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ceso. Y por qué ka sido?
Para tal pregunta no hay réspuesta satistacioria ante la 1ógica de los sucesos políticos de España. Dato parecia el más 2lejado de tal peligro, porque sra eminentemente conciliador y porque puso todos sus afanes. desde que nació a la vida públi ca, envresolver las cuestiones sociales equitativamente y hasza con fevor para el elemento prero. Pero en el mismo caso estaba squella eminencia que se llamó Dor José Canalejas y Méndez. también cayó, desde el mismo puesto que Dato, manos de un asesino. Por qué mataron a Canalejas Jos anarquistas de en tonces, hermanos al parecer de adas maestras, iS Coz producimos aquel tra6 FRZRZ, 2pu bie, de sxrema disuución en las ma ponderación extremada en los percamientos: sabido encontra: exencia del ide; zen Ita cOmO nas metio torno Ss, ha sido un 2ín que eso, estupendo estrates de la vida. Fue Da más y ai co ser er2,. CU2MIO ADEt Ecen ser en España lós hombres poliri eos procedentes del estado llano: rico. famoso. jeté de partido, den del Congreso y presidente del Consejo de Ministros, Las profesizs de entonces ze bam cumpliéo plenzIo, se advirtió que llegaría a os sindicalistas de hoy? Nadie ha contestado lógicamente a esa pregunta. Con la causa de da muerte de Dato ocurrirá lo mis mó, seguramente.
Si los sindicalistas de hoy quieren justas reformas socia les y Dato había dado pruebas de conocer el problema y de su empeño por. resolverlo a gusto de aquellos, no debe cárgárseles a los sindicalistas este. crimen, salvo. que convengamos en que por encima de las, reformas pre«dicadas por ellos, quieren esos. elementos el desorden social a. base del terror. Si talsuponemos, el crimen tiene lógica. El peor enemigo de los disociadores, ha de ser el Gobernánte más ecuánime y de más adeptos. La revista ilustrada Nuevo mente, Abora, en estos postreros tiempos, los políticos triunfadores apetecen también ennoblecer sus apellidos con Hrulos nobiliarios regalados por el Rey: pero Eduardo Dato, todo discreción y medida, ponderación. y prudencia, apariencias de humildad y simuláción de modestias, se atiene en esto al gesto con que Cánovas rechazó la oferta de Alfon XI, causado de firmar mercedes cuaztos babían contribuido, más o menos, a la obra de la Restauración. Título yo. Si yo los hago.
Claro es que Eduardo no. téndriz jamás el mal gusto de esta bravuconería ante su Rey: pero conste que si no es duque de Dato, o conde de Vitoria, o marqués de las Reformas Sociales, ez. porque, con ser cuanto es, tiene colmadas las medidas de su ambición. Decíamos, pues, que en aquellas Cortes de. 1891, dondo áún estaban casi todos. los grandes oradores del en las que amenas es soles hablafores, Conde Matra Lp Pulgoerter, se 22 vir 3ó que tn hombre qe baba ue Lanaba TR PI00 ED se 2evÍa a con la voz en gro, como si cuando Ezhb ceaba e En esmuckas calidades parecia Dn hermano me la sutileza, en la di en la cortesanía, en el buen 1020, en la apacibilidad y. por qué no decirlo. en la aviesa intención fiorentina, que fonte en poco de veneno en las más atildadas palabras. Pero Dato tenfa, además, algo que a SHvela le faltaba: venía la fe, la: constancia, el impetu para luchar y la convicción del triunfo. Pajo su 2p2riencia temerosa había un carácter áe recio temple; un profesor de energia, como por entonces comenzábamos escribir los que 1eíamos tomos de la Biblioteca de ¿2c20, que lentas gentes entonteció el cerebro: había más, que fa hemos dicho: un táctico de contiendas humanas, un psicólogo, corocedor de hombres y un atisbador perspicaz de las deb, dades que Dios puso en nuestros corazones, Para Daio no hay máscaras; sus ojillos vivaces penetran hasta el fondo de las conciencias. Esa fue su arma entonces y con ella ha llegado u cuanto quiso. Sivela, solo o acompañado de la tozudez, malhumorada de Villaverde y del grupo de jóvenes puristas que anhelaba una: regeneración conservadora, con tópicos muy parecidos a los que ahora. emplearon contra los ¡úúntss, Bubiese fra: casado o hubiese abandonado la contienda, como la abandonara luego. 22 Robledo y tuzción en uedara el león. t: jo ce la fébula, con el que todos atreví Subsecretario de Gobe ción produjo un rmorimiento form dable de opinión contra le adi tración romerista; alma de la relzeción de El Tiempo ;mazes de llermo Rancés, de Rafael Solis.
Llinés, de tanios otros camaradas (ue ho vísteis esta hora de triunío deñini. dio. vida al último periódico político, de alma guerrera como los de la época revolucionaria, que se ba publicado en Estapa.
El arte supremo de Dato en esta intensa labor consistia en cómo conQuistaba das. voluntades y rendia loz afectos y éugestionaba, a los esqnivos e invalidaba les sequedades soberbias de Silvela, mai encubiertas por su exquisita urbanidad, y las brusquedades de Villaverde, y cómo hacia amable para todos la Coctrina conservadora, y cómo desvanecía las eremistades. Así, el silvelismo se rodeaba de un ambiente cordial y nada le era hostil, y pasó como moneda. de. ley de contienda de idesles lo que era, en suma, una jncompatibilidad de caracteres y de humores y una disputa de herederos en un abintestato difícil. Asi, Cárpovas era grande; pero las gentes se iban con Silvela; así, Romero Roe.
Es preciso recordar lo que significaba la autoridad de Cánovas, apoyada por Sagasta, y cuánto había de EDUARDO DATO Primer Ministro Español asesinado bledo colmaba de bienes y amparos sus amigos; pero los profesionules del favor político comenzaban a2 preferir las austeridades que se predicozo, pretendieron vene y viarle, Todos més oradoque relumbrent riencias de talento, y todos yencidos, postergados o sometidos. Halo ati, en la cenbre, Cuando él ha querido, los enemigos de antaño so an ante él y se le someten: hasta Cierva; hasta Maura. Un temo podría escribirse sobre este aspecto Inédito de la vida de Dato.
La muerte de Dato traerá uns grave crisis en el Partido Liberal Conservador, cuya jefetura ostentaba dentro y fuera del Gobierno. Áun sin éste inesperado suceso, las ambiciones iban ya tomando, mucho vuelo entre las prohombres del grupo, y los subgrupos eran mayores. czda día. Los señores La Cierva, Buga: Val y Sánchez Guerra es probable que se disputen ahora la herencia, basta sin el beneficio de inventario; y Jos que de ella queden excluidos constituirán una oposición peor que la misma oposición de ideas. El único 2rreglo que se vislumbra es un acto de presencia de Maura, pero resueltamente y con Iniras Íraneas al programa mínimo de.
la unión.
Tendrá, para ello, un nue arranque Don Alfonso. e cmerari ef: ar las de Ro S de los Él fi 1 2 Aúndo, esbozaba no hace mucho a temerario en afrontar las iras de Ro e e los corrientes caban frente a Sanvilismo y ala.
o 15 JAMPAaÑña no PO Almirante, marzo EX trén milital que utilizaran das tropas para pasar el Puente Ínterna cional siguió para Almirante con el batallón. del Coronel Pinaud. El zomando en jefe quedó en Sixaola. asiento del Cuartel General.
EL BATALLON DE La MUERTE Su Comandante es el Coronel don Francisco Amerling. Este caballero «quiso costear de su peculio los gastos Que ocasionase la expedición, pero tengo entendido que el Ministerio de la Guerra no lo: permitió, Sin embar50, el señor Amerling proveyó: de una buena cantidad de. alimentos paTa mejor. abastecimiento: de en sente en cámpaña. Quienes Je acompañan son amigos personales, los más Jefes y Obeiales del Ejército, que añora hacen de simples soldados.
Son. personas. apreciables de la. sociedad joseána, unos dis nguidoz profesionales, otros ricos industrizles o agricultores; en ún, todos elos personas de aprecio y acomodadas.
Es un batallón tan bien organizado y disciplinado como el del Coroaci Pinaud. Sus elementos, aunque Sentes de estimación y de clerio rurnso social, sdm disciplidados, Obedientes y abnegados. Más que cariño sienicn idolatría por su Jefe, y éste una gran estima por ellos. De ahi el buen piendimiento respeto Mutuos en.
tre el super: or y la tropa y la 15agen ese cuerpo Ce ej la inmensa bondad Cel Jefe zo uminora, en su caricier de miiar, laz ación de energia y reéiiud qué e pecésiia «esta clase de postlión ingreso el Cuartel Sixaolz, el día dos horas desp: suerte llevó. a naud. Al medio dia, el Comandante de las fuerzas en expedición dispuso en: viar a Changuinola el Batallón de la Muerte para cubrir la retaguardia de las columnas úel Coronel Pingud, pero Ignoro por qué circunstancia se dió contraorden de ejecutar aquel movimiento defensivo que, juicio de glgunos entendidos Jefes y Oficialez, era conveniente, atinado y opor»
tuno. eso de las 13 horas, el Comando en Jeie recibió un telefonema de Almirante; el coronel Pinaud avisaba haber ocupado uquella zopa sin oposición de ningún género; más aún: decia que la población civil de aquella ciudad había recibido al ejército costarricense con demostraciones de la más viva simpatía.
La nueva comunicada por el señor Pinaud Jue recibida por los. Jefes, Oficiales y trop2. acóntonadas Sixzola, con manifestaciones, de bilo. Desde ese momento se p: la conveniencia polílca y militar «e invadir la provincia de Pocas del Toro, lugar donde se hablar recon»
centrado las tropas panameñas Que desocuparon Almirante. Este proyecto fue consultado a Jefos y Ofciales y todos lo acogieron y e!
Así fue que los Cireciores dl efecto el Coronel Yi la gue rra dijeron u le tarez de solieltar informes cartas dicas de la provincia panalze determinar la forma te de llevar a cabo el cas del Toro es una tuzda ul frente de Almirar: ciudad capital dista. unas dol fos, próximamente monta la Que CGRE pueri mE mien 00ue actividad y rapidez, era lo conve rjente y lo que aconsejaba la prucación con Almirante y Limón; dábansé y recibianse comunicaciones a dencia. o Lo cada instante; la actividad era. granHe dicho que en Bocas habíamos lde. la caída de la tarde, se reclreconcentrado Jas fuerzas panameñas desalojadas de esta región y que unidas a las que ali pernoctaban, el núcleo del enemigo era basiente numeroso, Este circunstancia fue precisaménte mayor entusiasmo provocó en el ánimo de huestro ejército; encontraerse con un enemigo fuerte numeroso con quien batirse, era su ideal; manifestábanse lís tropas deseosas, de tomar represalias por lo ocurrido ¡4 nuestros soldados al otro extremo de da frontera, y la idea de pelea y venganza cra su obsesión.
bió un despacho telegráfico del Mi disterio de la Guerra, por el que sé le ordenaba al comando sostener las plazas militares panameñas Ínvadidas a todo trance y a toda costa.
Esta circunstancia hizo. sospechar que ya babía intervenido el gobier.
ho americano en el arreglo del contlicto, por lo que se consideró conveniente activar los preparativos paTa extender el movimiento invasor Bocas del Toro; a partir de ezz hoTa, esperábase por momentos la urPor deniás está decir que. este nuevo aspecto de las cosas causó pe sima impresión en el ejército, pues ul deseo de todos érá continuar la Suerra hasta aniquilar a los pañar meñoós, aunque para esto tuvieran Que lHegar nuestros ejórcitos a Do lón o Panumá. Al efecto, todos los Js indicaban al compe cu ale proceder sin la realización del UXA DISPOSICION 1IMPREMEDITADA Los sucesos u qUe me relñero pen rrieron el mismo dix El comando Grdrnó al Teniente Coronel Fernández Peralta, que ermauccia en La Estrella con de grueso exlibre, regri a Limón y que, por via de Gangdose trasladara inmedictarmente a do la conv tardanza en plan Sixaocla con su tropa y material de antes pensudo.
guerra. Ex la noche lczó al caompuneato Según el eomundo, esó artillería se don Jaime Tojus Beenctt con alsuehaci: indispensable para atacar a Do. nos soldados que le 2comp el Toro o por lo menos, pare y or des jo de la Guerra y J0z2 Qué este caballero er Jo del Mini fuvial del Sixaol ficilmente podr!
cunrtel gel Que protui zación de su Látallda IÉTIpO elecuivame Nadie llego explicarse «el vocación Que taviela Crerra para e? cdt Este documento LS propi a Hácional migúél Ob ¡Sra Naclonal de Biblioredasdér Ministerio lá Bibltoten: gi Cultura y Juventad, MELEN e ra de la costa, la zona conquistada, y se temió, desde luego, en un desastre para el ejército de ocupación ¿de Almirante. sin más consideraciones ni eongultas, el comando ordena al coronal Pinaud evacuar inmediatamente! A1mirante. 7 Asi fue que a esa hora y cunipliendo órdenes superiores, el batallón Pinaud: abandonó la plaza militer que ocupaba, trasladándose rápidamente a Guabito a donde: llegó el tren militar a ta scinco de la maSana. Dada la orden de evacuación de mirante se le consultó la disposición al general Monge, que era mi campañero de aposento. El señor Monge se irritó muchísimo por aQuella Inconsulta disposición militar, qué él calificó de torpe y antipolÍti.
ca; una plaza ocupada Jíjo al comarcdo no debe abandonarse simo en casos muy excepcionales y el presente no es de esos; urge dar contra: orden, agregó pura qUe ésa evucuación po se lleve a efecto.
El Coronel Zúdiga Montúfar Plicó en extenso las razones mil Tes que tuvo para ordenar la eva euación de Almirante en vinud de informaciones que recibía cl la Guerra y del pel o que corrían le tropas de ocny indicó que al enecniiso le era lácil desembarcar en tos de la costa y móxice cuando teatón Pinand ne bidamente No fueroz pe pul por detrás, rdia del enhi TÓsIa Rio: 2ues pan LO OCURRIDO AL DIA SIGUIENTE la madrugada, el señor Rojas Bennett conferenció con el señor ZGñiga Montúfar. La conversación fue privada; no sú lo que en ella se tra»
tara, pero imagino que el señor Ministro de la Guérra corroboraba, por medio de la misión de un delez, especial, sus instanciag de no aban: dorar en ningún caso territorio tamado 2l enemigo. A eso de las cinco de la medrag; da, repito, el batallón Pinaud esta.
ba de regreso en Guabito; analizan do el fondo de las cogas, ni los jefes ni los oficiales se explicaban laz gru sas de técnica militar que obligarán a aquelia inesperada retirada, y reconcentración. Debo consignar, que aque inesperado e inexplicablz rue: Ylmiento, dosalentó sobromanerz lu oúciulidac. Esto cs UA JUZUELS, exclumabos doritados algunos ofciz. 9s del. referido batanó manifestando poca revolver 21 ¿Qué diria de Almirante de noxotros, enteren de esti touste sidícula rontomima! aprerzhan cer desaliento y avergonzaylor Trabajo costó persuadir a «sos ciales de lu necesidad mbitar, ie!
riosísima que imponía «1 rerrero dei batallón Al fue, qu media Bora Cespués, el berallón 20 sresuba a la abandonada, de la que tomó de nuevo posesión a ca de los nueve de la mañana.
La situación apuruba El desm ¿e ve Bocas del Toro debla ser ztucada y oeupi sube Para Pata a se peneraliz La el er vto medio de ect: y el 2vita Conozrt
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