Guardar

DIARZO DE COSTA RICA.
genion de mente que habrá uma sonas, los tarnales hagan daño y cólera y la de no haber desarro cia le hace creer que habrá una de nuestra existencia. Consideranos ataque el cólera.
llado ninguna en este escrito; pe reunión de entretenimiento, y mos exagerado también el deseo ahora que nos acordamos del ro de todo nos consuela la espe que más tarde resulta ser de mili que el viejo tiene de casar a las cólera ¡que estragos está produ ranza de que pronto tendremos tares para elegir un teniente. hijas: los padres lo ocultan cuanciendo en nuestra Madre Patria! un Teatro la moderna que aleje Sentimos no tener a la vista la to pueden, y don Prudencio se lo Es verdaderamente triste el esta de nosotros el hastío, las enfer comedia representada el miércoles, revela completamente Ernesto do de España. ese paso, pron medades y lo que es más impor pues que entonces pudiéramos y Luis. Damos de barato que to la raza ibérica va pertenecer tante at para los lectores, la ma hacer un análisis más detenido. el ayude sus niñas, aunque esto solamente a la historia, como per nía de ensartar disparates.
Generalmente el diálogo está debía hacerlo de una manera ditenecen ya su gloria y su granbien cortado, y las escenas entre simulada, conquistar los dos deza.
Ernesto y Luis llenas de viveza, jóvenes, pero que tan claramente no ser que nosotros seamos REVISTA TEATRAL. lo cual hace interesante este úl muestre ellos sus intenciones, más españoles que indios, como (Conclaye. timo personaje, que, en el desa esto nos parece inconcebible. En no parece, se extingue por comrrollo de la acción tiene un papel la última escena, Luis desprecia Cualquiera que haya visto copleto la raza de Cervantes, de puramente secundario. El carác de una manera tal Amelia, que medias puede adivinar ya el deCalderón, de Moratín, sea la rater de las tres niñas está bien sos desde luego calificamos de invesenlace de la pieza, sin riesgo de za de Torquemada, de Felipe II. tenido; las dos primeras vacías de rosímil tal pasaje. En la sociede equivocarse.
de Santo Domingo de Guzmán, sensatez, ajenas a la sensibilidad, dad, cuando un hombre desea Prendado Ernesto de la encande Loyola y de muchos otros tadora sencillez de Conchita, ya como lo demuestra Aurora cuan eximirse de un compromiso de tal personajes de ese jáez.
do se le anuncia la ruina de Ernes naturaleza, busca medios y preno piensa más que en los medios Mas ¿qué ilusiones nos forjato, deseosas tan sólo de ostenta textos, y si es necesario da motide atraerse su cariño, en tanto mos? Si no se modera la conción y devaneos: así se mantienen mos para que lo despidan, pero Jque Aurora cree haber alcanzado dueta de la juventud de nuestra en todo el curso de la representa si algunas veces hiere con el puel logro de sus ensueños y que patria pemitiéndosele sólo tomar, ción, y el autor, ese respecto, ñal del desencanto el corazón de Ardelia ha tirado el anzuelo a aunque sea con mucha frecuencia, It cuencia, Luis. El descoco de estas pescano da una sola nota en falso. Ya la mujer, nunca hace uso de la una buena copa del magnífico one agmucodoras lastima de tal manera el hemos dicho que Conchita forma groseria insultante que humilla, cognac que tiene Benedictis, es115, es buen juicio de los dos novios en completo contraste con sus her. En el teatro debe darse a las estamos perdidos: el cólera nos azo Ira manas: ella es el cristalino arroyo cenas el suficiente colorido, pero perspectiva, que estos se ríen de tará irremisiblemente. Ese coguac ellas, Ernesto se presenta en ca.
en la mitad del desierto seco y también debe huirse de la inveroes preservativo por su natura Isa de don Prudencio pidiendo esteril; una ilusión inmaculada y similitud y de la exageración.
la leza y tiene además la ventaja de maco de la virtuosa Conchita, que pura en medio de los desencantos y Apesar de tales defectos, no quitar el miedo. El miedo, sí, que a su vez ha sentido particular afectempestades de la vida; ella re vacilamos en consignar que la se apodera de las alınas, que ha lo nor presenta la virtud humillada y es obra del Sr. José Marco tiene una que na to por el joven, y que hasta en ce crisparse los cabellos cuando carnecida por la maldad triunfan suma considerable de bellezas. Jaquel momento no había sido más se leen las últimas aterradoras te y entronizada. Conchita es un que son bonra para su autor.
as que el burrito de la casa, como noticias.
bellísimo ejemplo, casi un ideal, La representación fué esmerachistosamente dice el candido de delicadeza femenina.
Tambien sería bueno tener pre Idon Prudencio.
da. El señor García posee el sesente que en la oficina de don JaiEn la última escena del tercer creto de la comedia, y tanto la sedon Wall De la ligera reseña que hemos Dela me Ross hay un santo especia terminado se desprende que el castico que sus desatinos merecen: comprendieron el papel que era acto, Aurora y Amelia reciben el mora Marti como la de García, lista en esta clase de enfermeda lautor ha tenido mucho camponuedan hundidas en su propia su cargo. Elvira, la simpatica Eldes, al que sería bueno dedicar donde lucir la vis cómica, y la mindad, y aquí es de sentirse que vira, con su acepto agradabilisi un novenario y unas candelas: la verdad no ha desperdiciado la el espectador este de antemano en mo, y con ese resalú, que tanto novena sería preciso hacerla ad ocasión que se le presenta en el el secreto del desenlace, pues. co embellece a la mujer española, hoc, pues el tal santo no es san desarrollo del cuadro, Escenas bay mo en el Sí de las niñas en El Do representó sencillamente la to vulgar y en prueba de ello los que juzgamos digoas de Martínez Café, debe procurarse concentrar parte que le correspondía, sino chiquillos forman corro al rede de la Rosa y trozos de versifica última hora todos los recursos que dió vida toda la pieza. Con dor de la urna en que lo tienen ción tan fluída, que el autor de para producir efectos fulgurantes. admirable verdad interpretó Ely lo miran absortos todo el día: Un novio para la niña y de Ma El poeta, al dejar burladas a vira la creación del poeta. Maquién sabe que tendrá de extraño: drid me vuelvo no desdeñaría. quellos dos niñas locas, las ago nuel González es indudablementá la verdad debe ser un santo apa Don Prudencio, por su carácter bia con el peso del sarcasmo y te una esperanza que ya se abre recido.
bonachón, préstase para una infi del desprecio, y el punzante agui lujosa. en cuanto a Genaro Pero nos vamos apartando del nidad de ridiculeces; que lleva a jón del amor propio debe herirlas Gutiérrez, de tal modo ha progreasunto. Los acontecimientos recabo con el objeto de satisfacer como el dardo envenenado desado, que hay pasajes en que se cientes de Centro America, el có los deseos de sus hijas y los suyos una serpiente.
coloca a la altura de su compañelera, la explosión ocurrida en Ita propios. Ejemplo de esto, es la En cuanto a los defectos, desTro.
lia, la noticia de que no fué un ar escena aquella en que las desca de luego estamos de acuerdo con El público premió con repetimenio sino un americano el que belladas niñas lo hacen subir por un cargo que hemos oído repetir: dos aplausos los actores, cuse suicidó después de haber per una escalera, fin de observar si hay exageración, si no en el conyo empeño en proporcionarnos dido su capital en Monte Carlo y los jóvenes vecinos están en casa, junto, por lo menos en ciertos de.
agradables ratos, creemos debe la contemplación del referido san en el momento mismo en que Er talles. Coocedemos buenamenpagar con largueza nuestra societo, dos han trastornado mucho. nesto hacía subir Luis por una te que las niñas busquen y hasta dad. Lo de Centro América, sobre mesa, prometiéndole que vería riñan entre sí por un novio; pero todo, nos ha afectado sobre mane Aurora, la cara más linda del juzgamos imposible que con tanta ra. Los salvadoreños no queda mundo, y resulta que se encuen franqueza traten del asunto con el ron conformes, a lo que se ve, con tra frente a frente con la cara fea papá. Es cierto que éste es un BOLETIN.
vencer Barrios y mandarlo y horriblemente estúpida del vie pobre diablo; pero sinembargo copeor vida, y siguieron luchandoljo.
mo quiera que ello sea existe entre sí. Nicaragua creyó de su Otra escena chispeante de do siempre un resto de pudor en ell El distinguido publicista, Redeber interponer su valiosa me naire y de gracia, es aquella en que corazón humano que, siquiera de dactor del Diario Nicaragüense. don Prudencio, apurado por sus lante de los padres, obliga ple y dignísimo caballero de lo más Ponemos punto final esta hijas, se lanza la calle buscando gar modestamente los labios al culto de nuestra hermana Remiscelánea de disparates, ago quien lo presente en casa del Sr. tratar de ciertos asuntos, y un fon pública, señor don Anselmo biados (nosotros) por la idea del Borrego, donde su mala intiligen do de respeto hacia los autores Rivas, es digno de todo nuestro 28, es el hor con hermana más Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Notas

    Este documento no posee notas.