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Domingo 25 de marzo de 1973 14. DIARIO DE COSTA RICA UN PEDAZO DE NOCHE Jóvenes Poetas Costarricenses JUNTO AL MINUTO DE LA SOMBRA MAYELA FERLINI Busto darse mu: con las car VIENE de la Página 11 que son una vergüenza. No que la verdad es que te co lo crees tú así? Los muertos nozco de vista desde hace sepulturero? Pues bien, eso no le dan guerra a nadie: mucho tiempo, pero me gus soy yo. nunca he dicho pero lo que es los vivos, no tas más cuando te sueño.
que con ese trabajo no ga encuentran cómo mortifi. Entonces hago de ti lo que no ni para vergüenzas. Es carle la vida a los demás. quiero. No como ahora que, como cualquier otro. Con la Si hasta se medio matan como tú ves, no hemos po Todos los días nace Dios ventaja de darse muy segui por acabar con el corazón dido hacer nada.
pατα mojαι Iας αguας, do el gusto de enterrar a la del prójimo. Con eso te di Ya casi era de día. Olía para derramar el río en cinturas gente. Te digo esto porque go todo. En cambio, a los a día, aunque la tierra, las como la noche, tú, igual que yo, debes muertos no hay porque a puertas y las casas seguían para crecer el bosque con su canto de pinos diar a la gente. Tal vez mu berrecerlos. Son la gran co a oscuras.
y abrir despacio los oídos de la tierra.
cho más que yo. sobre sa. Son buenos. Los seres. El sueño me hizo cruzar Se queda quieto entre las flores sueltas este asunto quisiera darte más buenos de la tierra, la calle y buscar algún he pesa despacio las hojas y los frutos.
un consejo; nunca quieras Salgamos afuera le tel. El hombre se vino tras La gente se calla sola a nadie. Deja en paz esa codije He siento sofocada. de mí. Me detuvo. cuando las piedras ladran, y la tierra palidece sa con que se quiere a los Vamos a donde nos dé el ai. Te debo algo?
entre los hombros de los momentos, demás. Me acuerdo que yo re. No nada le contesté.
en el dia gris junto al minuto de la sombra.
tuve una tía a quien quise uando estuvimos en la Te hice perder tu tien entonces los árboles tienen hijos de nuevo mucho. Se murió de repen calle, todavía nos siguió poo. Debes cobrarme lo que y la calma vuelve a llorar en las manos de las plantas.
te, cuando yo estaba más por un rato el humo ran sepas cobrar por una no el invierno se reduce encariñado con ella, y lo cio de las fritangas. El ha che.
a una gota de agua nico que conseguí con todo bía escondido al nino deba Me zafé de el. Abrila para que pasen los sueños, eso, fue que el corazón se jo del saco, seguramente puerta y busqué el primer de los vivos y se parte en dog, me lanara de agujeros para protegerlo del viento cuarto desocupado. Me. La calle está cubierta del ruido Lo oía. Pero eso no me de la noche.
ché vestida sobre la cama, como los tallos.
quitaba del pensamiento Ahorita que te levantas apreté los ojos y, aflojanal quiebranueces con sus te, me acordé de una cosa do el cuerpo, me fui quedan ojos hundidos y como mu. dijo De que mi coma do dormida. Alguien rasga dos. Mientras aqui, este ti dre Flaviana no tiene nada ñaba la calle con una esco po me estaba platicando aquri. siguió diciendo, ba. Alguien aquí dentro que odiaba a media huma mientras se tallaba el pe preguntó: nidad, y que era muy boni cho. Ahora que si los tu. Nos volveremos a vet to saber cómo enterraría u viera como tú a lo mejor algún día? Me quedaron ga no a uno a los que él veia estarían llenos de pulque, nas de platicar contigo Hay un silencio que nos lleva siempre, a diario. que cuando al. que no le servirían de Sentí que se sentaba al allí, donde las estaciones claras se recuerdan guien de aquí o de por allá ningun modo para engor pie de la cama.
como pasos lejanos, le decía o le hacía alguna dar a una criatura.
Es el mismo que está sen donde cada mañana es una eternidad maldad, él no se enojaba; Entonees yo le pregunté tado ahora al borde de mi de ríos profundos pero callada la boca se pro si no tenía él por costum cama, en silencio, con la ca y nuestra piel se entibia lentamente metia dejarlos quietos una bre, aprovecharse de la tal beza entre las manos. Aca con las cosas más simples, temporada muy larga cuan Flaviana euando su compa ba de despegarse de las redo cayeran en sus manos. dre pasaba las noches ente jas de la ventana donde a siempre, aquí. No, no me dan pena as en la cantina.
costumbra pasar las noches en los caminos donde el mundo los muertos, y mucho me Lugo, me res aendió que esperando mi regreso. Me es una mano vuelta a nuestros ojos, nos los vivos. Desde hace no. Porque no había modo, ha dicho muchas veces que la soledad tiene su estado de poblar la muerte.
quince años acabé con eso. pues ella no se apartaba no soy yo la quie llega a es Al principio me entristecia nunca del marido.
tas horas que nunca acaba desde el mar podemos contemplar nuestro silencio desde el mar podemos conton pice Duosuo souci mucho cuando a raíz de se remos por encontrarnos: cuando la noche posa puitar a la madre de um Los dos se emborra. o tal vez sí dice su mojado dedo bajo plel montón de hijos, ellos se sol chan juntos y por todas quizá cuando te asegure ba taban dando unos alaridos partes andan juntos, hasta jo tierra el día que me to Pero una sombra conocida nos senara espantosos, y se abrazaban que se les eae o se les pier que enterrarte.
del sito en que los astros se disfrazan al cajon como ladilas sin de la memoria a los dos Lo que él no sabe es que nos invitan a jugar con la alegria que fuera suficiente la fuer por igual.
quiero dormir. Que estoy y no sabemos si extender la mano za de tres ni cuatro hom Casi no lo oía. Pensé ir cansada. Parece como si se y conten y contemplarla muy lejana bres para despegarios. Me a dormir. Pero a él se le ocu le hubiera olvidado el trao comenzar de nuevo el cielo, el ala.
ha tocado asistir a infini rrió que nos arrinconára to que hicimos cuando me la plenitud de las estrellas simples dad de casos por el estilo. mos un rato en la entrada easé con él: que me dejaUn ruido pequeño de gaviotas Pero ahora eso ya murió. de cualquier zaguán, don ría descansar; de otra mase ha quedado en mis oídos Cuando ung os sepulturero de estuviéramos sólos y eonera acabaria por perdercomo niebla.
hay que enterrar la lástima mo fuera de este mundo: se entre los agujeres de uLa tarde es pequeña como los segundos se ve lejana, con cada muerto que uno Me haré a la idea de na mujer desbaratada por entierra. Los vivos son los que te soné dijocubierta de caracoles Por el desgaste de los hombres.
en el sol rojo de los dormidos.
FRONTERA CARLOS FRANCISCO MONGE Hoy tengo las manos húmedas y los ojos transparentes. siento a Dios pasando como un ruido de niños.
José Roberto Cea gana PREMIO ITALIA 1972 REY DE LA SOMBRA RODRIGO QUIROS apar eleva el hogenesi dal cansancio con el vild vanzando sueimos con me lleva el dia.
Recorriendo el secreto de las tumbas, con el pecho sumido en música y en sangre, aparezco ante el viento irremediable JOSE ROBERTO CEA, poe nerog, las zonas líricas pre. Italia en El Salvador, Erberto que lleva el horizonte hasta el milagro loco de la vida, ta salvadoreño asilado en Cos colombinas que le dieron tan Casagrandi, al comunicarle. Cada ojo un frenesí de luz martirizada, ta Rica, acaba de obtener el to prestigio, y expresa con ar el fallo indicó su profundo cada pie una certeza de cansancio, Premio Italia de Poesía, 1972, dor y pasión ideas y senti, conocimiento del alma poéti cada boca una fruta que se aleja con el viento, con la colección de poemas mientos universales. Hay en ca italiana, su manera de ex cada mano un esfuerzo tronchado de semilla. Lecturas Italianas.
él, como en todo creador de poner las sensaciones y los en Yo avanzo deshaciendo el aire ciego, El triunfo de Cea confirma nuestro tiempo, una búsque, tendimientos de la poesía ita testimoniando sueños y espinas bajo cada mirada, su condición de poeta auténti da permanente. Ningún pro. liana, confirman una vez más poblando los abismos con mi música ebria, co, dotado de sensibilidad e blema le eg ajeno. Va. Viene. su calidad de poeta y de hom pero lento es el viaje que me lleva, inteligencia y de una firme Se complica y nos da una poe bre de cultura.
lentos son los relojes, esqueletos del día, vocación que lo coloca por en sía de hoy, lúcida, fresca, tes lenta es la soledad.
cima de modas o ismos. Cono timonial.
En próximos Suplementos Algo murmura el cielo pero nadie lo entiende, cemos su obra desde hace Fueron furados en este Cer daremos a conocer algunos y en el tropel confuso abundan las sonrisas muchísimos años y sabemos tamen, que todos los años se de los poemas premiados. como flores de paz que brotan las heridas.
de sus constantes estudios, celebra en El Salvador, los es Cea por otra parte prepara Sin embargo algo dice que el silencio es fecundo!
no sólo de los poetas italia. critores Hugo Lindo, Antonio la edición de su obra Mes. Que el agua seguirá repartiendo pureza!
nos, sino también de los clá. Salazar y David Escobar Ga. ter de Picardía que, tenemos ¡Que la flor no descansa hasta formar su rostro de milagrol sicos griegos y latinos, fran. lindo. La distinción le fue o entendido, será publicada en Que el corazón oscuro cultiva luz intacta mientras duermel ceses, ingleses y españoles. torgada por unanimidad y su breve en esta ciudad con llug iQue la brisa termina en el prodigio!
Cada vez más José Roberto trabajo escogido entre 43 par traciones del pintor Rafa FeriQue la embriaguez de un beso ha salvado los labios Cea enriquece sus propios ve Usimanteses Eropied Embaladoraciode Migueruándezano Listema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica. para siempre
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