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ST nm ANOS ml) ONDA Te bien. formas divinas. Pensado en la Sala de la Mo be. de la Galeria de los Diicios) Y biem, formao divinas, ideoo de niármol, dioses y dioses, camidiocos y héroes, ninfee y ciletas. qué os falto para la pledited del sér, pata la reolidad ctitera y cobei. Por qué tn glo: tíoco entendedor de vuestra De: Jleza vintió exhelarse de verestros labios inmóviles la melancólica uostolria de la conciencia y de la vida. Pare qué el beso de Pigmolcón. Para qué el marti.
llozo de Miguel Ángel en la fren la de Moisés. qué vivir, a qué cambiar, cuando de ha llegade o 100 serena perferción. El la vida 0s hubiera errebsteñdo ou on corriente, el tiempo habría marchitedo vuestra juventud, el Conontiiento habría quemedo otestra serenidad, la injuria ha bría mancilisdo vuestra carne; vticatra belleza no hubiera sido ciao Gino sombra fugaz, y hoy comportirizia la muerte con la multitud de generaciones husas080 qe habéis visto parar y des: hacerse, como uubes de polvo que el viento erremolinsra en derredor de vuestro pedestal. Vhectro sér está perebre Una expresión, en En gesto, na actitud. Sola un uiomento cternizade; la inmortalidad del momento en que vuestro carácter idea, e2 manifestó por entero en Hno Opariencia y en tn gcto, odo lo demás de la vida no es sino redterdancia o declinación.
Cada crietura humana tiene en 04 desenvolvimiento real un die chosp momento en que calmina; en que sus factltedes y potencias llegan al más equilibrado punto; en que la realidad circunstante le ofrece cómo marco la sittiación capez de destacar plena snente la fuerza que trae dentro de el y que de el por qué de oh exdotencia, Si en ese Momen: to ra detuviera para cada tino de stosotros el vuelo de las Horas, quedáramos así etergamente. no valdria esto mán que el tor.
hiollino de formas etcesivas con que 05 precipitamos a la final dicolución? Todos merecemos la cotatuiá en alguna cessión de btiestra vida; todos, hasta los que llevan más hondamente s0terrada su chispa celeste bejo la corteza de la vulgaridad, tene mos un instante en que serísrmos digaos de Quedar encantedos en al mármol, con el sembiante, con Gl odemán, con el alma plástica es que volcamos lo más íntimo de nosotros y que no Hegaremos reproducir jamás, Pasado ese instante, vértice en que coinci den, como e la luz de un relátnpago, la realidad y la idea, volvemos ol dominio de las formas bortocas, de las que sólo puede fedimirnos la interpreteción del artista, restituoyéndonos, por mi.
lagro y psrá siempre, aquel tmomento Único. Vosotros sois los redimidos, 160 que gozáis de liberted; nosotros, los galeoten amarrados a los rentos del tiempo. No hay tnanera mejor de soñar pora los bombres la inmortalidad de ultretumba queimsginería co ino yhestro estado: una ebpervivenciade la personalidad, reduoi de a sus lf1eas esenciales, a ett va?
Jor enracterístico, sto la mezcla de lo accidestal y disonante, y eternizada es el momento represen.
tativo en qte trascendió, toda entera, a la arción. Yo me Ésuro al mundo que se sbre al otro la de la muerte, como uua gala.
tío de iofinitos mármoles; como ta asambies de mirisdas de estoto, que resplandecen en la luz sin autora ui erepfiseula, Cas alma, sublime o abyecta, oogélica o diabólica, perdura alí Cu ta sorted estatuatia que la determina y diferencia: el panto,. Ch el éxtasis de la orsción; el Coeta, en el puelo de la fantasia. al héroe, en el ímpetu de la ba: talla; el azecino, en el arrebato del crimen. de la conciencia de code uva de esop sctiteides inmóviles náce la eterna sanción: Gl testimonio perenne de la culpa on el sentimiento Íntimo del réprobo; del merecimiento, en el del justo: infierno y cielo mil veces más eficaces que los de abrossdoras lamass y perodisíncos deleites. Qué os falta, pues, sí no necesitáis la encesión de la vida. Lo luz de la concierria que ido.
sine vaestra eternidad de per tección, pera que podáis complocéezoo ey elis. Pero, es que INN AS, y falta on retlidad? Hota Tuz ipter rior Que u0a haco espectadores de nosotros auismos, des síngularidad del Bombre, o es un rudícal atributo del eár que, en gra ánciones y modos diferentes, abarca desde la corciencia del átomo hasta la del bumano pen cemiénto, pera remontarse ecaso a luces aán más altes y puras. Oné sabemos posotros de lo que pase dentro del animal, de la plaota y de la piedra? Sólo comprendemos el género de corciencía que nos fué corcedido, y cuande idesmos las perfecciones de la Divinidad la hecemes cono ciente a la manera de nosotros. si la posibilidad de las formas de conciencia eo infnita. quién puede imaginar el pénero de luz que cebe en el oculto cér de la obra bell. Quién afirme ni niepa ma IN IAS NJ ga el contemplativo arrobamien to, la inefable beatited, qe cat tela acaso la imposibilidad heleda del mármol donde perdera la Belleza. Formas divinep, hrguetipos de mármoli Si le gote de agua que se desploma confindida en la curva del Niágara miro, el pasar, las inmbutabies rocas de la otilla, no las verá con otro sen: timienhto que el que yo, gota de segu en el torrente que rueda la ianerfe y al olvido, 00 consar gro vosotros, intuutables en vuestra idesl terenidad. Devorará el tiempo su periódica ración de coesa mobles. Se apagará el color en las telas donde jó el Rerécimiesto sus visiones tádiabtes, y ya sólo vivirán en la copla y el recuerdo. Dejarán de hablarse los idiomas en que hoy se expresan los hombres; y asf, de la palabra del pocta no resta: rá sino la idea mutilada en sus counaturalesalasdesrmonía, Pero para vuestra juvected no habrá desmedro, para vesestra gloria no habrá ocaso. Hombres nuevas, cuya concepción deñia vidayde las cosas nos produciría, si alesnzáramos viafembrarlo, el vértigo de lo incomprensible, pe detendrán nte vuestra hermo ebra, que es la hermostira htma na en su más genérica y simple ideslidad, y la tentirán cabalmente, como sentirán la belleza de la puesta del sol y la del mar, y fa de la monteñía. luego pasáarán esos hombres, y us: impe rios serán humo, y sombra 058 pasiones, stis verdades, aus leyes y sus dioses, y vosotras quedaréls, serenas Como las estrellas del cietol Formas diviuas, arquetipos de mármol. Fiorencia, 1916 Mi retablo de2Tavidad De toda la pintoresca variedad del Nacimiento vistoso. con el divino Infante, la IMadre dence Va, el Esposo Plácido, las man: gas bestiao del pesebre. no ye nía e mí más deice embeleso mi sugestión más tenez que la que treía en sí esta idea inefable. Dios, en aquel día, era piña. Niño en el cielo, niño de verdad, cono lo representeba la Égura, Mientras yo contempleba el jno cente simulacro, un celeste niño gobertuazba el musdo, ola las ple garlas de loz hombres, distribuía. entre ellos mercedes y castigos. Cuándo la idea del Dios humauado, del Dios hecho hombre por extremo de amor, pudo mover el corazón e hombre tan dulce derretimiento de gratitud, mezclado e la sitivez de temaña ser mejanza, como en el corezón de un niño la idea del Dios hecho pio. Hoy, que convierto mate: ria de análisin loa poemas de mi candor, el hombre es el crítica, el niño es el porta, se me oc rre pensor que cuán apetecible sería que Tios fuese niño uni vez al eño. En la «política de Dioso, hay, sin duda, inexcre tobles rszones, arcanos, planes, pronósticos altísimo. a los que sedebe que on intervención en las Cosas del mundo pe reserve y oculte con frecuencia, y gue su justícia, mirada desde cote valle DECETO, Pare2ch muorosn e inser tivo se amor. El ála del NiñoDios, toda esa prndencia de Dios deseparecería. Al Dios sabia político sacedería el Dios sencilo y candoroso, Bya omupipo tencia obraría de inmediato, en cabal ejecución de ot bondad.
Ev ese día de gloria no habría inmerccida dolor que vo tuyiese sn conseelo; mi puro ensueño que ño se realizase, ni milegro reparador que se pidiera en vano, nijsjgnidad que persistiera, vi guerra que dnrara. ese día re so cocumento es pronicdad aa la Disuclcca Pa TEDA a o CUA y 1)
de nuestra prosa.
con que engalona sus obras, mucho fiempo.
José Enrique Rodó Rodó es la más hermosa figura de las letras castellanos en la América de muestros días. Es el más alto maestro En él se reunen en admirable consorcio la profundtdad de ideas del pensador, la gracia del artista y el donoso estilo del prosisia. Estas tres cualidades se encuentran en lodas sus obras: Ariel, Hombres de América, El Mirador de Próspero, Motivos de Proteo, El Camino de Paros. En todas estas obras hay agilidad y fuerza en el pensamiento; admirable forma de expresión de. las ideas, y, sobre todo, la gracía y el encanto de un estilo definido, que nos Yecuerda el de Fray Lis de León, con el cual les da vida intensa y rico colorido a todas las imágenes y anécdotas Rodo, uruguayo; viajó mucho, especialmente por Htalía a la que amó con predilección. En ese país le sorprendió la muerte, en medio de la mayor pobreza, no hace de mitiríomos todos la Eoperanza y el mayor mal tendría un plazo tan breve que lo sobrellevaria: mos sin pena. Oh, cuán bella cosa sería que Dios fuese niño Ana vez al año, y que ésto fnese el bjec que anunciaban las camapanas de Navidad!
Pero no. Abora toman otro sesgo mis filosofías del recrerdo del Niño Dios. Ábtes que lamen tarse de por qué Dios no sea niñó de veres durante en día del año, ecoso es preferible pensar que Dios es viño siempre, qué es niño todavía, Cabe pensar así y tet grave filósofo. Ei Dios en formeción, el Dios y Aerí en el virtual desenvoltimiento del mtsdo o en la conciencia ascendeute de Já humenided, en pen: antnjento que ha estaño en cabezas de sabios. hemos de consi.
derarla la peor, pila más deso ladora, de lae eoluciones del enigmea. Niño Dios de mi retablo de Navidad! Tú priedes ser un símbolo en que todos nos teconciliemos. Pal vez el Dios dé la verdad es comotá. Si a vec parece que está lejos o que no pe cura de st obra, es porque es niño y débil. Ya tendrá la pler.
pitud de la conciencia y de la osbidoria, y del poder, y estos: ces se patentizará a los ojos del imbudo por la preseñtánea san.
ción de la justicia y la triunfal eficiencia del amor, Entre tanto, duerme en la cano. Hermanos ínios: no hagamos ruido de diacordía; ho hksgamos ruido de vanidad, ni de feria pi de orgía.
Tespetemos el seño del NiñoDios que duerme y que tmañaba cerá grande. Mesamos todos en recogimiento y silencio para el porvenir de lea hombres, la cono de Diva!
En un álbum Decir las cosas bien, tener en Ja pluma el don exguisito de la gracia, y en el pensamiento la inmaculada linfa de luz donde se bsñan las ideas pare aparecer hermosas. 00 ba forma de ser bneuo. La caridad y el amor. no pue den imanifesteree tembién concediendo a las almas el beneficio de tna hora de «abandono en almohadón mtllido con palsbras bellas, la caricia de una frase 6r moniosa, el casto beso de Un pensamiepto cincelado, el roce tibio y suave de oa imagen que toqhe con su ala de seda nuestro erpiritb. La ternura para el alma del niño está tanto como en el calor del regazo, en lo vez que le dice cuentos de bodas, sio los cnales habrá algo de incurablemente yermo en el alma que se forme sis haberjos oído, Pulgarcito es mensajero de San Vicente de Psñl, Barba Azul ha hecho a los ckicos más bencñeios que Pestalezzi. La ternbra pera nosotros que sólo cuando pos hemos he.
cho despreciables dejanos abso iutemente de perecersos a los niños, está tatnbién en quese arrulle con hermosas palabras, Como el misionero y el filántropo, el estilfeta hace tembién nos obra de misericordia.
Sabios: enseñados con gracia.
Sacerdotes, retisted a Dios con un piecel ameble y hermoso, y a is virimd en pslabrao Henas de armonías.
Si nos conceñéis en formo fea y desipacible la verdad, eso equivale a copeeder el pen con malos modos.
De los que creélo verdsd. oh inveutigodores! iqué pocas yeces podéo estar absolhtamente vega ros Pera de la belleza y el encanto con que lo hayáls expresado, eatall seguros gue siempre vivirán.
Hablad con ritmo; cuidad de poner la tinción de la imegen sobre la idea: respeted la gracia de la forma, Jobk pensadores, s1bios, sacerdotes! y creed que sostllos que os digan que la Verdad debe representarse bajo apariencias adnstas y 82VEFAB, pon amigos traidores de la Ver: dad. Sa respuesta de Seuconos Soñé fina vez que, volviendo el gran Trejaeno de nua de ens glorioses conquistas, pasó por 10 sé cuál de las ciodados de la Etruria, donde fué agasajado con tasta espontaneidad como magnificencia, Cierto patricio preparó en honor suyo el más pomposo y delicado homenaje gue Hhabiera podido imeginar.
Hucogió en las familias cindadavas las más lindas donceliss, y las instrayó de modo que, con adecuados trajes y atributos, for: mares tina alegórica representa»
ción del mundo conocido, donde cada una personificara a deter.
misada tierra, ya totUAna, ya bárbara, y en su nombre reyerenciase al Cégar y le hiciera ofrecimiento de sis dones. Pásosé en ensayo este propósito: todo marchaba a maraville; pero ses, y a Presentóse, primero que nin.
guna, Roma, en fornia casi vero cil; Éste era el modo de hermor ebra de la que levsba sue colores; el andar de diosa; el imperio en el modo de guiror; la tmsjestad en coda sectitud y cade movivimiento, Olfreció el orbe por tributo; y la siguió, como madre que viene después de la hija por ser ésta soberana, Grecia, corór soda de mirto, Lo que dijo de. 61 sólo podría abreviarse en lápida de mármol. lislila yino luego.
Habló de la gracia escolpida, en puaves declives, cobre un suelo Que dora el sol, al són armónico del aire. Celebró su feracidad; eludió al trigo de Campania, ul Úlco de Venalro, 8l vino de Ep lerno. La rubín Galía, depuesto el primitivo faror, mostró eoltardas de pacíficos Íretos lao corrientes del Seona y el Ródano.
Tbería presentó sus rebaños, sto trotouea, suo mina, Ceñidn de bárbaros árreos. ce adelantó Ger.
mania, hizo el elogio de lso pieles espesas, el ámbar trensparente, y los gigantes de ojos azules cazados para el circo en la topesnza de la Cerboparia y áe la Hircinia, Bretaña dijo que, en «ño Capitérides, había el metal de que tomen st firmeza log bronces, La Tliria, famosa pof sus abundantes cosechas; la Tracia, que cría esballos raudos como el viento; la Macedonia, cuyos mor.
tee 605 arcas de ricos ininerales, rindieron eus tes0tOs; y Be acer.
có tras ellas la postrera Thule, que ofreció juntos fuego y nieve, con la anza de Pythéms, Llegó el tirao de las tierras asiáticas; y en cuerpo de fetmecca hermo aura, la Siria bebió de los laure les de Dafne y los placeres de Autioguía. El Asia Menor rete vió, en doble tributo, los esplenáores del Oriente con les eracias.
de Jonía, tendiendo, entre ambas ofrendas, la Haute frigia, como cruz úe balanza. Se nfanó Babi Jonia con resplandor de sus recuerdos. La Persia, tuadre de los frutos de Europa, brindó sembilas de geporosa condición.
Grande tstovo la India cuendo pintó monteñas y ríos colosales, cuando ipvocó las piedras fólgiduo, el algodón, el marfl, la pluma de los papsgayos, las per las; cuendo nombró cien plantao preciosas: el ébano, que ensalzó Virgilio; el amono y el malabatro, braceros de raros perfumes; el árbol milegroso cuyo frnto hace vivir doscientos 2ñ00. La que, distribuídos loo papeles, Palestina ofreció olivos y viñe: quedase sin nipguno tna aepi rante a Quien no fuera posible desdeñar; esa que lo exiglege el arreglo y proporción en la manerá cómo debían tejerse las danzao y figuras, ello so que hubo necesidad de antnertar en noo el umero de Jas personas, Se había contado ya con todos los peíses del mundo, y sedudaeba cónso salvar esta dificultad, cuan. do el patricio, qhe era dado a los libros, se dirigió a un estable, de donde tomó un ejemplar de las tregedías de Séneos, y bs cardo en la «Medea» el pasaje donde están unos versos, que hoy 205 famosos por el eopio profético que los inepira, hablé de la presunción que hacía el posta de la existencia de uua tierra ig norada, que futuras gentes ha llaríon, yendo sobre el misterioso Océxno; más allá (añadió el pa: tricio) de donde situó a la sumergida Atlántida, Platón, Eute coñado pels proputo que fuera el que completase el cuadro, ya que faltaba otro. Poco apetecible des tino parecía ser el de representar o uns tierra de que nada podía ofirmarse, vi gun 08 propia exiotegcia, mientras que todas las demás daban ccerión para incir pintoreecos y significativos utrir bntos, y para que se las ase, se las diferenciasá curando me nos, en elocuentes recitados, Pe to hubo quien, tenunciendo al papel que ya tenía atribuído, reclamó el hamilde oficio para sí.
Era la más joven de todas y le llamaben Lenconoe. No se halló el modo de caracterizar, con apro»
piodas galgo, u porte, y se ucordé queso llevara más que in traje blanco y ¿freo, como una página doude vo se ha sabido qué poner. Llegado el día, reo lizóse la fieste; y noblemente personificadas, las tierras desfilaron ante el señor del mnedo, después de concerterse en varia des derzas de orfibcio, y coda en megas de les Obres, y he sqnf tino de ellas le dedicó sus ofrendas. nacienslicuclOrrecón Lizana col Sisicma eacional ca Dinnaiccas Col inicicno Ca Cuicura dos. Fenicia se glorié de sa pár: pura, La región sabes, de su oro, HMesopotatnis, hizo mención de loa bongtes espesiaimos donde Alejandro cortó las tablas de suo peves. El psía de Sérica cifró su orgullo en una tela primorosa; y Taprobana, que remece el doble monzón, en la fregante canela.
Vinisron ipego los pueblos de la Libia, Presidiéndolos llegó el. Egipto multisectlar: habló de sus Pirámides, de sus esfntes y colosos; del despertar mejor de grandeza, eo uua ciedad don.
de una torre iluminada señala el puerto a los marinos. La Ciretulca dijo el encanto de 9h cére nidad, que hizo gue fuese el le cho a donde iban a morir los epi: cáreos, Cartego, quien renlzaro Augusto de las ruinas, e 218 Un ió llamada a esplendor nnevo.
La Nemidia expuso que duba tiármoles para los palacios; Ñeraa para las tberiomáguias y los pompas. La Etiopía afirmó que en ella estaban el país del cinamomo, el de la mirra, los enanos de un pigino y los mscrobios de wil años. Lao Fortinadas, fijau de el término de lo conocido, recordaron que en 9H seño espera ba alas almas de los justos la ménsión de la eterna felicidad.
Por último, con attma fpracio y divino candor, llegó Lenconoe.
En nada aporentaba fprmar parte de la viviente y simbólica armonía. No Hevaba sico un troje blanco y etéreo, como una página donde so se ha sabido qué po ver. En aquel instente, nedie la envidisba, por más que Inciece st hermeostra. El César pre cuntó la rezón de an presencia, ye extrañó, cuendo lo supo, viéndola tán mal destinada y tan hermosa. Lepronos: dijo con una benévola iresia uo te ha tocado un gran papel. Te poca nberte guiso que de reslidsd concltiyero que hos debido cortenterte cop la ficción del pueta. Adinira ta y usontud, Cosa Rica.
ATA BANNERS AAN IOMNMIINEUECAM Pan pr DOME Tosé Enrique Rodó dulca conformidad, y me complace ta homenaje, puesto que eres hermosa. Pero ¿qué bien me dirás de la región que represen.
tao, si has de evitar el engañar met. Qué me Ofreces de nlift ¿Qué punedeo afirmar que haya en ta herra de qhimera. Esbocio, dijo con encantodora sencillez Leuconoe.
Todos sonrefan. Espario. Tepitió el Cón sar. Es verdad! Sen desapaci ble y risueña, estéril o fecundo, espacio habrá en la tierra incón»
vita, sí existe: y non cuando ella no exioto, y allí donde finge el poeta sólo exté el míar, o aczco el vacío pavoroso. qhiéridad que en el mar o en vacío esbrá espacio. Lencónoe: pro guió con mayor animación, tie; e hn alto sentido, Viene, al se la ron videra, más de uno. Hila, d::e da otiperioridad de lo soñado sobre jo cierto y tangible, porgné está en la humans condición que no haya bien mejor que la esperan Zá, prcosa real que se oventaje a la dulce incertidumbre del sue ño. Pero, ederás, encierra tl resphesta fna hermosa conpigas pára nuestra voluntad, un briono estímulo a nuestro denuedo. No hay Hralte en donde acabe para el fuerte el incentivo de la aq ción. Donde hay espacio hay cabida párá nuestra pleria, Don de hay espacio, hay posibilidad de que Roma triunte y se dilate.
Dijo el César; arrancó de pecho una gruesa esmeralda que allí estaba de broche, y era de las que el Egipto produce mayis res y más puras y, prendiéndola al veno de la niña, la dejó, como un fulgor de esperanza, sobre la éstole, toda blanca, mientras ter mivsba diciendo. Sen el premio para le 1egión desconocida: sea el pretamlo pára Ljenconoe!
Sragmentos 0e Hovó El Sibróo AER ads rss Ae Grande instrumento de refor ma interior es el libro: pero uo principalmente por om eñoscio intelelectual y el poder de cotvicciones que atesore, sino por ón intensidad en el sentimiento y en la imagen, mo principalmeute por lo que aretimenta cho por lo qee conmueve; po prigol.
palmente por st lez, sino por u1 calor y st vida, y por lo que hoy en él de volunted subou gante y de hechicería del cornzón; no priocipalmente por la fuerza propia de la ides, sino por la virtnó que lo iden, pintoda y onimáda, adquiere para tocar los resortes con que se despierta ln emoción y se provoco el movimiento, Acaso utbnce kubo libro de pbstracteo y trio flósofo que, sin interposición de otros libros, hi.
ciera modificarse un olina huma.
n2; pero la doctrina ee. convierte en fervor y redención, o en vér: tigo y lecura, cuando el artista la auelta a los vientos de la vida: y artista llamo aquí a todo el que, gon sus escritos, se prédica o su ejemplo, viste de hermosura y cierided tna iden.
Una doctrina pnreva es coto el verbo deuu Dios, que paro revelarnos on ley, precisa toimar cuerpo en carne htmana, y 89 dar, vivo y tangible, entre 108 otros, y hablarnos con parábolas y hacernos llorar con (on pación, Esto es el libro del artiete, cuán: do jonta us designio ideola sn belleza: la vidn y la pasión de ana iden encargada para Teva: lársenos, No hay concepto intelectiral que por sí solo nos mueva pla práctica y la acción ui que, so el auxilio de ln imegen, nos 4n9 more. Osendo el místico siente necesidad de defender la ides de lo infinito, y eterno, objeto de su omar, de la competencia de los bienes terrenos, reales y cancibles, Es inepeoter prestor aquel supremo, indeferminodo bién, Hua formo ipeginsría, tun divise cuerpo, que huolle y obacurezca la belleza de lao cn.
sas del mendo, Tol es la visión del extáticos y el arte lo repro duce, para ceda ideo, en todo uyo de nosotros, encendiéndonos en la fé y el amor de un panta: miento que orronca de la phecnridad de la abstracción y levanto sobre el altar donde le. cofrenda.
la tración y al ancrificio.
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