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SUPLEMENTO LITERARIO La comadre en ejercicio se en CUENTOS DE ANA ANTILLON Los lectores deben acor Compadre, dame ach una darse de que nuestro antiguo botella conocide, de quien por algún Leonardo Pataca obeleid tiempo nos hemos olvidado, prontamente, Oyóse entonces el Leonardo. Pataca, se dentro del cuarto el sonido unió con lazos amorosos a la que produciría una boca huhija de la comadre, y que con mana al soplar con toda fuer ella vivía en santa y honesta fcepitule de la nevele: Memorias de un Sergente de Milicies za dentro de alguna cosa. Era paz. Pues este vivir santo y Panchita, que por orden de honesto dió en tiempo oporla comadre soplaba hasta mo tuno su resultado. Panchita De vez en cuando paraha a mero, y esto causa su miedo, la comadre, ya le dije que rir de cansancio dentro de la (era este el nombre de la hi la puerta del cuarto que se pero no es cosa que vayas a no es bueno para quien está botella que esta mandara vejan de la comadre. encontró encontraba cerrada, lanzaba estar ahora tan desanimada; en este estado oyendo voz de nir. Con fuerza, niña, con las pronta a dar luz. Ya ven sidang med mirada de curio es preciso también ayudar a hombre, estése callado y es tante fuerza, y Nuestra Selos lectores que la raza de los cabeza murmuraba: parte que yo te ayudaré: son Continuaba pasando el tiem fora no desampara a los fieLeonardos no se ha de extin palabras de Jesucristo. po: la comadre salió del cuar les. Animo, ánimo; esto lo guir con facilidad. Leonardo. No sirve para esto. La paciente estaba sin em to y vino a encender una nue más que sucede es una vez Pataca no perdía en modo al estas cosas no van con mi ge bargo, muerta de susto: ni si va vela bendita a Nuestra Se por año. Desde que nuestra guno aquellos hábitos de ter nio. Estoy temblando co quiera se movió a la exhor ñora, y después de una breve madre Eva comió aquella mal nura con que siempre le como si el negocio fuese con tación de la comadre. Mien oración volvió a su puesto. dita fruta quedamos nosotras nocimos, y en las actuales eir migo tras, el tiempo iba pasando, Sacó entonces del bolsillo de sujetas a esto. Yo multiplicunstancias, cuando el veia a realmente a cada gemi y la pobre chica sufría; ya lo la saya una cinta azul larga caré los trabajos de tu par las puertas de la vida un fru do fuerte que partia del cuar habia arreglado la comadre y la pasó alrededor de la cio te. Son palabras de Jesuto de su postrero amor, le ere to el hombre se estremecia y de un modo diverse los esca tura de Panchita: era una cristo!
cia en el alma aquella violen se ponia de mil colores.
Ta se ve que la comadre ta llana de costumbre; el po bre ardia todo por dentro y dre exhortaba a la paciente, ma la palma bendita, y aun de triunfo: Dentro del cuarto la coma bia inclinado más sobre la ca Parto. Después dijo con aire estaba fuerte en Historia Sagrada. Leonardo Pataca lo por fuera, y se deshacia en poco más o menos con estos vada de nuevo, Leonardo Patemblaban tanto las pieruns cariños para con su compa términos: taca comenzaba a impacien Ahora vamos a ver, por acá afuera, que no pudo ennfiera. No seas chiquilla, niña. farse; de vez en cuando llega que esto ya no va a mi gus tinuar con el paseo, Llegó finalmente el dia de eso no es nada. es una mo ba a la puerta del cuarto y to. pero la culpa es tuya, contraba sentado en un rinaparecer el deseado resulta ta en un ojo. En un san preguntaba con voz marchi niña, ya te dije que es preci cón con los dedos en los oídos.
do: al amanecer manifestaron tamén estás ya libre. Estas ta: so ayudar a la naturaleza. Pa Sopla, niña continuaba de los primeros síntomas. cosas en mis manos andan de Y!
só algún tiempo. De repente siempre dentro la comadreLeonardo levantó enseguida prisa. Verdad es que es el pri Compadre. respondia grito para afuera: sorla con Nuestra Señora, una polvoreda en casa: andaa con San Juan Bautis ha de dentro para afuera pre sopla con los Apóstoles tendiendo hacer mil cosas, y y Pablo, sopla con los An sin hacer cosa alguna, atros y serafines de la Corte pellado yaturdido. Mandó lla lestial, con todos los Sanmar a la comadre, que ensetos del Paraiso, sopla con el guida acudió al llamado, y co1! y con el Espiritu Santo.
menzaron disponerse los DE LA CIENCIA hubo finalmente un instan preparativos. Tal vez algunos de silencio, que fue intelectores tengan idea del mun En el fondo de todo sólo existe una cosa satisfacción de haber introducido dentro de nido por el llanto de una do infinito de arreglos que en el tiempo se ponía en giro en que me conmueve, y es el pensar en el mot mi organ smo una amplia mejora curativa. Sueno, allà va el mal mera cosa que Leonardo Pa a mi alrededor. En su ensimismamiento, ca semejantes ocasiones. La pri vo de ayuda de las personas que se movieron el liquido verdusco que se iba destilando, que lo no era más que priro en pero por las ranuras circunvoluciones, sentia tiempo. exclama la comafaca providenció fué que se da una de ellas desgarró un pedazo de me mandase dar los nueve toques pie y el músculo para ver en el interior de goteala, gotcaba, sobre la córnea de mis 0, 05. un ob Yo descaba ver, levantando la cortina una pequeñurra!
Sede. Esta práctica sólo se a mi cuerpo, a modo de caverna, pero sólo en de hiel verde amarillenta que destilaba su conexelmo Leonardo Pataca fue costumbraba cuando la par contraron huesos y sangre en masa agitada, sistencia sobre el iris pardo, pero en mi dira de sí vaya, esto es de ferienta se encontraba en pe cuando pensaban encontrar movimientos de ficultad, la de mis pestañas, que impedian o o que salió marho no fui lipre, pero él quiso prevenir encefalo en el corazón y el hígado. No con que mis dedos trabajaran a conciencia do te después pedir a la ve: vencidos todavía, al seguir buscando, con el blando aristas endurecidas o limiando el li e difundió por la casa un erable no lo habia en ca ron al lugar de la bilis, la peligrosa viseera mancharme las yemillas con la goma pegajo po las velas que estaban pues por un olvido im palillo de sus curiosidades malolientes. llega quida espeso, sólo conseguia ensuciare, ag adable olor de allucema: sa, un ramo de paja bendita; vitalmente principal del organismo, y con un sa que se endurecia al aire.
cendidas a Nuestra Señora; apularios de la Señora del entusiasmo repentinamente interesado, se pu Lentamente, con los ojos tapados por el fue después a desatar la rinMonte del Carmen que tenía sieron activos. Su desazonada razón compac párpado adolorido, unido al de abajo por ma ta de la cintura de Panelita la reputrción de milagro ta, armada de excitación ahincada y seria, deira capa de materia orgánica, avancé seu y a sacarie del envello los esAn y los echó al cuello de puso manos a la trazajosa obra de descolocar Panchita uso la paja ben la cuidadosamente del permanente lugar. pa ra hacia el camino por donde había llegado, capolarios in advertirles a el ns a mis salvadores, el da da, enfranelada, tocada, fajaLa recién nacida, entalladita al lado la cabecera; ra colocarla junto al cerebro.
ño que habían hecho a mis punilas, que va da, y con un unto de higas en la sala se improvisó un oratorio con una toalla, una Estupidez innata la de estos principian no podrían volver a resnonder a sus necesida medias lunas, signos de Salocopa con ruda y una imagen tes, aprendices, que investigaban en mi cuer des inmediatas. lentamente, desconociendo mon y otros preservativos de de Nuestra Señora de la Con po con el afán de llegar a alguna conclusión ya hasta la respiración de sus activas manus pasaba de las manos de Panjo sujetos a la faja, cepción de lozarea deznada demagógica, que les pudiera servir para dar the trabajaron tan arduamente dentro de mi ehita a las de Leonardo Ps 1a. para nə olvidar en nada algo a la ciencia futura. En su inconsecuen desespero, empecé el descenso hacia donde la faca, que no cabia en si de las reglas establecidas, se a ca descubrian que el mejor lugar para una coloración verde me empujaba, a juntar une contento; era un hermosa marró a la cabeza un pañue viscera, con la importancia ideológica de la lo blanco, metiose debajo de bilis, era junto al cerebro a las aguas espesas que pudieran lavar, sin criaturita, lo opuesto en todo mancharse, mi cránco caliento por la bilis; tro amigo Leonardo, mansa, las sabadas, y comenzó a reCon mucha maestría cerraron los tejidos a la laguna verde. a la laguna infestada, la ristena.
zar al santo de su devoción.
La Comadre se sentó a los que descomponían mi epidermis en un mon volcánica con azufre, maloliente, baje hasta el Leonardo Pataca recurrió pirs de la cama en una ban tón de fibras y cerraron el hueso cráneo pa fondo, donde la lava espesa bul e en un no inmediatamente al calendario qeta, y desañudaha también ra proteger la bilis envenenadora, de posibles acabar jamás, en burbujas continuas que em pada ver que nombre traía la nina; en un gran rosario, observan ataques peligrosos que no estuvieran motiva Sandecen las materias consistentes.
do entretanto a Panchita, e dis por una razón inteligente. Entonces fue agrada como éste no le Hasta el corazón de la misma, traspa Panchita una cuestión respec trabó luego con tante para dar órdenes a Leo cuando pudieron ver, en completo desarrollo, sando la orilla tan árida, bajé en silencin, di to del nombre que se le de nardo Pataca, y responder a sus capacidades de trabajo: la caja protectora ciendo, con mis encum manos agitan bia dar.
lo que fuera del cuarto se de habia quedado impenetrable, hasta el final de tes un adiós de muerte, y de desn rcio casi, La comadre aprovechóse de sus conocimientos Ante mi visión espantada yo les veia dian con la imaginación satisfecha, convenci a la mantilla y alió para a aquella caterva de personajes que me despe eso para hacer los últimos nardo Pataca, después de arreglado todo, cuando vio abrir y cerrar las bocas explicativas, con la dos de la marmitud de su obra, en ayuda mia, a necesidades La linea cosa que quedata a esperar a la naturaleEL HOMBRE EN EL AIRE za, como decía la comadre, se Nació en Rio de Janeiro el Manuel Antonio Almeida puso en paños menores, quie17 de noviembre de 1830.
To decir, se desvistió los cal Vi al hombrecito en la puerta, solo co caba una serie de gorjeos dessfinados, redonda Murió en un naufragio en zones y el coleto, quedó en no todas las noches y tranquilo aparente, pe ba la monótona cancioncilla silbada. al el canal de Macaé, un 28 de marró a la cabeza, según una ro con la desapacibilidad a superficie de contemplarlo, supe que contaba las vibracio noviembre de 1861. Suliantigua costumbre, un pañue ojos; el mecánico placer lo interrumpia nes que en el aire alto y oblicuo a su cabeza gento de Milicias. aparcello bro Memorias de un Sarlo encarnado, y se puso a pa cuando salddab demasiado atento al tran causalia la tonada.
treinta años antes de que sear en la sala de un lado a seúnte, con la cabeza inclinada hacia el lado dujera movimiento otro, con una cara que daba derecho y simulando entre los dientes jun Poco a poco lo vi prenderse de ella, Ten Brasil, fué un dolor: parecia que era el Intero suceso entre los no Panchita quien en los una sonrisa de cumplido.
con los ojos fruncidos balanceándose de las stores que no en los litraba con dolores de parto. De pronto, me detuve para escuchar provo notas, las manos en los bolsillos.
teratos.
ate

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