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Domingo, 10 de Junio de 1917.
IL IMPARCIAL Págint cinc 大大大大大大大大大大太太太太太太太太太太太太太太太太 iiiitttttttttttttttt Selecciones de EL IMPARCIAL cargo de JOSE FABIO GARNIER tttttttttt SERIE 37 El cantador se Página portuguesa Bebé elocuente SONETO La Moneda de Oro. Eugenio de Castro.
Soneto. Esteban Rodriguez de Castro.
El Palacio de la Ventura. Anthero Quental, Oaristas. Eugenio de Castro. Qué título augusto, ıé nom Unos en aguas cristalinas Bebé Elocuente. Eduardo de Barros Lobo.
bre ideal para un viviente: el deslizan como idilios; otros, Mors. Amor. Anthero Quental Cantador!
como epopeyas, surcan yorágiEl Cantador. Guerra Junqueiro. El hombre que canta! Este nes y tormentas. Bajo el es.
ttttttttt verbo cantar es sagrado; como plendor de los ocasos otoñales el verbo florecer o el verbo res recuerdo haber visto en bahías LA MONEDA DE ORO plandecer. La luz, la flor y el yermas galeras melancólicas, canto son modalidades musicade contorno sinuoso, con los les de la Naturaleza. El canto mástiles desnudos y fugitivos, Para mi avaro dueño fuí de día las abraza todas; es la más am destacando aéreamente, a la el sol, y por la noche fuí el luar.
Sin esposa y sin hijos que adorar, Amanece. La vida noctur pas, lanza un suspiro de satis párpados hay una titilación de plia. Los ritmos silentes del luz ideal, las cuerdas leves y cual si ambas cosas fuera me quería.
na de las calles, artificial, in facción: el jilguero es su pro lágrimas. pesar de todo, universo se traducen por el son purísimas. No son navíos, me saluble, tiene en esa hora el ca tector, un hermano más viejo. Bebé se rehace, quiere acabar, en los ritmos del canto. Cantar decía; son arpas boyantes, arPerdiéndome el avaro alcanzaría. becear irresistible y fatigoso blandamente, sin mover el quiere acabar de recordar. es divinizar el sonido. La vida pas gigantes que flotan. Arpas algún lecho de virgen donde amar; del que se sumerge inertemente cuerpo, vuelve la cabeza hacia vuelve de nuevo a su in entera es la armonía entera. de sueño, para dedos de somgoces sin fin. Mas por querer guardar en el sueño. Se hizo el silen. la derecha. Su mirada sonríe; movilidad, a su embebecida re. Los glóbulos de la sangre y los bra y misereres de rayos de lumi brillo, a todo, heroico, resistía. cio universal: un aniquilamien su boca sonrie. Dice para sí: flexión, delante de aquel rostro glóbulos astrales se mueven por na.
to del mundo. Deja de oírse el. He ahí a mamá. balbucea de hombre que duerme a su la música. Un sol es un órgano, Por obtener de un beso la primicia, rodar noctámbulo de los ca bajito, muy bajito, en secreto. do, y al que tantas veces viere y la luz una sinfonía esplendocasi estuve en las manos del Amor.
rruajes. Dentro de algunos. Mama.
sonreírle. Se forma en su ce rosa. El prisma la descompo Pero ahora me percato que, Mas él, que el corazón tuvo de hierro, minutos resonará el grito de No sabe aún otra palabra. rebro infantil un trabajo ci ne; la óptica, la describe; pero sin darme cuenta, estoy can.
defendióme temblando de avaricia.
la primera golondrina: frescu por eso la repite sin descanso. clope de nociones vagas, que sólo la define el canto. El cantando y tú percibes mi canra ideal de música en la ideal Mas en su pequeño cerebro de forjan a fuerza de brazo, su to, matemática viva, es el reve. to. He de hablarte con simpliAyer, al fin, murióse mi señor, y le servir para pagar su entierro!
frescura del aire.
nueve meses fulgura de pronto dando, jadeante, una idea. Be lador de la Naturaleza, la lencidad para que me entiendas.
Compás de reposo. Se pue la claridad de una idea. Toda bé va a descubrir, en un rasgo gua suprema del Universo.
EUGENIO DE CASTRO. de escuchar el silencio, pesa su fisonomía toma de repente de genio, la incógnita de aquel No sabiendo leer ni escribir, do, casi conereto. El Cantador. Qué nombre Anda a lo un aire grave y atento: He ahi problema formidable. Las pue ideal para un destino. Ser el eres un gran poeta, mi ignoran.
lejos, tenuísimo, imponderable, el. Quién. Ah! Bebé no pilas, los labios, toda su fisoalgo así como un derramamien sabe decirlo. Bebé sufre; su nomía, expresan la concentra. del viento, de la roca y de la Cantador, ser la voz del agua y te e ignorado Cantador de Se.
tubal. Los grandes poetas son to de vapores en una exhala fre por no saber. Vuelve toción de la energía en una vo floresta, de los hombres y de los deza humana, a los ojos de Dios los grandes hombres, y la granción de aromas. La alborada do el cuerpo con un gran es. luntad fija, la gestación sagra monstruos, de los infusorios y tiene un imperceptible matiz fuerzo para no estremecer el da del ideal. Repite bajito, se mide por la virtud, por la blanco, como si la albura de ulecho. sería para él el desper muy bajito, en de los soles, de las nebulosas y secreto, como Ausente, pensativo, solitario, de los átomos. Cantar la risa, dero de nuestra alma; por la inocencia, por el juicio verdacomo si te tuviera allí presente, nas cuantas gotas de leche se tar de un mundo! Mira hen para establecer una concatena te hablo con elocuencia, osadamente, hubiese disuelto y arrastrado a chido de una reflexión que arrución de términos. el beso, la mirada, el dolor, la firme en amor, en pensamientos vario.
lo largo del Oriente.
ga su frente y contrae sus la. Pa. lágrima. Cantar la sangre im ternura infantil de nuestro corazón.
Un débil murmurio canta en bios. Siéntese Heno de una petuosa, las savias genésicas. Oh, sí! pesar de toda su Cuando vengo ante ti, con temerario el ambiente la sordina miste inmensa afección orgullosa por mudez, aquella es la primera los fluidos radiantes, los mares Tu bondad, viejo amigo, se fervor renuevo entonces juntamente riosa de la savia y de la tie aquella fuerte criatura de gran nota de música que Bebé sien vitales, las electricidades crea exhala de tus canciones sin arcuantos cnidados tuve estando ausente, rra que entra en la sagrada des bigotes que todos los días te cantar en un rincón de su doras! Cantar las formas y las te, como un aroma delicioso de pues decirtelo todo es necesario.
faena de crear. El rumor de le besa y sonríe, que todos memoria, muy lejos, como eesencias números que dicen un rog inculto que nació enun paisaje que despierta al día los días le habla con entona sas canciones que se reflejan ideas, líneas que describen es tre piedras El vicio no te man Mis palabras se agolpan, más de suerte con vacilaciones adorables de ciones de voz enternecida, que desde la infancia en el cerebro píritus. Cantar la marcha cho; el crimen no te deshonró.
que empujándose impiden su salida rrámase en la albura del cre no son entonaciones habitua de los viejos, a través de los heroica y fúnebre del lodo para Ganaste, con el sudor de tu y quedo mudo, pero de tal modo púsculo. En sus nidos las a les, y a quien él apenas son años que las apagaron. Beel gusano, del gusano para el frente, el pan de cada día; con hablan mis ojos, mi color inerie, ves despiertan, desperezando ríe. Quería hablarle también, bé redobla su concentración.
tigre, del tigre para el hombre, el alma en Dios, abriste la mimi pasmo, mi dolor, mi voz perdida, las alas y haciendo balancear decirle alguna palabra como Casi podría cogerse a flor de del hombre para el ángel, del rada a todas las auroras, y toque no diciendo nada, digo todo.
los árboles. El picotazo de un mamá; esa palabra que al sa su frente, tan límpida como un ángel para Dios. Cantar el das las noches, tranquilo, te pajarito en un castaño derra lir de sus labios era siempre alabastro, la vibración de una Golgeta del Ser, la Pasión del has dormido en la misericordia ESTEVAN RODRIGUEZ DE CASTRO. ma en el espacio un tring ling festéjada con clamores de já cuerda aprisionada de arpa. Vivir, la cruz eterna y formi. del señor. Te arrancaron 14musical de gotas de rocío re bilo. no sabe. Bebé no de repente, bajito, muy bajito, sobre los hombros. Cantar, en del Mundo: guerras, hambres, dable que la Naturaleza lleva grimas piadosas los tormentos botando entre el follaje. Una sabe! Extiende mansamente en secreto: hoja de acacia, muerta durante una de sus manecitas, que para. Pa. fin, el Cristo Universo, engen martirios, desastres, miserias, El Palacio de la Ventura la noche en los brazos de su en mitad del camino; iba, en Triunfa súbitamente con un drado en el dolor y redimido iniqnidades. Has maldecide a madre, cae al romper el día souna tentación inocente, a pa grito: por el amor. el Cristo Uni la soberbia, y escupiste en el bre la tierra, que tiene hasta sarla con mimo por aquella faz verso cantarlo al Universo en mal y en la tiranía. Papá!
Sueño que soy un caballero andante, los confines del horizonte un de hombre que dormía a su latero, desde la ceniza de la planY en todos los tones cantan ta hasta el polvo de los astros Bondad ingenua, santa poPor desiertos cabalgo en noche obscura, cabecear de toro amarrado por do. En el silencio, atravesado tes, en un escándalo que hace ifinitos.
Del amor paladín, busco anhelante breza, clara alegría, son el re.
las astas. Despierta el munspor un rayo de aurora, sus oel palacio feliz de la Ventura.
do, y parece que en el aire sen jos anuncian de repente una di revolotear al jilguero sorprenSer el Cantador! No tener sumen simple de tu vida. Bien dido, Bebé repite: última timos diluírse en pálidas vibra latación triunfal. Recuerda, otro nombre, ni madre, ni her pocos mortales en su Mas ya desmayo, exhausto y vacilante, ciones la dulce penumbra de como si un eco lejano lo hubie. Papá. Papá. Papá. manos, ni padre, ni patria, ni hora podrán decir lo que tú dirota la espada y rota la armadura. un formidable mugido. re repetido en su memoria. Y el papá despierta de pron albergue, quién eres? Ei euando de pronto veo, fulgurante, balbucea bajito, muy bajito, en to alte aquel clamor delicioso Cantador. Quién te creó? La a toda su altiva pompa y hermosura.
Entonces Bebé, madrugador secreto: que se funde en el sol ya ra vida inmortal. Dónde nacis.
Nunca fui mal procedido, Con grandes golpes llamo, sin recelos: un rayo de sol. Pa. diante. Bebé se le ha abraza te, dónde moras? En la vida Nunca fiz mal a ninguem.
Soy el desheredado, el vagabundo, despierta al arrullo amoroso de Mas sus labios traicionan su do al cuello. Qué feliz des inmortal. el último suspiro Se acaso fiz algum bem, Abrid la puerta de oro a mis anhelos!
una tórtola que en los aleros voluntad. No se escapa de ellos pertando en pleno sueño de ro mandarlo a la vida inmortal en Nao estou isso arrepentido.
del tejado canta su amor al sino aquella sílaba muda que sas! Hay besos en sus labios el último canto!
Se mau pago tenho tido, Se abre la puerta al fin, lenta y pausada, cielo que empieza a anaranjarBebé adivina inexpresiva, fría y una nube de lágrimas en sus ¡Ah, cómo te envidio, mi poSao defeitos pessoae8; y al entrar caigo de dolor profundo: de espaldas, inmóvil, como un beso dado sin gusto. ojos, como si aquella palabra. bre y humilde Cantador de SeTodos seremos egudes Frío, silencio, obscuridad, y nada!
muy abiertos los grandes ojos Su triunfo, su victoria, cae en. Papa, papá. acuñase en el oro tubal! Tú has sido, en tu ignoANTERO DE QUENTAL. negros y húmedos, escucha a un desaliento de vencido. Sién fino de su música todo el amor rancia, el alma lírica y lumi. No reino de eternidade; tentamente. Enfrente, en el tese consternado. En tan ho y toda la vida de su alma. nosa de los desheredados y de Na balanca da egualdade hueco de las cortinas de la rrible impotencia, su boquita los simples. Fuiste el eco ri Deus sabe quem pesa mais.
ventana, yla jaula azul y blan se afila para llorar, y en sus Eduardo de Barros Lobo sueño de sus alegrías, la voz ca de su jilguero pende como amorosa y dulce de sus des Sí. En la balanza invisible una esfera armilar invertida.
alientos y pesares.
del amor y de la igualdad, acaMORS AMOR El pajarito duerme con la caCanto de cuco, siempre el so pesarán más tus canciones beza oculta en las alas. B2mismo canto, sincero y monó de analfabeto que muchos poeOro, Lujo y Salud. La primavera bé mira, profundamente inteEse negro corcel, cuyas pisadas infinita! Viajes. Días lentos. tono. Qué importa? La mas ya consagrados por la hisNuestro nombre lanzado a cuatro vientos!
resado por aquel espectáculo, oigo, al soñar, cuando la luz decrece, raíz chupa del lodo la flor toria.
y pasando a galope se aparece ¡Noches tibias de amor. Tal la Quimera.
que duerme mientras él vela.
que nace en las ramas. Tú, del entre nieblas de sombras amasadas.
En ese momento un resplanModo de la vida extrajiste la canMás grande que yo eres tú, La sombra. La pobreza que exaspera!
dor, en el que relucen al mismo ¿Do va. De dónde viene. Qué sagradas ción, que es la flor en música. sin duda alguna. Más grande, tiempo el oro, el rosa y la plaregiones ha cruzado, que parece Pero la flor nace de año en año porque eres mejor. Tú fuiste ta, incendia un canto de la ven.
tenebroso y sublime, y le estremece y tú andas florecida hace más bueno continuamente; y yo, tana. El jilguero despierno sé qué horror las erines agitadas?
de medio siglo. Qué primaveta, desespereza alternativamenra tan continuada. Eres el queriendo serlo muchas veces, te las alas, sostenido en un solo Un caballero de expresión amable Cantador! Hace más de medio pocas lo fuí en realidad. Te pie.
y de apariencia dulce, pero fuerte, siglo, al ritmo de tu mazo mar venero. Venero en tí la belleza vestido de armadura formidable, Bebé se siente acompañado tillando en el escoplo, apare única: la belleza moral. Canen aquella alcoba donde hasta impávido cabalga sin temor.
jaste barcos y canciones: bar tador humilde, viejo Cantador, entonces velara solo, entre dos El corcel negro dice: Soy la muerte.
cos llevando esperanzas y mise en pago de mi afecto, mándame respiraciones que le humedeResponde el caballero: Yo el Amor.
rias, canciones llevando lágri desde lejos tu bendición!
cían las mejillas. Su pecho, mas y risas. qué son los bar EUGENIO DE CASTRO.
que aún no abulta en las roANTERO DE QUENTAL. COS sin armonías flotantes?
Guerre Junqueiros Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica TELEMARIE ces: y sano como se. OARISTOS De la mujer los falsos juramentos. Corred mapas. Bostezos somnolientos!
Así la vida corre y nos lacera.
Sueños de vaguedad siempre soñamos!
Unidos al azar por siempre estamos!
Mas a pesar de todo, el alma, una ventura sueia aún. Ensueño vano!
Tal como un niño cuya rósea mano qniere alcanzar un rayo de la Luna!
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