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DOMINGO, 20 de Mayo de 1917 EL IMPARCIAL Página dnc ttttt ttttttttt Selecciones de EL IMPARCIAL cargo de JOSE FABIO GARNIER LA IDEA DEL DEL BIEN SERIE 35 Página platónica VIDA DE SOCRATES ELOGIO DE SOCRATES VIDA DE SOCRATES.
Existe alguna idea en sí de sombras que van a producirse ELOGIO DE SOCRATES.
lo justo, de lo bello, de lo ho enfrente de ellos en el fondo LO BELLO LO BUENO.
nesto y de las demás cosas se de la caverna. respecto de inejantes. Tomo IV. Parmé. los objetos que pasan detrás de LA IDEA DEL BIEN.
nides, pág. 167. ellos, pueden ver otra cosa que LA VIRTUD LA FELICIDAD.
Las ideas son como modelos las sombras de los mismos?
que existen en la naturaleza en Si pudieran conversar. no con.
general; las demás cosas se les vendrían en dar a las sombras parecen, son copias; y la par que ven los nombres de las co ticipación de las cosas en las sas mixtas? En fin, no creeideas, no es más que la seme rían que pudiera existir otra janza de las unas con las otras. realidad que estas mismas som. No has oído decir que yo, ne el deber de ayudar a los de Para hacer el elogio de Só propios negocios, para ocupar costumbraba a llevar y marcha. Id. pág. 172. bras.
soy hijo de Fenarete, parteia más a parir, y al mismo tiem cratès, amigos míos, dijo Alci me de los de los atenienses. Sí, ba con los pies desnudos con ¿Hay un fuego en sí, y exis Mira ahora lo que naturalmuy hábil y de mucha nombra po no permite que yo produz bíades, me valdré de compara sólo Sócrates me hace rubori más facilidad que todos noso ten también en sí todas las co mente debe suceder a estos día. no has oído tambiu ca nada. Esta es la causa de ciones. Por lo pronto digo que zar porque tengo la conciencia tros que estábamos calzados, sas que existen separadamente? hombres, si se les libra de las que yo ejerzo la misma prope que no esté versado en la sabi Sócrates se parece a esos sile de no poder. oponer nada a sus hasta el punto de que los solda. acaso los objetos que vemos cadenas y se les cura de su esión? Pues has de saber que duria y de que no pueda ala nos que se ven expuestos en los consejos. Yo huyo de él, pro dos le miraban de mal ojo, creo y que sentimos mediante las di rror. Que se desligue a uno es muy cierto. No vayas a de barme de ningún descubrimien talleres de los estatuarios y que curo evitarle; pero cuando vuel yendo que se proponía despre versas partes de nuestro cuer de estos cautivos, que se le fuercubrir este secreto a los demais, to, que sea una producción de los artistas representan con u vo a verle, me avergüenzo en ciarlos.
po, son los únicos verdade ce de repente a levantarse, a Ignoran que yo poseo este azte, mi alma. En compensación na flauta o caramillo en la ma su presencia de haber desmen. Queréis saber cómo se por ros. No hay absolutamente o volver la cabeza, a marchar y y como lo ignoran mal puede los que conversan conmigo, si no. Si separáis las dos piezas tido mis palabras con mi con ta en los combates? En esto tros? No tenemos razón al de mirar del lado de la luz; hará publicarlo; pero dicen que soy bien algunos de ellos se mues de que se componen estas es ducta; y muchas veces preferi hay que hacerle también jus cir que cada uno de ellos se re todas estas cosas con un trabaun hombre extravagante y que tran muy ignorantes al prin tatuas, encontraréis en el intería, así lo creo, que no existie ticia. En aquel hecho de ar fier a una esencia inteligible jo increíble; la luz le ofenderá no tengo otro talento que el de cipio, hacen maravillosos pro rior la imagen de alguna di se; y, sin embargo, si esto su mas, en que los generales me a y no son otra cosa que vanas los ojos, y el alueinamiento sumir a todo el mundo en toda gresos a medida que me tratan, vinidad. No eres también to cediera, estoy convencido de chacaron toda la gloria, el fuo palabras? Si la inteligencia y que habrá de causarle le imclase de dudas. Tomo III. y todos se sorprenden de este cador de flauta y más admira que sería yo aún más desgra quien me salvó la vida. Vién, la opinión verdadera son dos pedirá distinguir los objetos, Teetetes, página 168 y 169)
resultado, y es porque el Dios ble que el sátiro Marsías? Es ciado, de manera que no sé lo dome herido, no quiso de niu géneros diferentes, existen cier cuyas sombras veía antes. Que El oficio de partear, tal y quiere fecundarlos. se ve te encantaba a los hombres por que me pasa con este hombre. guna manera abandonarme, ytamente en sí mismas estas crees que respondería si se le como yo lo desempeño, se pa claramente que ellos nada han el poder de los sonidos que su (Tomo Banquete, pags. 355, me libró a mí y libró a mis com deas, que no caen bajo los sen dijese que hasta entonces sórece en todo lo demás al de las aprendido de mí y que han en boca sacaba de sus instrumen 356 y 357. pañeros de caer en manos del tidos, y son sólo accesibles a la lo había visto fantasmas, y que matronas, pero difiiere en que contrado en sí mismos los nu tos, y eso mismo hace hoy cual El tiene todo el exterior que enemigo. Entonces, Sócrates, inteligencia. Siendo esto así, ahora tenía delante de su vista yo lo ejerzo sobre los hombres merosos y bellos conocimientos quiera que ejecuta las compo los estatuarios dan a Sileno, me empeñé yo vivamente para es preciso reconocer que exis objetos más reales y más ay no sobre las mujeres, y en que adquiridos, no habiendo hecho siciones de este sátiro. La úni pero abridle, rqué de tesoros en con los generales a fin de que te una especie que es siempre proximados a la verdad? Si en asisten al alumbramiento, no yo otra cosa que contribuir ca diferencia que en este con contraréis en él! No es posible se te adjudicara el premio de la misma, sin nacimiento y sin seguida se les muestran las colos cuerpos, sino las almas. La con el Dios a hacerlos concebir. cepto puede haber entre Mar imaginar hasta qué punto des valor, y este es un hecho que fin, que no recibe nada extraño sas a medida que se vayan pregran ventaja es, que me pone (Id. págs. 171 y 172. sías y tú, Sócrates, es que sin deña la belleza, la riqueza y las ao podrás negarme ni suponer en sí misma, ni se ingiere já sentando, y a fuerza de pregunen estado de discernir con se Muchos se han irritado de tal el auxilio de ningún instrumen demás ventajas envidiadas por lo falso; pero los generales, por más en nada que le seà extra tas se le obliga a decir lo que guridad, si lo que el alma de una manera cuando les conbatia al to y sólo con discursos haces lo el vulgo. Sócrates las mira to miramiento a mi rango, quisie no, indivisible, inaccesible a son. no se le pondrá en el majoven siente es un fantasma. guna opinión extravagante, que mismo. Que hable otro, ann das como de ningún valor, y a ron dármele a mí, y tú mismo los sentidos, y objeto propio de yor conflicto, y no estárá el na quimera o un fruto real. de buena gana me hubieran des que sea el orador más hábil. y nosotros mismos como si fué les hostigaste fuertemente para las contemplaciones de la inte mismo persuadido de que lo que Por otra parte, yo tengo de co pedazado con los dientes. No no hace, por decirlo así, im ramos nada; y pasa toda su vi que así lo decretaran en peligencia. Tomo VI. Pimco, veía antes era más real que lo mún con las parteras que soy pueden persuadirse de que yo presión sobre nosotros; pero, da burlándose y chanceándose juicio tuyo. También debo ba pág. 197. que ahora se le muestra. No estéril en punto a sabiduría, y nada bago que no sea por cari que hables tú, u otro que repita con todo el mundo. Pero cuan cer mención de la conducta que Hay lo bello en sí, lo bueno) creería encontrar en las somen cuanto a lo que muchos me no hacia ellos, y están muy dis tus discursos, po rpoco versa do habla seriamente y muestra Sócrates observó en la retirada en sí, a los que referimos to bras más distinción y claridad han ecliado en cara diciendo tantes de saber que ninguna lo que esté en el arte de la pa su interior al fin, no sé si otros de nuestro ejército después de das estas bellezas y todas es que en todo lo que ahora se le que interrogo a los demás y que divinidad quiere mel a los hom labra, y todos los oyentes, hom han visto las bellezas que encie la derrota de Delio. Nuestras tas bondades particulares como muestra.
no respondo a ninguna de las bres, y que yo no obro así por bres, mujeres, niños, todos se rra, pero yo las he visto, y las tropas comenzaban a huír por a una idea simple y una. Da Si después se le saca de la cuestiones que se me proponen, que les tenga mala voluntad, sienten convencidos y enajena he encontrado tan divinas, tan todas partes. Aquí conocí a las cosas bellas o buenas deci caverna y se le lleva por el porque yo nada se, este cargo sino porque no me es permitido dos. Respecto a mí, cuando le preciosas. tan grandes y tan Sócrates mejor que en Potidea, mos que son objeto de los sen sendero áspero y escarpado hasno carece de fundamento. Pe en manera alguna conceder co oigo, el corazón me late con encantadoras, que me ha pare y ví que allí, como si estuvie tidos y no del espíritu; y de las ta encontrar la claridad del sol ro he aquí por qué obro de es mo verdadero lo que es falso, más violencia, que a los cori cido imposible resistir a Sócra ra en Atenas, marchaba altivo ideas de lo bello y de lo bueno que suplicio sería para él verEl Dios me impo ni tener la verdad oculta. Id. bantes; sus palabras me hacen tes. Id. pag. 357. y con mirada desdeñosa. Con en sí, decimos que son objeto se arrastrado de esa manera?
pág. 173. derramar lágrimas; y veo tam En la expedición contra Po sideraba tranquilamente ya a del espíritu y no de los senti. Cómo se enfurecería? cuanbién a muchos de los oyentes tidea fuimos compañeros de los nuestros, ya al enemigo, ha cos. Tomo VIII. República, do llegara a la luz del sol, desexperimentar las mismas emo rancho. Allí veía a Sócrates ciendo ver de lejos por su con pág. 42. La virtud y la felicidad lumbrados sus ojos con tanta ciones. Oyendo a Pericles y a sobresalir, no sólo respecto de tinente que no se le atacaría nuestros grandes oradores he mi, sino respecto de todos los impunemente. De esta manera do de la naturaleza humana, no de estos numerosos objetos Ahora representate el esta claridad. podría haber ninguHay razón para decir que o licidad de la vida, harían, por visto que son elocuentes, pero demás, por su paciencia para se retiraron sanos y salvos él con relación a la ciencia y a que llamamos seres reales. Id. brar bien y ser dichoso es todo el contrario, soberanamente no me han hecho experimentar soportar las fatigas. Si llega y su compañero, porque en la la ignorancia, según el cuadro págs. 51, 52 y 53. uno. Tomo Primer Alcibia desgraciado al hombre que die nada semejante. Mi alma no ban a faltar víveres, cosa muy guerra no se ataca ordinaria que te voy a trazar. Imagina bien, esta es precisamendes, pág. 148)
ra abrigo al mismo tiempo en se turbaba ni se indignaba con común en campaña, Sócrates a mente al que muestra tales dis un antro subterráneo, que ten te la imagen de la condición huNo es posible que el que no su alma a la injusticia y al destra sí misma a causa de su es guantaba el hambre y la sed posiciones, sino que se persigue ga en toda su longitud una a mana. El antro subterráneo es ni bueno, ni sabio, sea di orden. Tomo IX, Leyes, pág. clavitud. Pero cuando escu: con más valor que ninguno de más bien a los que huyen a to bertura que de libre paso a la es este mundo visible; el fuego choso.
121. cho a este Marsias, la vida que nosotros. Si estábamos en la do correr.
No son las riquezas, sino la Cualquiera que hace acciones paso me ha parecido muchas abundancia, sabía gozar de ella luz, y en esta caverna hombres que le ilumina es la luz del sol; Que se abran sus discursos, encadenados desde la infancia, este cautivo, que sube la re. suerte que no mugión superior y que la contembre de ser desgraciado. Los es mente justo y santo. También bre me obliga a convenir en país el invierno es muy rigu y se encontrará desde luego dar de lugar ni mover la capla, es el alma que se eleva hastados para ser dichosos no tie necesariamente es valiente; por que, faltándome a mí mismo roso, y la manera con qué So que sólo ellos están llenos de beza a causa de las cadenas que ta la esfera inteligible. En los nen necesidad de murallas. ni que no es propio de un hombre muchas cosas, desprecio mis crates resistía el frío es bas. sentido, y enseguida que son les sujetan las piernas y el cue últimos límites del mundo inde buques, ni de arsenales, ni templado, ni perseguir ni huir ta prodigiosa. En tiempos de verdaderamente divinos, y que 11o, pudiendo solamente ver los teligible está la idea del bien de tropas, ni de grande apara lo que no debe perseguir ni común une al cielo con la tie beladas fuertes, cuando nadie encierran las imágenes más no objetos que tienen en frente, que se percibe con dificultad; to; la única cosa de que tienen huir; sino que cuando el deber rra, a los dioses con los hom se atrevía a salir, o por lo mebles de la virtud; en una pa. Detrás de ellos, a cierta distan: pero una vez percibida no se necesidad para su felicidad es lo exige. es preciso que desebres, por medio de la amistad, nos, nadie salia sint bien a labra, todo cuanto debe tener cia y a cierta altura, supóngase puede por menos de sacar la la virtud. Id. pág. 194. che, que abrace, que lleve con de la moderación, dela templan brigado y bien calzado y con a la vista el que quiera hacerun fuego cuyo resplandor les consecuencia de que ella es la Si hacéis siempre el bien, me paciencia las cosas y las perso za y de la justicia, y por esta los pies envueltos en fieltro ese hombre de bien. Id. pags. alumbra, y un camino escarpa causa primera de todo lo que atrevo a salir garante de que nas, el placer y el dolor. De razón, dan a este universo el pieles de cordero, él iba y re 361, 362, 363 y 364. hay de bello y de bueno en el seréis siempre dichoso. Id. manera que es absolutamente nombre de orden (Cosmos) y nía con la misma capa que a do entre este fuego y los cautivos. Supón a lo largo de este visible, ella es la que produce universo; que, en este mundo pág. 196. necesario que el hombre tem no el de desorden o licencia.
camino un muro, semejante a la luz y el astro de que ésta Unas gentes que no cometie plado siendo, como hemos visto. Tomo Gorgius, págs. 248 LO BELLO ran faltas, que se ajustaran to justo, valiente y santo, sea por y 219. La esencia del bien ha ido a son buenas.
procede directamente, en el das sus acciones a las reglas de completo hombre de bien; que Viendo que la injusticia rei refugiarse en la esencia de lo be tágoras, pág. 88. Tomo II. Pro nes ponen entre ellos y los esmundo invisible engendra la pectadores, para ocultarles la la razón, necesariamente serían siendo hombres de bien, todos na por todas partes impunello, porque en todo y por todas verdad y la inteligencia; y, en dichosas. Tomo Carmides, sus acciones sean buenas y ho mente, considero como el col partes la justa medida y la pro belleza interior del alma y ha cretos de las maravillas que Oh divinidades! Dadme la combinación y los resortes se fin, que ha de tener fijos los opág. 245. nestas y que obrando bien sea mo de la felicidad el poder con porción son una belleza, una ced que el exterior en mí esté hacen. Figúrate personas que conducirse sabiamente en la vi.
jos en esta idea el que quier Sostengo que el que tiene dichoso; y que, por el con servar en el retiro el corazón virtud.
probidad y (Tomo III. Filebo, en armonía con esta belleza es pasan a lo largo del muro, llevirtud, hombre o trario, el malo, cuyas accio exento de iniquidad y de crida pública y en la privada.
pag. 135. píritual. Que el sabio me parez vando objetos de toda clase, fimujer, es dichoso; y que el que nes son malas, sea desgraciado. menes, pasar los días en la inoSi no podemos abarcar el ca siempre rico; y que yo posea guras de hombres, de animales, al pasar de esta contemplacióu ¿Es extraño que un hombre es injusto y malo es desgracia. si esto es cierto, no tiene, a cencia y salir de esta vida con bien bajo una sola idea, lo ha sólo la riqueza de un hombre de madera o piedra, de suerte divina a la de los miserables obdo. Tomo Gorgias, pág. mi parecer, otro partido que to una conciencia tranquila hen remos nuestro bajo tres ideas, sensato pueda tener y emplear que todo esto aparezca sobre el 174. mar el que quiera ser dichoso, chida de bellas esperanzas, a saber: la de la belleza, la de (Tomo II. Fedro, pág. 349. muro. Entre los portadores jetos que nos ocupan, se turbe y parezca ridículo, cuando an Será posible que no consiga que amar la templanza y ejer. Tomo VIII. República, pág. la proporción, la de la verdad, no será el más bello de de todas estas cosas, unos se detes de familiarizarse con las ticonvenceros de que la salud, la citarse en ella y huir con to 26. y digamos de estas tres cosas los espectáculos para el que tienen a conversar y otros pa. nieblas que nos rodean, se ve riqueza, una autoridad ilimita das sus fuerzas de la vida li Si fuese legislador, no halla que forman como una sola, que quiera contemplarle, ver un san sin decir nada, da por su extensión y duración, cenciosa. es preciso guardar ría penas bastante graves para son la verdadera causa de la alma y un cuerpo igualmente precisado a entrar en discusión Extraños prisioneros y cua ante los tribunales o en cualaun cuando se añada a esto un se de dar rienda suelta a sus castigar al que se atrevierà a excelencia de esta mezcla, y que bellos unidos entre sí, y en los dro singular!
quier otro paraje sobre sousvigor extraordinario, el valor, pasiones, de esforzarse en satis decir que hay hombres malos siendo buena esta causa, es meque se encuentren todas las Se parecen, sin embargo, a bras y fantasmas de justicia y y por cima de todo la inmor facerlas, lo cual es un mal que que viven dichosos y que lo diante ella buena la mezcla.
virtudes en un perfecto acuer lo pronto, żcrees que puedan delante de personas que jamás nosotros punto por punto. Por explicar como él las concibe talidad, con exclusión de lo que no tiene remedio, expone a til es una cosa y lo justo otra. Id. pag. 136. se tiene comúnmente por ma pasar una vida de bandido. Tomo IX. Leyes, págs. 121 y Estamos conformes en que to do. Tomo VII. República, ver otra cosa de sí mismos y de han visto la justicia en sí misles, lejos de contribuir a la fe. Los sabios dicen, que un lazo 122)
das las acciones que son bellas pág. 174. los que están a su lado, que las ma. Id. pág. 55. ta manera. LO BUENO os tabiques que los charlata Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica

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