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DOMINGO, 24 de Diciembre de 1916.
PAGINA DE NAVIDAD EL IMPARCIAL Página cinco.
LA NOCHE BUENA SE SE VIENE. SELECCIONES ciudad, bajo la nieve, arde en jocunda alegría; como un eco candoroso de los tiempos ancestrales, florecen en los rabeles patriarcales, en Ingenua melodía los villancicos pascuales.
Sahuma los corazones un aroma de leyenda milenaria, para el dolor de la vida es como un mágico ungtiento la dulzura familiar; el montón de vagabundos en la calle solitaria afora la confortante poesía del hogar. mientras teje la nieve sus encajes eristalinos, en los nocturnos jardines y en los hogares dichosos la vida es dulce y serena; los ex hombres, en el entro de los negros cafetines, celebran con una fiesta de recuerdos y de llanto su menguada nochebun, y, a intervalos, en la noche negra y fría, suena una voz de lamento con acento de elegia.
floreció un día sus sangrientas rosas de horror y de erimen.
Oh, la infinita amargura del hogar roto y sombrio, donde se llora en silencio, bejo la lámpara, al ver tan triste el sitio vacio del hijo que fue a la guerra y ya nunca ha de volver. acaso llega en el viento el viejo cantar perdido que glosa la melancólica poesía del momento.
y sobre todas las penas pone un encanto de olvido. DE La Nochebuena se viene. la Nochebuena se va, y nosotros nos iremos y no volveremos más. El Imparcial FLORILEGIO DE NAVIDAD La Nochebuena se viene. La Nochebuena se va, y nosotros nos iremos y no volveremos más.
Poeta de los vencidos, junto en mi propio dolor todo el dolor del arroyo con amorosa hermandad, yo sé de la negra angustia de esta Pascua, sin amor, cuando nos emborrachamos de pena la soledad.
Sé que el abatido enjambre, disperso bajo la nieve que urde encajes primorosos de cristal, siente esta noche más fieras las mordeduras del hambre, mientras pasa por las almas una onda sentimental. Oh, la noche toda casta, florecida de recuerdos impolutos y un aroma de leyenda milenaria; con qué profunda tristeza suena la copla perdida en el inmenso abandono de la calle solitaria. Una mañana de gozo, cuántas noches de dolor!
Villancico del niño que quiere ser hombre Oh, la rosa del burdel, triste galeote del vicio, que solloza en la canalla aridez del meretricio, evocando las lejanas horas de clara alegria que daban sueños azules a sus noches virginales, en que el candor, como un ala de paloma, la cubría, y su tez sólo sabfa.
de los besos maternales!
Oh, dolor del año nuevo, en la siniestra prisión!
Almas que eligió Saturno y en las sombras eternas gimen, donde la ciega pasión El clavel de nuestras bocas ha perdido su color.
Ellos se fueron riendo. esto era el amor?
Señor Dios, has hecho niño. Yo ya no lo quiero ser. Señor Dios, quiero ser hombre, y quiero querer. La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va, y nosotros nos iremos y no volveremos más.
EMILIO CARRÉRE. Quiero tener una espada. Quiero ser rey!
Quiero marchar a la guerra y hacer la ley!
NOCHE BUENA El cuento del dragón Quiero descubrir un mundo y le quiero conquistar!
Quiero en un barco pirata ser dueño del mar!
Dulce Amador, tú no engañas, y, si haces sufrir en la pasión acompañas, fiel hasta morir!
Tú prometes sufrimiento cuando das tu amor.
Son tus favores tormento, y tus regalos dolor.
Mas, bendita tu promesa porque es eierta y es así!
Señor, siéntame a tu mesa! Señor, acércate a mí!
Que nunca pidió alegria amor de mujer; sino amante compañía en que padecer.
Malhaya el tiempo malo, malhaya la pobreza, malhaya el que este mundo se gobierne de tan mala manera. Señor Dios, dame tu cetro. Qué te importa a tf?
Tú eras rex, te has hecho niño.
dame el reino a mí!
Ana enmedis II פירט Blancos de nieve están, como palomas, los altos de la sierra. de plata enguarnecfas pãece que están las ceñas, ande los chorros de agua hechos encajes, al helarse, quéan; de vidro son las fuentes.
de vidro son las clecas.
paraliza el helor los correntales las aguas páece que se paran muertas.
Da temor tanto frfo. Pobre de aquel que sin calor se vea y halle nieve en el cielo y yelo en tóicas partes en la tierra. Villanico del que ha perdido la esperanza On Nace en mi corazón, oh, esperanza perdida que fuiste como el alma de mi vida. Vieja canción dormida, suena en mi corazón!
Villancico del qu leva el peso de su culpa y aquel olor de pan. ese olorcico con que el hambre se espierta. No hace tortas la madre?
1, ice al pobre de Juan una de sus nenas. Juan. ni responderle.
ni mirarla siquiera. Pa que mirarla el pobre si no podría verla, si siente que sus ojos, llenándose de lágrimas, se clegan. Cómo ha de responderle el se ahoga de pena? la otra criatura que está arrima la puerta, poniendo esos ojazos tan espiertos que pone la miseria, dice en tonico dulce, que amargo al alma llega ca ves que el olorcleo de las tortas el casón se cuela. Qué olor más bueno, padre. Qué olor más bueno que echan! hace ca vez más frío. no para de nevar ella en la sierra.
De vidro son las fuentes.
de vidro son las ciecas. paraliza el helor los correntales. las aguas påece que se paran muertas. en el cielo to nieve. yelo por toteas partes en la tierra. Surte en mi corazón, fuente, la fuente aquella que oiste el juramento y la querella!
Oh, diamantina estrella, luce en mi corazón!
Traigo los pies sengrando, y el corazón rendido.
Qué larga la jornada y qué áspero el camino!
Se me ha olvidado el nombre de aquel pecado mío: pero él de mí se acuerda, y va siempre conmigo.
La fuente se ha secado porque en ella he he bebido, y el arroyo se enturbia si en sus aguas me miro.
Renían dos serpientes a la orilla del camino; quise reconciliarlas; contra mí se han unido.
En la rama de un árbol, cantaba un detúveme a escucharle; huyo despavorido!
Pide toda la tierra venganza a mi delito.
iJesús, hijo del Hombre, olvídale conmigo!
Con lágrimas de sangre al portal he venido.
Laven mi vieja culpa tus lágrimas de niño! Canta en mi corazón a londra que solías despertarme al amor aquellos días. Rosal que florecias, brota en mi corazón!
SAMARITANA. Me deja usted que le cuente una fabula? Yo sé una fabula: la del hombre naturaleza! un arbol con alma. Era una pobre alma trocada en árbol por la maldición de una hada perversa.
enmedio de un bosque ostentaba sus brazotes enormes y ostentah su copa gigantesca con una cara melenuda y terrible. alla se estaba solo y tragico enmedio del bosque sombrío entre todas las inclemencias y todas las soledades. Una tarde, una cabreriza, una de esas pastoras de los cuentos de niños buscaba un corderillo desviado de la manada y llamándole con los más tiernos nombres, fue a dar junto al hombre naturaleza al que jamás, por el horror de la leyenda, se acercaban las demás mozas del contorno. adurmióse al ple del tronco gigantesco y allá a media noche abrió los ojos y, a la luz de la luna, vió aquella carota espantosa. Paralizada por el pavor, siguió mirando, mirando el rostro del Arbol y a medida que miraba, parecíale menos horrible, más humano; hasta cre yo lágrimas las gotas de rocío y suspiros el rumor de las hojas. acometida de una gran caridad, llegóse al Arbol y comenzó a arañar su corteza para llbrar de aquella cárcel a la pobre alma que lloraba. cuenta la fabula que ante las manos de la cabre.
riza, el tronco se abrió dejando ver infi.
nitos tesoros y que un príncipe gentil salió de las entrañas de la madera ofre.
ciendo su mano a la pastora. puesto que escucha usted llorando, Guillermo, la fábula, como yo la escuché cuando me la contaron, sepa que la moraleja de ella consiste en que no se debe sufrir por los que pasaron por delante de nos.
otros sin detenerse a arañiar nuestra pobre corteza.
un pajarillo; Con la mar de treba jos hizo Juan su casón en la laéra: un abujero en onde meterse tan siquiera. un resguardo pal frío, porque a más no alcanzaba su pobreza; un rincón pa vivir. o pa morirse, que el hundirse un casón no es cosa nueva. Pos allí tiés a Juan acobardio, que no hay na que los pobres tanto teman, como estos días tristes en que tóico se asuela; como estos días en que grana el hambre y arrecoge la muerte su cosecha. Allí está el pobre Juan, que es de lo poco bueno que ya se encuentra, y con el su mujer, que es una santa, y con ellos sus nenas: dos angelicos de esos que Dios al mundo pa penar los echa.
Allí los tiés a tos en la cocina. alll los tiés. pero sin chispa e leña!
Del humo de otras veces, allí se ve la señalica negra y se ve el hogaril y el puñaico de ceniza que quea.
itó aquello que, sin rastro de rescordo, más páece que cocina una nevera. Allí los tiés. los cuatro que acurrucaos y arrecfos tiemblan.
helándose el frío ists los guesos y helándoles el alma la tristeza. pué que más que el arcabol de un horno aquel casón de calentico sea; pero yo te aseguro que, dentro de el, el corazón se yela, iy que se siente allí mucho más frío que en los mesmicos altos de la sierra. Ya no recuerdo el nombre que te daba; ya no sé si eres flor o eras lucero.
Sé que este corazón que te guardaba está vacío y sé que no te espero.
Sé que ya nunca es pronto y nunca es tarde, que ya no hay hora para mi porfía.
y, aunque te he dicho. adios. soy tan cobarde que quisiera esperarte todavía.
Alondra, fuente, estrella de otros días, razón o sin razón. ha nacido el Mesfas :nace en mi corazón!
VI III Villancico y ofrenda al poeta No pué ser dice Juan. yo soy tan bueno que a gritos me reprende la conciencia.
Nuestros eran enantes los montes con sus leñas, y llbres pa los pobres aquellos altos de pinás espesas. libres con sus lentiscos y chaparras lo mesmo los collos que las chentas.
y libres los barrancos con sus nebros.
libres con sus romeros las laeras. en estos días malos en que al pobre le niegan trebajo pa vivir quien tie caudales, y el cielo su calor y el pan la tierra, les queaba a los pobres el consuelo e la sierra con sus manas de lobos, con sus mantos de nieve, con sus peñas.
No pué ser; soy tan bueno que a gritos me reprende la conciencia, esos montes son mfos con sus pinás espesas.
Ty mis hijos tien hambre y, estroceñas por el frío, tiemblar!
Villancico de las madres que tienen a sus hijos en brazos ¡Dulce Jesús, que estás dormido!
Por el santo pecho que te ha amamantado, te pido que este hijo mfo no sea soldado! Pont y Leares Becerra.
Los castillos Se lo llevarán 1y era earne mia!
Me lo motarán 19 era mi alegria!
Cuando esté muriendo, dira: Madre mia!
y yo no sabre la hora ni el dia.
Señor, Señor, no tengo más consuelo que estas palabras vanas que en la torre insensata de mi anhelo vibran como tañido de campanas!
El viento se las lleva hechas girones. Niebla que se desgarra en los pefiones. Cuán vanamente flotan, cuán garrulas rebotan sobre el mar tan azul, en la falena negra como mi pena.
Esta pena insolente y mal nacida que no tiene perfume ni medida. Señor, Señor, no tengo más tesoro que estas menguadas lágrimas de lloro: los pobres versos, en que voy quemando la mirra que el destino me va dando!
de arena Levantad con la arena movediza casti llos que reten a la furia del mar, Dulce Jesús, que estás dormido!
Por el santo pecho que te ha amamantado, te pido que este hijo mío no sea soldado. Mirra me da el Rey Mago, y yo le doy mi paraíso en pago!
Pequeños fosos murallas enanas torres altas como una gaviota, construid sacerdotes de la energia.
IV Suelen decir que el hambre hace sadir al lobo de su cueva; yo pienso que hace más. pienso que iguala los pobres cordericos con las fieras. Villancico de las novias abandonadas No haya descanso, porque no es largo el tiempo media entre dos olas. Bendita sea, oh Dios recién nacido la estrella que a tus plantas me ha traído!
Señora, tá por quien al mundo nace, pſdele que mi ofrenda no rechace!
Licor de llanto en barro mal labrado, espinas de las rosas de un cuitado que por vergüenza de sus proplas penas, ha ido poniendo en verso las ajenas. MARTINEZ SIERRA Juraron que nos amaban, 1y era mentira, Señor!
Su juramento olvidaron cuando cortaron la flor.
Pobre Juan, que olvidaba en su esvarío que, aunque piece mentira, aquí en la tierra las leyes que hace Dios son leyes malas y las que hacen los hombres leyes buenas.
Pa la misa del gallo va la gente, la media noche llega hace ca ves más frío, no para de nevar allá en la sierra.
En la plaza del pueblo está la cárcel; Juan esta dentro de ella.
y su mujer y sus hijicas lloran arrimas a la reja.
Alegres van los mozos en pandillas camino de la iglesia, y al son de los guitarros y zambombas y de les panderetas, al pasar por enmedio de la plaza esta coplita sueltan: Muévanse ágiles las manos brillen los ojos, atentos a las aguas traidoras que se burlan.
Pronto! encerraos en vuestros castillos que ahora a vosotros os toca mofaros de las aguas en asalto.
NOCHE BUENA DE AMOR si las olas reducen la fortaleza a un monte pequeño, decid: es un monte lo que deseabamos. Madre: a la puerta hay un niño rublo y bello como el sol; tiene una venda en los ojos y en la mano un corazón cruzado por una flecha, dice que se llama Amor. Madre: le digo que entre? Parece un ángel de Dios. Esta noche es Nochebuena y ha nacido el Redentor.
sl nunca me conoclo?
Esta es la primera noche que a mi puerta Amor llamo. Madre: el niño tiene sueño, en mis brazos se durmió.
Prepara la blanca cuna de mi infancia, para Amor.
su sueño Por el casón de Juan, junto por junto a la mesmica puerta han hecho una sendica que va al pueblo derecha y tús los del partfo la toman por verea, igual sl van pal horno que si van pa la iglesia.
Asina tiés que en siendo como hoy, que es Nochebuena, mil almas pue que pesen por la sendica aquella, por el casón de Juan. junto por junto a la mesmica puerta! pasan las mujeres con sus tablas de pen a la caéza.
con aquel pan de trigo que granicos de anis por dentro lleva. con las tortas de Pascua que trascienden de buenas. pasan los que vuelven del mercao, charla que charla. ca uno con su tela.
tós pensando en comer y en divertirse, tos con cara contenta. dentro del casón se va colando to aquel rum rum de gente satisfecha Hija: también en mi lecho otra noche Amor durmio y le canté villancicos, villancicos del Señor, y cuando más confiada velaba su yo.
mor desperto de pronto en sus brazos me estrecho, con una aguda flecha mi corazón traspasó.
Toda mi sangre de virgen, como un vampiro, aspiro, ya exhausta y moribunda, sin piedad me abandono. Pobre hija mfa, si quieres ser feliz, huye de Amor. si ellas no tienen prisa en deshacerlo, romped el monte bailando sobre el con vuestros pies desnudos.
Los pastores y pastoras todos juntos van por leña para calentar al niño que nació la Nochebuena (1)
El mar os ha vencido. Los queda el día de mañana los siguientes para nuevos castillos. Es demasiado pequeñia tu cuna para el Amor.
No es un niño, es un maneebo; también lo conoef yo, hija, otra noche lejana en que a mi puerta llamó.
adre: lo tengo en mis brazos, desnudo como una flor, esta temblando de frío y quiero darle calor. el pobre Juan desesperao llora, y lloran en la reja su mujer y sus pobres angelicos que tien las manos en los hierros puestas.
imanos helás que son también de hierro de agarrotás y tiesas!
Podriats hacerlos más allá del limite de la alta marea; pero vosotros gustals de la alegria que se encuentra en la lucha escogels un sitio disputado por las olas Incansables. Madre: prepara mi cama.
Velare su sueño yo.
Esta noche es Nochebuena, dormirá en mi lecho Amor; le cantare villancicos, aneles del Sefior, Ha pronunciado mi nombre, madre, con tan dulce voz, que los Ángeles del cielo no lo dirian mejor.
Nombre Como lo sabe No puedo, madre, no puedo, que en sus brazos me estrecho.
Pero soy feliz, oh, madre. Tá lo fuiste como yo. GOY DE SILVA VICENTE MEDINA, a) Populais KIEN PEDRO PRADO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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