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DOJINGO, 11 de Marzo de 1917, EL IMPARCIAL Página cinco 太太太太太太太太太太太 ttttt Selecciones de EL IMPARCIAL EL IMPARCIAL cargo de JOSE FABIO GARNIER ttttttttt ttttttt SERIE 27 De quién?
El Recuerdo Rosa mística ווגן Ondas vivas LAS HERMANAS FUNDORA, por Jesús Castellanos (cubano. Mi hermosa enfermera. había jura. TRABAJO POSTUMO DE FELIPE TRIGO. FRAGMENTO, por Gabriel Annunzio (italiano. do no deciros nada. había juradle no escribiros, y, a pesar de todo, a pesar DE QUIEN 2, por Emmanuel Sheridan.
de mi resolución, me cuesta nucho guar Dios te Salve María: ROSA MISTICA, por Carlos Villafañe (colombiano. dar para mí solo este secreto que me. Bah. Si no conocía al señorito jer, munca había sido admirada, coONDAS VIVAS, por Alfredo Gómez Jaime (colombiano. oprime: Yo os amo. Oh! vien si todo Luis, tampoco iba a pedirle un reino. menzaba a amar. En buena bora que pura y resplandeciente como el día; LA MORFINA DE ESPAÑA, por José Ingenieros (argentino. lo loco e irreflexivo, que puede tener Juana, entre corriendo y andando, cra la inspirase el pastor un cariño tiesen tu mano sutil llevas las huellas EL RECUERDO, por Felipe Trigo (español. este amor del que yo sufro. Cómo ima.
20 el encinado, salvó el puente del a cuidadote y tranquilo, cariño de herdel cielo, que es tu casa: las estrellas.
rroyo, dejóse atrás la huerta y los mano, cuyas raíces eran el trato de ginar un instante que vos, tan deliciosatmente fina, consentiriais eu escuchar a pinares y aguzapándose un rato detras la infancia: pero sentir algo eléctrico. ttttttttttttttttt este pobre herido?
Llena eres de gracia: de unas cañas en la pradera, para hur algo capaz de llegar a la locura. eso tttttt las primeras palabras que putarse del tío Moro, que volvia del lu no lo sintió jamás junto al pobre Las hermanas Fundora diera dirigiros, me harfais callar, vues.
tu nombre por los ámbitos se espacia gar con la carreta, entró por fin, en la Chuco!
como el perfume de una rosa mística alameda del río, recorrimiola hastui tros grandes ojos compasivos se velve Decididamente, ella se encontrabil Esperanza era la mayor. Juanilla ban. súbito, ahorrando tiempo, acaso jarfan un gesto de desden, men darse de mano a boca con el señorito a gusto en la alamedia. Hasta el mis.
rían severos y vuestros labios bosque.
de blancura cucarística.
que, sentado en la silla de tijer, se terio del sitio, que al pronto la hacontaba dos años menos. quizás anda con un vago miedo, zigzagueó la hoja tras tanto, jamás tal vez, seréis ainainclinaba sobre el caballete. Juana sebía causado un vago temor, le parecia ba por los diez y siete. Ocupaban un en el aire y la clavó pesadamente en da como yo os amo; como os he amaEl Señor es centigo: paró arrepentida, trato de esconderse. agradable. Un vientecillo juguetón riza.
Sugar en la impedimenta con el viejo, el cogote duro y velloso.
Fundora que, paseando su cabeza bamdo desde el primer día que os ví, cuan.
Pero el señorito Luis la había visto: ba la amplia superficie del agua, preotu amor es luz y es hostia como el trigg boleante de gran bestia, husmeaba por coreó la faena. La res, pateando furto pequeña pieza, donde vuestra presen.
Un clamor de protestas y de risas do, desfallecido y herido, entré en esta era tarde. Entonces, lanzando imper. diendo al sol en cabrilleos de oro ha.
que en milagro vivaz transfigurado ceptible carcajada, roja como una guin ciendo temblar en la opuesta orilla ia los serones de viandas. ahora debo samente bajo la torpe acometida, logra cia me hizo olvidar el rayo del sol se hace carne de Dios Crucificado.
añadir que la impedimenta es el esla. doblar la cabeza astillando la cornamen que vos eclipsáls con vuestra hermoda, a un tiempo medrosa y atreviia, se imagen de las adelfas que la bordabar, Tu nombre es como el agua del camino: acercó a él, soltó el cobuilo y ciaran por detrás de las cuales extendía el dón más curioso de una colmena insata contra el palo que se enrojecía; y sura y juventud. Yo os amo, hermosa rrecta. Depósito de todo lo ruinoso y lo ya la posición fue más difícil. Luján, enfermera, y.
pronta para la sed del peregrino; do los ojos en el suels, exclamó casi cielo su fondo de intenso azul: En misin voz: tad del río, como una gaviota nadando, débil, almacén ambulante de chiquillos cortado, apretando los labios probo es claro y luminoso como el día Esta carta inconclusa temblaba entre Yo. soy la novia de Chuso. se destacaba la caseta blanca del moliaventureros, de heridos en convalecen segundo golpe. Pero el cuchillo roio los dedos de Suzy Debrive, enfermera y huele a incienso y a jazmín: María.
El señorito Luis había soltado los no, al extremo de que aquella isla pa.
cia, de rancheros, sanitarios y acenti sacando dos o tres ojales Bálsamo en el dolor, luz en la sombra, piel. Nue del hospital instalado en el Select Paleros que se absorben en pacíficos tra. vos gritos vibraron en la atmósfera lace de Cannes, Viente meses que la pinceles y miraba con sorpresa a la re. recía un enorme macetón de sauces.
y música en el labio que te nombra.
cién llegada.
Exceptuando el rumor de un salto de ajines: rincón de barullo e indisciplina limpia. Juanilla, junto a mí, volvió la joven no dejaba su puesto y como nu. para cada mala venturanza. De Chuco! Que Chuco, hija: gua lejano, el susurro de las hojas y el donde se encuentra el avío de coser que cabeza, mirando con débil deseo el te ca había cambiado de pleza no dudaba tiene como un consuelo, una esperanza.
El pintor no conocía a Juana, que atronador ruido de los pájaros en los nos falta, el trago de aguardiente para cho de su rancho que apuntaba sobre que la carta era para ella. Por casuali.
habitaba en el cortijo de su amigo en árboles, nada turbaba allí el silencio, nuestros nervios flojos, la refrescante las maniguas.
dad la había descubierto: durante el las dependencias de servidumbre.
charla femenina que nos pide el es.
si es que del silencio no son también bendita tú eres: El foro había logrado apartarse un sueño de su herido había abierto ma. De Chuco el cabrero. del que 115. las armonías tle las brisas de las aves piritu cohibido.
tanto del bramadero, aflojando la cuer quinalmente el cajón de la mesita don ted pintó ayer en la sierra de la ermi. de las ondas.
En nuestro andar errante lucianoda la cabeza baja, tinto en sangre el de bordaba. las primeras palabras le por tu amor entre todas las mujeres.
ta añadió Juana.
El retrato no necesitaba más que los altos de varios días. Se vivia entoncesenello fornido, sacaba por un lado un saltaron a los ojos, y luego, curiosa Bendita para siempre porque fuiste. Aguarda. Con que ti eres. últimos toques. El joven lo termino.
entre murmullos confusos rasgados por pedazo de lengua amoratada, y dirfase había leído.
en tu viacrucis la mujer más triste, Pues tiene Chuco una novia como una mientras decía con su acento medio avoces de mujeres en riña alrededor del que esperaba para huir. Luján rabian. ero, cómo saber quién había escriy porque en tus angustias y en tu pena perla murmuró el joven sonriendo. pasionado y medio ligero: grupo de matarifes the descunrtizan la do, los ojos inyectados en sangre, es to estas líneas? Ni fecha, ni firma, nin también tú fuiste la mujer más buena.
Buena, mujer; tú dirás qué deseas.
res sorprendida poco antes. Eru este de pantoso, rodeaba el cuerpo enorme del gún indicio.
HiOh chiquilla; Si te vieras a tí mis la matanza un momento de sensación animal buscando un nuevo punto que En medio a tu dolor, llanto en los ojos, Al escuchar Juana el elogio levanto ma! Eres inimitable.
Ciertamente no podía ser ese peque.
la mirada hacia el señorito Luis: y la No se concibe que Dios críe hermosa que confundía en una misma curiosida: su pttñal; el grupo de hombres miraba fio adormecido que Suzy cuidaba ahohiel en el alma y en los pies abrojos, bajó viendo que sus ojos, hermosos y ras como la tuya para esconderlas.
inorbosa a soldados y pacíficos. Yo a. inmóvil.
ra. Llegado la víspera, cruelmente he.
y como siete símbolos fatales juguetones, derramaban sobre ella un Ea ven, ya está el dibujo.
cudía siempre de los primeros tratando De reperite una mujer se adelanto. rido en la vista, aún no le habían qui en pleno corazón, siete puñales!
incendio. Sin embargo, aquella flor y Juana se separó y recibió el aibuni, de acercarme al rancho de las mujeres, Era Esperanza la mayor de las Fundo tado su gran vendaje. El que le hablu aquel humor alegre, dieron a la Reina poniéndose a contemplar el retrato con y estas, poseídas de una leve flebre, ras. Iba riéndose doblado el cuerpo en precedido. cómo creerlo! Era an bendito es el fruto de tu vientre: Jesús. mote que Juana heredaba de su ma avidez. Se gustaba a sí misma. Dudaba abrían los ojos oyendo los sordos mugl las convulsiones de las carcajadas. Sidi. un hermoso negro que no hadre, a quien se lo plantaron por lim de que la belleza aquella fuese un redos para adivinar desde lejos la agonía Muchacha! gritó Juanilla, inca. Iblaba frances.
el dulce, el hondo, el fruto del Arbol de la Cruz.
pia y buena moza) alientos para con flejo de la suya. el señorito Luis, sin de la res. Una vez tuve la idea de lle paz de movimiento.
Entonces la joven, empezó a hacer re.
tinuar: duda, había hecho una figura tan linda Varlas cerca con um desco picante de Déjame dijo la otra. ver acá. cuerdos.
comunicarles mi horror. elles vinie No será el primero.
CARLOS VILLAFANE Don Luis, usted sabe que Chuco por halagarla.
Al juzgar por la manera de mirarla se va mañana mesmo al servicio. Esta soy yo?
ron.
Todas la dejaron el paso. Un deser de todos los heridos, Suzy tenía dere Sí, me lo dijo ayer. Por eso me Esa eres Juana. Chuco gana con0 Ohé Hop! Hihop. se escuchaba egoista, de acabar la escena, les hacf: cho a pensar en los sentimientos que en pidió un retrato para quedárselo. tigo el ciento por ciento. No has sabi.
de entre las maniguas euladas de luz. alegrarse. Tal vez. Hay mujeres para todos ellos había despertado.
Velaquí usted: me lo ha dao hace do escoger novio. Qué muchacha mais la bestia venin rápidamente patalean todo. veces, en una mirada, iba una de u rato, que me encontró cuando yo toutat. Ahora voy con la copia para do sobre la terra resca, abriéndose pa. Ricardo Luján, al verla llegar, echi claración que la enfermera hacía como iba por uvas a la viña. y dijo que me el: trae el álbum.
so coa su vasto corpachón por entre un terno. Ya aquello era una afrenta que no comprendfa.
allegara al vuelo en busca de usted. Per segunda vez colocó bajo sa la los arbustos espinosos; tras ella tenién y precipitándose loco sobre la bestia Sabfa que el reconocimiento y la a.
Al partir los discípulos en la barca viajera, por que me hizo la cruz pa no dir ni un papel blanco, empezando a co.
dola por una larga soga, corría sin som se cogió a una de sus astas y así huu mistad se cambia luego en sentimientos contemplaron la playa con un vago temor, se más que atao, en tanti no me diera piar el boceto aquel, de que penseba brero Ricardo Luján, gozoso en aquellió dos, tres veces, sin apuntar, la más tiernos en el corazón de esos des y Jesús, apacible, desde la alta ribera mata pa. darle otro retrato que usted acer despacio una preciosa acuarela.
gran juego de su espfritu y de sus hoja aguda sobre el pescuezo y en la graciados. Sabia que salidos del hospilos miraba alejarse con sonrisa de amor.
me haga.
La Reina no se saciaba de mirarlo. Por músculos, rojo, desmelenado, derraman cruz. El toro se revolvió, roncando ba tal y vueltos a la vida, sus heridas cu Bravo! Pues si es eso asegura encima del hombro del joven, Tozandodo saul.
jo el dolor, hasta que en un revés supre radas, no conservarían de ellas sino que no hay que atar a Chuco: porque le alguna vez con los cabellos, obserPor fin llegaron al calvo redondel mo se deshizo del asesino arrojándolo un recuerdo amable y que serían los Yo seré con vosotros hacia el alba primera. yo no desairaré nunca a una mucha vaba la soltura con que las líneas iban Cormado en ia terba, de don de una como una pelota sobre la hierba que primeros en reirse de esa pasión de un habían dicho los labios del sereno Pastor; cha tan salada como tú. Sientate. Esto reproduciéndola.
zanja cárdena y vampirea escaraba mada. atado, pero sin morir, abiertos instante que jamás encontró eco en y pensaban los rústicos: Ni soñarlo siquiera. va a ser a escape! a fe que me ale Luis sentia respirar a Juana en su basta el río. Luján, adelantándose, lle. y pasmados los ojos, sacó la cabeza a lo ella. Cumplía con su deber sin averi.
gó hasta un palo recio que se erguía alto y así bramó con varios gritos roll guar la personalidad de sus enfermos.
si no existe otra barca. cómo viene el Señor?
gro pues así estarás en mi álbum jun. misma cara. Juana abstraída en la to a cl. La noticia arrancó a Juana contemplación, no se daba cuenta de oen medio de la tierra pelada. hizo cos y prolongados, pidiendo tal vez an pesar de todo, la misiva encontra(que estaba rabiando lor reir) una tra cosa.
rápidamente un lazo fuerte deteniendo xilio a la justicia bestial los suyos. da al azar, dejó a la joven preocupada.
Mas cuando ellos perdiéronse bajo el límite vago, carcajada de alegria.
Luis sufría.
en seco la carrera de la res. Er un De pronto el clamor se cortó en su Pensaba que aquel que la había escri dejó Cristo la orilla y avanzó por el lago. Oye, niña dijo Luis en cuanto tu. Cuando ya esté hecha la acuarelatoro blanco tocado de lujosas manchas belfo. Esperanza, risueña y ágil, había to era más sincero que los demás y ar.
sin mojar su sandalia, de lo ignoto a través.
vo en las manos lápices y el album. pensaba le pondré un título que será de oro viejo desde la cruz a las aguje recogido el puñal del suelo, y sedosa día en deseos de conocerlo, y soñando tú eres guapa, quiero hacer un ro un perfecto recuerdo: Tentación tas; parándose, con la cabeza doblada mente, sin ruido, y apuntando un mo en él, le latía el corazón. Lentamente Halló firmes las combas del cristal ondulante, trato bonito. Así no estás bien; Vite De improviso, alargando el papel a a la tensión del lazo, jadeaba rítmica mento a la nuca inmóvil, había des. releía palabra por palabra y uma vez a echarte. Tu retrato será todo un ua Juana y volviéndose dijo: y sembrando fulgores, como emblema triunfante, mente, desbordando los ojos, como si cargado el golpe decisivo. La res doble. más las frases que la entusiasmaban, y dro. Toma.
no vislumbrara el por qué de aquella go la cabeza sobre la flacida papada, de nuevo quería adivinar.
sobre el vivo diamante caminaron sus pies!
Luis se había aproximado a Juana: le dió el retrato. y un beso que persecución y aquel escenario. El sol parpadeó un segundo, y con un tem Un instante pensó en un joven volala tomó de un brazo, la obligó a ten estalló como una palmada en la pura plomo, azotaba sus ancas esparciendo blor a lo largo de las patas, cayó pesador, casi un niño; pero no, su amigui.
derse, poniéndote el cesto de cabecera. purea mejilla de la Reina.
nueva luz hasta nuestros refugios de damente sobre su lecho de sangre. ta, una hermosa rubia había venido a la cruzó los pies después de acostarla La sangre toda del cuerpo afluyó a la Sombra. Una de las mujeres rompió en. Bravo! gritaron alrededor. verlo, y Suzy recordaba con ternura, el de lado y la hizo reclinar la cabeza so. cara de la muchacha Sintió que se des Otra vez, dolorida, como trágica sombra, una risa convulsa, y el toro estreme. Esperanza, felina, tornando a ser cariño que se demostraban. El viejo bre una mano, rodeandosela con el ovanecía Pero se repuso. sin eprua.
cido, olfateando la sangre cuajada en mujer, se sentó tranquila sobre el cos capitán tullido y reumático que le haMagdalena, la hermosa de los rubios cabellos, tro brazo. Satisfecho de la postura se clar paralabra, rápida como la luz, Ho.
el suelo, echó fuera un mugido largo. tado enorme del toro y alli gozó, en bía sucedido? No, sería muy gracioso.
quiso ungir del Rabino los pies castos y bellos, fue a la silla sonriendo sobrecogido vando el retrato en la mano y arretracomo sl quisiera Hevarlo hasta los le. tornando los ojos, la embriaguez salva Luego vino un campesino ignorante, con la esencia más rica que en Oriente se nombra.
tal vez por la inspiración de la belleza tando el cesto al pasar, desapareció en.
janos corrales, llenos de palpitaciones, je del triunfo Cuando volví los ojos a quien empezó a enseñar a leer.
extraordinaria de la Reina.
tre los álamos.
del otro lado del palmar.
fascinados, ví a Juanilla que separán Un bravo guardabosque, buen burBien visto el señorito aquel era un arrojóse a besarlos con ternura que asombra, cabal mozo. No llegaría a veinticinco Cuenta la fama. es decir, no Entonces los hombres que ayudaban dose de las otras mujeres, se pasaba la gués, cuya mujer vivía en Niza y velos cubrió con sus bucles, enjugólos con ellos, años, y en su vida estuvo Juana Jun. lo cuenta la fama, porque es un secre.
a Luján las blancas camisas relucientes mano por la frente con un gesto de en nia a Terlo los domingos con alguno desatados sus rizos en dorados destellos to a un hombre tan guapo, tan simpatto que sólo pudiera contar la que to eu el sol, fueron acortando la cuerda fermo. su lado el coronel, súbitamen de sus hijos. Inego, un inglés, que como un sol derretido que sirviese de alfombra.
tico, tan amable. vaya si sabia guarda que hará tres meses, la noche hasta clavar al tronco el testuz ancho te aparecido allí, la bromeaba por su apenas conocía nuestra lengua y había decir unas cosas.
de la boda de la Reina y Chuco, cuando y vigoroso. Luján, risueño como un to miedo, y refa con una risa gruesa, llena quedado uno o dos días.
No, decididamente. Suzy no podía en Dibujaba Luis con el arrobamiento las amigas de aquella atribuían a su su tibio contacto se turbó el Nazareno; rero en la plaza, sacó un puñal que de saliva pastosa.
contrar a su adorador desconocido del artista que se deja absorver por su llanto a las naturales cosas que hacen Chispeó en el aire y brindó la res a Es¿Qué hacer? La carta debería estar en la plácida albura de su rostro sereno Jesús CASTELLANOS obra: y una tras otra, sin advertirlo. llorar en trances tales, ella oprimia con ahí desde hace mucho tiempo, mucho, florecieron las rosas con su sabio decoro; peranza Fundora, cuyos ojos fulguralauzaba frases de admiración ardiente, tra su corazón el retrato trazado en la tiempo. Cuantos hombres habían esta cada vez que su análisis descubria un alameda del río, y suspiraba acariciando en esa pieza, ricjos y jóvenes, que hubo un raro momento de temor y agonía encanto de los mil de la belleza atre. do los recuerdos indelebles de las imlos recuerdos de la enferemera confun al sentir el Profeta que su planta se hundís vida y delicada de la Reina. Sus pa presiones sentidas y de las palabras del Na queriendo renunciar a esta exquien las ondas de seda de los bucles de oro.
labras se clavaban en el corazón de pintor, que habían hecho desfilar ante Yo sufro. dice Anatolia. por una quel que perdiera la luz, vería en el dían ahora!
Juana como flechas de oro! Juana por sus ojos fugaces visiones más brillantes Virtud que dentro de mí se consume fondo de su camino la señal constante indtilmente.
el que fuera perseguido y mutilado, vo: sita impresiót «le anor, la joven doa qué no decirlo? empezaba a impresio que una lluvia de estrellas ALFREDO GOMEZ JAIME narse. En el pintor vefa la admiración Mi fuerza es el último sostén de una verfa sano e integro. Mis manos saben ba con su adorador y se lo imaginaba a su hermosura. y ella, que siendo mu.
FELIPE TRIGO amaba.
vida solitaria, cuando pudiera guiar colocar la venda alrededor de las lla como deseaba que fuera aquél que ella ten segura, desde su origen a su término gas.
mo Cuando las tiendo, la sangre más pu a un río colmado con todas las abun.
ra de mi corazón afluye a la extremi Tocan a la puerta. luego, sin espe podler sólo está en el número y en el donar las arterias donde solia pulsar dancias de la vida.
rar la respuesta abren suavemente, engaño, los eapeadores desapa robustamente.
Mi corazón es infatigable. Todos los dad de mis dedos magnéticos.
Yo poseo los dos dones supremos que en puntas de pies, para no despertar al recen ág! Imeate tras la barrera; el, cada paso del animal vuelcan nue.
Qolores de la tierra no conseguirían de.
su ceguera de ilusorios lieroismos, prone vos borbotones las heridas; vada.
toner sus palpitaciones: la más fiera amplían la existencia y la prolongan herido, una enfermera se dirige a Suz Oro, seda. sangre y sol. es la consciencia de todos los suerios, tan selas tablas erujientes de admiración. raje en lágrimas sangrientas. y Horan el furor de inúmeras cornadas sobre na parece un ojo por donde llora el coFiolencia de la alegría no las cortaría, más allá de la ilusión de la muerte. Era la secretaria de la dirección. Suzy le diee en voz baja la di corrida de toros, Madrid está de fiesta, guro está en sí mismo, ajeno a lasi anglorioso Lanchego toro del ideal sin cesar, a cada movimiento, cuando tisima pena. Una inmensa multitud debre mis pensamientos y sobre mis ac rectora me envía para hablar con Oro en las cabelleras seda, en las 31 infidencia de las picas y esp. taas Gre le su manera esparelo en otra ela el torero lo instiga con su capa, cuando como no lo extenúa esta larga y len No tengo miedo de sufrir, y siento so ted. Acaba de recibir una carta dei criaturas ávidas podrían calmar la sed tos el sello de la eternidad.
Por eso me agita ese deseo de crear. padre de uno devuestros antiguos ler tillas sangre ardiente en los corazones acechan. Heroicamente como dards sus lanzadas sobre insensibles aspas el pablico aplaude su valor absurdo o y, sol en todas partes.
que parte de un arco tendido por de molino.
en su ternura sin agotarla.
El toro es una emoción viviente. Es visible mano, el toro irrumpe unánime silba su instintiva pruden Am! Por que entonces el destino de legar a ser, por el amor, la que prodos, un escritor, paréce; pregunta si 181 capeo fatiga al animal: la suer. cia me somete a este oficio tan angustio pague y perpetúe la idealidad de ana no ha dejado olvidado en un salón de fuerza desplegada sin frenos: irrupelon cuando estallan los obscuros reserteste de piea le empurpnra. La fra le ca anuncia el cambio de la suerte.
aplautie cuando la músi.
90 y a esta pena tan lenta. Por qué estirpe favorita de los Cielos. Mi suis. la mesa un cuento que había empezado de catarala, plenitud de marea, desgra donde conspira su instinto. Así sua ola, enloquece cuando siente manar de su Las banderillas le encuentran a can.
namiento de avalancha, violencia le encrespada por el ciclón, a romper carne la sangre calida, por heridas cosado; se desconcierta visiblemente al we reda la alianza sublime que mi tancia podría nutrir un germen sobre a escribir mientras su hijo dormia.
Apretando entre sus manos la carta rayo. EF cerdaje de sus músculos parece su aborujada cresta contra la negrura Diosas como rojas Castalias. La sangre sentir que la certera mazo enemiga le humano.
corazón anhela?
un sueños vele toda la noche, niste de desconocido, Suzy abrió el cajón de rechinar estremecido por el impul de las peñas.
la Yo podría conducir a un alma viril so. Vuela hacia la capa roja como su tiene elocuentes esplendores sobre su la región excelsa, donde el valor riosamente, al lado de una cuna donde Pero luego que la puerta se cerrbre un imán: diríase que tien la bestia coyunda. Los adversarios son muchos. En pocos instantes la realidad le a antepecho; parece nua belfgera conde emparesa con la gala trágica de sus del seto y el esplendor del sueño con se hallaba un niño dormido.
Mientras verken en un mismo ápice. yo podría su cuerpo dormía con respiración pro tras la secretaria, la joven, ruborizada entrañas de acero. Nadie oba su pa contrastan su fuerza con la astucia. coración. De lejos, cuando el toro corre pares multicolores.
Después, cuando está ablandado por extraer de las profundidades de su in funda, yo sostenía entre mis manos su por su mentira, escurrió con precaucion so. Llena la pista como un señor feudal frecen a su ímpetu gallardo el carmu reloz, el manelion de sangre semeja el la fatiga, el espada comienza a ejerci.
totsciencia las energías ocultas, como alma, tangible como una esfera de cris la epístola amorosa en el fondo de antiguo, desafiando a todos. Continira de las capas, movedizos escudos que tapiz carmesí de una dogarea vene tar su esgrim audaz. El toro em biste Retal en las renas de la piedra brutal, y mi pecho se colmaba de ad! vina un bolsillo de su delantal blanco, y en la y con desplante que envidiaríale defienden la osada fiereza de los bus. ciana tendido sobre la quilla de un Buy muere, admirable Don Quijote del sus ojos brillo una pequeña lágrimn.
ciones maravillosas una severa deidad asiria. Ice momentos resplandecientes de oro y plata de centauro que vnela a todo viento. ra impulso, rey Lear de su raza.
tos parece enearnación de Zodas las pa borlas y colores. Cuando consigue a tos se cuaja en pedazos la hemorragia.
El más inseguro de los hombres, a Gabriel ANNUNZIO Emmanuel SIPERIDAY siones, ceguera de todos los dertles, in molrentar a la traflia humana, enyo como si a la sangre le remordiera aban 42. 96 e lado encontrar a la seguridad: AJosé INGEGNIEROS Fragmento La morfina en España el Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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