente, como locos. Observa cómo un mausoleo, saludando a la más la raza latina, purificada por el cercana.
sacrificio, galardonada con el em Reposo y paz, alma del poli blema, se devora fratricidamen te. La Muerte. nuestra Reina. Ya nos han abandonado.
está laborando tenía su Afortunadamente, pero bue puesto La Vida. Las naciones nos dias nos dieron los vivos!
Gracias que de las trescientas do la noción de la propiedad, la saltaron sus cances y se ha borrasesenta y cinco jornadas que tiene del amor, la del respeto, la de la el año, sólo se acuerden de noso paz. Se destruyen los pueblos por tros dos, y para eso tienen que la ambición y el honor venir todos juntos, en tropel y en qué es la ambición y el hodiversión, como si acudieran a una nor ante este reposo eternal don verbena. eso a los que visitan, que a de yo llevó quinientos años. llorar sobre mi tumba, por ejem. Merece nada en la vida que los plo, no viene nadie.
hombres se odien, que la sangre. Nadie? No has dejado fa corra y que las generaciones vigomilia en el mundo. rosas sucumban, sin cumplir su Si. Yo era político.
misión de vivir. Lo sabía; llegaste a ser la priniera figura de nuestro país.
El Caballero Audaz hecho estrella. itu gracia de que fuera respeto EMILIO CARRÉRE.
y que toEN EL CEMENTERIO patios a hablan, que su que se que pasan inad fías a cemen Día muy agitado fue el de at Era el éxodo delos muertos.
yer, como que estuvimos a de Pronto se perdieron por las caVoviembre! La noche, sobre todo lles que hacia afuera de esta tris fermos. de heridos, que volvían de Corría un tren cargado de enLa noche ha sido terrible para mí, te mansión conducen.
la guerra: Asi comenzó él. Yo le invite a Atónico yo ante semejante des cuerpos mutilados, semblantes con carne amontonada, que siguiera y no volví a interrum. poblamiento. alcé los ojos asom. tonos de agonía y cráneos inútiles, pirle hasta que concluyó.
brados el Angel de la Las visitas que habían recite, autor inmediato de tal descon Entre todos los pueblos que pabido mis huéspedes prosiguió, cierto.
saban, buscaban el nido del puerefiriéndose a los muertos, los te Volvieron a moverse sus labios blo suvo, y en él, unos brazos abier nían inquietos, y mal humorados. pétreos.
y Su reposo había sido turbado y no ecinto tardarán en volver a este de plegarnarande un rincón don. torcer el cue.
podían recuperarlo. Las protestas recinto. dijo contestando millo y morir.
de cariño eterno que a través de la muda interrogación, porque no 163a sepulcral habían escuchado hallarán quien los reciba de bue abríase una puerta y bajaba um ada vez que el tren se detenía de parientes y amigos; las lágri. na voluntad.
mas que se habían filtrado por los todos esos que vienen a llo un trozo de carne enferma des herido, algún número maltrecho, intersticios de las lápidas, habían rar ante sus tumbas; todos esos preciada por las balas; bajaba con hecho renacer en ellos el deseo de que traen flores vtarjetas meto: la vista colmada de esperanzas la vida y de aqui que prorrumpie trevi a preguntarmienten tollenábansele de vida los pulmones, an en clamorosos ayes y que los dos? Fingen un dolor que no sien aspirando el aroma de su pueblo más ardientes ruegos al Todopo ten quedábanse embombados, absortos Sobre eso habría mucho que ante los árboles, las piedras, el deroso turbaran el acostumbrado silencio de estos lugares. decir, Algunos lo sienten verdade Al principio, hablaban, y se que ramente, otros no. Pero entre estos campanario, hasta frente a las mis jaban cada uno aisladamente den últimos se encuentran muchos a mas ollas de los nidos y las flores tro de su tumba. después comen quienes no puede tachárseles de de las ventanas. Cada vez que la zaron a comunicarse sus impresio hipócritas, sin embargo. Maridos puertezuela se abría, el pobre ennes de uno a otro nicho.
mujeres hay que muestran un fermo encontraba dos ríos de lágri Primero fueron monólogos; en gran dolor por la muerte de sus mas; aquella pirerte illa estrecha seguida, diálogos respectivos cónyuges, y este senti. Mis pobres hijos. gritaba miento que aparentan no es una trocábase, un momento para él, en na voz femenina. Cuánto han llo hipocresía, sino una generosidad puerta del paraíso abierta; aquel rado hoy! que no me sea permi que va más allá de la tumba. Fue refugio del corazón que tenía por tido ir a enjugar su llanto!
ron infelices en su matrimonio fondo, como en un sueño, um peda. Mi mujer Mi inconsolable es y no quieren confesarlo después de zo de la patria. Cada vez que el posa! Si el Señor me concediera la muerto aquel o quella que fue su tren huia, dejaba allá, en la esta a hacerle verdugo, sino que siguen ocultán.
una visita: dolo, como lo ocultaron mientras ción, un racimo de manos que se. Yo no tenía más que a mi hi vivió. Es una especie de de pudor y.
estrechaban y una escena de calvaja. Solas, desamparadas, trabaja como tal, digno de rio medio borrada en las tinieblas.
hamos juntas para vivir. Qué será la verdad continuo dicienY el tren marchando siempre de ella, desde le falto Señor, se do el sepulturero, 10 sé si todo vía delante, arrastrando aquellos nor, muy cruel ha sido tu decreto esto me lo dijo real y efectivamenHaz que vuelva a la vida para el te el Angel de la Muerte o me lo despojos, dejando tras él, huella cousuelo de la hija de mis entra sugirió mi propia imaginación. de sangre y triste rocío de lágrinas!
extraordinariamente exaltada en mas, hundiase en la noche derraVosotros, todos, habíais cumpli esos momentos por las excepciona mando y sacando de sus entrañas do vuestra misión en la tierra, so les circunstancias, pero el he aquella miseria; corría, cada vez Hozaba otra voz de mujer: pero cho es que yo obtuve la respuesta más ligero a través de las llanu voz vo que he muerto a los diez a mis dudas de un modo claro ras: corría desesperado como si y ocho años. Yo que le dejado preciso.
mi novio en la más horrible Vibraban aún en mis oídos las huyera de sí mismo, como si le desesperación. Yo soy la que últimas frases de ella cuando vi arrastrase la angustia y la prisa tengo el derecho de reclamar mos que avanzaba hacia nosotros el de abandonar su carga.
años más de existencia! mismo compacto grupo de perso Ya no era un hospital; ya res. Todos queremos volver a la nas que había salido del vida.
terio pocos momentos antes. Ya piraba la máquina, ya había lan Todos.
estaban de regreso.
zado de su vientre aquellas piltra Todos gritaron muchas voA la cabeza de todos venía el fas de la guerra; sólo en un rin.
anciano, y caminaba con tal cele con dela sombra quedaba un bulto En Angel de la Muerte, ese ridad que claramente demostraba rígido envuelto en mantas, que no bello Angel de la Muerte que se que más prisa tenía por volver a vergue sobre su hermoso pedestal su antiguo reposo que la que había miraba, ni veía, ni buscaba a su en medio de la gran avenida, pueblo.
abandonarlo.
se volvió lentamente hacia los se. He visto a mis hijos. grita Era un muerto.
donde las ba. Desde que vo falto se han Un muerto que iba hacia el otro que sobre ellos tenia en actitud ido a las tres casas y los he vistoria en ninguna estación por más de imponer silencio, y se oyeron sin que me vieran ellos. No me estas frases solemnes, que resona rechazarían, probablemente; pero pueblos que pasasen; un muerto ron con eco pavoroso en medio de no les hago falta. Sus mujeres, que que entraba en un túnel abierto a la noche, en la fúnebre mansión. no me han conocido, no tienen por la otra vida; una vida sin guerras. El Dios de la Eternidad, el que amarme. sus hijos, que no donde reina la paz siempre. Dios uno y trino. permite volver me han visto jamás, tal vez les a tomar la forma humana a todos inspiraría miedo mi semblante a Santiago Rusiñol que así lo deseen; pero a con dusto lleno de arrugas. He regre.
dición de que sólo permanecerán sado presuroso: bien estoy en mi que bien recibi tumba Estaba enamorada desde que yo dos por sus dendos: Los demás. Yo he visto a mi mujer. di existía; pero ocultaba su amor od caerán de nuevo, inmediatamente. el que seguía, que era el apues en el sepulero. La prueba ha de to joven. Ojalá no hubiera sali por no abandonarme ni despertar hacerse esta noche. Levantaos y do de mi ataúd: Vo vive ahora los celos de mi cariño. Su marido andad.
con el lujo que yo la tenía acos pobre, pero la hace dichosa. Pa Se hizo de nuevo el silencio y tumbrada.
lo bumilde cuarto es ra qué habia de presentármele?
recobró el Angel de piedra su in taba y todos nuestros hijos dor No me necesita: Vuelvo a ponerme movilidad acostumbrada.
mian paciblemente en Comenzaron a abrirse los secundo en cuando caia de sus canestancia. Eila velaba y cosia. De mi sudario. la tumba! la tumba! puleros, En sus bocas tenebrosas fueron sados ojos rna lágrima que iba gritaba la bella adolescente, que apa reciendo sus habitantes. Des a perderese en la tela en que traen pos de los otros venía. crei pojándose rápidamente del suda bajaban sus enflaquecidas manos encontrar desesperado a mi novio, rio, los esqueletos tomaban sus an Pensé que lloraba por mí y prosiguió vertiendo abundantes tiguas iba a revelarle mi presencia, cuan De esta tumba salia un viejo do por su frente blanca y pura lágrimas. a mi novio, que jura de aspecto venerable; de más allá como su concienria vi pasar sus ba morirse si yo le faltaba, y le nin hombre en la fuerza de la e pensamiento, y he Squí lo que en neuentro encaminándose al temdad, gallardo y simpático. Ya apa llos leí: plo con su nueva futura. la tum recía una anciana caduca: ya una headme llorar de gratitud. ba! la tumba: no hay amores hellisima adolescente. Dios mío! Mucho amé figuras repelentes. hombres y mu so mncho senti su muerte; pero eternos en el mundo. Asi es que volvéis completos?
jeres marcados con el sello de los hoy comprendo tu misecordia in vicios y de las pasiones más re finita al deretarla y te doy gra preguntó con su voz grave pero pugnantes. Ví a uno, sobre todo, cias desde lo intimo de mi alma en la que se advertía cierto acenun mocetón, hasta de unos vein: Ahora me dov cuenta de que se ha to irónico. el Angel de la Muerte.
ticinco años, con la fisonomia más alaba él al borde de horrible abis No todos; se ha quedado uno.
repulsiva de que darse pueda. Tenía mo, del abismo de los vicios, y. Cuál.
una expresión bestial, si expresión que allí se habría sepultado irre a la llamarse a revelación misiblemente a haber vivido algún Santiago: aquel que fue easemedio de innobles los tiempo más: mis pobres e ino sinado en una orgía; el que golmás perversos instintos de que es centes hijos, que hoy veneran speaba a su madre.
deshon quién lo recibió?
apaz el alma humana. Había sido memoria habrían qubieran se un beodo consntedinario, un ebriorados y aún quizá impulsivo que maltrataba a dia guido sus funestos ejemplos. Ella. Apenas le vió se abalan su propia madre y que tal Gracias, Señor, gracias! Mucho le zó hacia él, abrazándole tan fuervez en castigo de su infame coa amé; pero tu sabiduría admiro y temente que no le habría sido po fue asesinado una noche en tu misericordia alabo sible arrancarse de sus brazos. Ni de un salto se hundió de nne a lo pretendió. Hay diferencia Todos en larga hilera, en no in vo el mozo en su abierto sepul.
terrompida procesión, caminando cro.
entre el duro y frío ataúd y los con cierta rigider cadavérica, co Es más dichosa que cuando amorosos brazos de una madre.
menzaron a desfilar por delante yo vivía. venía diciendo la Calló Lorenzo y yo callo tamdel Angel de la Muerte, y a cada viejecita, entre sollozos desgarra bién, concluyó el narrador.
paso que daban iba anmentando dores. Cómo adiviné que se sacrificaba por mi? Se ha casado! Lastenia Larrivu de Llona.
Miré sobre una tumba en que el olvido descargó la impiedad de sus rigores, entre el ranaje de fragantes flores un pequeño nidal casi escondido. Quién tuviera epitafio tan sentido! me dije; y recordando mis dolores. También sobre una tumba mis amores entre lirios en flor tienen el nido!
los dones de la gloria apetecida no anhelo para mí cuando sucumba.
Se borra la inscripción adolorida; muere la flor; la estatua se derrumba.
Amigos! Como imagen de mi vida un nido colocad sobre mi tumba!
ces a la vez. tico.
se tenido por donde GABRIEL MUÑOZ.
LAS PLEGARIAS los Las plegarias, al cielo suben como las flores; cómo, nadie lo sabe; son algunas lujosas, cargadas de perfume, como las tuberosas, otras, míseras, pobres, de mezquinos olores, como los pensamientos de un jardín indigente, y el poeta las ve subir al Indulgente Padre, que sabe del peso del oro y de la plata.
Es quien de las flores el valor aquilata cuando las ve subir. puede sólo El juzgar sobre las luchas del mundo, de horror llenas, si la humildad azul de un ramo de verbenas vale igual, más o menos que un altivo clavel.
Porque con el cuidado de un marino que hubiera corrido temporales en muchos oceanos, muy viejo, desde el cielo de nácar en que impera, sobre la inmensidad extiende Dios las manos a cuantos le consagran sus dolores humanos lo mismo en un dimante que en una primavera.
Alma blanca formas.
Cuando Sor María Filomena se dur nes humanas.
mio en el seno del Señor, en la selva. nunca pecaste?
se oyó, del lecho a la ventana, como Jamás: de las borrascas del mundo ruldo de alas. Era el alma Wanea de la me sustraje siempre, monja que se remontaba hasta el cielo El angel estuvo un momento pensaazul. Después de algunos instantes de tivo y dijole en seguida: haber llegado a la aurea puerta del Vuelve a sufrir a la tierra lejana.
cielo, se detuvo gozosa y ante un angel sufrir otra prueba. de Dios que estaba en guardia se arro. Sí, ama, duda y sufre. No se abren dillo con reverencia y le dijo: estas puertas de oro a las almas tími Angel divino, recíbeme; vengo de das que vivieron en triste soledad.
la lejana tierra. para que se me abran. qué deY te llamas?
bo hacer. Sor Maria Filomena.
No te sustraigas a las batallas de Fuiste absuelta de tus pecados? la vida: Lucha. Libre de toda culpa quedé siempre: vivi inocente, lejos de las murmuracioGABRIEL ANNUNZIO.
FRANCIS JAMMES.
LA VIEJA SOMBRA a La armonía de la vida puede Las avenidas del cementerio recorre vieja sombra; la luna envía verdes reflejos.
gestos, de La sombra canta quedo, muy quedo sobre una losa, y los cipreses lloran al viento.
dueta ha orgia.
Vengo a sentarme a tu lado, a escu. bajan las sombras de la noche sobre la char de tus labios la relación de tus luz del sol.
tristezas. Has llorado mucho, yo he visto correr tus lágrimas. He escuchado Olvida tus sufrimientos. tus gemidos de angustia y meditado a La memoria humana es una losa de solas, largamente, sobre el destino acia areilla en que se van borrando las imgo de tu vida. Las ingratitudes han he presiones a medida que el hombre las rido tus plantas y desgarrado tu corazor de mujer. Años ha que huyes de la va grabando. Los pesares más intensos, lesgracia que te sigue con implacable los goces más vivos, los afectos más casaña, paloma perseguida por el águila, ros, no escapan a ese espantoso naufra, llevas ensangrentado el blanco seno y glo.
gotadas las fuerzas sin tener donde posar. Goza y sonre: que mañana cuando Veniste a la vida como viene el día, suspendido en tu pecho la nota de los las tribulaciones vuelvan, no se habri coronado de luz purísima y entre armo suspiros, ni en tu corazón la fuente de nías de amor y felicidad, y luego al las lágrimas.
punto, cayó sobre tu alma el desar, como un paño negro, a la manera que DIOGENES ARRIETA Sobre una losa la muerta canta, canta muy quedo, y es su canción una plegaria.
una GEORGES TOURNOUX.
su número Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.
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