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Jueves 24 de febrero de 1972 DIARIO DE COSTA RICA. 13 LA MAFIA.
Viene de la página anterior está enterado!
cla organizada con el fuego en el rugby profesional, el boxeo y las apuestas, etcéte.
Ta se elevan ahora a unos 18. 000 millones de dólares al a fo, de cuya suma la parte del león va a parar a las arcas de la Cosa Nostra.
vieron 300. 000 dólares. Lo cieron comprando enormes can tidades de came y aves a cro dito y vendiendolas inmediata mente al contado a un precio inferior al del mercado, una vez que vaciaron las cajas do la compañía, ordenaron a ésta que se declarara en quiebra.
Le diré una cosa, recordando aquellos días. Me siento feliz de que eduqué a mi hijo como un hombre sencillo, para que no lleve la vida que yo levaba. pesar de esta tranquilidad externa, el otro aspecto de la vida diaria de Valachi no se aparta de sus pensamientos. Sentía que en cualquier mo mento podía ser alcanzado por un balazo. Volvía a casa a primeras horas de la madrugada, cuando todo estaba en silencio.
Quedaba en pie, ante la puer ta, algunas veces, con los hom bros en tansión, esperando el disparo. No llevaba llave de la casa, pues la perdía siempre.
Aquellos pocos momentos que tenía que esperar a que mi es posa abriera la puerta me pa.
recían horas. Pero he de decir le que otras veces no me preo cupaba y me quedaba allt tran quilo. Qué podía hacer. DOSCIENTOS CINCUENTA MI LLONES DE DOLARES: UN PRODUCTO MAYOR QUE LA AYUDA FEDERAL LA CORRUPCION DE LOS FUNCIONARIOS PUBLICOS ALTOS BAJOS ley. Las estadísticas oficiales revelaron posteriormente que, por lo menos, unos 10 millones de litros de gasolina eran des viados cada día, durante la guerra, para su uso ilegal.
La Cosa Nostra se había a.
bierto camino por entonces hasta alcanzar una posición de mando en otros negocios llega les que todavía marcan hoy sus operaciones, y con los que sigue amasando miles de millo nes de dólares anualmente: las múltiples formas del juego legal, la extorsión de industria les y obreros, las drogas, los préstamos de dinero a intereses usuarios y la penetración en los negocios legítimos.
Valachị estaba profundamen te mezclado en muchos de e.
llos. Aunque no era um miem bro dastacado de la Costa Nos tra, ganó tanto dinero poseia un establo de caballos de carro ras y se unió a las raidas siem pre de moda de delincuentes en la vida suburbana. Al igual sus colagas, nunca se relacio nó ni remotamente con los ba jos fondos de su nuevo ambien te.
Ciertamente, cuando su jefe Vito Genovese tuvo noticias de su proyectada mudanza, llamó aparte a Valachi para darle al gunos consejos. Esto es muy distinto a vi.
vir en la ciudad le dijo Genovese Haz que las gentes de la vencidad te estimen. No ofendas a los débl es (los ciu dadanos corrientes, cumpildo.
res de la ley. da dinero a los exploradores y a todas las em presas de caridad. Trata de darlo la iglesia. No moles.
tes a las muchachas del vecin dario.
UN HOMBRE DE OJOS FRIOS LLAMADO CHARLES LU.
CKY LUCIANO.
Aunque la estructura de la Cosa Nostra sigue siendo hoz dia prácticamente la misma que estableció Salvatore Maranza.
no, éste no vivió para verla.
El 10 de setiembre de 1931, el y unos cuarenta dirigentes de la Cosa Nostra en toda Norteamérica, aliados suyos, fueron asesinados. Todos ellos eran de origen italiano, veteranos, eliminados por una generación más joven que trataba de al.
zarse con el poder.
El hombre que organizó este exterminio en masa era un 81ciliano, de palabra suave y ojos frios, llamado Charles Lucky Luciano. Luciano siguió avan.
zando hasta convertirse en el jefe único más poderoso qua la Cosa Nostra ha conocido ja.
más. Tenía su cuartel general en una elegante suite del Hotel Waldorf Astoria, de Nue.
va York, donde residía con el nombre de Mr. Charles R053 y el modo en que Luciano orga nizó su propia Familia a que pertenecía Varachi simbo lizaba, al menos a primera vis.
ta, la supresión de la vieja hos tilidad de napolitanos y sicilianos que ha perturbado a los ba Jos fondos Italianos duranta tanto tiempo. Luciano proc.
dia de Sicilia. Su hombre nú.
mero dos, Vito Genovese, ha.
bía nacido en Nápoles.
Pero lo más importante, sin duda, fue el modo en que Lu.
ciano revolucionó el alcance y la influencia de la Cosa Nos.
tra. Inteligente, lleno de imaginación y sobre todo pragmá.
tico, abandonó el tradicional espíritu de clan de sus prede.
cesores y se unió en aventuras cooperativas con otras bandas no Italianas. Al mismo tiempo, sin embargo, mantuvo cuidado samente la identidad de la Cosa Nostra, pues para Luciano la coexistencia pacífica era sóls un paso hacia el dominio de la delincuencia organizada en No: teamérica.
Luciano y Genovese muestran también la naturaleza totalmec te apolítica de la Cosa Nostra Después de la segunda Guerra Mundial. Luciano fue aclama.
do en algunos lugares por su contribución al esfuerzo aliado en la guerra. Se supone que alistó a los bajos fondos orga.
nizados en el puerto de Nueva York, para evitar los sabotajes nazis, y también se afirma que preparó el camino a la in vasión allada en Sicilia mediaa te sus relaciones con los dirt.
gentes de la Mafla en la isla.
Mientras esto sucedía, Genove.
Ee se encontraba en Italia, don de se convirtió en un joven predilecto del régimen fascista, hasta el punto de que Mussoli.
ni, personalmente, le entregó ia miás alta condecoración civil de la nación. La Cosa Nostra, al purecer, estaba decidida a en.
contrarse en el bando venca dor, fuera quien fuese quien ga nara la guerra.
LA EJECUCION FORMA PAR TE DEL TRABAJO EN LA COSA NOSTRA EL HOGAR DEL ASESINO: ALGO MAS DE CUAREN TA MIL DOLARES El temor a la Cosa Nostra a callaba efiscazmente la oposi.
ción y mantenía a sus miem.
bros enteramente fieles. Si alguien mostraba la más ligera tendencla a desviarse de la 11 nea marcada, las represalias e ran rápidas. y violentas. Iróni camente el propio Valachi su perviso muchas de esas ejecuciones, todas ellas anteriormen te insolubles, hasta que él ha.
bló. Cada una de ellas es un ejemplo de la casi imposibili.
dad de perseguir con éxito un asesinato de la Organización, Estas muertes estuvieron siempre marcadas por un enor me desapasionamiento. Uno de los primeros contratos de crímenes de Valachi le fue signado pocas semanas después de su matrimonio con la hija de un Jefe de la Cosa Nostra, que fue muerto a tiros hacia los años veinte. En la Cosa Nostra, un soldado como Va.
lachi no cobra por tales ejecu ciones. Era esto, sencillamen.
te, parte de su trabajo. No conocía a la víctima y solamente tenía una vaga idea de las razones por las que debía ma tarle. Su lugarteniente. An thony Strollo, le transmitió la orden. La información era fragmentaria.
La víctima era conocida co.
mo Little Apples y va achi nunca supo su verdadero nombre. Strollo le dijo que tenía unos veintidós años y que fre.
cuentaba una cafetería en la calle 109 East de Manhattan, Strol o mencionó de pasque dos hermanos de Little Apples habían disputado con Luciano y Genovese algunos años antes y que, a resulta de ello, habían sido muertos. Al parecer, existía alguna preocupación de que éste, ahora, intentara ven gar sus muertes. Valachi no insistió en que Strollo le die.
ta más detalles. Realmente no los necesitaba, Cuando a un soldado se le entrega un contrato es responsable de su éxito. Puede, sin embargo, elegir a otros membros para que le ayuden cumplirlo. Valachi escogió dos hombres. Luego comenzó a merodear por la cafetería y fi nalmente trabó conocimiento con Little Apples. Entre tan.
to, buscó varios puntos para el crimen, y finalmente se de cidió por una casa de pisos st tuada una manzana más allá.
Para los fines de Valacht era Ideal. La planta baja estaba de socupada y no había ninguna valla en la parte posterior que impidiera una rápida fuga. Su plan era colocar a sus dos a.
yudantes en el vestíbulo y atraer luego a Little Apples al edificio con el pretexto de que en uno de los pisos había una partida de dados, Según Valachi, se colocó de trás de Little Apples cuando entraban en el edificio, y de pronto dio media vuelta y se marchó. o los disparos. me dijo. y naturalmente, seguí cami.
nando calle abajo sin detenerme. Valachi se marchó directa.
mente a casa. Al fin y al ca bo. recuerda, me acababa de casar y no quería que mi mu.
jer empezara a pensar que an daba tonteando por ahi.
Hoy día la fuente principal de ingresos de la Cosa Nostra en Wortenmérica es el juego, ue con excepción de las pis tas de carreras y los casinos de Neyada es ilegal, Los in gresos brutos de la delincuenPara un hombre del que el Departamanto norteamericano de Justicia cree que ha parti.
cipado en 33 crímenes de la Organización, los recuerdos de Valachi en su nueva vida ofre cen una visión interna fasci.
nante de otro aspecto de su ca rácter. Hacia 1950, mi mujer deci dlo que debíamos tener nues tra propia casa en el campo.
Un día me llamó y me dijo que había encontrado una casa en Yonkers (algo al nortede Nueva York. Queria que yo fuera a verla. Le dije que si le gustaba, eso era suficien te para mí. Me dijo que la casa costaría 28. 000 dólares y le di 000 dólares en metáli.
co para el depósito.
Para entonces, el muchacho me refiero a mi hijo había terminado sus estudios en la es cuela. Era una de las mejores de Nueva York: la Mount St.
Michael. Recuerdo que costa.
ba de 600 a 800 dólares te ner o en ella. Estaba interno y venía en casa sólo durante las vacaciones, pues queríanos te nerio alejado de las calles de Nueva York, Cuando terminó, le pregunté si queria ir a otra escuela pues no deseaba que se me tiera en la Organización y me dijo que no, que queria tra bajar. Comenzó a trabajar co.
mo mecánico, pero no jo hacía muy bien. Por eso le conse guí un buen trabajo. No voy a mencionarlo, pero puede con servarlo toda su vida y, por las últimas notielas que tengo de él, sé que le va bien. Se ca só joven y añadi tres habitaciones a la case de Yonkers pa Ta él y para su esposa.
En total, yo diría que la casa me costó algo más de 40. 000 dólares. Pero valía la pena. ra una casa hermosa, en una esquina. En lo que se refiere a los vecinos, yo era siempre un caballero. Naturalmente, con mi horario, empezaron preguntar a mi esposa que ha cía para ganarme la vida. Ella les jo que tenía el Lido (un restaurante de Nueva York que Va achi poseía) y por ello supieron que era yo uno de esos individuos que dirigen un restaurante. Algunos de los ve cinos iban a él de cuando en cuando y decían que les gusta ba mucho la comida. Mi esta blecimiento era un lugar im.
plo. Cualquier muchacha po.
día ir a é! sola ya sabe, sin ser acompañada, y si algún individuo la molestaba era Trojado inmediatamente la calle, Uno de los aspectos más perniclosos, de esto lo tenemos en los ghettos. llenos de miseria, de Norteamérica, con el llamado de los números. Es probablemente la forma más sencilla de juego en masa ja más ideada. Todo lo que el a postante tiene que hacer es e.
legir tres cifras seguidas, del 000 al 999, como la combina ción ganadora, basada en las quinielas de una pista de carre ras fijada de antemano. Las probalidades matemáticas no son nunca de más de a 600 y con frecuencia menores. Co mo me dijo el propio Valachi, que había intervenido en ese negocio, sólo los pobres jue.
gan a los números, levados por su necesidad desesperada de dinero. Aunque la apuesta media a los números no es superior al medio dólar, los Ingresos se elevan a una enor me cantidad de dinero. Sólo en Harlem la Cosa Nostra, sin pagar impuestos por ello, tiene un tinglado que le produce anualmente unos 250 millones de dólares. más que toda la a yuda federal al estado y a la ciudad para rehabilitar la zo na.
La siguiente empresa más provechosa de la Cosa Nostra es actualmente el préstamo de dinero a Intereses exorbitados.
El interés básico es del veinte por ciento semanal hay que devolver seis dólares por cada cinco prestados, aunque esto puede cambiar de acuerdo con la importancia del présta.
mo y el plazo del mismo y la necesidad de quien lo pide. En una zona de rápida expansión, señalada por períodos de diri cultades monetarias, cuando in cluso los comerciantes más le gitimos pueden tener necesi.
dad urgente de dinero, todo puede aprovecharse. Una em.
presa de valores de Wall Street que pase por un mal momento debido a un revés en el merca do. Un constructor atrapado por falta de créditos, un fabri cante de prendas de vestir que be ha equivocado en la línea del año.
Estos prástamos usuarios lle varon directamente a la actual costumbres de la Cosa Nostra de meterse en negocios legitimos. La idea original era la de legitimizar o limpiar el dine ro de la Cosa Nostra. Comenzó en zonas claramente propi.
cias. Si alguien que había pedi do dinero prestado para adqui.
rir la concesión de un guarda.
rropía se retrasaba en el pago, se encontraba, sencillamente, con un nuevo socio. En lugar de perder tiempo intentando cobrar al dueño de un café que na pagaba, se obligaba a éste a aceptar las máquinas tragaperras para la venta de cigarrillos y otras cosas con.
tro adas por la Cosa Nostra.
Ahora la red es mucho más am plla. y lo abarca todo, des de el suministro de tela a los restaurantes hasta algunos sec tores de la industria pesada bá sica, como el acero. Un jefe de Familia, el fallecido Joseph Profaci, contralaba casi toda la importación de aceite de o liva en los Estados Unidos.
Una vez dentro de una empresa legal, los miembros de la Cosa Nostra generalmente ap icaban sus propias costum.
bres de coacción. Para mante.
ner el negocio en marcha, em pleaban tácticas de terror, a fin de eliminar a la competen cia, o se procuraban contratos de trabajo ventajosos median.
te la corrupción de funciona.
rios de los sindicatos. Algunas veces sencillamente, saquea.
ban la compañía.
En un ejemplo clásico de es to participó un protegido de Valachi llamado Joseph Paga no. La gerencia de una impor tante empresa para la venta de carne al por mayor en Nue va York cometió el error de pedir dinero prestado a la Co sa Nostra. Con la excusa de salvaguadar el préstamo, se exigió a la compañía que ceptara a Pagano como su nuevo presidente. Una vez Instalado, sus colegas se pusieron trabajar. En diez días obtu Otro método típico de la Co sa Nostra es introducirse en un negocio legítimo y eliminar a la competencia hasta alcan.
zar una posición de monopo. io.
Cuando es sucede, el resultado es inevitable. Los precios sul ben. Algunas veces la simple amenaza de que esto suceda proporciona un rápido bene.
flcio. Un ejemplo fue descu.
bierto recientemente en Nue va York. Algunos elemen tos de la Cosa Nostra forma.
ron una compañía especializa da en afflar cuchillos y otros instrumentos semejantes y Ofrecieron sus servicios a log supermercados, restaurantes, hoteles, etcétera, a precios muy por debajo de los de sus competidores. Como resulta.
do de esto. la Asociación de filiadores de Nueva York pagó 117. 000 dólares para que los elementos de la Cosa Nos tra se retiraran, Una piedra clave de todas las operaciones de la Cosa Nos tra ha sido la corrupción de Jos funcionarios públicos, al.
tos y bajos. un nivel local, el efecto puede ser devasta.
dor. Elementos de la Familia de la Cosa Nostra en Filadel fin devastaron prácticamente la ciudad de Peading, en Permsylvania, conocida como la capital mundial del pret zel (una lespecie de galleta alemana que se toma con la cerveza. Operando en colabo ración con un personaje de los bajos fondos de Reading, compraron a la mayoría de los Administradores municipales, desde el alcalde hasta el último empleado. Como resultado de ello, se enlazó con sumi nistro de agua potable de la ciudad la mayor destilería lle gal desde la Prohibición, se a.
brió el mayor distrito del placer en la Costa Oriental y el más importante lugar de jue.
go de dados del río Mississipi, a corta distancia de Filadelfia y Nueva York No se hizo nada por la ciudad. La industria comenzó a marcharse; el centro de Reading se convirtió en algo ofen siyo a la vista. Cuando los mur mullos provocados por el des.
contento del pueblo se hicie, ron demasiado grandes, fueron enviados rápidamente a la es.
cena reformadores. bajo el control de la Cosa Nostra. La ciudad iba marchitándose rá pidamente, y un grupo del De partamento de Justicia advir.
tó que la única mejora civi ca eran los nuevos parquíme.
tros. La compañía encargada de su instalación tenia un lai go historial de soborno a los ayuntamientos para conseguir contratos. Fue éste el hilo que finalmente permitió aclararlo todo, pero hasta que no se ro cibió ayuda exterior, los habl.
tantes de la localidad eran im potentes.
EL MERCADO NEGRO LOS BENEFICIOS DE TIEMPOS DE GUERRA LA EXISTENCIA DE LA COSA NOSTRA, GRAN IMPACTO EN EL PUBLICO AMERICANO En el campo de trabajo, la guerra, como todo lo demás, era, sencillamante otra situa.
ción que explotar. como esca seaban muchas cosas en la e conomía norteamericana, sin do necesario el racionamiento y control de precios, la res.
puesta era evidente: el merca do neglo. Tal vez no era una bonanza que pudiera compa carse a a que proporciono la Prohibición, pero existía la misma mrzela clásica con la que la delincuencia organizada podía engordar la venta tle.
ga! de um ar iculo carne, a.
zúcar, gasolina, etcétera a un público que, en general, e ra cómplice voluntario e inclu 50 ansioso.
Esta combinación no sólo eseguraba enormes beneficios libres de impuestos, sino también muy poco riesgo. Joseph Valachi, por ejemp o, se espe cializó en los cupones de racioDamiento de gasolina, y desde mediados de 1942 a 1945 gano unos 200. 000 dolares y no Ta muy importante. observo modestamente, sin ninguna Perferencia por parte de la Como Valachi ha hablado y vive actualmente está rodeado de las máximas medidas de seguridad, con un precio da 100. 00 dólares por su cabeza, ofrecido por la Cosa Nostra Se han encontrado otros infor madores como él. Como resul tado de sus revelaciones, las fuerzas federales encargadas de luchar contra los delincuen tes trabajan en media docena de ciudades y pronto lo harán en muchas más. aunque la Cosa Nostra st.
gue siendo una empresa en marcha, hay un aspecto en el que no vo verá nunca a ser la misma. Gran parte de su fuer Za dependía de su naturaleza misteriosa y escurridiza. Su mistica del secreto, que se ha sostenido tantos años la pre.
sentaba como omnipotente a sus miembros. causa de Joseph Valachi esta mistica ha quedado destruida para sfem.
pro, Pedro MAS Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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