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Domingo, 25 de Febrero de 1917.
EL IMPARCIAL Páging to 才女才太太太太太太太太太, Selecciones de EL IMPARCIAL cargo de JOSE FABIO GARNIER tttttt Supremo diálogo Kokoro Si: 455 Querido Alfredo: Den aquella se 32 que mía. Mario: 7713 lo creo.
23 que 7)
píritu.
50 SERIE 25 100000000000000000000000 Perdición KOKORO, por Carolina Adelia Alio (argentina. EL SECRETO SORPRENDIO. Por Pierre Louys (francés. Pasa la nave mia.
Prinsivalo, arrodillándose al pianos la adornaban con todos los en PASA LA NAVE MIA. por Josué Carducci (italiano. del techo y tomando una mano de cantos del desarrollo humads. Mientras la madre cosía una caSurea mi nave, sola, el mar ignoto, Vanna. Giovanna. Vanna se Mas cuando volví a veros, crei en misa y Mario, sentado en el suelo, CANTARES, por Manuel Machado (español. de los alciones al gemido triste; yergue sorprendida y lo mira. ese instante se engañaba mis recortaba soldados de papel, entró LA OPINION DE JUAN, por Alfredo Capus (francés. y la envuelve y la empuja, y no resiste Oh Vanna, Vauna mía. Yo jos. Me eran mis recuerdos fan de pronto el padre.
DIALOGO SUPREMO, por Mauricio Maeterlinck (alemán. del agua el golpe y el furor del Noto.
también he solido llamaros de este gratos y tan fieles. Mas ellos ha Arriba, Mario. exclamo, LOS GRANOS OBSCUROS, por Juan Maria Guyan (francés. modo. Ahora desfallezco pro vian sido muy lentos y muy tími di a tu madre que te vista. Voy a HAY TANTAS COSAS BONITAS. por Anatolio France (francés. nunciando este nombre. Duró dos. No se habían atrevido a dar llevarte a paseo.
La memoria, el semblante hacia el remoto a por tanto tiempo encerrado en mi le a vuestra imagen el esplendor El niño se levantó, y abrazando LA PAREJA DE ANCIANOS, por Jules Renard (francés. refugio envuelve en que la paz existe; alma, que hoy no puede salir sin inmenso que me deslumbra ahora. las piernas de su padre, exclamo: PERDICION, por Matilde Serao (italiana. y vencida esperanza, que aún persiste, romper sus cadenas. El es mi Yo estaba como um hombre que. Cuánto te quiero, papaito cae abatida bajo el remo roto.
corazón, y ya no tengo otro. Ca gardase el recuerdo de haber vis mío. Qué bueno eres. da una de sus sílabas contiene mi to una flor en un parque, una vez Vamos, Tecla, viste a Mario.
existencia; y cuando las pronun y de paso, a una luz muy opaca, Vas a llevarle a paseo. pre.
Mas mi genio, inmutable, en popa erguido Scio, va pasando mi vida. Me era y se hallase de pronto frente a cien guntó la madre sin levantarse.
mira al cielo y al mar, y canta fuerte, muy familiar, yo creila conocerlo; mil flores bajo un sol deslumbran por milagro dispongo de del viento en las antenas al rugido: no me causaba miedo a fuerza de te. o os miraba la frente, los cados horas, y como esta criatura no decirlo, y van y van ya muchos años que bellos, los ojos, reconociendo el til sale nunca conmigo.
a cada hora del día, yo me lo re ma del semblante adorado; mas Di madre empezó a vestir al ni Bogando vamos, despiadada suerte!
petsa como una gran consigna del como su belleza le acusaba rubor fio, y mientras le Ante el parlero canario, ella y ponía los pantaBien por tus negociaciones con yo sufrimos una fuerte racha de al nebuloso puerto del olvido, amor que es preciso tener valor de a la que yo en silencio venía acu lones y le abotonaba el vestido, se los tales individuos; pero has de sentimentalidad y juramos amarhacia el escollo blanco de la muerte.
pronunciar al fin, aunque sea una mulando durante ditis y meses que acercaba al oído de Mario como si presencia de que no no acabeban munca, y por series de tratase de decirle algo en secreto permitirme que hoy aparte de mi nos eternamente, haciendo al rubio se ha evocado en vano.
o. Creía que años cuya única luz era un recuer a su hijo.
conversación todo tema ajeno al Kokoro vínculo sagrado de nues. fi JOSUE CARDUCCI. mis labios tendrían ya la forma do que seguía un camino muy lar Pero el padre estaba allí esperan de la muerte de mi pobre Kokoro. tra unión, que, por tal causa, de y La desaparición de los animali bia durar tanto como la vida de do, sabrian repetirlo con tan gran mado como se ama a esa edad; perio.
de ese nombre tan bello, y que, go, donde la realidad se hubiera do, sonriente, con el sombrero cuando llegara el momento espera adelantado.
puesto.
tos queridos me conmueve de ma aquél.
Vanna. Ah! Sí, me habéis a nera honda. Ya tú lo sabes bien, Desde entonces el pájaro me re Vamos, papá. exclamó Made dulzura, con tan hondo tú que siempre, en casos análogos cordaba una promesa que yo cumCantares respe soportaste bondadosamente los li plia con gran entusiasmo.
to y con un abandono tan profun ro el tiempo y la ausencia el amor No le compres juguetes dijo embellecen. Tengo prisa en sal. la madre.
rismos de esta rara sensibilidad Pero pasaba el tiempo y. ſay, So do y humilde, que la Vino, sentimiento, guitarra y poesía Alfredo. poco a poco iba abuchara comprendería al punto mi varte. Ven, ábreme la tienda. No se los comparé.
hacen los cantares de la patria mía.
pasión y mi angustia. Ya no es el. Vanna, GiovanNo sé por qué es siempre tan rriéndome de mi maravillosa ru.
Tecla dió un beso en la frente al Cantares.
breve la vida de los sencillos seres bia.
mismo nombre. Ya no lo reconozco na. Mira!
niño, como si quisiese hacer hablar al salir de mi boca, cortado Lo de siempre: enojos, reconci que la casualidad pone a mi lado.
Quien dice cantares, dice Andalucía.
Vanna. Qué es, Gianello. a sus labios una lengua desconoIlocos, herido de temores. Puse. Oh! Yo también comprendo la cida.
Le llegó el turno, aliora, il dimiliaciones almibaradas, hasta que en él tantas cosas. toda la Son fuegos de alegria que acaban La madre salió a la escalera y muto canario blondo, y te aseguro se apoderó de mi ser un enfriaA la sombra fresca de la vieja parra Senioción, toda la adoración que en de encender en loor de tu obra. vió bajar al padre y al hijo, cuan.
que su pérdida me aflige tanto. miento que me llegó a los huesos.
un mozo moreno rasguea la guitarra.
el había encerrado, me quebrantan Los muros reverbertan, las mura do de pronto gritó: Además, e, una desa rición ex Ya en Buenos Aires, mi indifeCantares.
las fuerzas y me apagan la VOZ.
ilas flamean y arde el campanil cotraña Si fuera supersticioso, ten rencia por ella era completa, aunVanna ¿Quién sois?
Algo que acaricia y algo que desgarra.
mo antorchia feliz. Todas las dría tera en qué meditar. que la dama no se daba por aludiQué quieres, mamá?
Verás por que te digo esto. Voy da y seguía escribiendo terrible Prinzívalo. No me recono torres están resplandeciendo cual Oye una cosa.
céis?. No encontráis en mí ma brillantes estrellas. Las calles ¿Qué?
a narrarte una pequeña aventura mente.
La prima que canta y el bordón que llora. da. de Kokoro, en tanto. Pues forman rutas de fuego sobre el cieque tuve lace poco y en la cual Ko.
Ven a coger el abrigo por si el tiempo callado que se va hora tras hora.
Vanna. No. Al menos, yo no lo. Reconozco las vías; las retienes frío.
koro desempeñó un papel impor mira?
Cantares.
Habituado por la disciplina a corro en el aire, como en esta matante. No lo necesito. Adiós, mama!
Ya sabes que en mis ve eneos colmar de cariños al pobre pajari Son dejos fatales de la raza mora.
Prinzívalo. Sí, nada recor. ñana que he pisado sus losas.
Harplatenses acusenbro alquilar to, acabé por quererlo, no ya como dáis. Ay! Estaba seguro de que Allí miro la Piazza y su domo de Al pasar por el barrancón de las no sabiais ya. Tenías ocho años, fuego. Allí una casita que da la explanada. símbolo le un, amor, sino con verNo importa la vida, que ya está perdida; y yo doce, la primera vez que os como isla de esta el Campo Santo fieras, dijo el padre al muchacho.
sombra. attece que ¿Quieres entrar?
sobre Playa Chica. Il lor me ha dadera ternura al ser tan diminuy después de todo, aqué es eso, la vida. ví.
la vida que juzgaban perdida, les ce romántica. y agnella playita mito frágil de golpe habíase. No, papá; me dan miedo los co Cantares.
Vanna. En dónde? vuelve a toda prisa, y que estalla codrilos. Cómprame un juguete núscula, acariciadha discretamente anexado a mi existencia, haciéndoCantando la pena, la pena se olvida.
por el mar y huida en la cuidad me constante compañía.
Princivalo. En Venecia, un do. en las cúspides, salta sobre las con el Vie la Joma conta xnwella enamo Era tan lindo, tan brincador wigo de junio. Mi padre, viejo piedras, desborda lis murallas, con la dicono que debías gastar en orfebre, a madre el. acude rada que se recata de miradas pro y alegre! Me despertaba, por las Madre, pena, suerte, pena, madre, muerte, Al pasar por delante de una un collarín de perlas. Yo andu tro encuentro y nos llama tam tienda de juguetes, el padre no lofanas, es justancata lo que con mañanas, con un himno al sol he ojos negros, negros, y negra la suerte.
ve en el jardin. Os encontré de bien. Escucha, escuch. No o gró oponerse a los manifiestos de viene a esas situacione mi es. cho de trinos y gorjeos purísipronto bajo un soto de mirtos y a yeslos gritos y el inmenso delirio seos de Mario, y le compró una Dos. Y, erando le llevaba la coCantares.
Casi diariamente, contra ime idiana liojita de lechuga fresca.
En ellos, el alma del alma se vierte.
orillas de un estanque. Llorábais que asciende cual sien Pisa el casa llena de árboles y de casitas.
norme risco que me sirve de apo sabia agradecérmelo con su piar zado una sortija de oro. Yo me las campanas que cantan cual si centro. preguntó el chico.
porque al agua se os había desli mar hubiera entrado? Escuchas. Cuántas cosas habrá aquí yo, especie de monstruoso hipopó insistente y expresivo.
Cantares. Cantares de la patria mía, arrojé al estanque. Me via punto Altri Cuán feliz me hoy fuese el dia de mis bodas. tamo echado sobre la arena, me Ora mi amigo, mi confidente. Pa quien dico cantares, dice Andalucía.
de Quince o veinte. ahogarme: cogí el anillo lento, y dos paso largas horas tumbado al sol, recía entender mis soliloquios.
Estoy contente porque con esto Cantares.
y lo puse en el dedo. Vos me dis veces feliz enfrente de esa dicha podré jugar en casa. El viernes os dejando que el aliento de las co desde su jaulita dorada como co y No tiene más notas la guitarra mín.
teis um beso y quedasteis dichosa. que debo a quien más me ama. me compró mamá un aro y una peas infinitas del mar, del espa sus plumas, pasábase la vida sua Vanna. Ah! Era un niño ru: Ven, mi Gianello (Dándole un belota de goma con los que no puerdo pacio azul. acaricie mis sentidos vizando mis ndo mis asperezas, mis amar.
Se llamaba Gianello. so en la frente. Tom el único jugar en casa por no exponerine a y los sature de inmensidad. Estos gumas o mi aburrimiento con el disBANUEL MACIADO Tú eres Gianello. me reco beso que te puedo ofrecer.
romper un esejo.
reposos me charloteo de su piquito.
se lentonces yo también converso, mosug hoftantos, hi haur hrh 090020ococooo0000000000 mocisteis al momento en que en Princivalo. Oh, mi Giovan Pero te servirán cuando sal.
con las juguetonas brisas marinas ¡Pobre Kokoro. de nuevo en el Prinziralo Si hubieran acudi el amor esperaba. Ven, apoyate na. Vale por los más dulees que gas a paseo. El viernes estuve con mamá que vienen de regiones ignoradas Mar del Plata, llegó un día en que do diez mil bajo mi tienda, todas en mí; pon tu bưazo en mi cuello en el ormpo. en coche cerrado, y al alborotar la arena con sus mis enfermó, sin que pudiera conocer cual vos vestidas, todas así de be.
de la ciudad bajamos del teriosos cuchicheos, y comprendo la causa de su extraño decaimienllas, como diez mil hermanas que Vanna. Nada fue. Ya te sigo. coche.
el lamento triste de las grandes to.
Se alimentabà apenas, pasandotodos confundieran, me hubierta di Es el deslumbramiento. Demasia blas trágicas, y siento mejor la caNo habías salido nunca en ricia del sol que llueve su oro sose las horas acurrucado en un rin rigido a tomaros la mano, excla do he pedido a mis débiles fuer coche cerrado?
La comitiva había entrado en la convencido en su fuero interno de mando. Esta es. No es verzas. Sosténme, llévame; quiero al Nunca.
bre las aguas, sobre la playa, la con desu jaulita. Yo lo mimaba como nunca y el hacía esfnerzes sala del Registro civil, que estaba que aquel anciano le había dicho dad que es extraño que una ima punto dar mis primeros pasos coHoma verde. allí jugaste con el aro y la gen amada pueda vivir así dentro mo mujer dichosa. Ah. Cuán pelota?
Pues bueno: el verano pasado es por corresponder a mi cariño Mas completamente llena, toda vez que que no se casara Sin poderlo remediar, trataba de un corazón. Pues la vuestra bella es la noche al Sí, mientras mamá paseaba yo tomando mi era vano empeño: algo las de contrayentes mo simpáticas.
impertinente servidor de alcal cada día en la vi preciso tingui la airosa a tú sabes, Alfredo, que al regre silueta de. Con Ricardo Los Gómez los Gámez da real. la imagen de ayer, reem muera el gozo. Salen enlazados. una dama que iba descendiendo car a Buenos Aires, hace unos días.
la playa por el tortuoso camini dejé el cantorio confiado a tus tegoria entre los comerciantes, y do junto a puerta por donde crecín, se tornale más bella; los El alguacil permanecía impávi plazaba la de hoy. la imagen ban en el distrito muy elevada caqué hacía Ricardo Mauricio MAETERLINCK Durante un rato, anto de la loma.
cuidados, pues temía que el viaje le dañino.
por esto, sin duda, se celebraba debía pasar el juez.
fuesa con ellos; pero después me Claro está que en seguida compuse mi postura de extremada pe Llego a casa y lo primero que en todos los tonos que el heredero Transcurrieron algunos minualejé en busca de la pelota, que uniera tos. Abrióse la puerta y el alguacil Los granos obscuros se me había perdido entre unas ma exclamó. reza y que empecé a atusarme los veo es una carta de mi amiga re de una de las dos casas bigotes.
clamando su correspondencia a la única hija de la segunda.
Edmundo Gómez teniu veintiHay una leyenda japonesa, se das las vecinas al ver aquellas flotas. Cuando volví al sitio donde El señor juez!
Pasaré por alto el pretexto ha dando, con ello, punto final a nues Todo el mundo se puso de pie. un joven unas semillas de flores, en un principio Babian desprecia má, pero después la encontré en gún procurado. le que antes Hlado para hablarla. Supe casua tra grata aventura: cosa que en cinco años, y Enrique Gamez diez El juez se dirigió a la mesa pre se sorprendió al ver aquellos grado. Las verdades serias del orden el lidad feliz que desde esa maña. acto hice muy gustoso, no sin acor y siete.
idencial, acompañado del anciano. nos obscuros y erizados; ofreció científico y filosófico son estos este motivo, de mi pe horuceste Los alguaciles del juzgado dis Al volver a su sitio murmuró por de ellos a sus compañeros que ro granos un tanto erizados, que. Ricardo misma playa. en fin, querido queño a quien esperaba. Siguió con nosotros en el case Alfredo, a los pocos días estable mandar buscar a penas me anuri pusieron la ceremonia con arreglo tercera vez, de modo que el novio les quisieron. entonces, launque desdeñan al principio, pero que los ruaje hasta que bajamos en la caa la costumbre establecida. Uno de pudiese oirle: con alguna incertidumbre, los sem pueblos concluirán algún día pon!
lle Nacional. Pero antes Ricardo enamorado de ella con gran entu ciaras su mejoría. Hace usted mal en casarse.
siasmo, según es mi costumbre. hoy sé por tu carta que el po ellos, hombre entrado en años, iba bró, y al cabo de algún tiempo ca pasarlos unos a otros de mano en dió un beso a mamá, y yo me eché de Edmundo estuvo a punto de da uno de aquellos feos granos semano.
grupo en grupo diciendo: a llorar.
La fortuna quiso que esta mujer brecito ha muerto. I, al saberlo, No tardará en llegar el señor sirle por el pescuezo, pero retroce convirtió en una soberbia flor; torefinada y culta olvidara su buen he llorado como un tonto Cura dió ante la enormidad del escánJuan María GUYAU Ricardo continúo en el carruaY edito en un momento, tal vez de mente todo el día, viendo al queri juez.
al pasar por el lado del novio dalo.
tedio, y me correspondiera con su do animal voelto de espaldas, con je y nosotros nos dirijimos a caEl alguacil se colocó en un ex us finas patitas en alto, descansan murmuró sin mirarle y somo si Hay tantas cosas bonitás!
de sa. Pero ¿por qué besó en el cuello hablam tremo de la sala con dos o tres consigo mismo: Recuerdo con verdadero agmdo do por siempre en algún montón a mamá no siendo ni Mario ni paHace usted muy mal colegas y contemplaba tranquilaConozco una niña de nueve a. Las románticas entrevistas que te basuras, sin imaginarse que su Yo opino como ella. Si sólo he paito? Dile que no lo vuelva ha ¿En qué pensó Edmundo. mente la ceremonia.
nos más sabia que los sabios. Ha mos de vivir una hora. a qué cer.
miamos allá en las rocas, en noches muerte conmovería un corazón tau No me lo habrá dicho a nii. Terminó la inscripción ce poco me decía: EI preocuparnos de tantas cosuis?
de luna, por supuesto Le estudiaba duro como el mío, tan extrato ain juez tardaba en llegar.
los moma. Se lo diré, hijo mío. pocos momentos Edmundo En los libros se ve lo que en Para qué tanto aprender, sabieulos gustos, y descubrí una gran para mí mismo, que.
El Alguacil de que se ha hablado vio que se acercaba el alguacil y realidad no puede verse, porque es do que nunca sabremos nada: vipredilección por los pájaros y es enternece ante un pajarillo insigmiraba sin indignación. tá La madre esperaba al niño en el pecialmente por los canarios. Ennificante, cuando las pasiones más manifestó que el juez a quien se les hecho usted muy mal en sado. Lo que se ve en los libros se muy poco en la naturaleza, y nos muy remoto o porque va la pa vimos demasiado en los libros y descansillo de la escalera. Vienes solo, Mario?
tonces, claro, siguiendo los conse fuertes no consiguen impresionar esperaba no podía tardar en presentarse.
casarse le dijo el modesto fun we male tristemente los niños parecemos a ese bobo de Plinio que jos de papá Ovidio, yo también le lo. Solo. Papá me ha comprado no deben de leer libros. Hay tan estudiaba a un orador griego mien un juguete y unos pasteles para adelantándose a los contra cionario.
Adiós Alfredo. Ignoro si te ha dije mi cariño por ellos, aseguránventes les dijo. Lo sé contestó Edmundo. tas cosas bonitas que merecen vertras el Vesubio sepultaba cinco tidole que poseíra un canario her brá interesado la historia de mi Siéntense ustedes en estos si Cómo se llama usted? Digtame se y no las han visto; los lagos, las ciudades bajo sus cenizas.
Tecla se puso pálida leomo la caparito. Pero si aun está a tu llones.
cuanto sepa con respecto a esta montañas, los ríos, las ciudades muerte, mientras el chico la miraCierta vez quiso verlo y tuve a alcance, contempla al pobrecito Mientras Edmundo se sentaba circunstancia y tome usted estas los campos, la mar y los barcos, el Inatole FRANCE cielo y las estrellas.
ba con ojos atónitos.
toda prisa que hacerme truer une por última vez. y no rías si te maquinalmente, oyó al alguacil, pesetas.
de la pajareria. No sé nada acerca de este a. dónde está tu padre, Mario?
sunto.
Así llegó a mi poder el pobre confieso que, al escribir estos rer que murmuraba de nuevo con muy Hace usted mal en casarse.
Kokoro, nombre con que mi ama glones, se me llenan de lágrimas clara voz: La pareja de ancianos Ha ido a decir a Ricardo que. No sabe usted nada?
no te vuelva a besar en su vida.
antojósele bautizarlo ya que los ojos. Armando. Esta vez pensó Edmundo Nada absolutamente.
Ella tiene más de sesenta años. Cómo. Tenéis cuernos. Hijo mío. gritó Tecla, caWienen la tierra del nevado Fuji; es a mí a quien se ha dirigido.
significa y el más de ochenta.
Carolina Adelia ALIO. Pero me conoce usted. Qué pretende ese imbécil?
El viejo se quita la pipa de la rendo desplomada en tierra con Acaban de comer y están sen boca y responde sin mirar a la No, señor.
El novio frunció el ceño y alarlos brazos abiertos.
tados en la grada de la puerta. vieja. Pues entonces, iniserable, por gó un brazo para asir al indiscreto Glorieta pasa dite: qué me dice usted que he hecho Ella no los tiene.
funcionario; pero éste había desa mal en casarme?
Matilde SERAO Siempre juntos. Si lice la vieja. Yel. pregunta Glorieta.
El alguacil exclamó, haciendo La vieja no responde.
Cuando volví a verle, me oculté y se lo dijo lal agua bajo los san parecido entre la muchedumbre.
lo dijo a Has oído lo que ha dicho ese un gesto desdeñoso. No podríais separaros uno inquieto y delante de Glorieta que El viejo repite: del otro. Yo, yo no sé si los tengo, pero una sonrisa vaga, pensando en el ha concluído por molestarse. Con Entonces él me dijo: las ramas meluncólicas y las ra hombre. preguntó Edmundo a. Porque opino así, caballero. No dice el viejo, fumando su ella estoy seguro de que no los pasado sin dnda, ella se fija en la No temas nada. Quién la vis mas se lo dijeron a la lancha, Enriqueta.
Creo que todo el mundo hace mal pipa.
tiene.
una mujer y lo sabrán mi padre. No sé quién es. Pero me pa el derecho de emitir libremente stanciados: Todavía cabe une entre citia, abendsted le toca isi si la provechosa confusión del si No. Conoces a ese alguacil: en casarse. No tiene cada vnal Pero ambos estáis muy dis.
eneina que fallá abajo se duerme Quién los ha risto? La noche mi madre, y mis hermanas. Tola luma. las estrellas y el a da Grecia lo sabrá.
rece que me ha dicho algo. Es im opinión. apretkos!
manecer. La luna se asomó al lago o nó. Los el?
posible qne me haya equivdeado. Nos corneariamos, dijo la vie Pero, la vieja permanece impelencio.
Pierre LOUYS Sin embargo, Edmundo estaba Alfredo CAPUS ja.
Inetrable cerdi del viejo te rez.
Jules RENARD bio.
La opinión de Juan borrachera de la litre, catamarais do le robaba lentamente la vida. eran migasi esmerosas y extremo peitubaie sentrale pechaligo cal sabit ala a tal grado en el mío, que aurora. Date prisa, aun es tiem con Ricardier ocupa dia. Sí: papa duve coche.
gusto Ves, se mosísimo.
El secreto sorprendido la cara con las manos.
se ces. El agua to nuestros besos? bien dice Glorieta a la en el crepúsculo y guarda para Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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