pasó a Director deLEONARDO MONTALBAN, Cholo que de répontero DIARIO DE COSTA RICA ESTE PERIODISTA NICARAGUENSE TENIA UNA ESPECIALIDAD, NO IGUALADA HASTA HOY POR NADIE: EXPLOTABA LOS CANJES AL GUSTO LES SACABA PARTIDO METIDO COMO LA POBREZA, ERA CAPAZ DE PONER HABLAR UN MUERTO CUANDO TOCABA DIA DE DESCANSO, CON LAS NOTICIAS QUE LE LLEVABA LA COCINERA LE BASTABA FUE PROFESOR DE LITERATURA CENTROAMERICANA, PUBLICO LIBROS HIZO VERSOS VIVIO LA BOHEMIA CON CIERTA DISTINCION MUY RUBENDARIANA Estábamos en el primer local de la imprenta y litografía Mnerva, cien varas al norte del templo del Carmen, contiguo una carnicería que por anos estuvo cerca de la residencia de los señores Rohrmoser, y que fué tentación de Armando Saavedie.
quien sabia decir que un periódico era otra carnicería, donde se vendía de todo, hasta honores cuando llegó a former parte de la redacción de DARIO DE COSTA RICA el periodista Leonardo Montalbán, el Cholo. como le decíamos carin samente.
Era estudiante cuando ya comenzaba cilá en su tierra publucar versos. Costa Rica llegó en compenic de Nuestra Señora la Pobreza. Tanto es csí que veníc dispuesto a trabajar en lo que se presentara y su primer plicio ius el de pintor. Fomento i: deskab.
junto con otros maestros. o der brocha gorda al techo del Iectro Nacional que está muy cerca de las nubes. Claro. cili cuaquiera era pintor. Pero el color que hacía derretia la cabeza y Montalbán fuvo miodo de quedarse sin el machete que le ncedió la Providencia, Foto tomada en uno de los primerOS aniversarios, cuando DIARIO DE COSTA RICA estaba instalado en la Imprenta Alsina. Aparece en la foto, de pie, don Gerardo Zuniga Montálar, don Porcel Lino Paniagea, don Otto Hatt, don Guillermo Tristán, don José Angel Chaves y don Francisco Ματία Ninez.
Sentados don Cipriapo Güell, don Jorge Hütt don Leonardo Montalbán. Todos tie nen cara alegre, sin duda estaban pensando en la parrandita que se avecinabe. Tan solo el Administrador de be estar calculando 21 peligro de los vales que la fiesfor aparejaba en sí.
la. Con todo, tratándose de los intereses del periódico. rosullobs imperdici. hasta donde era humanamente posible.
Zísicamente no era un Ad mis.
pero tenía suerte. En cuanto al vestir tampoco era un figurin.
Para eso de cargar paquetes los brazos y llevar tajos de tocortes en los bolsillos no era pro ciso vestirse donde Scaglietti ni donde don Alberto Brenes. El chaleco le estorbaba, Silía dejarlo perdido en el cuarto de trabajo. Nunca usó reloj. Para despertarse suficiente era el ruido de la casa vecina. para salir del periódico cualquier hora era buena.
Nunca usó el teléfono en su residencia: ni tuvo fonógrafo.
Para las oticias que me pueden dar telefonicamente con las que me lleva mi cocinera me basta.
solíc decir. También reservabac la ama de casa el hacorlo conocer las canciones de moda.
Un día lo hicieron director de DIARIO DE COSTA RICA. Entendemos que él opuso resistencia.
Sabía que le hacían u dano lo presintió. No cambió en seda E! mism: troje; el mismo som brero ds lorma indefinida; el sis.
mo frete. Cuando llegó por prite Ta vez, para asumir la dirección.
nos quedamos mirando. e. Mo he vuelto animal caro. preguntó. No, hombre, es que olvidaste la corbata. Todos reimos.
Al cambiar la empresa de ma nos, dispuso el viaje. No valio excitativa para que siguiera como jele de redacción. Ancho es)
el mundo, pansaba, para dar un paso atrás. lo las melotas se fuá hacia el norte.
Seguramente a vivir la bohemia, que siempre fue compañera inseparable; pero una bohemia con cierta distinción. muy bendariona. USCO Moreno, de ojos achinades, muy vivos: lo que se llama una persona sangre ligera. capaz do meterse a todas partes. Era parto do su yo un puzo. generalmente ordinario, salvo que hubiera visita a legación el dic anterior: amigo de la broma y como buen nicaragüense, poeta.
Trak ajandde aquí y allá, dić al fin en la redaccóa rol Diario, donde debía estar luenges años y alcanzar hasta honor de la dirección. No está demás decir que como éste olicio de periodista no ha sido nunca bien remuneradory perdona la indiCREPUSCULAR COMO LA CASUCA Con la tristeza del adiós postrero agitase tu mano amargamente, a la luz de la tarde opalescente que idealizó la cinta del sendero. Todos mis tristezas las tiene su casa, ia casuca aquella de ventanas rotas, por entre las cuales el ábrego pasa qullando doliente sus trágicas notas.
Oyóse en la quietud el agcrero lamentar de un zorzal; y, tristemente, armonizó sus notas el doliente silbo del caramillo de un cabrero.
Dime, peregrino, tú acaso no viste, en esa guarida de desolaciones una ensoñadora muy blanca y muy triste rezando a la luna tras de los balcones?
La tarde te envolvió en un pincelazo, e imperialmente te vistió de raso.
Al robar la distancia tus aromas recta el jefe. Montalbán fue pro festo en el Liceo de Costa Rica y dedicó sus raios libres a otros menesteres. Antes dirigió El Noticiero de don Gerardo MalamoTOS: colaboró en El Imparcial etc.
No pocos extranjeros han trabajado en nuestras redacciones de periódico; pero Montalbán resultar únics como revistero. pze cisamente en estas cuartillas nos proponemos recordar su labor, que fue de gran mérito. Tenía dos aspectos como periodista: uno, el del resortoro que en todas partes metía la nariz y de todo rumor sacaba partido. Con un puTo en la mano, era capaz de ir a cualquier parte a caza de una noticia. Si había resistencia, con un chiste y el regalo del tabac disponible, ya estala en migas con el empleado que debía so! lar prenda. El otro aspecto era el del repórter tijera. Nadie ha explotado los canjes como él. No los dejaba ni llegar al casillero. Se los hurtaba de la obcina central la noche que llegaga correo del exterior. El mismo melía las manos en las valijas y si caía en ellas un rollo de periodicos ajenos. pues también Iban a formar parte de su botín, Hacia la media noche entonces el periódico quedaba listo tem prano de la nocheiaba sus paquetes y salía hacia el sur.
Se cuenta que esa noche no dormía hasta tanto no devorara los periódicos más importantes. Que tenía catalogados los canjes r orden de interés informativo. Nota que pormitía la reproducción o que daba lugar a un comentario, era recortada como a mordiscos, porque nunca usó las tijoras, sino los dedos, y seguidamente iba a parar a uno de los bolsillos.
Tamtién los bolsillos estaban distribuidos, para esa tarea de servir de apartado, por categorías, Unas notas de mayor actualidad iban al do arriba; otras de interés estrictamente nicaragüense. a las traseras del pantalón y asi cada cosa tenía su destino.
Al día siguiente llegaba cºn los bolsillos abultados: hasta que se relamía el bigotillo, un tanto ralo, del gusto de que ibc bien aperado. Hay material. inquiría don Cipriano Güell que tenía funciones de administrador, directer propietario, con tendencias dictatoriales. Ya mismº; respondía. sacaba los primeres recor tes. los pegaba a una cuartilla y comenzaba a hacerles uns deco.
ración con sus garabatos chinos, que los cajistas traducían a la maravila. Sospechamos que cuando había una palabra ininte ligible, terminaban por adivinarla o como suelen hacer algunos bticarios cuand, las iaita un ingrediente, ic sustituían por la o a su buen juicio mejor venía.
Las noticias nicaragüenses le interesaban grandemente. Nunca olvidó su patria, mientras estuvo en la zuestra. Sus amigos eran miembros de la colonia nicoragüense; los canjes preferidos los nicaragüenses. creemos que hasta sus autores favoritos eran los nicaragüenses. La política nicaragüense la seguía de cerca.
Liberal hasta la médula sentía un tortico de odio por los conservadores, que no podía disimuPobre ensoñadora! Romántica amada; la muerta alegría de la muerta casa, que me dejó el alma tan abandonada el dolor conjuró sus acechanzas y, en mi desolación, las esperanzas huyeron com un vuelo de palomas.
Carlos SALAZAR GAGINI como la casuca de ventanas rotas, por entre las cuales el ábrego pasa cullando doliente sus trágicas notas.
Carlos SALAZAR GAGINI Sus Fotos con Agfa Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica